Deadlight Director's Cut

Habitualmente los videojuegos en los que el zombi es la principal problem¨¢tica con la que el jugador se encuentra han tenido un protagonista: el arma. El estudio madrile?o Tequila Works dio una vuelta de tuerca al g¨¦nero cuando se lanz¨® en verano de 2012 Deadlight en Xbox Live Arcade (con una versi¨®n para PC meses m¨¢s tarde), una mezcla de plataformas y puzzle, sac¨¢ndolo de los g¨¦neros que protagonizaba el muerto viviente (survival horror o shooter) y separando del centro del gui¨®n al monstruo que creara George A. Romero para poner en su lugar los efectos de los no-muertos en el mundo y c¨®mo estos han afectado al personaje que encarna el jugador, Randall Wayne. 

La obra de Tequila es m¨¢s comparable con grandes nombres del cine, la literatura o el c¨®mic que con los videojuegos del g¨¦nero que han aparecido a lo largo del tiempo. Tiene mucho de La Carretera, de The Walking Dead, del Cell de Stephen King. Tambi¨¦n, por supuesto, con The Last of Us (que sali¨® al mercado despu¨¦s de Deadlight). La propuesta del estudio madrile?o no es aumentar el marcador de zombis eliminados sino explorar los sentimientos de Randall, percibir lo que el d¨ªa del juicio final ha causado a nuestro mundo y c¨®mo las personas han cambiado su criterio ante lo que es el bien y lo que es el mal. 

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La historia nos la cuenta el propio Randall en primera persona (aunque hay algunas secuencias en las que la trama se nos narra a trav¨¦s de escenas de c¨®mic), a trav¨¦s de sus pensamientos, donde nos damos cuenta que es un personaje con problemas psicol¨®gicos y cuyo objetivo en las cuatro horas aproximadamente que dura la aventura no es otro que el de recuperar a su mujer e hija, que est¨¢n en un Punto Seguro a resguardo de los horrores que hay en las carreteras y pueblos abandonados de la Canad¨¢ de 1986 donde transcurre Deadlight. Tambi¨¦n conocemos m¨¢s del protagonista gracias a su diario, desde el que conocemos su contexto y que vamos ampliando gracias a las p¨¢ginas que encontramos en el escenario. 

Precisamente el escenario es, junto a Randall, el protagonista de Deadlight, porque a trav¨¦s de sus capas de profundidad vemos historias. Aunque la acci¨®n del juego transcurre en dos dimensiones, lo que se nos muestra en pantalla es tridimensional. Vemos ese atasco con coches ardiendo en la carretera del fondo. La ambulancia estampada con un ej¨¦rcito de muertos vivientes devorando ¡°algo¡±. La tienda con barricadas con grafittis advirtiendo del peligro en su fachada. O simplemente la destrucci¨®n de todo lo que unas semanas antes en ese mismo a?o 1986 eran ciudades canadienses poco distintas de las actuales. Esta profundidad de campo (que consigue estampas realmente bellas, a su manera) se usa tambi¨¦n en t¨¦rminos jugables. Por ejemplo, zombis que no est¨¢n en nuestro plano pueden venir a nuestra l¨ªnea de acci¨®n si hacemos ruido, o cajas y otros elementos necesarios para superar ciertos puzzles pueden ser interactivos para traerlos a la bidimensionalidad en la que se mueve Randall.

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Huir de los zombis y mover cajas es lo que haremos en Deadlight. Avanzar por los niveles, saltar plataformas, esquivar trampas, resolver puzles y evitar que no te devoren. Recuerda (intencionadamente por parte de Tequila Works) a cl¨¢sicos como Prince of Persia o Another World. Aunque el principal modo de enfrentar a los zombis es esquivandolos o conducirlos hacia trampas (Randall puede silbar para atraerlos), en ocasiones deberemos usar el hacha para alejarlos de nosotros durante unos segundos, o la pistola y la escopeta, que acabar¨¢n con ellos disparando, como siempre, en la cabeza, pero cuya munici¨®n es m¨¢s que escasa y que alertar¨¢ a las ¡°sombras¡±, meti¨¦ndonos en una situaci¨®n en la que estemos rodeados y no haya escapatoria. Aparte de esto, alguna que otra secci¨®n en la que tendremos que correr a toda velocidad mientras hacemos saltos imposibles (y que tendremos que superar por m¨¦todo del ensayo y error, muriendo una y otra vez) o evitar que nos vea un enemigo que est¨¢ en otro plano de profundidad. No es mucha variedad, pero la propuesta se estira lo justo para no cansar en las cuatro horas que dura Deadlight. 

Sin embargo, s¨ª que tiene alg¨²n problema, algunos de ellos arrastrados desde la primera versi¨®n de Xbox 360. Las f¨ªsicas frustrar¨¢n a m¨¢s de un jugador, pues suponen que el salto no sea todo lo preciso que es necesario en un juego de plataformas, que los zombis se queden bloqueados en ciertos elementos del escenario o que no podamos agarrarnos a una escalera, aunque ese sea el camino, pudiendo llevar a pensar al jugador que no se contin¨²a por ah¨ª. Los problemas gr¨¢ficos tambi¨¦n son comunes, con el agravante de que estamos ante una remasterizaci¨®n que es, precisamente, para mejorar este aspecto. Algunas sombras quedan mal construidas, poligonales, y hay m¨¢s bugs que en la versi¨®n original. En las poco m¨¢s de tres horas y media que nos ha llevado completar la aventura, hemos ca¨ªdo a un vac¨ªo interminable que nos ha obligado a reiniciar el juego o nuestro personaje ha salido volando despu¨¦s de morir. Adem¨¢s, aunque el juego est¨¦ a 1080p en PlayStation 4 y Xbox One, los fotogramas por segundo caen en m¨¢s de una ocasi¨®n. Pero a pesar de los problemas con el motor gr¨¢fico, art¨ªsticamente sigue siendo una maravilla despu¨¦s de cuatro a?os, gracias sobre todo al gran trabajo de ?scar Cuesta, el encargado de los escenarios en el juego. Tambi¨¦n el trabajo en la banda sonora y efectos es destacable. 

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Aparte de esta mejora gr¨¢fica a medio camino a cargo de Abstraction Games, el Director¡¯s Cut tiene otro a?adido: el modo Supervivencia. Randall est¨¢ encerrado en un hospital del que no puede salir y debe sobrevivir el m¨¢ximo tiempo posible, usando para ello elementos del escenario para obstaculizar a los zombis, escapar de ellos y, cuando no quede otra, matarlos con las armas que encontramos en el escenario. Enganchar¨¢ durante un pu?ado de horas m¨¢s, intentando superar una y otra vez tu marca del leaderboard online, pero quiz¨¢ no haya sido buena idea ampliar el juego precisamente en el aspecto en el que menos profundidad tiene: los tiroteos. Tambi¨¦n encontramos un libro de arte digital, el ¡°c¨®mo se hizo¡± de Deadlight y el modo pesadilla (que hasta ahora era exclusivo de la versi¨®n de PC), donde tendremos que empezar el juego de nuevo si morimos.