La reconquista de Europa

Hace aproximadamente medio a?o apareci¨® en el mercado, sin hacer mucho ruido, un juego de estrategia t¨¢ctica ambientado en la Segunda Guerra Mundial. A pesar de que parec¨ªa el en¨¦simo juego de este tipo, sin nada nuevo que ofrecer, en Afrika Korps vs. Desert Rats descubrimos un juego m¨¢s que digno y que ten¨ªa bastantes cualidades para diferenciarse de los dem¨¢s. Sus autores fueron Digital Reality, que ahora vuelven a la carga con D-Day.

Si el anterior juego nos emplazaba a luchar en el teatro africano, D-Day, como se puede deducir de su nombre, nos traslada a la Normand¨ªa de 1944. Siempre desde la perspectiva del ej¨¦rcito aliado, tomaremos parte en doce de las batallas m¨¢s decisivas de la reconquista de Francia.

Gui¨®n

La perspectiva hist¨®rica del juego es una de sus principales bazas, as¨ª todas las unidades reproducen fielmente las tropas de ambos ej¨¦rcitos. Las misiones nos son presentadas con im¨¢genes de noticieros reales de la Segunda Guerra Mundial y en el 'briefing' se nos explicar¨¢ la importancia de la misi¨®n para la estrategia de la invasi¨®n.

Junto a las razones del ataque concreto encontraremos una enciclopedia sobe la guerra que nos aportar¨¢ una interesante informaci¨®n sobre las ciudades, divisiones y armas que fueron decisivas en esas batallas, es decir sus protagonistas. De hecho el juego viene avalado por la 'Normandie M¨¦moire' el organismo oficial para la rememoraci¨®n de la Segunda Guerra Mundial.

Las tropas a nuestro mando incluyen todo tipo de infanter¨ªa, carros acorazados y veh¨ªculos de suministro, as¨ª como la posibilidad de solicitar reconocimientos a¨¦reos y por supuesto bombardeos.

Esto obliga a pensar en la estrategia de ejecuci¨®n de los ataques, pues conviene saber coordinarlos. Es muy importante emplear bien las tropas; hay algunas que pueden ser decisivas como los lanzallamas o los francotiradores, capaces de acabar con unidades completas de infanter¨ªa o incluso tanques.

En el desarrollo de las misiones iremos conociendo bien sus virtudes y defectos... a la fuerza. Las diferentes tropas ir¨¢n cobrando protagonismo en cada misi¨®n. As¨ª, mientras en una misi¨®n deberemos infiltrarnos con nuestros paracaidistas, reunir a las tropas dispersas y destrozar los b¨²nkeres alemanes a golpe de explosivo, en otras como la 'operaci¨®n Cobra' tendremos que apoyarnos principalmente en la fuerza de nuestros tanques Sherman para tomar la posici¨®n.

Las batallas urbanas tambi¨¦n estar¨¢n presentes. Es el caso de la de Caen, donde habr¨¢ que ganar cada palmo de la ciudad edificio a edificio. Atrincherar las tropas en edificios las mantiene protegidas y pueden atacar desde dentro pero hay que tener cuidado con los lanzallamas que son capaces de organizar una barbacoa en un instante.

Otro de los grandes placeres del juego consiste en la posibilidad de utilizar el material enemigo. Por fin esa maldita bater¨ªa de 88mm que ha diezmado nuestras tropas caer¨¢ en nuestras manos una vez acabemos con la dotaci¨®n que la controla y mandemos a nuestra infanter¨ªa. As¨ª podremos pagarles con la misma moneda. Con la ayuda de los veh¨ªculos de suministro podremos reparar los Panzer que fracasaron atac¨¢ndonos y emplearlos contra los nazis.

Bajo el fuego de mortero en la playa de Omaha, organizar las tropas puede parecer muy complicado pues las tropas no paran de llegar y morir. Detenerse un segundo en la playa significa la muerte, pero este juego tiene una caracter¨ªstica no muy com¨²n y, como si del Baldur's Gate se tratase, simplemente con presionar la barra espaciadora la batalla se congela, permiti¨¦ndonos observar la situaci¨®n y asignar las ¨®rdenes en consecuencia. Al presionarla de nuevo las tropas actuar¨¢n como les hayamos ordenado.

