Dead or Alive: Paradise
- PlataformaPSP5
- G¨¦neroPuzle
- DesarrolladorTeam Ninja
- Lanzamiento23/04/2010
- TextoIngl¨¦s, Franc¨¦s
- VocesIngl¨¦s, Japon¨¦s
- EditorTecmo
La isla de Venus
Dos chicas lamen el mismo helado de nata, quiz¨¢s a falta de un euro para comprarse otro y no tener que compartir el de su compa?era. Otras dos pasean por la playa dej¨¢ndose fotografiar por el jugador que se esconde a los mandos de la PSP, expectante ante el resultado que ofrece la ¨²ltima aparici¨®n de Dead or Alive en el mercado. Siguiendo la misma ¨ªnea de Xtreme, Tecmo se lanza una vez m¨¢s a la piscina ofreciendo un t¨ªtulo que va destinado a un target muy espec¨ªfico, que necesariamente ha de disfrutar del espect¨¢culo er¨®tico-vacacional que ofrece Paradise. Rumbo a la isla de Zack.
Tomonobu Itagaki ha sido santo y se?a de Dead or Alive desde tiempos inmemoriales. Padre de la franquicia, principal acreedor de la calidad que atesoraba en sus tiempos de gloria en las consolas de sobremesa, el artista japon¨¦s se desvinculaba de Team Ninja por diversos motivos que le llevar¨ªan a lucir su peculiar forma de ser como pocas veces hab¨ªamos tenido ocasi¨®n de ver en el pasado. Su marcha del estudio abr¨ªa las puertas a que la licencia o bien desapareciese o ampliase sus miras hacia las plataformas en las que su presencia ha sido menos prol¨ªfera en los ¨²ltimos tiempos. Finalmente ha sucedido lo segundo, aunque no de la forma que cab¨ªa esperar en un principio. Tecmo ha decidido, en un extra?o giro de tuerca, seguir expandiendo las ra¨ªces del spin-off que aparec¨ªa hace varios a?os en Xbox y posteriormente en su sucesora, obteniendo en los dos casos resultados que distan de la calidad que se le presupone a una obra que lleve por nombre un t¨ªtulo que se relaciona directamente con el beat ?em up.
Xtreme ha buscado tradicionalmente un acercamiento a los jugadores que buscan un producto de estilo predeterminado; ligero en su concepci¨®n, de disfrute f¨¢cil, centra toda su atenci¨®n en poner de relieve las bondades del grupo de luchadoras del que hace gala Dead or Alive cuando la atenci¨®n se plasma en los combates. Esto es: cuerpos de ensue?o, pechos exageradamente llamativos, personalidades aguerridas de armas tomar. El escaso ¨¦xito que Xtreme ha obtenido en sobremesa ha servido como reclamo para que Tecmo se decidiese a probar suerte en PSP con un producto que emplea exactamente el mismo planteamiento que sus antecesores, solo que esta vez encuadrado en una plataforma que te¨®ricamente se ajusta mejor a la mec¨¢nica de juego del spin-off. Minijuegos con esp¨ªritu playero que se dividen en tres sectores: v¨®ley-playa, juegos de piscina y tragaperras a gog¨® cuyo principal objetivo pasa por recolectar todo el dinero que sea posible para desnudar (o aligerar de ropa) a las hero¨ªnas de turno.
Sabedores del impacto que causa el exagerado modelado de sus muchachas, a Tecmo se le encend¨ªa la bombilla: ?es imposible que un planteamiento como el de Xtreme funcione en port¨¢til? En absoluto, m¨¢s bien sucede todo lo contrario, al menos en teor¨ªa. Los minijuegos se adaptan como anillo al dedo a las necesidades de los jugadores que desean echar unas cuantas partidas r¨¢pidas en el tren o autob¨²s, de camino a casa o tumbados en la hamaca de la piscina tomando un rato el sol. Cuando el aburrimiento llama no hay pegas para apagar la consola y continuar en otro momento. De hecho, este ha sido el aspecto que m¨¢s valoraban los aficionados de Xtreme; la posibilidad de disfrutar con varios amigos del impresionante aspecto del que hace gala el elenco de chicas que se re¨²ne para la ocasi¨®n, am¨¦n de pasar un rato agradable con ellas mientras superamos minijuegos de poco pelo. Sin necesidad de calentarse la cabeza?, o por lo menos no necesariamente esa parte de su fisionom¨ªa.
