Un aut¨¦ntico d¨ªa de perros

Nota: aunque las capturas de este an¨¢lisis aparezcan en otros idiomas, todos los textos del juego se encuentran traducidos al espa?ol.

Fue all¨¢ por el E3 de 2006 cuando vimos las primeras im¨¢genes de Disaster: Day of Crisis, unos brev¨ªsimos segundos durante la conferencia de Nintendo, que se vieron m¨ªnimamente ampliados meses despu¨¦s con alguas escenas m¨¢s en el Nintendo World Tour de ese mismo a?o. Despu¨¦s, desapareci¨® del mapa completamente, parec¨ªa que hab¨ªa pasado a mejor vida y que nunca lo ver¨ªamos en nuestras propias consolas, hasta que en este 2008 volvi¨® a asomar la cabeza y ya lo tenemos en Jap¨®n, y en Europa en apenas unos d¨ªas.

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Monolith Software, los encargados de Baten Kaitos o Xenosaga, son el estudio detr¨¢s de este desarrollo. Cuando lo comenzaron, formaban parte de Namco Bandai, aunque manten¨ªan una especial relaci¨®n con la compa?¨ªa presidida por Satoru Iwata. Sin embargo, actualmente la mayor¨ªa de sus acciones (un 80%) pertenecen a Nintendo tras una venta acordada en 2007, aunque todav¨ªa conservan algunos lazos de uni¨®n con Namco Bandai, la cual se qued¨® con un 16%.

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Reconvertidos oficialmente en "first party", Disaster recibi¨® el empuj¨®n que necesitaba para lograr que lo finalmente se tiene: un t¨ªtulo multig¨¦nero cuya principal virtud muy por encima del resto es el aprovechamiento del mando en todo tipo de situaciones. Ha requerido su tiempo, pero la espera ha merecido afortunadamente la pena. Un juego largo, trabajado en casi todos sus aspectos y que ofrece algo cuya ausencia ha sido muy criticada en Wii, sin entrar a discutir si con raz¨®n o no, un producto orientado m¨¢s al p¨²blico joven y adulto.

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En Disaster: Day of Crisis nos ponemos en el papel de Raymond Brice, un miembro de un equipo de rescate. Nada m¨¢s comenzar el juego nos trasladamos a un volc¨¢n en erupci¨®n, el Monte ?guilas en Sudam¨¦rica, para ver una de sus actuaciones. Una secuencia recreada con el motor del juego nos muestra c¨®mo ¨¦l y su compa?ero Steve son los ¨²ltimos para subir a bordo de un helic¨®ptero, tras poner a salvo al resto de personas que all¨ª se encontraban, cuando de repente un proyectil salido de la chimenea del volc¨¢n golpea al aparato que cae estrepitosamente, al mismo tiempo que la monta?a empieza a resquebrajarse.

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Ray y Steve se precipitan por la ladera y aparecen en lugares distintos, y es en ese momento cuando nos ponemos por primera vez a los mandos. Esta fase es un pr¨®logo que nos muestra algunas acciones y conceptos b¨¢sicos. Para empezar, hay dos indicadores en la parte superior izquierda, uno de vida y otro de fortaleza f¨ªsica. El primero desciende obviamente cuando recibimos da?o, pero tambi¨¦n cuando el segundo se agota, ya que la salud de Ray se resiente en ese caso. El medidor de resistencia baja todo el tiempo, aunque seg¨²n lo que hagamos lo hace m¨¢s lenta o m¨¢s r¨¢pidamente.

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El control b¨¢sico es moviendo al personaje con el Nunchuk, mientras que con el Wiimando, agit¨¢ndolo, podemos romper algunos elementos del escenario para extraer objetos del mismo, como comida para recuperar el tono f¨ªsico o la salud si ¨¦ste ha alcanzado el m¨¢ximo, u otros ¨ªtems que podemos llevar con nosotros: botiquines (aumentan un 50% la barra de salud), tiritas (¨¦stas nos dan un 25% de vida), ampollas (durante un periodo el indicador de resistencia se mantiene fijo) y galletas (¨²nico alimento que podemos transportar). Resta un poco de realismo hallar una hamburguesa en un barril, pero a efectos jugables es mejor haber optado por este sistema.