Gr¨¢ficos y sonido

El apartado gr¨¢fico est¨¢ a la altura de las circunstancias. El engine '3D Walker' proporciona batallas en 3D con unos modelos bastante fieles a los verdaderos. Tanto las tropas como los tanques son f¨¢cilmente reconocibles y de aspecto bastante realista.

Las explosiones y disparos est¨¢n perfectamente animados. Mediante la rueda del rat¨®n podremos acercarnos y alejarnos del campo de batalla para obtener una visi¨®n global. Tambi¨¦n nos permite rotar la visi¨®n y cambiar la perspectiva. La belleza del engine queda a la vista al acercarnos a las tropas y apreciar los detalles, pero por cuestiones de operatividad la verdad es que siempre estaremos alejados al m¨¢ximo y desde esta posici¨®n esto se pierde.

La niebla de guerra estar¨¢ presente en todas las batallas, por eso es muy recomendable utilizar exploradores para no encontrar sorpresas.

El sonido sigue a la zaga al apartado gr¨¢fico. Las tropas responden con los cl¨¢sicos 'yes sir' y 'afirmative' cuando son seleccionadas y cada tipo de tropa tiene su grito de guerra. Es decir lo habitual en los RTS.

La m¨²sica es un poco escasa y se reduce a los temas ¨¦pico-b¨¦licos de esos tan bonitos que suenan en las pel¨ªculas mientras ondean las barras y estrellas. La verdad es que pasa bastante desapercibida.

Jugabilidad

Adem¨¢s de seleccionar y mandar atacar, nuestras tropas tienen ciertas acciones especiales que habr¨¢ que utilizar a menudo para maximizar su eficacia. En el caso de la infanter¨ªa tendr¨¢n la posibilidad de echarse al suelo y reptar, as¨ª como atrincherarse. Los zapadores pueden colocar y desactivar minas y dinamitar edificios. Los tanques pueden mantener la posici¨®n y rodearse de sacos de arena para aumentar su blindaje frente a los enemigos.

La dotaci¨®n de los tanques tambi¨¦n es importante pues seg¨²n el tipo de tropa que introduzcamos aumentaremos la cadencia de fuego, visibilidad o las armas secundarias. Si introducimos un oficial, el tanque maximiza sus capacidades. Llegar a controlar todas estas acciones no es tan complicado como pueda parecer, por lo dem¨¢s el interfaz es el habitual en este tipo de juegos.

En teor¨ªa las misiones est¨¢n pensadas para poder ser completadas de diferentes maneras, pero no suele ser lo normal; una vez encontrada la t¨¢ctica tendremos que probarla un par de veces.

La dificultad del juego est¨¢ bastante ajustada. Cuenta con cuatro niveles, y jugando en el modo normal es conveniente salvar al menos al conseguir el objetivo, si no queremos que algo vaya mal y tengamos que comenzar la misi¨®n de nuevo.

La inteligencia artificial del juego funciona bastante bien, salvo algunos osados ataques frontales, la m¨¢quina ser¨¢ un justo adversario (nota: las bater¨ªas enemigas pueden llegar a hacerse una pesadilla). Conviene prestar atenci¨®n a los objetivos secundarios y los ocultos pues pueden tener repercusi¨®n en la misma batalla o en fases posteriores.

La ¨²nica pega que se le puede poner al desarrollo de las misiones es que puede ser un poco corto. Dada la magnitud de las batallas en las que luchamos se echa en falta un poco m¨¢s de acci¨®n, los objetivos suelen ser pocos y no como en otros juegos donde hay que luchar por cada palmo que ganas, aunque hay excepciones.

Por eso las doce misiones pueden llegar a quedarse un poco escasas. Para intentar solucionarlo se nos permite una vez ganada la batalla volver a jugarla en un modo llamado escenario. Esta vez, s¨ª que podremos configurar nuestro ej¨¦rcito para emplearlo y no nos vendr¨¢ impuesto.

Adem¨¢s, cuenta con multiplayer en red de hasta ocho jugadores y la opci¨®n de juego on-line a trav¨¦s de GameSpy.