DJMAX Respect
DJMax Respect, an¨¢lisis
Llega a occidente la nueva entrega de la aclamada saga r¨ªtmica de Rocky Studio, y lo hace casi 9 meses despu¨¦s de su estreno original en el mercado asi¨¢tico. Cargado de temas y dificultad endiablada, busca hacernos part¨ªcipes de su gran show musical.
DjMax Respect, an¨¢lisis.
Ha llovido mucho desde las m¨ªticas entregas DJMax Portable en PSP, pero los desarrolladores coreanos de Rocky Studio no se hab¨ªan olvidado de una saga que vuelve con todos los ingredientes que hicieron tan adictivas todas las anteriores ediciones. Y es que, aunque los m¨¢s novatos deban ir sobre aviso para tomar todas las precauciones y los menos pacientes deban alejarse todo lo posible del juego, la mec¨¢nica, la m¨²sica y el desaf¨ªo que componen DjMax Respect son un aut¨¦ntico vicio.
M¨¢s que un recopilatorio.
Una de las primeras cosas a remarcar es que no estamos ante un rem¨¢ster de la edici¨®n trilogy ni otro tipo de compilaci¨®n de entregas anteriores metidas en un solo juego tal cual. Respect a¨²na muchos temas musicales ya escuchados en la saga (hasta 107) totalmente remasterizados para una mejor calidad de sonido, y a?ade otros 40 totalmente nuevos para hacer unos n¨²meros de base muy elevados que garantizar¨¢n muchas horas de m¨²sica. Si todav¨ªa queremos m¨¢s, tendremos otros temas por DLC que se han ido ofreciendo desde su lanzamiento original en Jap¨®n y que ampl¨ªan la lista total por encima de las doscientas piezas. Por supuesto, el aspecto visual tambi¨¦n est¨¢ revitalizado con una resoluci¨®n de 1080p y una tasa de im¨¢genes por segundo de 60fps, todo listo para no culpar al funcionamiento t¨¦cnico de nuestros propios fallos.
Superando el miedo esc¨¦nico.
Subirse al escenario de DJMax no es dif¨ªcil, pero conquistar al p¨²blico nos sacar¨¢ hasta la ¨²ltima gota de sudor. Su mec¨¢nica es simple y cl¨¢sica: tenemos una pantalla vertical ocupando (habitualmente) el centro de la imagen y varias fichas van cayendo de arriba hacia abajo. Nuestro objetivo es pulsar la tecla que corresponda a cada una de ellas a su paso por la l¨ªnea inferior con la mayor precisi¨®n posible para ganar m¨¢s puntos y, ya puestos, no hacer que la melod¨ªa desentone por nuestra culpa. Para saber qu¨¦ bot¨®n tenemos que pulsar debemos atender a la barra en la que aparecen los s¨ªmbolos ordenados de izquierda a derecha, de modo que la pantalla queda dividida en columnas por las que se deslizan continuamente las fichas.
La teor¨ªa no ofrece mayor complicaci¨®n, pero la pr¨¢ctica no podr¨ªa ser m¨¢s chocante desde el primer contacto. La dificultad depende de la velocidad de la canci¨®n y el n¨²mero de botones que hayamos decidido utilizar (cuatro como m¨ªnimo, ocho como m¨¢ximo), pero los inicios son exigentes para todo principiante en cualquiera de los casos. Otros sistemas como la colocaci¨®n de iconos representativos de cada bot¨®n dentro de las fichas ayudar¨ªan a hacer el juego algo m¨¢s accesible, pero en DJMax se nos fuerza a interiorizar la ubicaci¨®n de cada tecla para responder mec¨¢nicamente, ya que la mera memorizaci¨®n har¨¢ que fracasemos igualmente al no haber tiempo ni para pesta?ear. Por si fuera poco, tambi¨¦n tendremos que encontrar una forma ¨®ptima de sostener el mando para evitar que las contorsiones nos rompan los dedos, siendo habitual posar el controlador en una mesa y limitarse a pulsar los botones como si estuvi¨¦ramos manejando un teclado. El elemento clave para complicarnos la vida independientemente de lo que hagamos est¨¢ en los sticks anal¨®gicos, que aparecen ocasionalmente para reventar toda buena acomodaci¨®n que hayamos logrado con el resto de botones.
Reto a?adido al reto.