Siguiendo con la situaci¨®n de estos dos hombres en peligro, finalmente se encuentran de nuevo, y juntos intentan escapar de aquel lugar, pero Steve se lesiona la pierna, as¨ª que Ray decide llevarlo a cuestas. Nuestro protagonista es un hombre muy optimista, que cree que es capaz de salvar a todo el mundo, mientras que su amigo es m¨¢s realista y se da cuenta claramente de que la situaci¨®n no pinta nada bien. Por ello, decide entregarle una br¨²jula que tiene un gran significado para ¨¦l, puesto que siempre le ha ayudado y se la regal¨® su hermana, para que, si le pasa algo, Ray se la devuelva y cuide de ella.

Los temblores contin¨²an y una vez m¨¢s Steve se despe?a cuesta abajo, hasta quedar suspendido sobre un r¨ªo de lava. Ray logra alcanzar su mano tras lanzarse colgado de una cuerda, pero cuando trata de izarlo, no es capaz, por lo que su valiente amigo decide lanzarse al vac¨ªo para darle una oportunidad de salir de all¨ª. Tras ese fracaso, Ray no vuelve a ser el mismo, abandona el equipo de rescate y pasa a trabajar en el equipo de crisis de una ciudad norteamericana, convirti¨¦ndose en un hombre hura?o y arisco.

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La l¨ªnea temporal avanza r¨¢pidamente, situ¨¢ndose justo un a?o despu¨¦s. Un grupo terrorista amenaza la ciudad de Blue Ridge, justo donde se hab¨ªa trasladado Ray, y han tomado dos rehenes. Uno de ellos es un eminente sism¨®logo, el otro, o m¨¢s bien, la otra, es su ayudante, nada menos que la hermana de Steve, Lisa. Por eso, el FBI pide espec¨ªficamente a Ray como representante del grupo de crisis para que trabaje con ellos. Ray, cuando se entera de a qui¨¦n tienen en su poder, decide ir ¨¦l mismo a acompa?ar la misi¨®n de captura de estos individuos. En esos doce meses, a¨²n no se hab¨ªa atrevido a verla.

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El grupo terrorista tiene el nombre de SURGE, que se puede traducir como un "gran aumento", o incluso una "oleada", refiri¨¦ndonos a cat¨¢strofes naturales. Curiosamente, en estados previos del desarrollo, su apodo era STORM (tormenta). Se trata de un grupo de ex-militares de ¨¦lite cuyos objetivos desconocemos en un primer momento, y de hecho tardamos bastante en conocer por qu¨¦ est¨¢n actuando con plenitud, pero eso a Ray le da igual, el ¨²nicamente quiere recuperar a Lisa.

Como especialistas que son, acaban f¨¢cilmente con un gran n¨²mero de agentes del FBI, por lo que Ray se ve obligado a intervenir. Junto a lo de encontrar comida en cualquier sitio, ¨¦ste es uno de los grandes fallos del juego en cuanto a disminuir el realismo. El protagonista, una persona que en absoluto tiene experiencia usando armas, se transforma en un momento en todo un as disparando, capaz de derrotar a algunos de los mejores soldados de los Estados Unidos. Pero es una licencia que, una vez m¨¢s, hemos de permitirle a Disaster.

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Para acabar ya de introducir el argumento, hemos de decir que Ray no logra en ese primer intento rescatar a Lisa, as¨ª que inicia su particular aventura siguiendo a SURGE all¨¢ donde puede para liberar a la hermana de su mejor amigo y, por fin, cuidar de ella como le prometi¨®. Poco a poco, vamos descubriendo m¨¢s detalles de la trama, que gana en complejidad con el tiempo. Eso s¨ª, el gui¨®n recurre a muchos clich¨¦s, as¨ª que no esper¨¦is nada original ni nunca visto, podr¨ªa tratarse perfectamente de una pel¨ªcula de Van Damme o Steven Seagal, aunque con mucha mayor variedad de escenas de acci¨®n.

