An¨¢lisis DriveClub Bikes

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Estamos en los eventos finales de Driveclub, los coches que hemos desbloqueado son una pasada y su velocidad recuerda a los de Burnout 3. Y de repente, como en el pr¨®logo de la demencial Torque, una cosa de dos ruedas nos pasa a m¨¢s velocidad al lado. Vale, no puede hacer eso porque esto no es MotorStorm y no se mezclan ambas categor¨ªas, pero esto bien podr¨ªa pasar al echarnos una partida a Driveclub Bikes, una expansi¨®n que parece que recicla mucho y tampoco nos ofrece tanto, pero la verdad es que por su precio a?ade un elemento que ya la hace ¡®algo m¨¢s¡¯ que una simple repetici¨®n de eventos, pruebas y entornos. Y es que puede que dominemos Driveclub, pero tened por seguro que en la primera carrera de Bikes nos vamos a comer el peralte, la hierba y el muro de atr¨¢s hasta que dominemos la f¨ªsica radicalmente distinta de una supermoto.

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Convertida en expansi¨®n independiente, Bikes cuesta 14,99/19,99€, dependiendo de si tenemos DriveClub o no -juego del que hace tiempo que no se debe dudar en cuanto a 'estar roto', ya que Evolution supo ir arregl¨¢ndolo hasta presentarnos un gran apartado online y social como era su objetivo. Y en su haber trae un buen pu?ado de nuevos eventos que superar, todas las pistas del DriveClub original sin cambios, y un total de 12 motos de Yamaha, Ducati, Kawasaki, BMW, Honda, MV Agusta , KTM y Bimota que ir ganando y personalizando en cuanto a pintura y aspecto del motorista. Puede que parezca poco y que en circuitos se dedique a ¡®reciclar¡¯ los originales, pero el fan de DriveClub que quiera experimentar con las motos tiene la ventaja de que ya se sabe los trazados, y el rookie que no jugase al original tiene aqu¨ª 78 pistas que aprenderse. En ambos casos, veterano o novato en la saga, el componente de las motos es lo que verdaderamente da el toque de frescura, puesto que aunque nos sepamos el trazado no es lo mismo recorrer Escocia lloviendo sobre dos ruedas, ni volar por esos trazados de tierra que contribuyen al derrape en la India.

Por el precio del juego tenemos un total de 42 pruebas, que puestos en conjunto suponen unas 3-4 horas de juego si vamos a pas¨¢rnoslo de un tir¨®n y le pillamos el truco r¨¢pido a esto de las dos ruedas. Pero como nos ha acostumbrado DriveClub, en sus carreras hay m¨¢s que ganarle al crono o quedar primero entre 12. Tenemos los habituales y aleatorios desaf¨ªos din¨¢micos que son dif¨ªciles de superar a la primera adem¨¢s de ganar la carrera. Aqu¨ª entra en juego la gran diferencia en Bikes, ya que si con los coches podemos derrapar, con las motos podemos lucirnos y hacer un caballito a toda velocidad con un ¨¢ngulo de inclinaci¨®n mantenido durante varios metros, o frenar de repente con la rueda delantera para que la moto se levante por detr¨¢s y pilotar as¨ª durante otra distancia determinada. Todo ello con tal de lucir en cada prueba con las 3 estrellas de perfecci¨®n.

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 En s¨ª tampoco es que nos vaya a durar mucho m¨¢s, pero siempre contamos con la rejugabilidad de batir nuestro registro, de crear y aceptar desaf¨ªos ¨Cel pique contra un amigo que lo hace mejor que nosotros siempre es un factor. Y aunque nos gustar¨ªa que hubiese m¨¢s motos y m¨¢s tipos diferentes ¨Csolo est¨¢n las de supermotos de m¨¢s de 1.000cc-, hay que recordar el precio reducido del juego. Pero por si el modo Offline se nos queda peque?o, ah¨ª tenemos su enorme multijugador, el mismo que se carg¨® la experiencia social del original en el estreno y Evolution arregl¨® hasta dejarlo como est¨¢ ahora. Bikes promueve la competici¨®n en equipo, dividiendo a los jugadores en dos bandos de 6 para que cada usuario cuente de cara a la victoria del equipo Rojo o del Azul. Sin lag, sin bugs, tal y como funciona el de la parte de los coches. Ahora s¨ª hablamos de un estreno online con ¨¦xito y que fijo alarga la vida ¨²til de esta expansi¨®n.

