Eberron est¨¢ en guerra

Ahora, los creadores de t¨ªtulos tan notables como Battle Realms o War of the Rings se atreven con el nuevo mundo de Dungeon & Dragons. Especialistas como son en el g¨¦nero de los juegos de estrategia, la idea de trasladar este universo a dicha mec¨¢nica resulta cuanto menos atractiva, y m¨¢s sabiendo que esta ambientaci¨®n ha sido generosamente tratada en joyas como los fant¨¢sticos Warcraft. Si bien la estrategia ya hab¨ªa tratado la tem¨¢tica Dungeon & Dragons (D&D a partir de ahora) con el antiqu¨ªsimo Shadow Sorcerer de SCI, nunca nos hab¨ªa llegado de forma tan poderosamente atractiva como ahora.

Antes que nada, hay que destacar dos matices que bien pueden hacer que sigas leyendo el an¨¢lisis o que te apartes de ¨¦l. Lo primero es que Dragonshard viene claramente influenciado por dos magnas obras, Kohan y Warcraft 3. Y lo segundo, que es todo un espect¨¢culo audiovisual. No s¨®lo traslada toda la magia del mundo de Eberron, el nuevo reino D&D que hace de escenario en el juego, sino que por momentos mejora y engrandece lo mejor del producto estrella de Blizzard. ?Convencidos? Pues sigamos, h¨¦roes...

La verdadera novedad de Eberron no viene dada por su contenido en s¨ª, sino por el origen de su concepci¨®n. Hace tres a?os, los propietarios de la licencia D&D convocaron un concurso para que los aficionados desarrollasen un nuevo universo para el juego de rol. Keith Baker, popular escritor de m¨®dulos all¨¢ por las am¨¦ricas, gan¨® con la ventaja que su experiencia conllevaba. Mezclando elementos de El Se?or de los Anillos e Indiana Jones, naci¨®n Eberron para el juego de l¨¢piz y papel... y ahora en PC.

Liquid Entertainment dirige el rumbo de su juego hacia un destino h¨ªbrido, a medio camino entre el anteriormente citado Warcraft 3 y el cl¨¢sico Diablo. Misiones estrat¨¦gicas con cierta recolecci¨®n de recursos y sortilegios y niveles m¨¢gicos ser¨¢n los protagonistas en un t¨ªtulo cuya apuesta m¨¢s aparente es el del desarrollo y la gesti¨®n, con ciertas limitaciones que supondr¨¢n todo un desaf¨ªo para todos aquellos que en otros t¨ªtulos no paran de construir. Con mucho dinamismo y una vitalidad audiovisual sobresaliente, Dragonshard es casi lo mismo de siempre pero con un envoltorio muy, muy bonito.

Luego, el v¨ªdeo de introducci¨®n es francamente alucinante, al m¨¢s puro estilo de los realizados por los desarrolladores japoneses para sus t¨ªtulos punteros.  Ciertamente, digna de ver una y otra vez, por el espect¨¢culo que supone. Tras ello, un no menos llamativo men¨² de opciones, marca de la casa de Liquid, dar¨¢ entradilla a las diferentes posibilidades de configuraci¨®n, adaptables a cualquier tipo de equipo. A¨²n con ordenadores de baja gama, Dragonshard lucir¨¢ bonito.

Una vez metidos en faena, Dragonshard resulta muy, pero que muy parecido visualmente a las anteriores producciones de Liquid, aunque se atisba un estilo m¨¢s cercano que nunca a Warcraft 3. Destaca sobremanera el llamativo colorido de todo el conjunto, incluso en las zonas m¨¢s cavernosas del programa. No exento de efectos a la altura de las circunstancias, Dragonshard tiende a una serie de artificios gr¨¢ficos realmente llamativos y notables.

La c¨¢mara acompa?a y se deja llevar estupendamente, controlando bien los personajes en todo momento. Por desgracia, hay determinadas unidades que son f¨¢cilmente confundibles con otras, habiendo algunas con demasiado parecido en su dise?o y color. Sobre todo en las distancias largas, las mejores para jugar y, a su vez, las m¨¢s dif¨ªciles para atisbar claramente a cada hombre. A¨²n as¨ª, el ojo entrenado (y acostumbrado al juego) terminar¨¢ olvidando r¨¢pidamente este peque?o problemilla.

Por lo dem¨¢s, el nivel visual es, en conjunto, notoriamente correcto. M¨¢s que correcto, notable, porque tanto escenarios (el agua, los ¨¢rboles meci¨¦ndose, el hielo) como el dise?o de ciertos personajes (algunos dragones, por ejemplo) son dignos de menci¨®n. Del mismo modo, la banda sonora de Lennie Moore es muy, pero que muy buena, con el necesario toque medieval y ¨¦pico que requiere el juego. Aparte, el doblaje es m¨¢s que aceptable, aunque desde aqu¨ª hacemos notar que Tom¨¢s Rubio, encarnando de forma graciosa al forjado Basti¨®n, est¨¢ empezando a resultar algo cansino... ?Tom¨¢s, est¨¢s en todas partes!

