Toneladas de veneno
La tar¨¢ntula registra un movimiento casi calcado al de la realidad, con un dise?o no menos fidedigno. Nos desplazamos lentamente comprobando los controles b¨¢sicos del ar¨¢cnido, que realiza un poderoso ataque al pulsar la A, mientras que para el resto de aspavientos y de combinaciones -siempre en pos de las posibilidades de su tama?o- nos vemos obligados a sacudir de forma horizontal o vertical el wiimote. La representaci¨®n de los movimientos es directa e instant¨¢nea, la ara?a se mueve con bastante facilidad y en este sentido apenas tendremos problemas para hacernos con el control del personaje. Tenemos en nuestro poder varios ataques letales e interesantes que se ejecutan seg¨²n el enemigo con el que entremos en contacto, que en un principio no ir¨¢n m¨¢s all¨¢ de algunos grillos y de larvas, con las que logramos desbloquear los extras del juego.
El escorpi¨®n tiene un comportamiento ligeramente distinto al de la tar¨¢ntula, mucho m¨¢s lento y poderoso, lo que en otras palabras posibilita afrontar los enfrentamientos desde diversas perspectivas que no sean necesariamente el aporrear botones. No obstante, el combate contra los enemigos es tan s¨®lo un aspecto secundario en la vida de estos seres, cuyos objetivos van variando a medida que avanzamos. La primera misi¨®n, ?Carro?eros', nos invita a hacernos con los controles de los personajes y a descubrir el entorno y las m¨²ltiples posibilidades de una ara?a que puede trepar paredes y efectuar ataques letales desde donde el enemigo es incapaz de percibir nuestra presencia. Nuestra meta es la de perseguir al escorpi¨®n que hab¨ªa huido, aunque antes debemos afrontar la primera situaci¨®n impactante de tantas otras a las que asistiremos.
Ambientaci¨®n de lujo
A la salida de una caverna somos atacados por una enorme serpiente, cambiando radicalmente la visi¨®n que tenemos de la partida, al tiempo que nos sentimos realmente amenazados por la presencia de un ser que nos duplica en tama?o y del que somos conscientes es perfectamente capaz de eliminarnos de un soplo. La serpiente enviste en varias ocasiones hasta que finalmente deja expuesto su cascabel, ¨²nico punto d¨¦bil con el que logramos desesperar a la criatura, provocando una sangrienta colisi¨®n contra varias piteras que al ser destruidas nos permiten un peque?o orificio de salida por el que escapar. La mejor defensa de la ara?a es su agilidad y capacidad para efectuar grandes saltos con los que despistar a sus enemigos, exactamente lo mismo que sucede en Deadly Creatures.
El encontronazo con la serpiente es s¨®lo el primero de una serie de enfrentamientos realmente ¨¦picos y emocionantes en los que corremos el riesgo de ser asesinados por una criatura de la que sabemos no tendr¨¢ ninguna piedad a la hora de emplearnos como almuerzo, o como algo peor. Rainbow Studios ha sabido manejar un concepto realista de los hechos para que la sensaci¨®n que transmite la naturaleza en esta puro sea fr¨ªvola, sin ninguna clase de compasi¨®n para con el enemigo con el que estamos luchando. Por absurdo que pueda resultar esta afirmaci¨®n, Deadly Creatures logra hacernos sentir en la piel del ar¨¢cnido y transmitirnos la tensi¨®n manifiesta de saber que en cuesti¨®n de segundos puedes pasar a ser pasto de los gusanos. Es esta libertad, esta total naturalidad a la hora de narrar los sucesos lo que otorga una personalidad muy especial al t¨ªtulo, lo que a su vez se convierte en la mayor motivaci¨®n para descubrir qu¨¦ nos aguarda en el siguiente nivel.
