65535 vs 1

La generaci¨®n de las 128bits llega a su fin. Tras la muerte prematura de Dreamcast, y dos m¨¢quinas como Xbox y GameCube sin haber explotado su potencial total, PlayStation 2 se ha erigido como la due?a y se?ora de esta generaci¨®n de consolas. A d¨ªa de hoy, en abril de 2007, pocos son los juegos que en el horizonte pueden ayudar a levantar el vuelo del sistema. Alg¨²n RPG nip¨®n asoma para los pr¨®ximos meses, el retraso de God of War hasta el mes de mayo, y ciertamente poco m¨¢s. Es un momento por el que pasa todo sistema: A falta de lanzamientos fuertes, las compa?¨ªas se deciden por nutrir a la consola con juegos que salieron hace a?os en Jap¨®n pero que hasta ahora no hab¨ªan dado el salto a occidente.

Shinsengumi Gunrou-den es un ejemplo claro, un t¨ªtulo lanzado en tierras niponas en 2004 y que llegar¨¢ v¨ªa SEGA el pr¨®ximo mes de mayo. Y en la misma situaci¨®n est¨¢ Demon Chaos, un v¨¢stago de la filosof¨ªa Dynasty Warriors lanzado en 2005 y que ahora, dos a?os despu¨¦s, se presenta en Europa reclamando el trono del g¨¦nero. Desgraciadamente se queda lejos de ¨¦l, convirti¨¦ndose en un quiero y no puedo: Una apuesta no arriesgada, pero si interesante, que acaba haciendo aguas por lo ambicioso de la misma.

Humanidad vs. Bichos
Estamos en al a?o 1543 de la era de Nobunaga. En el coraz¨®n de Jap¨®n, oleadas de demonios han emergido desde el lago Shinshu Suwa y han sumido al mundo en una ¨¦poca de caos, desesperaci¨®n y guerras. S¨®lo un elegido, en este caso una joven sacerdotisa llamada Yasaka Aoi, es capaz de devolver la tierra a una ¨¦poca de tranquilidad. Tras llegar al templo sagrado siendo perseguida por las criaturas, Aoi invoca al Dios InuGami, que desciende a la tierra para sellar a los demonios. Y as¨ª comienza esta ¨¦pica aventura que nos llevar¨¢ a recorrer paisajes de todo tipo mientras acabamos con todo lo que se nos pone delante.

Todo esto se nos narra en una introducci¨®n anime que sirve de pr¨®logo al Modo Historia, en el cual iremos descubriendo la raz¨®n por la que los demonios han asaltado la tierra. Siendo ayudados en cada misi¨®n por una serie de generales, la trama se desarrollar¨¢ mediante cuadros de texto y alg¨²n peque?o v¨ªdeo que servir¨¢ de nexo a las misiones. Por suerte, hay que decir que Konami se ha portado y ha tra¨ªdo el juego con una buena traducci¨®n al castellano, manteniendo el doblaje en japon¨¦s, todo un lujo para los m¨¢s "frikis".

Acci¨®n sin pausa
Demon Chaos podr¨ªa definirse de forma r¨¢pida como la vertiente arcade de Dynasty Warriors. Partiendo de la base de que DW es un t¨ªtulo de repartir golpes de forma masiva a montones de enemigos, con muy peque?os elementos estrat¨¦gicos m¨¢s all¨¢ de acabar con generales o destrozar barricadas, pod¨¦is haceros una idea de c¨®mo es DC. Dicho esto, queda claro que estamos ante un smasher en toda regla, sin concesiones, de avanzar y matar. ?nica y exclusivamente.

Controlamos a Inugami, el Dios invocado por la sacerdotisa Aoi con el fin de librar al mundo de los demonios. Gracias a nuestras caracter¨ªsticas divinas todo ser¨¢ mucho m¨¢s sencillo que si fuesemos un simple soldado humano. ?nicamente contamos con dos botones de ataque, cuadrado y tri¨¢ngulo, que en combinaci¨®n desatan ataques especialmente poderosos, combos que levantan al enemigo al aire, que le hacen explotar, quemarse vivos o incluso con los m¨¢s "complicados" (cuatro veces cuadrado, y despu¨¦s c¨ªrculo) hacen pegar un salto a Inugami y realizar un espadazo bastante poderoso.

El sistema de combos es bastante simple, sin mayor complicaci¨®n. El hecho de enlazar los ataques de forma tan sencilla deber¨ªa ser un elemento positivo y, en la pr¨¢ctica, resulta todo lo contrario: Machabar insistentemente el bot¨®n sin un rumbo fijo se hace especialmente cansado a las dos misiones de empezar. Y es que eso si, Demon Chaos en sus dos-tres primeras misiones est¨¢ realmente bien.

