Disgaea 3: Absence of Detention

Entre los amantes de los SRPG de Nippon Ichi, existe una teor¨ªa que est¨¢ ganando mucha fuerza de que sus juegos, particularmente Disgaea, son m¨¢s c¨®modos de jugar en una port¨¢til que en consola. El propio estudio japon¨¦s parece estar de acuerdo, dado que no duda en relanzar todos sus t¨ªtulos en formato port¨¢til, con buen resultado adem¨¢s. PSP ya se convirti¨® en la plataforma de elecci¨®n estos ¨²ltimos a?os, con varias conversiones y t¨ªtulos nuevos como los plataformas basados en Prinnies o la novela visual Disgaea Infinite. Con Vita han querido pronto empezar la rutina, coloc¨¢ndose como uno de los primeros grupos externos en trabajar con la consola, ofreciendo una converis¨®n con mejoras de Disgaea 3, su primer juego para PS3.

Para los que ya tuvieron la oportunidad de jugar, Disgaea 3: Absence of Detention no aporta demasiado nuevo y su mayor atractivo es el de la propia portabilidad, adem¨¢s de una serie de extras y complementos que ayudan a redondear la oferta pero poco m¨¢s. Sin embargo, para los que disfrutan explorando la parte ¡°hardcore¡± de los juegos de Nippon Ichi, con cientos y cientos de horas tratando de sobrepasar niveles y venciendo a enemigos cuyo poder parece aumentar hasta el infinito, encontrando jefes ocultos y realizando todo tipo de locuras num¨¦ricas, esta versi¨®n es una bendici¨®n como lo fueron las ediciones port¨¢tiles de los dos primeros Disgaea. La posibilidad de jugar, poner la consola a dormir y luego seguir jugando es simplemente perfecta para esas largas exploraciones de los Mundos Objetos, en donde no se puede salir y de donde no se puede escapar hasta que se llega a los niveles 10 o se usa una de las limitadas tarjetas de salida. La acci¨®n, estrictamente por turnos, hace que sea un juego f¨¢cil de ir entrando a ratos a lo largo del d¨ªa, algo de lo que se beneficia esta versi¨®n port¨¢til.

La simp¨¢tica campa?a es, como Diablo en modo normal, una introducci¨®n con personajes que gustar¨¢n m¨¢s o menos dependiendo del grado de afinidad que uno tenga con el manga y el anime -hay varios estereotipos claros-. El protagonista de la trama es Mao, un simple muchacho de m¨¢s de 1500 a?os que pasa ol¨ªmpicamente de las clases y se dedica a hacer el vago, molestando a todo aquel que se cruza en su camino. A Mao le consume su obsesi¨®n por el manga y por el anime, que en los ¨²ltimos tiempos se ha centrado en la personalidad del superh¨¦roe Aurum, que en su d¨ªa viaj¨® de un reino a otro del Inframundo eliminando a sus se?ores para desaparecer bajo extra?as circunstancias sin dejar rastro, tal y como se aduce textualmente en la introducci¨®n. Mao acaba convencido de que ¨¦l tambi¨¦n ha de convertirse en un h¨¦roe, aunque se le lleve a enfrentarse al Overlord, el rey de ese reino de demonios, y adem¨¢s su padre.

Como en todos los Disgaea, hay una base de operaciones desde la que se gestionan todos los elementos del juego, desde reclutar nuevas unidades a comprar armas o acceder a las misiones y mundos especiales. En este caso es la Academia la que sirve de base y est¨¢ estructurada para parecerse a un colegio. Desde all¨ª tenemos acceso a todos los elementos trascendentales para obtener el ¨¦xito en los combates: tienda de armas, armaduras, objetos, el senado -desde donde tambi¨¦n podemos reclutar a nuevos miembros o proponer la fundaci¨®n de clubes formados por distintos miembros-, como tambi¨¦n un novedoso y original asesor de malicia o ?Evility', que abonando una moderada cantidad de dinero ense?a al jugador nuevos ataques especiales seg¨²n las habilidades del personaje, t¨¦cnicas especiales y dem¨¢s menesteres que en resumidas cuentas aportan a la partida m¨¢s posibilidades de personalizaci¨®n.

La acci¨®n en combate se desarrolla estrictamente por turnos y con campos de batalla cerrados en los que se plantean una serie de objetivos que paulatinamente exigen m¨¢s al jugador en base a ofrecer mayor cantidad de monstruos, escenarios con diferencias orogr¨¢ficas, y por supuesto los GeoPaneles que en esta ocasi¨®n evolucionan por medio de los GeoBloques. Una vez m¨¢s, Nippon Ichi a?ade un elemento pensado para ampliar las posibilidades estrat¨¦gicas de cada nivel, otorgando un papel fundamental a estos objetos que aparecen generalmente para dificultar nuestra labor hasta que se destruyan, a?adiendo complejidad a los combates. Disgaea 3 fue el primer juego de Nippon ichi en PS3 e incorpor¨® escenarios m¨¢s grandes y con mayor cantidad de enemigos, lo que favorece la f¨®rmula del juego. La c¨¢mara ofrece un plano isom¨¦trico con la cl¨¢sica cuadr¨ªcula por la que debemos avanzar respetando el turno aliado y el rival, con una rica variedad de mezclas posibles para derrotar al enemigo.

El jugador no se ver¨¢ obligado a emplear siempre la misma estrategia, por lo que en este sentido contamos un interesante n¨²mero de posibilidades para efectuar combates combinados entre varios personajes. Se ha ampliado el n¨²mero de ataques a realizar cuando formamos una torre (con devastadores efectos m¨¢gicos), destacando el papel que cumplen los monstruos aliados a la hora de concedernos nuevos ataques en el combate. Una de las novedades que seintrodujo aqu¨ª y se potenci¨®n con la cuarta parte es la de los ?Magichange' o cambio m¨¢gico por el cual combinamos el ataque de un personaje con un monstruo -o en su defecto un acompa?ante que se transforma de la clase bestia y se convierte en arma- con el fin de efectuar una potente habilidad que generalmente extermina al enemigo rival sin m¨¢s dilaci¨®n. El concepto a?ade variedad y espectacularidad a los combates, aunque despu¨¦s de haber jugado al cuarto, aparecido hace apenas unos meses, es obvio que no qued¨® completamente desarrollado en la tercera entrega. La cuarta parte introduce estos elementos y los mejora de forma notable, complement¨¢ndolo con otros nuevos que revitalizan el combate. Es quiz¨¢s un poco injusto comparar la cuarta parte con la tercera dado que en Vita no ha opci¨®n de comprar Disgaea 4 (todav¨ªa), pero no deja de ser una realidad que esa entrega es sensiblemente mejor en varios aspectos a esta.