Atacar y deglutir enemigos es uno de los aspectos m¨¢s importantes del desarrollo del t¨ªtulo, ya que de un modo u otro toma la esencia de un sistema de experiencia por el cual las dos criaturas aprenden nuevas t¨¦cnicas, como el escorpi¨®n a la hora de defenderse y de emplear su poderoso aguij¨®n, o con las posibilidades que nos ofrece la telara?a en el caso de la tar¨¢ntula. Una vez alcanzamos el final de la primera misi¨®n y cazamos al escorpi¨®n asistimos ante un nuevo combate entre ambas criaturas, un enfrentamiento que esta vez se salda con la victoria de la ara?a, al menos a priori, ya que nuestro rival se revuelve asest¨¢ndonos un golpe mort¨ªfero y acabando con la vida de la tar¨¢ntula. Ipso facto. Ninguna de las dos criaturas tiene que ganar, no hay protagonista, independientemente de lo que suceda la historia del mundo no cambiar¨¢ ni variar¨¢ un ¨¢pice, lo que ciertamente otorga esa sensaci¨®n que coment¨¢bamos anteriormente y que nos hace sentir como meros espectadores dentro del circo de la naturaleza.
Un tesoro oculto?
El concepto del juego hace dif¨ªcil comprender de qu¨¦ forma encaja el argumento, aunque precisamente es este punto el que logra cambiar la perspectiva de Deadly Creatures. Las primeras im¨¢genes de la aventura descubren a dos personajes en mitad del desierto, zona donde transcurre la pr¨¢ctica totalidad del t¨ªtulo. Por motivos obvios ambas criaturas han de pulular por zonas c¨¢lidas, h¨²medas, que generalmente tienen lugar en cuevas repletas de insectos y de otros peligros. Esto nos traslada directamente hacia una zona ficticia en la que aparecen dos seres humanos que aparentemente andan buscando alguna clase de tesoro, que a su vez tiene relaci¨®n con la extra?a desaparici¨®n de un tercer sujeto que se presenta durante la introducci¨®n. En determinados momentos de la aventura la tar¨¢ntula o el escorpi¨®n asisten a una escena en la que los dos personajes mantienen cualquier tipo de conversaci¨®n, ¨²nica gu¨ªa que tenemos a nuestra disposici¨®n para entender de qu¨¦ trata el argumento.
La trama se plasma en un segundo plano, te¨®ricamente por los avatares del destino que cruza continuamente el camino de los dos ar¨¢cnidos con los seres humanos. En un total de diez cap¨ªtulos recorremos varios pasajes del desierto, todos ellos abandonados, entre los que destacan una gasolinera abandonada, el interior de un coche o un espectacular nido de ara?as que gracias al logrado aspecto visual consigue impactar y transmitir nuevamente la sensaci¨®n de desamparo y abandono absoluto. El tama?o de los objetos que nos rodea es proporcional a la perspectiva de estos seres, lo que convierte un simple mu?eco en un objeto insalvable o los movimientos de los seres humanos en terribles estruendos ensordecedores, pr¨¢cticamente inteligibles a los o¨ªdos de un ar¨¢cnido.
As¨ª es como la trama avanza mientras los dos personajes siguen aliment¨¢ndose y pululando a sus anchas tratando de sobrevivir. Este concepto, que no deja de ser un intento de ofrecer una nueva perspectiva como hemos venido comentado hasta el momento, pierde un poco de fuerza en la recta final ante la ausencia de un nexo argumental lo suficientemente fuerte como para justificar las 10 horas de aventura que nos llevar¨¢ terminar el juego, y que se cierran con un giro de gui¨®n inesperado -si es que es Deadly Creatures existe algo que podamos predecir- que nos deja un sabor de boca agridulce, bien sea por la sensaci¨®n de que la aventura se ha hecho corta o por la ausencia de una motivaci¨®n extra que nos invite a volver a vivir todo lo acaecido.