El golpe m¨¢s poderoso de todos ser¨¢, de todas formas, una explosi¨®n en forma de poder que liberaremos pulsando el gatillo R1 cuando una barra de energ¨ªa amarilla est¨¦ lo suficientemente llena: Una vez liberado, nuestro poder se multiplicar¨¢, seremos m¨¢s veloces y acabaremos con los enemigos de forma a¨²n m¨¢s?sencilla.

Inugami ser¨¢ el ¨²nico personaje del juego, aunque encontraremos alguno m¨¢s que nos ayudar¨¢ en momentos en los que le necesitemos. Principalmente estar¨¢ la sacerdotisa Aoi, que nos asistir¨¢ con magias curativas, a la que se le unir¨¢n formaciones enteras de soldados con su propio general. Estos iremos recogi¨¦ndolos a medida progresamos en las misiones, salv¨¢ndoles de los demonios, por ejemplo, se unir¨¢n a nuestro grupo apoy¨¢ndonos con todo lo que poseen.

Podemos dar orden de seguirnos o mantenerse quietos a las tropas de nuestros compa?eros, lo cual generar¨¢ que nos sigan por el mapeado -en el primer caso- apoy¨¢ndonos en momentos donde son completamente necesarios. Pese a que Inugami es un Dios, habr¨¢ estructuras m¨¢gicas que s¨®lo podr¨¢n destruir los seres humanos, los llamados Cristales de Sangre, hacia los que tendremos que dirigir a las tropas para que ¨¦stas lo destruyan. Inugami mientras tanto tendr¨¢ que acabar con demonios que intentar¨¢n interferir en la situaci¨®n.

El poder de Inugami no se limitar¨¢ a las cuestiones b¨¦licas. A medida que progresemos en la historia, Aoi nos ir¨¢ ense?ando a crear una especie de t¨®tenes elementales que nos ayudar¨¢n a cumplir los objetivos de las misiones, objetos m¨¢gicos capaces de regenerar energ¨ªa, lanzar bolas de fuego a murallas de madera e incluso disparar flechas a los enemigos.

El ¨²nico elemento distintivo de este Demon Chaos es el ser el t¨ªtulo de PlayStation 2 con m¨¢s enemigos en pantalla de forma simultanea. Nada menos que unos 65.000, lo cual convierte el juego en un preciado objeto de deseo para los m¨¢s dados al g¨¦nero, a los que les gusta contar los combos de 1.000 en 1.000 impactos. Pese a que esto al principio es divertido e incluso supone un "reto", y nos pica a seguir jugando para superar el record, se hace tedioso a las dos partidas. M¨¢s all¨¢ de esto, Demon Chaos no tiene suficientes elementos como para convertirse en un nuevo referente, haciendo aguas de forma constante.

Incluso a nivel de modos de juego es bastante soso, contando ¨²nicamente con tres: Historia, Reto -superar misiones superadas y Contrarreloj -superar misiones completadas en l¨ªmite de tiempo-; La IA de los enemigos es inexistente, y la de los compa?eros humanos tampoco es ninguna proeza. Todo esto, unido a que s¨®lo tenemos un personaje controlable, limitan la duraci¨®n del mismo a s¨®lo un par de partidas.

Apartados t¨¦cnicos
Evidentemente lo anterior tiene truco, y si bien en la teor¨ªa -o en im¨¢genes est¨¢ticas- suena bien, en primera persona las cosas cambian dr¨¢sticamente. La forma en la que Newpro ha introducido tantos enemigos en pantalla es un tanto tramposa e incluso cutre: los ¨²nicos enemigos con modelado poligonal son los de las primeras filas, siendo los de atr¨¢s planos (en la imagen central?inferior puede verse bien), estando formados por p¨ªxeles 2D que se van formando a medida nos avanzamos a ellos. El hecho de que todos, absolutamente todos, sean iguales -encontramos cuatro o cinco dise?os de demonios-, y que al pegar un golpe al aire 40 enemigos muestren la misma animaci¨®n de aturdimiento simultaneamente -en forma de coreograf¨ªa musical-, tampoco ayuda.

S¨ª, la sensaci¨®n de estar en una zona superpoblada est¨¢ conseguida, e incluso a nivel sonoro es lo?bastate potente como para transportarnos a ese lugar. Pero no es suficiente. Gr¨¢ficamente no es nada del otro mundo, los escenarios son completamente vac¨ªos y los modelados de los personajes son poco destacables, siendo lo mejor los efectos de luz de determinados ataques y la secuencia anime inicial -las dem¨¢s son realizadas con el motor del juego, simples pero cumplen-.