El modo habitual del juego consistir¨¢ en cumplir lo mejor posible con lo que hemos descrito y obtener el mayor grado de puntuaci¨®n (cada nota tendr¨¢ un porcentaje de precisi¨®n, y s¨®lo hacerlo al 100% nos garantiza que el tema suene como est¨¢ originalmente planificado). Sin embargo, no es el ¨²nico objetivo que tendremos a lo largo de cada una de las modalidades. Al modo libre para jugar la canci¨®n que nos apetezca se une un arcade en el que hemos de completar una serie de temas en la dificultad elegida y los modos multijugador, donde tenemos la posibilidad de competir online y, tambi¨¦n, de manera local con otro amigo. Adem¨¢s disponemos del modo misi¨®n, en el que iremos progresando a medida que cumplimos con ciertos requisitos exigidos en cada prueba particular y que pueden consistir en mantener un ratio de precisi¨®n determinado (y no se andan con medias tintas: desde el principio piden rondar el 90%), alcanzar un m¨ªnimo de puntuaci¨®n, obtener un combo de determinada longitud, etc.
Estas pruebas suelen ir aumentando la dificultad de manera progresiva y consisten en varias canciones, de modo que ser eliminado en una de ellas nos dar¨¢ por fracasado el total de la misi¨®n. Adem¨¢s, en ocasiones nos encontramos con complicaciones a?adidas de muchas formas: pantalla bailarina para desconcertarnos, notas que se difuminan al llegar a la barra de toque, elementos que tapan parte de la imagen¡ la mente humana siempre ha sido muy h¨¢bil para buscar formas de las que hac¨¦rselo pasar mal a los dem¨¢s, y hemos de admitir que no han estado poco finos en esta ocasi¨®n. Los retos son muy duros y es f¨¢cil quedarse atrapado cada poco tiempo en alg¨²n punto, pero lo verdaderamente rese?able es lo much¨ªsimo que notamos nuestra continua progresi¨®n: al principio parecemos aut¨¦nticos in¨²tiles, completando las pistas m¨¢s f¨¢ciles con lo justo, y pocas horas despu¨¦s nos encontramos emocionados por manejar cinco o seis botones a una velocidad considerable. Sin embargo, esto no ser¨ªa m¨¢s que el principio, y es que es un juego de habilidad con todo lo que ello implica, exigiendo much¨ªsimo aprendizaje y pr¨¢ctica para ser dominado. Cada bot¨®n a?adido es una aut¨¦ntica losa.
Cantidad, calidad¡ y variedad.
En muchas ocasiones nos encontramos con juegos musicales excesivamente encorsetados en un estilo. No es el caso de DJMax Respect, que cuenta en su repertorio con g¨¦neros tan dispares como el pop, la m¨²sica electr¨®nica, el rock o el r&b, todos ellos con varios registros diferentes. Esto aumenta las posibilidades de que nos encontremos con temas que no nos gusten demasiado, pero asegura que alguno s¨ª nos agrade. Aunque en los grupos de canciones de cada misi¨®n podemos considerar extra?as algunas mezclas, lo cierto es que se agradece bastante cambiar de tercio de vez en cuando.
A la cantidad de horas asegurada por las misiones y otros retos del modo arcade hemos de sumar el mero placer de completar y, sobre todo, perfeccionar, nuestros temas favoritos. El mero entretenimiento que ello supone y la satisfacci¨®n de mejorar cada vez m¨¢s, llegando al punto de ser capaces de disfrutar de la m¨²sica al mismo tiempo que nuestra concentraci¨®n permanece inalterable para clavar todas las notas, es la mejor experiencia que puede llegar a brindar DJMax Respect y el sentido ¨²ltimo de todo el esfuerzo que podamos dedicarle. Por ¨²ltimo, debemos a?adir que todas las pistas est¨¢n perfectamente pensadas para el juego y tienen sus cr¨¦ditos de composici¨®n, ejecuci¨®n y dise?o de la animaci¨®n visual, y es que podremos ver c¨®mo la m¨²sica est¨¢ muy bien acompa?ada por im¨¢genes realizadas para la ocasi¨®n.
Muy Bueno
Juego de notable acabado que disfrutaremos y recordaremos. Una buena compra, muy recomendable para amantes del g¨¦nero. Est¨¢ bien cuidado a todos los niveles. C¨®mpralo.