Sin rumbo
Con todo, la mec¨¢nica se ve resentida por la falta de un mayor n¨²mero de retos ante enemigos de mayor calibre -todos los encontronazos son espectaculares, pero echamos en falta m¨¢s variedad-, o ante cualquier otro elemento que justifique el recorrido que realizamos con ambas criaturas. Nuestro objetivo es el de alimentarnos de otras especies, sobrevivir mientras contemplamos de cuando en cuando la historia de los dos seres humanos reci¨¦n mentados a medida que obtenemos nuevas habilidades y vemos c¨®mo se abren ante nosotros escenarios cada vez m¨¢s complejos que nos permiten explorar a nuestras anchas, algo que se aprecia enormemente en el caso de la tar¨¢ntula y que como coment¨¢bamos anteriormente nos posibilita el manejar distintas v¨ªas para aniquilar a nuestra presa, sea cual sea. Durante los diez cap¨ªtulos nos limitamos a realizar una y otra vez los mismos cometidos; para evitar la sensaci¨®n de monoton¨ªa Rainbow Studios incluye interesantes escenas animadas que irremediablemente pierden la fuerza del impacto inicial.
Por suerte siempre podemos recrear la vista observando los parajes que nos rodean, disfrutando de una ambientaci¨®n que logra mantenernos fijos en el sill¨®n expectantes ante el pr¨®ximo ataque sorpresa. El dise?o de la tar¨¢ntula, al igual que el del escorpi¨®n y el resto de figuras que aparecen durante la aventura garantizan un tono solemne y muy serio en todo momento, lo que convierte a Deadly Creatures en un juego totalmente maduro y pensado para un p¨²blico adulto, sin concesiones espec¨ªficas por tratarse de Wii o cualquier bajada notable en la ambientaci¨®n que se respira a lo largo de la partida. Eso s¨ª, disponemos de tres modos de dificultad, siendo recomendable para los m¨¢s experimentados comenzar en el modo ?dif¨ªcil' para evitar terminar el juego en cuesti¨®n de horas.
No podemos dejar de apreciar el esfuerzo de Rainbow Studios tanto en el aspecto t¨¦cnico como en el gr¨¢fico, con un papel fundamental del sonido, tanto en los doblajes de los seres humanos como a la hora de mantener un silencio casi sepulcral donde ¨²nicamente destacan los alaridos de algunas especies, los ataques, etc¨¦tera. La m¨²sica entra en escena en los momentos cumbres, donde logra aferrarnos a la butaca del mismo modo que lo lograr¨ªa un Survival horror. Sin embargo es un juego de acci¨®n con una propuesta original que garantiza varias horas de diversi¨®n, numerosos extras en forma de entrevistas, artes conceptuales, etc¨¦tera. Obtener las 450 larvas del juego es un proceso en el que la paciencia y la exploraci¨®n son indispensables, aunque no necesariamente justifican el repasar la aventura por segunda vez.
T¨¦cnicamente hay que volver a hacer especial menci¨®n al dise?o de los ar¨¢cnidos, de sus habilidades -siempre en tono realista- y de la forma en la que todo toma lugar alrededor de estos dos caracter¨ªsticos ?protagonistas', lo que contribuye enormemente a mejorar la ambientaci¨®n, a hacernos sentir, como hemos repetido una decena de veces, al mismo tiempo espectadores y protagonistas de lo que estamos viviendo. La crueldad de la naturaleza, la llamativa apariencia de los entornos, los efectos lum¨ªnicos del desierto? S¨®lo falla la presencia de bugs, de defectos gr¨¢ficos que pese a no ser un impedimento para disfrutar del juego est¨¢n ah¨ª, permitiendo que la ara?a se funda con la pared o que un enemigo nos atraviese sin causarnos el menor da?o.
La posibilidad de trepar por las paredes ofrece un interesante reto de cara a la c¨¢mara, que cumple correctamente su cometido, aunque tambi¨¦n aqu¨ª debemos aclarar que en determinadas ocasiones falla, perdi¨¦ndose una perspectiva que podemos recuperar r¨¢pidamente pulsando un bot¨®n del wiimote. Son peque?os defectos que junto a la ausencia de una mec¨¢nica algo m¨¢s exigente, quiz¨¢s incluso muy permisiva en determinados momentos, empa?an la presentaci¨®n de un t¨ªtulo notable en el que se han de retocar algunos aspectos para lograr ese plus de calidad para considerarlo un ?vende consolas', lo que en ning¨²n caso significa que no sea una aventura tremendamente interesante o v¨¢lida para divertir y pasar un rato ?agradable'.