Septiembre zombie

Tras completar Dead Rising 2: Case 0, a uno le vienen a la cabeza tres pensamientos diferentes. El primero es que este cap¨ªtulo bien podr¨ªa haber formado parte del juego completo, ya que por s¨ª solo tiene relevancia pero no la suficiente consistencia si no se acompa?a posteriormente del producto general. Es entonces cuando llega el segundo pensamiento de que el este cap¨ªtulo es pr¨¢cticamente una demo, aunque la m¨¢s elaborada, cuidada y mimada de la historia de los videojuegos, y a precio bastante bajo (Inafune dice que no van a sacar ning¨²n beneficio de este cap¨ªtulo previo), con un gran apartado t¨¦cnico que se sit¨²a entre los t¨ªtulos m¨¢s destacables del cat¨¢logo de Xbox Live Arcade. Y por ¨²ltimo, el tercer pensamiento, que es el que m¨¢s puede contar: Case 0 es, precisamente, lo que muchos usuarios esperaban de una segunda parte de Dead Rising.

El caso cero de Chuck Greene llega de forma exclusiva a Xbox Live Arcade, y junto con el primer Dead Rising se convierte en la mejor manera de prepararse, tanto jugable como argumentalmente, para Dead Rising 2, t¨ªtulo que llegar¨¢ dentro de poco a las tiendas. Si bien es cierto que la nueva obra Capcom se puede disfrutar sin problemas por s¨ª sola, este cap¨ªtulo previo le a?ade un toque de dramatismo e intensidad a toda la situaci¨®n, ya que no solo nos presenta al protagonista de esta historia, sino que tambi¨¦n nos introduce en el mundo tal y como es ahora desde las distintas erupciones v¨ªricas que provocan la zombificaci¨®n de los habitantes de diferentes poblaciones de Norteam¨¦rica. Un muy buen juego en general que gana enteros al ser descargable y que tan solo deja malestar por su corta duraci¨®n.

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En Still Creek, Chuck hace una parada para echar gasolina y, en un momento de distracci¨®n, ve c¨®mo una figura desde las sombras le roba el veh¨ªculo y, con ¨¦l, se lleva sus provisiones de Zombrex, un medicamento que Katey necesita para mantenerse con vida. No tardar¨¢n en descubrir que no est¨¢n en absoluto solos, ya que la infestaci¨®n zombie ha llegado tambi¨¦n hasta el apacible pueblo, que ver¨¢ sus calles plagadas de la amenaza no muerta. As¨ª pues, se atrincherar¨¢n en el taller de la gasolinera y Chuck intentar¨¢ encontrar la medicina mientras repara una moto para salir del lugar. No faltar¨¢n tampoco los supervivientes y, adem¨¢s, habr¨¢ alg¨²n psic¨®pata que pretende entorpecer a Chuck en su labor.

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Y este es uno de los elementos que m¨¢s dignifican a Case 0: el estar en un pueblo. Aunque los pilares sean id¨¦nticos, la sensaci¨®n es muy distinta de estar encerrados en un centro comercial, por variado y amplio que este pueda ser, a estar al aire libre en una peque?a civilizaci¨®n con sus edificaciones de diverso tipo, tiendas, bolera, viviendas, e incluso un campamento militar improvisado para contener la actual amenaza. Esto es lo que muchos usuarios esperaban, ver c¨®mo la expansi¨®n zombie nos presentaba una zona urbana completa, y la corta y limitada (dado que las dimensiones del entorno no son tan grandes como nos gustar¨ªa) experiencia de Case 0 nos han dejado saborear las mieles y posibilidades que podr¨ªa ofertar este tipo de ambientaci¨®n a una franquicia como Dead Rising.

As¨ª pues, nuestra principal meta (en caso de querer jugar para el final bueno, claro est¨¢, ya que podremos limitarnos solo a masacrar zombies sin mayores preocupaciones) ser¨¢ sobrevivir a la par que cumplimos nuestros objetivos inmediatos. Para tal fin, podremos utilizar un gran n¨²mero de objetos del entorno para defendernos; no solo eso, sino que adem¨¢s podremos crear nuestras propias armas utilizando combinaciones de objetos en una mesa de taller. Lo bueno de estas creaciones es que no solo ser¨¢n m¨¢s poderosas, sino que adem¨¢s nos dar¨¢n m¨¢s puntos de experiencia; hay algunas que son de un solo uso, pero tan espectaculares que merece la pena aprender a crearlas para verlas en funcionamiento al menos una vez.

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Como es l¨®gico, estamos hablando de una funci¨®n que as¨ª se deja ver y que est¨¢ mucho m¨¢s explotada en Dead Rising 2. No faltar¨¢n tampoco las misiones secundarias en las que podremos ayudar a los diferentes supervivientes del pueblo, algunos de los cuales estar¨¢n heridos, y por supuesto la intensa exploraci¨®n que tendremos que llevar a cabo para encontrar los fragmentos de la motocicleta para poder huir. Tambi¨¦n se apunta a la cita un psic¨®pata, otro elemento clave de la franquicia que puede complicarnos mucho las cosas si no descubrimos pronto sus debilidades y rutinas. As¨ª pues, en Case 0 tenemos toda la experiencia de Dead Rising, pero comprimida a una peque?a demostraci¨®n de entre una y dos horas de duraci¨®n, aunque con una gran rejugabilidad.

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Y es que aparte de que es un gran modo de amenizar la espera por el t¨ªtulo completo, y que la masacre indiscriminada de zombies de modos cada vez m¨¢s hilarantes, podremos subir hasta el nivel 5, desbloquear trajes y armas que se conservar¨¢n para Dead Rising 2 (en su versi¨®n para Xbox 360, claro est¨¢). Empezar con un peque?o impulso la aventura de Chuck Greene es algo muy satisfactorio y que nos simplificar¨¢ mucho las cosas durante los primeros pasos en dicha aventura. A nivel m¨¢s b¨¢sico, nuestro protagonista podr¨¢ saltar, golpear (suave, fuerte y cargad), llamar a los supervivientes y un bot¨®n para interactuar con los objetos del escenario. Tambi¨¦n podr¨¢ lanzar cosas y, a diferencia de las dos entregas principales, en este caso cero tendremos alguna que otra secci¨®n de plataformas para la que el protagonista, desgraciadamente, no est¨¢ del todo bien preparado.

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Menci¨®n especial al paso del tiempo y cambio de la iluminaci¨®n, ya que al estar en un entorno completamente abierto seremos mucho m¨¢s conscientes del avance del sol por el horizonte, con diversas y bellas tonalidades que ir¨¢n ba?ando los edificios del pueblo, ofreciendo un gran juego de luces y sombras que se hace notar incluso en los callejones. El apartado sonoro es satisfactorio, con un buen nivel y un agradable doblaje (en ingl¨¦s, con subt¨ªtulos en espa?ol) tanto para los personajes principales como para los secundarios. Los efectos de sonido merecen una menci¨®n aparte: son de calidad, pero algunos pueden llegar a ser realmente viscosos, para representar las grotescas y sangrientas maneras de morir (otra vez) que tendr¨¢n los zombies.

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