Para empezar, el modo campa?a nos permite elegir entre La Orden y los Hombres Lagarto. Estos ¨²ltimos son los habitantes del Anillo de las Tormentas, cuyo ¨²nico prop¨®sito es defender su reino frente a los intrusos. El otro lado, La Orden, es una alianza de humanos, medianos, enanos, forjados e inmortales unidos por un ¨²nico objetivo, conseguir las energ¨ªas m¨¢gicas del Coraz¨®n de Siberys. M¨¢s adelante har¨¢ acto de presencia una tercera facci¨®n sobre la que mejor no os cuento nada...

Quiz¨¢s lo que hace a Dragonshard diferente es que combina frescos conceptos de anteriores juegos de estrategia en tiempo real, para despu¨¦s mezclarlos con las reglas oficiales de D&D, combinaci¨®n que resulta cuanto menos impactante. As¨ª, la obra de Liquid es en esencia un juego de rol en la que la estrategia en la gesti¨®n de los recursos y tropas forma una parte esencial. La jugabilidad ata ambos cabos de forma sutil, haciendo que las decisiones roleras tengan serias consecuencias en el plano estrat¨¦gico. Los niveles suben, los sortilegios y tal hacen lo propio y, por consiguiente, nuestros h¨¦roes y tropas se har¨¢n m¨¢s fuertes.

M¨¢s a¨²n, ciertos elementos del juego se encargan de diferencias el peso de cada apartado l¨²dico. Sin apenas diferenciarse de cara a la jugabilidad, el escenario reparte las acciones, siendo el plano de la superficie aquel que se centra m¨¢s en la estrategia, y el mundo subterr¨¢neo aquel que da m¨¢s importancia al RPG.

La parte m¨¢s estrat¨¦gica est¨¢ muy influenciada por la serie Kohan. Con el referente muy cercano el viejo estilo tradicional ETR, tendremos ciertas limitaciones a la hora de construir, limit¨¢ndonos a una base fija que requiere de esa zona para ir desarrollando los distintos edificios. Har¨¢n falta construir varios edificios iguales en un mismo sector para que nuestros hombres progresen subiendo de nivel. As¨ª, el pr¨¢ctico tope de habilidades, podr¨¢n hacer que un personaje pueda encabezar un peque?o pelot¨®n de unidades de hasta cuatro guerreros, para as¨ª tener un pelot¨®n m¨¢s duro y resistente.

Por otro lado, los personajes poseen cuatro atributos de resistencia que indican la capacidad de aguante contra los distintos tipos de da?o. Lo m¨¢s inteligente ser¨¢ tener muy en cuenta este detalle para poder dividir en condiciones las tropas y, por ejemplo, enviar una unidad con alta resistencia al fuego a combatir contra unidades de poder flam¨ªgero. Algo as¨ª como el viejo piedra-tijera-papel, una peque?a evoluci¨®n del cl¨¢sico toque aire-tierra de los ETR.

La recolecci¨®n de recursos nos har¨¢ combatir m¨¢s que en ning¨²n otro juego. Mientras que en otros juegos de estrategia en tiempo real suelen estar muy cerca del campamento, en Dragonshard los cristales y el oro andar¨¢n perdidos por las cavernas del mundo subterr¨¢neo, volviendo as¨ª por los fueros roleros anteponi¨¦ndose al estrat¨¦gico, con aut¨¦nticas aventuras de expediciones recolectoras.

En fin, son m¨²ltiples los detalles que hacen de la primera incursi¨®n de Dungeon & Dragons en el mundo de la estrategia en tiempo real como algo verdaderamente deseable y digno de adquirir y gozar. Se maneja estupendamente, no teniendo problema alguno todo aquel que haya masacrado orcos anteriormente en Warcraft y similares, y su trama es interesante, a pesar de pecar de excesos de recados de aqu¨ª para all¨¢. Las lastras son escasas, pero hay que citarlas: La campa?a no es larga, son s¨®lo dos con siete misiones cada una, la IA es algo m¨¢s pasiva de lo deseable y los sortilegios de los personajes son peligrosamente limitados. Pero eso no ha impedido que un servidor gozase de lo lindo jugando y explorando el mundo de Eberron, d¨¢ndole la sensaci¨®n de que la idea de Liquid deber¨ªa haberse hecho antes.

Por su parte, y como no pod¨ªa ser de otra manera, el modo multiplayer alarga la vida del producto. Las novedades en su metodolog¨ªa l¨²dica son lo suficientemente interesantes como para que la comunidad de jugones reaccione y vean en Dragonshard algo apetitos¨ªsimo para echarse a la boca. Explorar los distintos mundos y hacerse poderoso en la magia antes que generar unidades como locos y machacar de forma obtusa al enemigo es algo que todos los fans del g¨¦nero deber¨ªamos probar. Palabra.

Dragonshard atrapar¨¢ por igual a los aficionados de la estrategia m¨¢s ¨¦pica y a los fans de los juegos de rol. Misiones arriesgadas, gesti¨®n de tropas al estilo cl¨¢sico y mundos misteriosos por explorar son los ingredientes que hacen de la obra de Liquid un producto generoso en sus bondades. Con unos gr¨¢ficos geniales y una ambientaci¨®n a la misma altura, Dragonshard s¨®lo puede pecar de cierto d¨¦j¨¤ vu en algunos de sus momentos m¨¢s cl¨¢sicos, detalle f¨¢cilmente superable con s¨®lo profundizar un poquito en ¨¦l. Descubrir¨¢s un gran juego.

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