Dragon Ball: Revenge of King Piccolo
- PlataformaWii7
- G¨¦neroAcci¨®n, Aventura
- DesarrolladorBandai Namco Entertainment
- Lanzamiento30/10/2009
- TextoEspa?ol, Ingl¨¦s, Franc¨¦s
- EditorBandai Namco Entertainment
Dulce venganza
Ver a Goku por la industria de los videojuegos ya no sorprende. Hubo una ¨¦poca en la que se peculiar estilo era poco menos que un tesoro nacional, pero a d¨ªa de hoy, pese a la ingente cantidad de aficionados con la que cuenta la serie, no ha encontrado el punto de estabilidad a nivel jugable que busca Namco Bandai en la nueva generaci¨®n. Quiz¨¢s por este motivo la compa?¨ªa japonesa nos lleva a descubrir los primeros pasos del Sayano m¨¢s valeroso, fuerte y glot¨®n que haya conocido la Historia. Lo hace en forma de beat ?em up exclusivo de Wii, con clase, aunque sin alcanzar el estrellato que pretend¨ªa.
De poco vale recordar la historia de Dragon Ball, las diferencias entre la ¨¦poca infantil de Goku, Bulma y compa?¨ªa, la puramente guerrera (que para muchos estropeaba la esencia de la original) o de GT, esa vertiente en la que no lleg¨® a colaborar Akira Toriyama pese al reclamo popular de los aficionados. Puede que en base a ese detalle nunca se volviese a trabajar en una serie animada de este calibre sin el soporte de su creador que, por cierto, tambi¨¦n ha tenido que ser testigo de ese esperpento Hollywoodiense denominado Dragonball Evolution, que contrariamente a su nombre se permit¨ªa el lujo de ridiculizar todo aquello que tuviese relaci¨®n que la serie original.
No es momento, sin embargo, de sufrir recordando tiempos pasados que bastante han enfurecido a los aficionados ac¨¦rrimos del carism¨¢tico personaje que protagoniza la serie, una de las pocas que han logrado superar toda clase de barreras para convertirse en uno de los productos ic¨®nicos de toda una generaci¨®n. Si hace unos a?os (casi una d¨¦cada ya, que se dice pronto), el clamor popular exig¨ªa que alguna compa?¨ªa se decidiese a hacerse con los derechos de la serie para trabajar con ella en el campo de los videojuegos, hoy nos encontramos en una situaci¨®n totalmente opuesta. La sobrecarga de t¨ªtulos basados en esta licencia ha acabado por confundir a los aficionados de nuevo ingreso.
La nueva generaci¨®n tampoco se ajusta a las querencias de las compa?¨ªas que se dedican a trabajar ¨²nicamente con el plano de 1vs1, l¨¦ase el caso de Raging Blast, que incluso antes de llegar al mercado se est¨¢ llevando una tremenda somanta de palos por la mala imagen ofrecida en la demostraci¨®n que recientemente aparec¨ªa en el bazar de Xbox 360. Basta un breve vistazo al cat¨¢logo de lanzamiento de los pr¨®ximos meses para entender que Namco Bandai ha apostado en fuerte por la serie: en Europa contamos con tres apariciones estelares; el ya mentado Raging Blast, Attack of the Saiyans (exclusivo de Nintendo DS y parte de la serie Z) y por ¨²ltimo el t¨ªtulo que hoy nos ocupa, Revenge of King Piccolo.
No obstante la mayor suerte que ha tenido que vivir la sobremesa de Nintendo es el apoyo de Namco Bandai a la hora de decidirse por lanzar este t¨ªtulo de forma exclusiva, algo que se entiende tanto por el estilo de juego (que se prodiga m¨¢s bien poco en la competencia), como tambi¨¦n por el aspecto gr¨¢fico. Algunos expertos afirman que este movimiento tambi¨¦n tiene mucho que ver con el p¨²blico mayoritario de la consola, una consideraci¨®n que podr¨ªa ser v¨¢lida en el caso de Marvel Hero Squad por estar claramente orientado hacia el p¨²blico infantil, pero en ning¨²n caso con esta aventura de Goku. Tanto es as¨ª que, de tener que compararla con alguna producci¨®n reciente, habr¨ªa que hacerlo con el propio Dragon Ball Origins de Nintendo DS o con Dragon Ball Advance Adventure de GBA.
