Dead Rising 4
- PlataformaPS4PCXBO7.8
- G¨¦neroAcci¨®n, Aventura
- DesarrolladorCapcom Vancouver
- Lanzamiento06/12/2016 (PC, XBO)05/12/2017 (PS4)
- TextoEspa?ol
- VocesIngl¨¦s
- EditorCapcom
Dead Rising 4, An¨¢lisis Xbox One
Vuelve Frank West y lo hace con el mejor arsenal posible. Tambi¨¦n vuelve a Willamette, donde empez¨® todo hace 10 a?os. Pero el tiempo no pasa en balde. Tampoco para la saga.
An¨¢lisis de Dead Rising 4
Ha pasado una d¨¦cada desde que Frank West hizo su primera y estelar aparici¨®n en Xbox 360. Un fotoperiodista que se met¨ªa de lleno en un centro comercial infectado de zombis y que descubr¨ªa una de las mayores conspiraciones que se recuerdan. Lo que pod¨ªa parecer otro juego de no muertos se convirti¨® en uno de los t¨ªtulos m¨¢s divertidos de la pasada generaci¨®n de consolas. El carisma del personaje, el ritmo y sorpresas de la trama y sobre todo una f¨®rmula jugable exigente, original y distinta hicieron que Dead Rising sea, para muchos a d¨ªa de hoy, uno de los grandes juegos de la segunda consola de Microsoft. Han pasado varias entregas m¨¢s, a cada cual menos inspirada, hasta la llegada de Dead Rising 4. El retorno de Frank West. Y tambi¨¦n del centro comercial de Willamette. Los nost¨¢lgicos dicen que cualquier tiempo pasado fue mejor. Seguramente no existen afirmaciones tan tajantes en ning¨²n ¨¢mbito de la vida, pero en este caso tienen raz¨®n.
Capcom probablemente no ha sabido estirar la f¨®rmula de Dead Rising en sus entregas posteriores como a muchos les habr¨ªa gustado. La sensaci¨®n de obra ¨²nica se mantiene en esa primera parte y nunca se replic¨® con la misma maestr¨ªa. Tiene cierta l¨®gica, ya que era un producto que explotaba muy bien una serie de propuestas jugables que ten¨ªan poco margen para mejorarse dentro del concepto de juego original. La segunda entrega, con Chuck Green de protagonista, intent¨® hacer gala de todo aquello que debe ser una secuela al uso: m¨¢s grande. Pero no mejor. Se ampliaron miras, n¨²mero de enemigos, man¨ªacos m¨¢s alocados, un espacio por recorrer -el casino- con m¨¢s metros cuadrados y se a?adi¨® multijugador. Aunque a muchos el resultado les convenci¨®, el tiempo ha ido separando a ambos t¨ªtulos de ese emparejamiento como t¨ªtulos de un acabado similar. Eso no significa que alguien no pueda preferir la segunda parte a la primera, faltar¨ªa, pero s¨ª es cierto que el impacto no es comparable.
La compa?¨ªa japonesa, a trav¨¦s de su desarrolladora Capcom Vancouver, intent¨® revisar su propuesta original con Off the Record, donde b¨¢sicamente recuper¨¢bamos un Frank West algo pasado de vueltas como protagonista en lugar de Chuck, que pasaba a ser un psic¨®pata. Movimiento agradecido para el fan del fotoperiodista, aunque el producto en s¨ª manten¨ªa sus virtudes y defectos. Pas¨® el tiempo -omitieremos el port de la primera entrega a Wii- y con el anuncio de Xbox One llegaba Nick Ramos, protagonista de Dead Rising 3. La saga ganaba en escala, con los veh¨ªculos como grandes protagonistas para recorrer la ciudad infectada de zombis y con cada vez m¨¢s enemigos en pantalla. En esta entrega ya se hab¨ªa perdido la tensi¨®n del tiempo corriendo contra nosotros.
En Dead Rising el jugador estaba casi obligado a rejugar la campa?a. Ten¨ªamos puntos de guardado en lugares concretos (lavabos y zonas seguras) y si mor¨ªamos, deb¨ªamos reiniciar el ¨²ltimo guardado -algo que pod¨ªa llevarse por delante acciones interesantes hechas- o empezar desde el principio acarreando la experiencia y habilidades de esa primera partida. No era raro empezar un par de veces acumulando para hacer una partida decente. En ella, nos pod¨ªamos olvidar de conseguir hace las secundarias, porque el tiempo apremiaba y nuestro personaje ¡°no pod¨ªa con todo¡±. Con planificaci¨®n y paciencia en una primera vuelta se pod¨ªa sacar el final bueno, s¨ª, pero quedaba mucha tela por cortar. Supervivientes, armas secretas¡ Rejugabilidad y dificultad ambas de la mano.