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Salvo un espectacular v¨ªdeo de introducci¨®n, pr¨¢cticamente todas las cinem¨¢ticas de Disaster se han realizado con el motor del juego. Aunque visualmente pierden claramente calidad, est¨¢n lo suficientemente cuidadas, principalmente las animaciones, como para que transmitan lo mismo que si estuvi¨¦ramos viendo un largometraje de este tipo. Lo que verdaderamente destacan son los di¨¢logos, con una buen¨ªsima interpretaci¨®n por parte de todos los actores de doblaje. Ahora bien, espa?oles, ni uno, el juego viene en ingl¨¦s, una pena porque habr¨ªa ganado much¨ªsimos enteros por poder seguir la historia en mejores condiciones.

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Es m¨¢s, el altavoz del mando de Wii sirve para escuchar la radio en momentos puntuales en los que ¨¦sta cuenta noticias de ¨²ltima hora. En espa?ol, lo que est¨¢ sonando, aparece en pantalla, pero no podemos disfrutar de esa peque?a curiosidad como lo idearon los desarrolladores. De todos modos, no s¨®lo estos mensajes vienen subtitulados, todos los di¨¢logos tienen su correspondiente traducci¨®n en la parte inferior de la pantalla.

No terminamos de entender c¨®mo Nintendo decide doblar juegos como Fire Emblem, en principio dirigido a un p¨²blico m¨¢s reducido, y otros que pueden tener un consumo masivo se quedan en el idioma original. Y m¨¢s teniendo en cuenta que es un t¨ªtulo que basa gran parte de su atractivo en mantenernos enganchados con una entretenida trama, con incluso horas de conversaciones grabadas. O quiz¨¢ ¨¦sa es la raz¨®n, ahorrarse el gasto porque en este caso hubiera sido mucho mayor. Una aut¨¦ntica pena. Respecto a la banda sonora, magn¨ªfica, sobre todo el tema principal.

Bueno, dejando esto a un lado, toca entrar en terreno peligroso, el apartado t¨¦cnico del juego. Aqu¨ª es donde Monolith han fallado de manera m¨¢s grave que en cualquier otro punto, porque Disaster: Day of Crisis no es un juego digno de Wii gr¨¢ficamente hablando. Hay ciertas cuestiones algo mejorables, como las animaciones, buenas en algunos momentos, poco naturales en otros, o la iluminaci¨®n, ya que el n¨²mero de sombras que el juego calcula en tiempo real es m¨¢s bien reducido (fuera de las cinem¨¢ticas, s¨®lo Ray tiene bajo sus pies algo mejor que un redondel negro).

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Sin embargo, hay un detalle en concreto que es simplemente desastroso y no tiene perd¨®n posible: las texturas. La resoluci¨®n de las mismas es baj¨ªsima, en cualquier sitio, da igual que estemos interiores, que nos hallemos en exteriores, que las veamos de cerca, que se encuentren lejos... mires donde mires ves im¨¢genes borrosas. No decimos que son de Nintendo 64 por no exagerar, pero desde luego hemos visto juegos de Wii y de GameCube con una texturaci¨®n much¨ªsimo mejor.

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Se podr¨ªa plantear que todo lo que muestra es suficiente excusa para que este apartado se viera perjudicado, pero no es as¨ª. A priori Disaster parece muy espectacular: tsunamis, edificios que se derrumban, grandes volcanes... en cambio, las zonas por las que podemos movernos en cada momento est¨¢n muy delimitadas y al final en pantalla no aparecen tantos elementos y todos esos desastres naturales o sus consecuencias han sido predefinidos, no es necesario usar ciclos de CPU o GPU para procesar c¨®mo dibujarlos fotograma a fotograma, ya se sabe.

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Tampoco queremos ser tan negativos, si entornamos un poco los ojos y nos olvidamos de esas horribles texturas, el nivel visual no es tan bajo. Como acabamos de decir, se recrean sucesos a gran escala que, sean en tiempo real o no (el caso en el que nos encontramos), resultan espectaculares de todos modos. Os apasionar¨¢ huir de una ola gigantesca montados en un coche mientras el puente por el que est¨¢is circulando se va derrumbando a vuestro paso.