Existe una explicaci¨®n razonable para entender el por qu¨¦ de esta decisi¨®n de Namco Bandai; las ventas de las aventuras de Goku en forma de ni?o han sido poco menos que apabullantes, as¨ª como tambi¨¦n el recibimiento que le ha otorgado el p¨²blico. Por decirlo de alguna manera, este Revenge of King Piccolo viene a ser una adaptaci¨®n madura de estas aventuras, ya que de un modo u otro comparten la misma filosof¨ªa. No hay que confundir t¨¦rminos llegados a este punto, ya que pese a las similitudes a nivel jugable, el argumento no viene a reflejar ninguna historia nueva que no conozcamos del pasado. La trama nos muestra a un Goku joven que ya cuenta con su nube Kinton y su bast¨®n m¨¢gico, y que tras conocer a Bulma se mete de lleno en la b¨²squeda de las bolas de drag¨®n.
Para ponernos en situaci¨®n, la trama comprende exactamente desde los primeros compases frente a la banda organizada Red Ribbon (y los consiguientes enfrentamientos frente a sus principales l¨ªderes) hasta la ¨¦pica batalla con Piccolo Daimao. Por el camino nos encontramos con los personajes caracter¨ªsticos de esta franja dentro de la serie, por lo que Tao Pai Pai, Murasaki, Buyon, Androide n?8 o los Generales White/Blue tendr¨¢n su peque?o momento de gloria cuando se narra el argumento de marras. Su historia se relata por medio de las cl¨¢sicas escenas con un fondo determinado, mientras que los personajes aparecen en forma de arte conceptual, sin gestos ni movimiento alguno, tan s¨®lo las l¨ªneas de di¨¢logo.
A cada nuevo cap¨ªtulo en el que comenzaos a jugar vemos c¨®mo un pr¨®logo nos introduce en situaci¨®n, optando muy pocas veces por representar con el motor gr¨¢fico del juego los momentos de tensi¨®n. La trama no aporta nada nuevo al argumento de la serie, se limita a seguirlo aprovechando los momentos en los que encaja que Goku se desplace de un lado a otro batallando contra enemigos que se cruzan en su camino. Es una l¨¢stima que Namco Bandai no haya cuidado m¨¢s el juego en este aspecto, algo un tanto incomprensible si tenemos en cuenta el buen rendimiento que muestra el cell shading cuando se trata de representar con detalles tanto el f¨ªsico como la personalidad de los h¨¦roes de turno.
Agradecemos la posibilidad de disputar entretenidos combates en la ¨²nica opci¨®n multijugador que encontraremos en el DVD, que s¨®lo permite a dos compa?eros jugar al un¨ªsono. No hay ni rastro de una Infraestructura para el Online, aunque s¨ª 17 personajes de los cuales s¨®lo 5 forman parte del staff de combate inicial. El resto ir¨¢ apareciendo paulatinamente a medida que superamos distintos logros a lo largo de la partida. La mec¨¢nica es bastante sencilla y se limita al uso de cuatro botones; salto, pu?etazo, cubrir y el Z Target que comentaremos a continuaci¨®n. Con este planteamiento no es de extra?ar que el World Tournament realmente no pueda ser considerado como una vertiente de lucha al uso, sino una forma de explotar el sistema de juego del beat ?em up.
No se trata exactamente de que no consiga dar la talla, pero su profundidad es insuficiente para tenerlo en consideraci¨®n como una modalidad propiamente dicha y no como el a?adido que es, si bien es obvio que har¨¢ las delicias de los aficionados que consigan terminar con relativa facilidad el modo Aventura, el principal atractivo de este Revenge of King Piccolo. A grandes rasgos hablamos del modo Historia tradicional de cualquier beat ?em up en el que manejamos a Goku de forma pseudo tridimensional, por escenarios en los que la c¨¢mara no est¨¢ fija pese a elegir generalmente el scroll lateral como principal sost¨¦n de apoyo. No existe s¨®lo lateralidad, sino tambi¨¦n profundidad, con todo lo que esto conlleva.
Los enemigos pueden aparecer en cualquier lugar o posici¨®n, contando con un amplio elenco de dise?os. Los escenarios tambi¨¦n se sustentan de la misma fuente original, al igual que las melod¨ªas, que pese a no ser las originales est¨¢n inspiradas en la serie, o al menos as¨ª lo afirma Namco Bandai. Es cierto que se conserva la esencia y el sentido del humor, pero no se ha conseguido (por motivos econ¨®micos) esa recreaci¨®n 1:1 con la saga que se estaba buscando, precisamente por esta desagradable costumbre pretenciosa de vender la carne antes de asarla, algo que viene cansando a los aficionados desde hace largo tiempo con Dragon Ball.