Una aventura mucho m¨¢s tradicional
Esto cambi¨® definitivamente en Dead Rising 3, con tiempo de sobra para hacerlo absolutamente todo y unos m¨¢rgenes de acci¨®n generosos. Salvo si us¨¢bamos el modo Pesadilla, que reduc¨ªa el tiempo y limitaba los puntos de guardado. Un gui?o a la eterna discusi¨®n entre usuarios sobre las caracter¨ªsticas de Dead Rising, para muchos un acierto y para otros un agobio innecesario. Explicamos todo esto porque Dead Rising 4 da carpetazo total y absoluto a esta dicotom¨ªa. Ahora que est¨¢ tan de moda, Final Fantasy XV mediante, hablar de la p¨¦rdida o no de esencia de entregas que salen en la presenten generaci¨®n, se puede decir que en el caso de Dead Rising 4 se rompe definitivamente con la f¨®rmula de la primera entrega.
Se puede plantear como que no tiene sentido comparar Dead Rising 4 con el juego de 2006 viendo la evoluci¨®n de la serie en los ¨²ltimos a?os. Puede ser. Pero a nadie se le escapa que vuelve Frank West al centro comercial de Willamette, el del primer t¨ªtulo. Un mismo -cambiado- escenario y personaje. Pero nada es como antes. Dead Rising 4 ha evolucionado de tal manera que se ha convertido en una aventura de corte mucho m¨¢s tradicional, con un desarrollo que no exige al jugador ning¨²n tipo de prioridad a la hora de tomar decisiones y un avance con cierta sensaci¨®n de linealidad mucho m¨¢s presente que en otros juegos de la serie. El argumento de los Dead Rising siempre ha ido de un cap¨ªtulo a otro hasta el final, no estamos negando eso, pero es cierto que aqu¨ª la sensaci¨®n de avance se nota y mucho por como vamos abri¨¦ndonos paso.
Toda la acci¨®n empieza en el centro comercial de Willamette, donde llegamos de la mano de un mandam¨¢s de la ZDC que quiere desvelar c¨®mo es posible que vuelva a haber zombis cuando era un problema del pasado. Frank West se apunta, entre otras cosas, porque Vick Chu, su pupila en esto de la fotograf¨ªa, ha llegado antes y quiere descubrir qu¨¦ est¨¢ sucediendo. La relaci¨®n entre ambos es tensa, ya que ella le echa en cara a West que solo piense en vender una historia al mejor postor cuando la propia Vick considera que no puede aislarse de una historia ni dejar de implicarse en ella.
Frank West es uno de los atractivos. Est¨¢ sorprendentemente rejuvenecido a pesar de superar los 50 a?os, y mantiene ese tono a caballo entre el sarcasmo y la despreocupaci¨®n en los momentos de mayor tensi¨®n. Sus chascarrillos acompa?an bien, aunque no sea al nivel de otras de sus apariciones, y el personaje tiene la fuerza suficiente para que el viaje del jugador sea ameno y entretenido por su parte. De entre los personajes que iremos conociendo no los hay del nivel de Carlitos o Isabela, nos atrevir¨ªamos a decir que tampoco al nivel de Rhonda, de Dead Rising 3, pero s¨ª que hay algunos momentazos protagonizados por un par de villanos que valen mucho la pena.
Desde ese instante iremos avanzando, primero saliendo del centro comercial para llegar a una zona de los alrededores, y as¨ª iremos conociendo nuevas zonas m¨¢s all¨¢ del punto inicial. Cuando decimos que el juego se siente algo m¨¢s lineal nos referimos sobre todo a esto: avanzamos a nuevos lugares y no tenemos la necesidad de volver atr¨¢s. S¨ª, a trav¨¦s de refugios que descubrimos podemos llegar en un momento al Centro Comercial, pero el jugador no siente que deba hacerlo ni tampoco hay esa conexi¨®n-atajos tan presente en las dos primeras entregas. En todos los Dead Rising ten¨ªamos un fuerte componente de backtracking, de volver a zonas ya visitadas por cualquier motivo.
