Resurrecci¨®n previsible

Cuando no ha pasado ni tan siquiera un a?o desde que llegara la esperada tercera entrega de la saga Doom, la cu¨¢l supuso una revoluci¨®n a nivel t¨¦cnico dentro de lo que hasta el momento se hab¨ªa visto en plataforma alguna, sale al mercado la primera expansi¨®n oficial del mismo, que nos brinda la oportunidad de volver a disfrutar de nuevo de su inmersiva atm¨®sfera.

Al tratarse de una expansi¨®n de un t¨ªtulo relativamente reciente, y no de una secuela, los cambios y novedades de Resurrection of Evil se centran b¨¢sicamente en la inclusi¨®n de nuevas armas, enemigos y escenarios. Por lo tanto, los pilares b¨¢sicos que dieron forma a Doom 3 se mantienen pr¨¢cticamente intactos, y es por eso que os enlazamos al correspondiente an¨¢lisis del citado t¨ªtulo a fin de no tener que volver a extendernos con la detallada autopsia que ya dimos en su d¨ªa sobre los aspectos t¨¦cnicos y jugables del mismo.

El argumento del juego gira de nuevo en torno a la Union Aerospace Corporation, y en su particular af¨¢n de seguir investigando y descubriendo los secretos que esconde el Planeta Rojo, Marte. Dos a?os despu¨¦s de los sucesos relatados en Doom 3, un equipo de exploradores se adentra en unas ruinas, y es all¨ª donde nuestro protagonista recoge un misterioso "artefacto" (del que hablaremos m¨¢s adelante), abriendo de este modo un nuevo portal con el Infierno, liderado ahora por el Dr. Betruger. Por lo tanto, tras la introducci¨®n, ya volvemos a estar metidos en un berenjenal cuya evoluci¨®n no difiere mucho de lo narrado en su predecesor.

 g r ¨¢ f i c o s

Aunque cueste de creer, Resurrection of Evil ofrece un mejor apartado gr¨¢fico que su antecesor. Se criticaron en su d¨ªa la baja calidad de la mayor¨ªa de texturas que vest¨ªan a los escenarios, sobre todo tras ver de lo que eran capaces juegos como Half-Life 2 o Las Cr¨®nicas de Riddick, y en id se han esforzado por solucionar ese pol¨¦mico aspecto. Las texturas gozan ahora de una mayor definici¨®n y detalle, lo que unido a los ya conocidos impresionantes efectos de luces y a los trabajados escenarios (m¨¢s variados ahora), hacen en conjunto el que posiblemente sea el mejor apartado gr¨¢fico que se puede disfrutar hoy en d¨ªa en un PC.

Sin embargo, en esta expansi¨®n se ha pasado del uso al abuso del factor oscuridad. Si bien era cierto que en Doom 3 apenas pod¨ªa verse algo sin el uso de la linterna, existen algunos niveles de RoR en los que no somos capaces de divisar nada m¨¢s all¨¢ de nuestra propia mano, o del suelo si enfocamos a nuestros pies. Pod¨¦is ver en alguna de las capturas conjuntas al an¨¢lisis, como ni tan siquiera con la linterna somos capaces de iluminar las paredes de algunos de los escenarios, que al ser en esta expansi¨®n m¨¢s amplios, no siempre se ven alcanzados por los rayos de luz de nuestro utensilio.

s o n i d o

Nada que objetar, salvo por la repetici¨®n de algunos gritos y efectos sonoros durante la invasi¨®n infernal que ya hac¨ªan acto de presencia en la otra aventura. Por lo dem¨¢s, un perfecto uso del 5.1, lo que ayuda a recrear una atm¨®sfera sumamente realista. La variedad de sonidos que escuchamos por todos los escenarios es abrumadora, y la poca (pero m¨¢s que suficiente) banda sonora que aparece contribuye a mantener ese estado constante de tensi¨®n frente a la pantalla. Adem¨¢s, se han doblado de nuevo todas las voces del juego americano al castellano, manteniendo la l¨ªnea y cota de calidad del primer Doom y de la  reci¨¦n aparecida versi¨®n para Xbox.

j u g a b i l i d a d

Al analizar las novedades jugables de Doom 3, se observa una cosa clara: Half-Life 2 ha condicionado a la gente de id. Mientras que Doom 3 se caracteriz¨® por un escandaloso continuismo tanto en el tipo de puzzles que hab¨ªa que resolver como en la forma de enfocar la acci¨®n del juego, el juego de Valve fue un paso m¨¢s all¨¢, y se sac¨® de la manga un arma gravitatoria que revolucion¨® la idea que ten¨ªamos hasta el momento sobre lo que un shooter pod¨ªa dar llegar a ofrecer. M¨¢s all¨¢ de secuencias de acci¨®n a base de tiroteos, Half-Life 2 basaba parte de su atractivo desarrollo en la constante inclusi¨®n de puzzles cuya resoluci¨®n reca¨ªa en la impecable f¨ªsica de la que hac¨ªa gala el juego (siendo Havok el motor usado para ¨¦sta) y en la inteligente forma de darle utilidad al arma gravitatoria.