Se presupone que a ra¨ªz del cansancio que conlleva disputar extenuantes combates f¨ªsicos, ninguna de ellas es capaz de reunir el valor suficiente para rechazar la invitaci¨®n. Razones no les faltan. Lo comprobamos a poco de insertar por primera vez el disco en la consola, sobre despu¨¦s de sorprendernos con el espectacular v¨ªdeo de introducci¨®n que da la bienvenida al jugador. Desde la interfaz principal hasta las animaciones que se encargan de presentar a grandes rasgos el dise?o de la Nueva Isla de Zack (t¨ªtulo que se otorga a nuestro patio de recreo, una gigantesca isla que nunca tenemos ocasi¨®n de explorar ni de apreciar en su justa medida), Paradise supura un esp¨ªritu que invita al sosiego, a la relajaci¨®n. Tecmo ha tomado la base de Xbox, traspas¨¢ndola a PSP sin perder un ¨¢pice de la calidad de la que hizo gala el spin-off a poco del debut de la consola de Microsoft en el mercado. Mantiene en todo momento una l¨ªnea gr¨¢fica m¨¢s que aceptable que f¨¢cilmente se codea con los pesos pesados de la consola, aunque tiene su truco.
El modelado de las participantes poco o nada tiene que envidiar a las superproducciones que hemos tenido ocasi¨®n de disfrutar hasta el momento en PSP. Se percibe r¨¢pidamente que el foco de atenci¨®n de los programadores se ha dirigido, como era de esperar, a poner de relieve los puntos que generalmente se asocian a la feminidad de la mujer. Kasumi, Tina, Hitomi, Helena, Leifang, Christie, Lisa, Kokoro, Ayane y Rio son las protagonistas de esta aventura, en la que destaca la presencia de la ¨²ltima de la cola. Ya se comentaba en el avance ofrecido desde esta casa hace algunas semanas: Tecmo ha elegido el reclamo de esta participante dada su vinculaci¨®n publicitaria en las recreativas japonesas de la compa?¨ªa, as¨ª como en distintas campa?as destinadas a videojuegos. En el pa¨ªs del sol naciente se ha convertido en una especie de ¨ªdolo digital que la mayor¨ªa de los aficionados reconocen sin el menor esfuerzo, lo que la convert¨ªa en la candidata ideal para ser a?adida al rooster de participantes.
Su modelado, al igual que el de los escenarios y el del resto de concursantes, no admite ?peros' que valgan. La compa?¨ªa japonesa ha realizado un esfuerzo que merece las loas de los que esperen un nivel que se acerque al de las ediciones de sobremesa. Esto es as¨ª tanto sobre el papel (que en esta ocasi¨®n representar¨ªa los men¨²s, la interfaz) como en la pr¨¢ctica (a la hora de disputar minijuegos o el v¨®ley-playa, a cuya estramb¨®tica c¨¢mara tardamos unos minutos en acostumbrarnos). Sucede exactamente lo mismo con la cantidad de dise?os que encontramos en lo que se refiere a ba?adores de nado (sin separaci¨®n entre parte superior e inferior), bikinis, accesorios? Si bien se pretende rozar el l¨ªmite de la desnudez, las hero¨ªnas siempre portan alg¨²n trapo que las proteja de aparecer completamente ?desprotegidas' ante la c¨¢mara. Los jugadores que busquen un producto subido de tono tendr¨¢n que mirar hacia otro lado, como ha venido sucediendo en el pasado.
Se conserva en este sentido el tono c¨®mico de los Xtreme originales. Es cierto que se centra la atenci¨®n en ver c¨®mo ondulan los pechos de las protagonistas de un lado a otro, lo que unido al peculiar tono de voz que emplean (y a lo absurdo de los comentarios que realizan) hace pensar por momentos que la tem¨¢tica es necesariamente para mayores de 18 a?os, pero tambi¨¦n lo es que la propia comicidad del producto contribuye a la sensaci¨®n de que este Paradise no se toma en serio a s¨ª mismo. Por ende, tampoco deber¨ªa hacerlo el jugador que est¨¦ disfrutando de la premisa jugable que ofrece el t¨ªtulo. Al margen de la espectacular puesta en escena encontramos pocas o ninguna opci¨®n configurable. Nada de nivel de dificultad ni de otros elementos a los que solemos estar acostumbrados en los juegos de talente deportivo, que supuestamente es el que trata de asumir Paradise en todo momento.
Ella se encarga de explicar el sistema de regalos, mediante el cual podemos comprar un objeto, empaquetarlo con papel de regalo del color que nos venga en gana y regal¨¢rselo a alguna de las compa?eras que pululan por la playa. Al no existir ninguna clase de exploraci¨®n, todo lo que aqu¨ª describimos se realiza a trav¨¦s de la navegaci¨®n por men¨²s. Cada chica tiene un color favorito que debemos acertar a descubrir para convencerlas de que su unan como compa?eras de equipo. Con Ayane primero debemos sufrir las inclemencias de su mal humor, que le lleva a ser rechazada una y otra vez por las compa?eras independientemente del regalo que hayamos ofrecido. No obstante, a la hora de jugar al v¨®ley-playa es una de las que menos balones fallan y de las que garantiza una victoria segura a poco que pongamos algo de esfuerzo de nuestra mano. El v¨®ley-playa se rige por las reglas habituales del juego en un 2 contra 2. Debemos controlar al saque (flojo o fuerte), los controles y los mates. Tambi¨¦n cubrir la red con saltos que debemos prever con unos segundos de antelaci¨®n.