Aqu¨ª esto es muy d¨¦bil: cada vez te alejas m¨¢s del refugio original y no existe esa sensaci¨®n de conexi¨®n entre lugares. El argumento te lleva a visitar esta y aquella zona, avanzando hasta el final del t¨ªtulo. ?Este cambio se puede considerar como algo malo? No tiene por qu¨¦. Si no fuera porque lo que acompa?a a nuestro avance no acaba de convencer en varios puntos y, entonces s¨ª, se le ven las costuras m¨¢s de la cuenta a la experiencia de juego.
El apocalipsis zombi
Y eso que cuando empieza Dead Rising 4, las sensaciones son claras: la base nos es muy familiar. Tenemos a un personaje que puede coger casi cualquier objeto para usarlo de arma, puede saltar, puede correr y puede interactuar con su entorno. A medida que vamos eliminando enemigos y subiendo el contador de combos podemos hacer ataques definitivos devastadores y espectaculares visualmente. A ello se a?ade el hecho de que el sistema de combate ha sido pulido y se ha mejorado. Desde la posibilidad de pulsar RB para esquivar una embestida que venga desde un lado de la pantalla a usar Y como si fuera el contragolpe de un Batman Arkham. Tenemos un elenco de acciones sencillo pero muy eficaz para lidiar con ataques de decenas de enemigos a 360 grados.
Mientras vamos machacando enemigos y haciendo tareas variadas, vamos sumando PP que nos permiten subir de nivel y desbloquear nuevas opciones en el ¨¢rbol de habilidades. ?ste cuenta con varias ramas en las que podemos potenciar a nuestro personaje. Todo lo referente a ataques cuerpo a cuerpo, armas de fuego, fortaleza para tener m¨¢s vida, resistencia o regeneraci¨®n de vida, y tambi¨¦n para mejorar la construcci¨®n de todo tipo de armas y artilugios. Es importante subir de nivel para afrontar desaf¨ªos crecientes, pero rara ser¨¢ la vez que nos veremos superados por la situaci¨®n. Esa dificultad infernal de la saga hace diez a?os no est¨¢ presente, y tendremos -salvo momentos puntuales- la situaci¨®n bajo control.
El listado de armas es casi eterno. Desde bates de b¨¦isbol a machetes, tijeras, martillos, mazos, macetas con flores, sillas, pistolas, escopetas, lanzacohetes, katanas, espadones¡ Podr¨ªamos estar as¨ª durante l¨ªneas y l¨ªneas. Qui¨¦n haya jugado un Dead Rising sabe que todo vale como arma. Tambi¨¦n vuelven las armas combinadas, algunas de ellas realmente espectaculares. Una ballesta que dispara fuegos artificiales, una corona de flores que es una bomba de relojer¨ªa, las ya vistas mil veces en tr¨¢ilers espadas de fuego y de hielo, una cabeza de dinosaurio de pl¨¢stico que lanza ¨¢cido por la boca¡ Hay muchas opciones, son sencillas de crear y de encontrar y aportan una variedad enorme a la partida. Sin duda alguna, la gran cantidad y originalidad de armas son uno de los ganchos del juego.
A ello se a?ade, claro est¨¢, el exotraje. Se trata de un traje que nos d¨¢ m¨¢s resistencia y fuerza, permiti¨¦ndonos coger objetos pesados (se?ales pegadas al suelo, puertas de coche, etc.) y hacer creaciones de aut¨¦ntica locura. Con el exotraje podremos crear las arm¨¢s m¨¢s devastadoras de todo el juego. Desmontar una recreativa y crear una especie de artilugio que golpea con fuerza y lanza ondas de energ¨ªa. O recuperar un potenciador de una caja y convertirnos en una especie de Transformer con metralletas a distancia. Cuesta reducir a texto escrito todo lo que podemos hacer con las armas y los exotrajes, pero vale y mucho la pena. Quienes busquen algo alocado y divertido tienen en Dead Rising 4 horas y horas por delante, porque a cada invento que nos encontramos es m¨¢s alocado y potente que el anterior. Este exotraje tiene una duraci¨®n limitada, por lo que hay que usarlo con cabeza (salvo algunos niveles donde por contexto no se gasta durante la misi¨®n en la que estamos). A ellos se a?aden los veh¨ªculos, que tambi¨¦n se pueden combinar de mil maneras -la primera ya es toda una sorpresa, una especie de Kart mezclado con un carrito de compra para hacer un b¨®lido destructor de primera l¨ªnea- y nos permiten arrasar con los zombis como con pocas armas. Es cierto que el peso de los veh¨ªculos es inferior a Dead Rising 3, ya que no tenemos trayectos tan de ida y vuelta como en la aventura de Ramos.