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La interacci¨®n con el agua o el fuego es aceptable, mejor con este ¨²ltimo elemento debido a que las llamas se propagan por el cuerpo de Ray (debiendo apagarlas, por cierto, moviendo ambos perif¨¦ricos alternativamente). Ahora bien, en cuanto a apariencia, son m¨¢s miembros para la lista de cuestiones mejorables. As¨ª que, sencillamente, para concluir, diremos que toda la labor gr¨¢fica de Disaster: Day of Crisis es aceptable pero mejorable, excepto las texturas, que son de suspenso absoluto.

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Hemos de puntualizar un peque?o asunto, hay un componente del apartado t¨¦cnico que nos ha gustado especialmente. Se trata del motor de f¨ªsicas en tiempo real. Por ejemplo, en la huida del tsunami, existe riesgo de chocar con otros veh¨ªculos o con una farola y el coche se puede dar la vuelta, quedar atascado o simplemente llevarse por delante lo que se cruce a su paso, dependiendo de c¨®mo impactemos. Y es eso, un mero ejemplo, de todo lo que ofrece en cuanto a colisiones y dem¨¢s.

Dicho todo esto, por fin nos vamos a meter en lo que realmente importa, el sistema de juego de la ¨²ltima creaci¨®n de Monolith. Encajar a Disaster en un ¨²nico g¨¦nero es totalmente imposible, su base es la de una aventura, como lo puede ser Tomb Raider o Zelda, pero incluye secciones muy distintas entre s¨ª. Para sobrevivir ante tal ecatombe a Ray no le bastar¨¢ con ir saltando por ah¨ª o disparar espor¨¢dicamente, sus habilidades deben ir mucho m¨¢s all¨¢ y, por tanto, las nuestras tambien.

Gracias a ello, el Wiimando se puede emplear de muy distintas maneras. En cierto modo, podemos compararlo con Wario Ware: Smooth Moves, aunque l¨®gicamente las pruebas de Disaster son de mayor longitud y complejidad, aparte de que est¨¢n unidas mediante un hilo argumental que nos introduce en cada una de ellas. Nada de lo que hacemos est¨¢ injustificado, lo que es una de las principales virtudes de este juego, que se aleja de los t¨ªpicos t¨ªtulos de minijuegos que no van m¨¢s all¨¢ de ofrecernos una serie de desaf¨ªos, tan divertidos como poco profundos.

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Sumando a lo ya comentado, hemos de a?adir a los controles b¨¢sicos el de saltar, con el bot¨®n 'A', y el de correr, mediante el 'B'. Con el 'Z' buscamos a gente a nuestro alrededor para salvarla, puesto que el protagonista no ha olvidado sus d¨ªas de rescatador, haciendo que la c¨¢mara se gire hacia donde se encuentra la persona en apuros si es que hay alguien cerca. Tambi¨¦n podemos acceder al inventario en cualquier momento si lo necesitamos. La c¨¢mara es autom¨¢tica, sin embargo, se recoloca demasiado lentamente, as¨ª que en m¨¢s de una ocasi¨®n nos veremos obligados a girarla nosotros mismos con la cruceta.

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Justo tras la captura del sism¨®logo, en Blue Ridge City se produce un gran terremoto, lo cual nos debe hacer sospechar al menos un poquito. Esto provoca que la ciudad entre en un estado de caos, y nosotros tenemos que movernos por ella. El fuego es uno de los primeros elementos adversos que nos encontramos y posteriormente tendremos que luchar con ¨¦l en otros muchos sitios. Si pasamos por una zona de humo, podemos inhalarlo y nuestros pulmones se van ensuciando. Hay que evitar que se llenen del todo o morimos.

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Una forma de evitarlo es pasar a toda velocidad cuando veamos una humareda, pero si corremos durante demasiado tiempo nuestras pulsaciones llegan al m¨¢ximo y nos detenemos de golpe para coger aliento, adem¨¢s de perder una gran porci¨®n de la barra de resistencia, por lo que es necesario ser precavido en este sentido. De todos modos, para limpiar nuestros pulmones, una vez hemos abandonado la zona peligrosa, con el bot¨®n 'Z' tomamos aire m¨¢s o menos puro y el nivel de humo en ellos baja.