El v¨®ley-playa encarna el mayor atractivo del t¨ªtulo. Desde el men¨² de navegaci¨®n podemos alternar entre diversos escenarios. En algunos encontramos a dos participantes con ganas de retarnos en el que de salir victoriosos obtenemos una recompensa met¨¢lica que podemos ir a gastar directamente a la tienda deportiva de la zona. Este deporte, al margen de lo vistoso que pueda resultar, se ve entorpecido por una vista lateral poco amistosa que entorpece la vista del jugador, imposibilitando que se precise todo lo que querr¨ªamos a la hora de bloquear un buen disparo. Resulta bastante f¨¢cil obtener la victoria, en tanto basta con pulsar el c¨ªrculo para atrapar los balones f¨¢ciles que se dirigen a nuestra zona y ceder el protagonismo a nuestra compa?era, que ser¨¢ la que machaque. Como m¨ªnimo podemos asegurar que divierte pese a que no supone un reto alguno para los que cuenten con un m¨ªnimo de experiencia en la materia.
No es un juego deportivo Paradise, de eso nos percatamos a poco de comenzar a jugar. El tutorial insiste en la opci¨®n de sacar fotos a las compa?eras de juego en determinados momentos de la trama, bien sea cuando est¨¢n relajadamente tumbadas sobre una hamaca tomando sol, aplic¨¢ndose crema bronceadora en la piel o en toda clase de circunstancias comprometidas. Las im¨¢genes que extraemos nos sirven para completar un ¨¢lbum de fotos que se preocupar¨¢ por rellenar el jugador que se sienta atra¨ªdo por el dise?o de las chicas, pero desde luego tiene poco o nada de inter¨¦s para todo aquel que pretenda divertirse con la jugabilidad y no convertirse en un mero espectador que s¨®lo debe apretar un bot¨®n en el momento adecuado. Se entiende que esta opci¨®n tambi¨¦n se incluye en tono c¨®mico, aunque su relevancia es mayor de la que hubi¨¦semos deseado en un principio.
Seguimos cambiando de escenario desde el men¨² de navegaci¨®n para descubrir nuevas zonas en las que podemos disputar los minijuegos que ya conocimos en su d¨ªa en Xtreme. No va m¨¢s all¨¢ de obligarnos a saltar de un lado a otro de la piscina pulsando los botones indicados en funci¨®n de la distancia que separe a un bloque del siguiente. Si caemos al agua, perdemos la partida, que viene siendo lo m¨¢s probable cuando nos dedicamos a competir por primera vez contra cualquier rival. La victoria se salda con m¨¢s dinero que corremos r¨¢pidamente a gastar en las tiendas destinadas a tal fin. En este sentido encontramos un almac¨¦n deportivo en el que podemos comprar carretes de fotos o nuevas prendas de vestir, otro de accesorios para equipar a los personajes y otro musical en el que tenemos acceso a las melod¨ªas que suenan a medida que jugamos. Pese a que existe una variedad a tener en cuenta, destacamos la opci¨®n de incluir nuestras propias canciones para evitar el tedio al que generalmente nos somete esta clase de producciones. Un punto a favor para el juego, qu¨¦ duda cabe.
Ninguno de los tres permite profundizar en ¨¦l por su propia tem¨¢tica puramente arcade e insustancial. Todo lo que nos debe preocupar, tanto en este apartado como en el resto, es aprovechar la pobreza de los minijuegos para adquirir dinero con el que compramos nuevas prendas. Si las regalamos o decidimos comenzar la aventura con nuevas participantes, llegados al momento adecuado (despu¨¦s de terminar el primer recorrido con una de las protagonistas) se desbloquear¨¢ el denominado Para¨ªso Privado, que de forma sugerente muestra una especie de pasarela con las chicas ligeras de ropa presumiendo de poses imposibles, pseudo-er¨®ticas que ning¨²n valor tienen realmente para la jugabilidad. En ¨²ltima instancia es posible tambi¨¦n pasar un rato observando las fotos que hemos tomado en la opci¨®n Memorias Preciadas, que sirve como ¨¢lbum fotogr¨¢fico para nuestras correr¨ªas. Muy poca miga para lo que deber¨ªa ofrecer un juego centrado en la diversi¨®n y no en el espect¨¢culo visual, sobre todo si tenemos en cuenta que no existe nada parecido al multijugador, ni local ni online, por lo que se trata de una aventura que debemos disfrutar en solitario. Craso error si se analizan las exigencias de los ac¨¦rrimos.
Mejorable
Puede tener elementos aceptables y entretener, pero en general es una experiencia que no dejar¨¢ huella. S¨®lo recomendable en caso de sequ¨ªa de este g¨¦nero de juegos.