Las armas son uno de los grandes atractivos del juego. Cualquier cosa puede valer para hacer una combinaci¨®n. Un farolillo de un restaurante chino puede convertirse en una bomba, y el t¨ªpico l¨ªquido azul para limpiar la barra de un bar tambi¨¦n se puede combinar para crear algo ¨²nico y original. Nada es balad¨ª y si un objeto se puede coger, es que se puede utilizar en alg¨²n sentido. Encontraremos dise?os de combinaciones repartidos por todo el mundo, y es una de las b¨²squedas m¨¢s reconfortantes porque una vez damos con uno, por norma podemos construir el arma en ese mismo lugar y empezarla a utilizar. Ante nosotros tenemos los zombies habituales a los que se suman los zombies nuevos, m¨¢s r¨¢pidos y peligrosos y una evoluci¨®n m¨¢s dura y m¨®vil que nos puede dar alg¨²n que otro quebradero de cabeza. En general, el desaf¨ªo est¨¢ m¨¢s centrado en eliminar centenares de ellos que no la dificultad de un cara a cara. Y en eso est¨¢ claro que Dead Rising 4 es imbatible: las opciones de masacrar enemigos, de estar rodeados por decenas de ellos y de pensar en soluciones in-extremis cuando se nos rompe un arma.
Salvar, crear y mejorar refugios
Una de las novedades del juego son los refugios. Limpiamos una zona de zombis y autom¨¢ticamente vivir¨¢n all¨ª 4-5 personajes que nos servir¨¢n de tienda. Podremos comprar armas, mapas que nos indican donde est¨¢n algunos extras, veh¨ªculos y tambi¨¦n tienda de ropa. Todo ello se compra con chatarra, una especie de moneda que conseguimos matando no muertos. Esto, que facilita y mucho las cosas, es un ejemplo de como se ha querido hacer un t¨ªtulo mucho m¨¢s accesible. Aqu¨ª es tan f¨¢cil como volver a los refugios que hay en cada zona de cada uno de los cap¨ªtulos para tener acceso a las armas m¨¢s poderosas que hemos conseguido previamente. No es necesario volver a ese toldo que hab¨ªa cerca del inicio del primer juego para coger la Katana de turno, para entendernos.
Los refugios se pueden mejorar de una manera: encontrando supervivientes. Mientras vamos avanzando por la trama principal recibiremos avisos de eventos cercanos. Los hay de varios tipos, pero el que nos ocupa ahora es el de salvar un superviviente. No tenemos una barra de tiempo en la que tenemos que ir antes de que muera como en anteriores entregas, por lo que si le hacemos relativamente caso no tendremos problema en rescatarlos. Limpiamos la zona y ellos autom¨¢ticamente se van corriendo al refugio. A medida que hay m¨¢s gente en esta zona segura, m¨¢s objetos y caracter¨ªsticas tendremos disponibles. Si queremos desbloquearlo todo es obligatorio rescatar a varios NPC para que suba el nivel del refugio, aunque para avanzar y terminar la partida no es del todo necesario.
En el desarrollo del juego hemos perdido esa planificaci¨®n necesaria: primero voy a este superviviente, luego voy al psic¨®pata y si tengo tiempo voy al otro superviviente que todav¨ªa tengo margen de tiempo. No existe esto en Dead Rising 4. Avanzas por la trama, te salta un evento, te desv¨ªas si quieres para realizarlo y prosigues en tu camino. No tendremos muchos avisos a la vez y si los hay, se pueden hacer sin problemas de tiempo ni nada por el estilo. El ¨²nico motivo para desviarnos es conseguir recompensas en forma de experiencia o mejora de refugio. Tambi¨¦n hay otros eventos para acabar con bases enemigas de humanos o hacernos con un bot¨ªn de otra facci¨®n. El problema de todo esto es que no tiene ning¨²n reto ni tampoco var¨ªan mucho los unos de los otros. Llegamos, machacamos a los zombis o a los humanos y seguimos con nuestro camino.