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Todas estas acciones las vamos aprendiendo por medio de minitutoriales consistentes en una pantalla de informaci¨®n donde se explica la nueva informaci¨®n a adquirir. Posteriormente est¨¢ disponible en una especie de enciclopedia particular del juego, donde se a?aden tambi¨¦n algunos pasajes en los que la partida no se detiene para que los veamos, aunque s¨ª nos avisa de que se han agregado. Ah¨ª tambi¨¦n podemos consultar otra informaci¨®n como armas y dem¨¢s. Por otro lado, durante los tiempos de carga, que no son muy elevados en general, aparecen fichas de los diferentes personajes y otras curiosidades.

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La parte de conducci¨®n se realiza con el mando de Wii en horizontal, lo cual es algo inc¨®modo con el Nunchuk de por medio, el cual toca o desconectar o echar a un lado sin que moleste demasiado. La sensibilidad es la adecuada as¨ª que no tendremos muchos problemas para hacernos con el volante, aunque s¨ª que resulta m¨¢s complicado que si se hubiera hecho uso de la palanca anal¨®gica sin m¨¢s, pero hubiera sido menos divertido y desafiante.

Si nos pusi¨¦ramos a relatar todo lo que el juego permite hacer, nos podr¨ªamos tirar un buen rato aburri¨¦ndoos a base de ejemplos, por lo que ¨²nicamente vamos a dar unos pocos m¨¢s. Durante toda la aventura no dejamos de aprender acciones nuevas, cada una con su lecci¨®n correspondiente. Para empezar, hay algunas escenas en las que la c¨¢mara se coloca de frente y hemos de correr a toda prisa, agitando alternativamente ambos mandos y apretando 'B' ocasionalmente tras llenar una barra hasta su m¨¢ximo consiguiendo que Ray haga un sprint.

Abrir puertas u otros elementos similares es tan sencillo como girar el mando al lado que corresponda. En ciertos sitios debemos usar alg¨²n dispositivo anti-incendios, como una manguera o un extintor, y se apunta a la pantalla empleando el sensor de infrarrojos del mando. Bucear (de varias maneras) o incluso tirarnos en paraca¨ªdas son otras de las cosas que nos atreveremos a llevar a cabo. Ya ni hablamos de luchar con un oso, como igual hab¨¦is visto en alg¨²n v¨ªdeo.

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Los QTE (Quick Time Events) tambi¨¦n hacen acto de presencia en Disaster de diferentes modos. Los QTE generalmente consisten en apretar un bot¨®n que se nos muestra en pantalla en el momento justo, de manera que vamos avanzando en una secuencia seg¨²n pulsamos correctamente. Lo m¨¢s com¨²n en este juego es que se cambien los botones por movimientos del Wiimando o en conjunci¨®n con el Nunchuk en una direcci¨®n, apareciendo pues una flecha, pero habr¨¢ otras formas de QTE.

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Los rescates de gente implican diferentes acciones a realizar seg¨²n sea el caso. Algunas personas requerir¨¢n de primeros auxilios, debiendo limpiarles las heridas apuntando con el Wiimando hacia ellas y luego vend¨¢rselas girando la palanca anal¨®gica como si de verdad la estuvi¨¦ramos enrollando. Otros se conformar¨¢n con que les demos un botiqu¨ªn o unas simples tiritas para continuar sin nosotros. En otros casos, antes habr¨¢ que poner a salvo a la persona llev¨¢ndola a un lugar seguro o junto a un ser querido.

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Lo que todos tienen en com¨²n es una barra de resistencia similar a la nuestra, pero que se reduce mucho m¨¢s r¨¢pidamente, por lo que tendremos que darnos prisa en actuar si no queremos que fallezcan. Habr¨¢ instantes de m¨¢s emoci¨®n, debiendo agarrar a alguien que est¨¢ colgando moviendo el perif¨¦rico en la direcci¨®n donde se encuentra justo cuando extienda de brazo. Incluso practicaremos la reanimaci¨®n poniendo el control en horizontal y desplaz¨¢ndolo r¨ªtmicamente hacia abajo, una vez m¨¢s imitando la realidad.