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Hay que aprender y dominar un nuevo arte de la conducci¨®n, uno en el que el peso del veh¨ªculo es much¨ªsimo menor, en el que el freno delantero y el trasero son independientes,y saber cu¨¢ndo aplicar uno o ambos es fundamental. Por descontado Bikes mantiene ese toque a medio camino entre el arcade de carreras y el tono de simulaci¨®n. Obviamente se decanta m¨¢s por oscilar ligeramente al estilo Moto Racer ¨Cuna pena que la lluvia no afecte al rendimiento, ser¨ªa divertido con semejante velocidad punta ¨C que decantarse por algo en extremo realista como el Tourist Trophy, pero siempre manteniendo en cuenta que aqu¨ª tenemos penalizaciones por atajar por curvas, si chocamos contra alguien ¨Clas normas siguen igual-, y una moto no es igual que un coche a la hora de frenar y girar. Intentad corred simplemente usando el acelerador y luego no os quej¨¦is si tard¨¢is el doble en pasaros un evento porque nos comemos todas las curvas mientras la IA/rivales humanos las trazan perfectas.

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Dado el aumento en la aceleraci¨®n y la ¡®fragilidad¡¯ de ir m¨¢s r¨¢pido pero s¨®lo sobre dos ruedas, la adherencia a la pista parece mayor, dando una sensaci¨®n de pegarnos m¨¢s al suelo, por lo que es dif¨ªcil chocarse. De hecho no hay animaciones, sino volver a la pista como si activ¨¢semos el retorno nosotros. Esto suele pasar cuando perdemos el control totalmente, pero si sabemos que nos vamos al arc¨¦n o chocamos contra el bordillo, a veces el juego es permisivo si sabemos c¨®mo darnos de forma m¨¢s ligera, aunque otras nos castiga sin pudor a ese reinicio que hace perder 1-2 segundos valios¨ªsimos. De nuevo aqu¨ª solo toca recorrerse una y mil veces los trazados y aprender sus trucos, cu¨¢ndo clavar el freno y cu¨¢ndo saber que un roce aqu¨ª no nos mandar¨¢ al reinicio. Es lo que hemos dicho antes: Seremos expertos en DriveClub, pero en Bikes somos novatos hasta que dominamos la montura y aprendemos de nuevo a sacar mil¨¦simas al crono en entornos que ya nos sab¨ªamos pero que ahora parecen desconocidos.

A nivel visual, pues quien conozca esta IP sabe que est¨¢ ante uno de los juegos m¨¢s fotorrealistas del momento con el que Evolution se recrea cada palmo de los entornos ¨CDe Escocia a Canad¨¢, La India o el Jap¨®n- y la simulaci¨®n clim¨¢tica. Y los reacios por el tema de los 30FPS, con Bikes tenemos desde el inicio esa sensaci¨®n que DriveClub nos daba con los coches m¨¢s r¨¢pidos: Velocidad alt¨ªsima en estado puro que dominar. Los circuitos son los mismos, pero siguen luciendo igual de espectaculares, sobre todo cuando corremos nublado y con lluvia ¨Cdadle gusto al modo foto-, o vemos el sol ponerse y la pista oscurecerse. Salir de un t¨²nel y tener ese efecto de deslumbramiento por la luz es ahora m¨¢s intenso dada la velocidad, y si quer¨¦is realismo visual, poned la c¨¢mara no en el manillar, sino tras la visera del casco y con lluvia intensa, nieve o el sol del amanecer dej¨¢ndonos ciego.

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En el tema de f¨ªsicas no volaremos cuando nuestro piloto se estrelle ¨Cm¨¢s bien son discretas-, pero cada una de las 12 motos tiene multitud de detalles en los que fijarse y quien no haya jugado nunca va a encontrarse de golpe con la brutalidad gr¨¢fica de DriveClub. En el plano sonoro encontramos de nuevo que la banda sonora del juego no impacta tanto como  a nivel visual. Ciertamente sabe subir de ritmo cuando hace falta, pero no destacaba en DriveClub ni destaca en Bikes. Lo que s¨ª pega con fuerza es su montaje de efectos sonoros, con escapes, marchas que se quedan cogidas y motores que se revolucionan a cada curva y recta que tomamos.