No es de recibo que haya que preguntar constantemente si el doblaje llegar¨¢ alg¨²n d¨ªa en castellano: Revenge of Return Piccolo ofrece las voces en ingl¨¦s y japon¨¦s, con subt¨ªtulos en diversos idiomas para su lanzamiento PAL. Teniendo en cuenta la importancia que el gui¨®n juega en este caso no se convierte en un mal mayor, pero a buen seguro que el p¨²blico habr¨ªa agradecido el detalle por parte de Namco Bandai. Dejando esta cuesti¨®n al margen, el grueso del t¨ªtulo se encuentra en el modo Aventura que procedemos a narrar en profundidad en los siguientes p¨¢rrafos, teniendo en cuenta que hablamos de un t¨ªtulo relativamente corto (seis escenarios con cuatro fases de media cuya duraci¨®n oscila entre los 5 y los 15 minutos) que se termina f¨¢cilmente en una tarde.
Durante los primeros compases se comenta, con un escueto tutorial, los principales movimientos que podemos realizar, destacando entre ellos la inclusi¨®n del denominado Z Target, que pulsando el bot¨®n correspondiente en el nunchuk nos permite acercarnos directamente a un enemigo para asestarle un golpe de gracia cuando ¨¦ste haya perdido la consciencia o podamos encontrar un punto d¨¦bil. Si en vez de atacar preferimos ir a la defensiva siempre exista la posibilidad de crear un halo de protecci¨®n con la C del nunchuk, e incluso esquivar los ataques cercanos haciendo acopio de unos reflejos sobresalientes. No obstante y pese a las apariencias, en este Dragon Ball combatir no lo es todo.
Revenge of King Piccolo incluye en su contenido una fuerte vertiente de plataformas que nos obliga a tener que sortear obst¨¢culos para poder acceder al punto en cuesti¨®n al que nos dirigimos. Cada episodio cuenta con 8 cofres ocultos que de ser encontrados nos recompensan con un suculento tesoro que el jugador debe descubrir por s¨ª mismo (para no realizar ning¨²n molesto spoiler). Los cofres esconden alguna de las piezas caracter¨ªsticas de los personajes emblem¨¢ticos de esta ¨¦poca, incluyendo reminiscencias tambi¨¦n a Dr. Slump (otras de las obras de Toriyama), que tambi¨¦n encontraremos a lo largo de la historia en forma jugable. A grandes rasgos la mec¨¢nica depende de la correcta combinaci¨®n de estos dos t¨¦rminos, sin llegar a retar al jugador m¨¢s experimentado en ning¨²n momento.
La mayor¨ªa de las fases culminan con un enfrentamiento final ante alguno de los villanos que conocemos de sobra por los dibujos animados. Salvo el primero de todos, el resto hace acopio de una especie de halo que hemos de conseguir eliminar para poder infringir da?o. Estos combates apenas nos quitar¨¢n tiempo de juego; son excesivamente asequibles y rara vez suponen exigencia alguna para el jugador. Adem¨¢s, encontrar la forma de derrotarlos tampoco requiere un gran esfuerzo por parte del jugador. Una vez hayamos logrado terminar alguna de las fases observamos c¨®mo aparece en pantalla un peque?o marcador que registra el tiempo que hemos tardado en superar la partida, as¨ª como la energ¨ªa que nos resta a final de cada escenario, etc¨¦tera. Del mismo modo hemos de tener en cuenta las posibilidades que ofrece el Z Target, que nos recompensa con objetos curativos o con dinero (con ¨¦l tambi¨¦n nos balanceamos en puntos determinados para saltar m¨¢s alto), as¨ª como la posibilidad de activar determinados instrumentos con las habilidades especiales de los robots a los que fusilamos.
La cantidad de caminos secundarios que podemos escoger para encontrar los cofres es el ¨²nico elemento que ofrece algo de calidad rejugable al t¨ªtulo, ya que de cualquier otra manera no encontramos motivaci¨®n alguna (salvo obtener una puntuaci¨®n m¨¢s alta al finalizar cada escenario) para volver a vivir la historia. Por suerte, tanto a nivel gr¨¢fico como sonoro, con esa caricaturizaci¨®n al estilo tebeo, este Dragon Ball sabe brillar con luz propia. Tampoco perdemos de vista la poca definici¨®n de algunos personajes o la excesiva pixelaci¨®n que registran algunos escenarios, pero como decimos son males menores que en cualquiera de los casos no afectan a la experiencia general, por suerte para el bienestar de la jugabilidad.
Bueno
Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podr¨ªan haberlo llevado a cotas m¨¢s altas. C¨®mpralo sin miedo.