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No obstante, de entre todos los g¨¦neros introducidos en Disaster, el que tiene mayor predominancia es el de los juegos de disparos. Durante toda nuestra aventura nos encontraremos con miembros de SURGE all¨¢ donde vayamos y tocar¨¢ enfrentarse a ellos. Para saber r¨¢pidamente c¨®mo funciona el sistema, bastante con mentar Time Crisis para que se aclaren pr¨¢cticamente todas las dudas. Podemos resguardarnos como en el t¨ªtulo de Namco o salir para atacar cuando lo consideremos oportuno, mientras que la c¨¢mara se sit¨²a en primera persona y se mueve sola, as¨ª que usamos el puntero exclusivamente para dirigir la mirilla.

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Existe una opci¨®n de zoom, aunque puede realizarse ¨²nicamente mediante un tiempo limitado denominado "concentraci¨®n". El cambio de armas se realiza con la cruceta, pudiendo escoger el conjunto de hasta cuatro que queremos llevar con nosotros entre cada cap¨ªtulo, y recargamos agitando el Nunchuk. El arsenal disponible se divide principalmente en escopetas, fusiles autom¨¢ticos y pistolas, siendo estas ¨²ltimas las ¨²nicas con munici¨®n infinita. De hecho las balas escasean, as¨ª que m¨¢s vale rebuscar en todos los rincones de cada fase para conseguirlas. Durante los combates tambi¨¦n pueden aparecer objetos destruibles que nos dan munici¨®n o incluso vida.

No faltan los jefes finales a la cita, de muy diversa ¨ªndole como casi todo en este juego (un supersoldado, un par de veh¨ªculos blindados, un helic¨®ptero, un francotirador...). En esos casos suele aparecer de vez en cuando un c¨ªrculo morado, momento ideal para disparar a ese sitio y producir m¨¢s da?o. Por otro lado, encima de la cabeza de los enemigos aparece un indicador de cu¨¢ndo van a disparar, ¨²til para saber cu¨¢ndo asomar la cabeza y cu¨¢ndo resguardarnos. Eso s¨ª, algunas armas como los cohetes nos pueden hacer da?o aunque estemos agazapados.

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Por si ech¨¢bais en falta alg¨²n incrediente m¨¢s que a?adir a este c¨®ctel, tenemos ciertos toques de RPG. Tras realizar un rescate o alguna actuaci¨®n de otro tipo, acumulamos puntos de salvamento que se pueden usar entre fase y fase para incrementar las habilidades de Ray en cinco puntos: destreza, fuerza, carga (capacidad para llevar objetos), concentraci¨®n y metabolismo. Eso s¨ª, subir cualquier campo tiene un coste bastante alto, as¨ª que hay que pens¨¢rselo bien.

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No es lo ¨²nico mejorable, de similar modo conseguimos puntos de acci¨®n por nuestras actuaciones en la batalla, seg¨²n nuestra eficacia y otros par¨¢metros. Con ellos, en este caso, lo que podemos adquirir es armas nuevas siguiendo un ¨¢rbol con varias ramas, de forma que para llegar a las m¨¢s potentes antes habr¨¢ hecho falta liberar las intermedias. Cierto equipamiento en nuestro arsenal, sin embargo, se obtiene realizando determinadas pruebas especiales durante el juego y no se puede comprar.

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Nada de lo que acabamos de comentar est¨¢ accesible desde el primer momento, y de hecho no ser¨¢ lo ¨²nico que se a?ada con retraso. Hacia la mitad de la partida, por ejemplo, tenemos ocasi¨®n de acudir a un campo de tiro para practicar disparando. Y habr¨¢ m¨¢s extras posteriores que permitir¨¢n alargar todav¨ªa m¨¢s la vida de este ya de por s¨ª longevo t¨ªtulo, con sus 23 fases, superando f¨¢cilmente las 15 horas de duraci¨®n en total.

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