Otra de las nuevas armas resulta si cabe m¨¢s espectacular, aunque tampoco se ha profundizado demasiado en sacarle partido a todas las posibilidades que el concepto daba de por s¨ª. Se trata del "artefacto", una especie de coraz¨®n que nuestro protagonista sostiene misteriosamente con la ayuda de sus dos manos (pese a no tocarlo), y que nos permite ralentizar el paso del tiempo a modo de "bullet-time" durante unos segundos, al m¨¢s puro estilo Max Payne. Dicha habilidad es usada para ofrecer unas situaciones un tanto originales, tales como tener que detener el tiempo para poder acceder a unas compuertas que se cierran de forma fugaz, o simplemente para solventar alguna que otra situaci¨®n en la que nos vemos acorralados por gran cantidad de enemigos.

Pero existe un handicap que nos obliga a tirar de las orejas de nuevo a id. El principal atractivo de Doom 3, m¨¢s all¨¢ del soberbio aspecto t¨¦cnico, era el estado de tensi¨®n en el que uno se ve¨ªa sumergido a lo largo de todo el juego. En cualquier momento aparec¨ªan enemigos de sitios inesperados, viv¨ªamos en un estado constante de no-seguridad. As¨ª pues, a?adir la posibilidad de ralentizar todo el entorno y poder as¨ª disparar a placer contra todo bicho viviente, e incluso pudi¨¦ndola activar antes de que este aparezca para as¨ª ahorrarnos el susto de la repentina aparici¨®n, desemboca en un estado de monoton¨ªa pr¨¢cticamente total. Doom 3 ha sido concebido como un juego fren¨¦tico y en el que no hay un minuto de descanso, y el "artefacto" rompe con dicha idea.

A 'groso modo', estas constituyen las principales novedades remarcables a nivel armament¨ªstico. S¨ª, la escopeta de doble ca?¨®n hace acto de presencia en el amplio abanico de armas disponibles en el juego, pero su uso no deja de ofrecer un m¨¢s de lo mismo a lo ya visto en el Doom 3 original.

Se ha retocado el modo multijugador, ofreciendo ahora nuevos mapas y la posibilidad de participar hasta 8 personas de en un mismo campo de batalla. Pero, una vez m¨¢s, se queda en eso, un simple retoque.

Existen nuevos enemigos, como el nuevo 'licker-style' que se pega y avanza por las paredes a una velocidad endiablada a medida que lanza bolas de plasma. Algo m¨¢s de variedad en un reparto ya de por s¨ª bastante amplio. De todas formas, esper¨¢bamos encontrar en esta expansi¨®n algunos cambios en los procedimientos b¨¢sicos que hab¨ªa que seguir para completar los niveles del juego anterior, y en este aspecto, todo sigue igual. Salvo alguna ocasional situaci¨®n en la que se requiere hacer uso de las dos armas que describ¨ªamos antes, se repite hasta la saciedad la misma f¨®rmula que gust¨® a unos y desilusion¨® a muchos otros: entrar en una sala, limpiarla de enemigos, recoger alg¨²n PDA perdido, y abrir la puerta para acceder a una nueva zona. As¨ª pues, para todos aquellos que no encontraron en Doom 3 un juego interesante y adictivo m¨¢s all¨¢ de las 2 primeras horas, Resurrection of Evil no se presenta como una novedad recomendable.

c o n c l u s i ¨® n

Resurrection of Evil cumple perfectamente con la definici¨®n del t¨¦rmino que se remarca en la caja del juego: es una expansi¨®n, y como tal ha sido concebida, no como un nuevo Doom para aquellos que quedaron disgustados con el primero. Y consecuentemente, lo que ofrece no deja de ser una puesta al d¨ªa de los contenidos de un juego ya de por s¨ª actual. Eso s¨ª, no cabe duda que si te gust¨® el primero, disfrutar¨¢s con RoR. Las nuevas armas proponen interesantes alternativas para acabar con los omnipresentes enemigos, pero nos da la sensaci¨®n de que ambas han sido introducidas con calzador. La idea es atractiva, pero no deja de resultar mosqueante al plantearse el porqu¨¦ de la no inclusi¨®n de ambas en Doom 3.

El motivo parece claro: su funci¨®n no encaja del todo con el estilo y planteamiento del juego, y posiblemente no eran m¨¢s que ideas desechadas del t¨ªtulo original hasta que se tom¨® la decisi¨®n de desarrollar una expansi¨®n. Veremos que se les ocurre a los de id para la pr¨®xima. Hasta entonces, ?arrasemos de nuevo con el infierno!

l o  b u e n o

l o  m a l o