?Y estos son los psic¨®patas?
Los psic¨®patas fueron uno de los grandes momentos de la saga. Con m¨¢s o menos acierto, la presentaci¨®n de estos personajes que han ca¨ªdo en la locura absoluta era parte de la gracia del juego, siempre a caballo entre la violencia, el desarrollo de Serie B y el humor m¨¢s absurdo. Y eran dif¨ªciles. Un payaso con dos motosierras te pod¨ªa despellejar. Un fetichista con m¨¢s kilos de la cuenta pod¨ªa acabar contigo f¨¢cilmente. Incluso Darlene, la mujer obesa que iba en una scooter, pod¨ªa matarnos en un Dead Rising 3 donde la dificultad hab¨ªa bajado un pelda?o. Aqu¨ª esa sensaci¨®n se desvanece. Ni los enemigos de la trama principal ni tampoco los man¨ªacos opcionales que nos van apareciendo en el mapa est¨¢n a la altura de lo que el jugador de Dead Rising espera.
Por un lado, no tenemos ninguna presentaci¨®n de los psic¨®patas, ni ninguna cinem¨¢tica que nos muestre la m¨¢s o menos gracia que han tenido los desarrolladores a la hora de crearlos. Tenemos un aviso de radio donde nos dicen que hay una especie de caballeros medievales encerrados en una zona de Willamette, llegamos all¨ª y nos encontramos varios secuaces luchando con espadas y escudos. Los matamos con cierta facilidad y salta el jefe final, con una espada de fuego pero bastante poco avispado. Tambi¨¦n cae a la primera. De hecho, no recuerdo haber muerto a manos de ning¨²n psic¨®pata en todo Dead Rising 4, y eso ya habla por s¨ª solo del tipo de enemigo en el que se han convertido.
Son, para resumirlo, un evento m¨¢s dentro del juego. Llegas al sitio, destrozas los secuaces y golpeas al enemigo con tu mejor arma. Comes algo de comida si baja la vitalidad y acaban muriendo. Apenas hay estrategia, esperar ese momento de debilidad. Es todo mucho m¨¢s simple. Sea el caballero medieval, una especie de espantap¨¢jaros, un l¨ªder de ladrones o una soldado formada en el ej¨¦rcito de los Estados Unidos. Es probablemente lo m¨¢s decepcionante del juego, no ofrecer combates de altura ante lo que eran enemigos de entidad en anteriores entregas.
Pasa algo similar con los enemigos humanos que nos vamos encontrando. Sean soldados o sean de una especie de secta que se mueve entre los no muertos, no tendremos demasiadas dificultades para acabar con ellos. Aunque lleven armas de fuego, una de las caracter¨ªsticas que siempre ha hecho temibles a los humanos en Dead Rising. Salvo algunos momentos con enemigos m¨¢s pesados y con armas poderosas tipo metralletas -y en varios de estos casos vamos con el exotraje y por lo tanto, la exigencia baja dr¨¢sticamente- estamos ante un t¨ªtulo muy accesible. Tanto a la hora de avanzar como a la hora de buscar completarlo al m¨¢ximo.
Nosotros lo hemos terminado en 9 horas con todos los casos completos, m¨¢s de nivel 50 en Frank West y desvi¨¢ndonos a hacer varios psic¨®patas y eventos que se nos iban apareciendo, no todos. Eso s¨ª, el juego ofrece elementos de rejugabilidad que deben tenerse en cuenta, aunque no sea tan poderoso como anta?o. Por un lado, hay una serie de peri¨®dicos, ordenadores de Vick y tel¨¦fonos m¨®viles que ampl¨ªan la trama y el contexto argumental. En el caso de los ordenadores de Vick vale la pena escuchar el camino que va realizando, mientras que los m¨®viles dan detalles curiosos sobre todo lo que suced¨ªa en la trama de esta nueva oleada de zombis. Tambi¨¦n existen las habitaciones del p¨¢nico, localizaciones que debemos descubrir en varios edificios y que tienen recompensas suculentas en su interior. A todo ello tambi¨¦n tenemos decenas de desaf¨ªos que nos dan extra de PP y con algunos divertidos de hacer, como matar a X n¨²mero de zombis con ciertas armas¡ Curiosas.
