Dance Dance Revolution : Disney's Rave (Nintendo 64)
Si te da verguenza salir de fiesta, bailar lo mejor del house, techno o dance delante de tropecientas personas, no te preocupes, Konami te trae un Dj de lujo a tu casa, aunque no es lo mismo que disfrutar de Fatboy Slim...
La idea de Konami cuando edit¨® har¨¢ cosa de 3 a?os Dance Dance Revolution era plasmar los mejores movimientos, pases y m¨²sica a la peque?a gris de Sony, si bien es cierto que conten¨ªa muchas similitudes con el inefable Parapa de Rapper, el sabor aut¨¦ntico del baile se hab¨ªa pincelado en un cuadro firmado por KCET.
Evidentemente, Nintendo 64 ha carecido de un producto de la misma ¨ªndole desde su fecha de salida. Hasta la falta de apoyo por parte de Konami que poco se ha arriesgado (excluyendo Hybrid Heaven), y del que tan solo hemos visto infinidad de celebridades como ISS, Castlevania o NBA Pro ha propiciado el desamparo absoluto de un juego similar.
Suerte, que pese a estar pasando los momentos m¨¢s peliagudos en cuanto a cantidad de cartuchos, y am¨¦n a la licencia que Konami atesora de Disney, la posibilidad de bailar como unos locos delante del televisor no est¨¢ demasiado lejos... a falta claro, de la confirmaci¨®n de distribuci¨®n al viejo continente.
La nueva entrega se difiere del resto por el enfoque m¨¢s alm¨ªbarado de todos, vislumbrado a la legua por la apariencia de personajes de la factor¨ªa de entretenimiento m¨¢s poderosa del mundo, Disney, y porque esta vez, se acab¨® lo de bailar con un "Frikie" de los a?os 70 al m¨¢s puro estilo "fiebre del sabado noche", nada de mujeres despampanantes con ropa que quita el hipo... Mickey, Minnie, y las respingonas ardillas Chip y Dale.
La idea del juego consiste en empalmar el m¨¢ximo n¨²mero de pasos sin errar ni una sola vez. De esta forma, la pantalla te va informando de los siguientes movimientos a efectuar, y el momento exacto a ejecutarlos. La gracia de ello es desarrollar tus dotes de artista sobre una tabla, la cual tiene indicada los diferentes pasos posibles, y a los que el jugador debe dirigirse con el fin de no perecer en el intento. Tambi¨¦n se puede hacer toda esta parafernalia sin la necesidad de usar la alfombrilla, solo que gran parte del atractivo queda empa?ado por la utilizaci¨®n del stick anal¨®gico. L¨®gicamente, bailar sin estar al ritmo de todo tipo de estilos m¨²sicales y limit¨¢ndose a canciones de las archiconocidas pel¨ªculas ser¨ªa un resultado m¨¢s bien insulso, por lo que Konami incluir¨¢ una lista casi interminable de partituras a las que deberemos adaptar nuestro cuerpo para terminar con ¨¦xito un tema que van desde la familar Macarena, pasando por otras m¨¢s animadas como Let's Groove, Disco Inferno o Surfin in the USA, y alguna que otra exclusiva casi impronunciable como Chim Chim Cher-ee, Macho Duck, Zip-A-Dee-Doo-Dah o Supercalifragilisticoespialidoso.
La gran K est¨¢ cuidando al m¨¢ximo el apartado sonoro para conseguir una recreaci¨®n total de tan grande elenco de melod¨ªas. La diversidad de estilos provoca una dificultad a?adida que la gran K est¨¢ solventando con suma facilidad gracias al uso casi total de los 256 Megas del cartucho desvi¨¢ndolo al aspecto auditivo. Os asegurames que cuando est¨¦is inmersos en una de las m¨²tliples danzadas, la ambientaci¨®n ser¨¢ tal, que incluso llegareis a inhibiros del mundo. Casi como estar en la discoteca.
Gr¨¢ficamente, DDR evoca cierta apariencia de Unjammer Lammy o su precuela, en especial por la caracterizaci¨®n de los personajes y fondos. De todas formas, la reproducci¨®n de los Dj's no es totalmente plana, como es el caso del cartucho del perro hiphopero, y tanto el nivel de detalle y en especial, movimientos, distancian la calidad de los dos productos. Reconocemos que no es lo mismo el ver las estilizada f¨ªgura de un aut¨¦ntico rey de las pistas haciendo todo tipo de malabares, pero la verdad es que Mickey tampoco lo hace del todo mal...
La tercera entrega de Dance Dance Revolution est¨¢ rebosante de novedades, m¨²sica, y con dotado de la jugabilidad m¨¢s endiablada de cuantas han pasado por nuestra consola. Los gritos al cielo de todos los usuarios de Nintendo reclamando un juego de la saga no han ca¨ªdo en saco roto. Puede que no sea lo que esper¨¢bamos, y que muchos mal piensen al ver que no se han atrevido a editar el cartucho hasta tener la licencia de Disney. Nada de eso importa. Emepezamos a calentarnos para dejarnos la piel en la pista, o la yema en el mando. Igualmente, ser¨ªa mejor no hacerse demasiadas ilusiones, DDR aun no ha visto la luz en Estados Unidos, elemento imoportante para la exportaci¨®n del producto al viejo continente, al que no dudamos que llegue como muy tarde, durante el segundo trimestre del a?o pr¨®ximo.
Dance Dance Revolution : Disney's Rave
- Puzle