Por ¨²ltimo, destacar que hay un objeto que se explota de manera m¨¢s que convincente en Dead Rising 4: la c¨¢mara. Sirve para hacer fotos y sus desaf¨ªos a la hora de captar personajes y situaciones dram¨¢ticas, pero tambi¨¦n para investigar diversos lugares. Cuando llegamos a una zona concreta tendremos que hacer de periodista de investigaci¨®n, fotografiando puntos de inter¨¦s que ayuden a reconstruir lo que hab¨ªa sucedido en ese lugar minutos antes. Contamos con una visi¨®n nocturna para momentos de oscuridad y una visi¨®n de infrarrojos que permite descubrir cosas que no est¨¢n a simple vista -incluidos los pasajes a las citadas habitaciones del p¨¢nico-.
Cuatro casos en cooperativo
Capcom Vancouver ha querido separar el mulitjugador de la trama principal por motivos de gui¨®n: vuelve Frank West y ¨¦l es el protagonista. A cambio tenemos cuatro casos extra donde podemos jugar con amigos o en formato matchmaking con otros usuarios. Escogemos uno de los cuatro personajes, nos equipamos con armas y empezamos esta carrera por sobrevivir dos d¨ªas en la localizaci¨®n de turno. Sobrevivir no es dif¨ªcil, pero es cierto que realizar las misiones que nos van encargando es otra cosa. Las partidas que hemos hecho, adem¨¢s de funcionar correctamente, exigen una cooperaci¨®n que es complicada con usuarios desconocidos que van a su bola. Conseguir objetos, limpiar zonas¡ es mucho m¨¢s dif¨ªcil en el multijugador que en la campa?a principal. A medida que vamos matando enemigos, consiguiendo terminar misiones con ¨¦xito o salvando a compa?eros ca¨ªdos y desangrados sumamos puntos. Al final de cada partida se suman los puntos de cada uno y se hace un r¨¢nquing con el mejor al peor de la partida.
Aunque cuatro casos pueden parecer pocos, lo cierto es que son altamente rejugables. Primero porque el sistema pica al jugador a conseguir una mejor puntuaci¨®n. Segundo porque hacer todas las misiones durante estos dos d¨ªas dentro del juego no es tarea sencilla y siempre queda algo por hacer. Y despu¨¦s por el desarrollo: a medida que jugamos podemos usar PP para el ¨¢rbol de habilidades del multijugador -exclusivo de este modo-. A medida que lo mejoramos, potenciamos nuestro personaje y podemos hacer m¨¢s tareas en ese mismo caso, mejorar puntuaci¨®n, etc.
Apartado t¨¦cnico
Dead Rising 4 es un juego mucho m¨¢s vistoso que la tercera entrega, que apareci¨® tambi¨¦n en Xbox One hace ahora tres a?os. El t¨ªtulo es m¨¢s s¨®lido en lo que framerate se refiere -hemos visto alg¨²n baj¨®n puntual- y todos los elementos que acompa?an nuestro avance tienen mucho m¨¢s detalle, desde los modelados de los personajes hasta la recreaci¨®n de las tiendas en el centro comercial, los edificios e interiores de la ciudad y dem¨¢s. No estamos ante un juego sorprendente a nivel visual pero teniendo en cuenta la gran cantidad de zombis y enemigos que se generan en pantalla cada dos por tres, cumple con su cometido. Tambi¨¦n en lo que efectos especiales se refiere. Eso s¨ª, se echa en falta algunas animaciones m¨¢s pulidas y hemos sufrido algunos problemas como eventos que no se suced¨ªan y ten¨ªamos que reiniciar la partida y algo de tearing en algunas situaciones.
La banda sonora acompa?a bien durante toda la aventura, con una buena cantidad de melod¨ªas din¨¢micas seg¨²n cada momento a las que se a?aden las canciones que encontramos en las tiendas (incluido el theme de Street Fighter en una tienda de videojuegos), en las radios de los coches, etc. El t¨ªtulo llega con las voces en ingl¨¦s, tradici¨®n en la saga que se rompi¨® en Dead Rising 3 doblado al castlelano, con una buena interpretaci¨®n general de los principales protagonistas.
Bueno
Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podr¨ªan haberlo llevado a cotas m¨¢s altas. C¨®mpralo sin miedo.