Cuphead: The Delicious Last Course, an¨¢lisis. La guinda del pastel

Cuatro a?os esperando para siete jefes. As¨ª, sin eufemismos ni paliativos. The Delicious Last Course, la nueva expansi¨®n de Cuphead, es m¨¢s de lo mismo y se puede completar en cuatro o cinco horas. Apenas dura un par de tardes. ?Merece entonces la pena? S¨ª, s¨ª y s¨ª. Rotundamente s¨ª. De hecho es un atraco al precio al que sale (7,99 euros). Pero nos referimos a un atraco a Studio MHDR, cuyos desarrolladores han vuelto a reivindicar el valor de lo artesanal, demostrando por el camino que las mejores fragancias se venden en frascos peque?os y recordando que cantidad no es lo mismo que calidad.

Pues toma dos tazas (bueno, ahora tres)

El Cuphead original de 2017 gener¨® tres tipos de reacciones. Lo amabas incondicionalmente, lo odiabas (red flag) o lo amabas, pero no pod¨ªas con su ¡°excesiva¡± dificultad. The Delicious Last Course no ofrece nada que haga cambiar de opini¨®n a los que renegasen de aquel, pero s¨ª tiene algunos incentivos extra para sus fans.

Si eras de los mu?oncitos, la expansi¨®n hace el juego m¨¢s accesible que nunca. Jam¨¢s llega a ser un paseo por el campo, ni mucho menos, pero el nuevo personaje jugable y los nuevos objetos te dan un empuj¨®n importante. Tambi¨¦n aumentan la vida ¨²til del original, pues dichas ventajas se pueden usar en las tres islas iniciales de Inkwell e incitan a hacerlo para bajar nuestros tiempos, superar la puntuaci¨®n previa y completar los logros y desaf¨ªos que escondi¨¦ramos bajo la alfombra.

Si por su parte ¨¦ramos de los ac¨¦rrimos, de los incondicionales, os alegrar¨¢ saber que este DLC no pierde el tiempo con tonter¨ªas y potencia lo que debe potenciar. Es decir que se acabaron las fases run and gun. En vez de insistir con ellas y darse cabezazos contra esa pared que a menudo supone el orgullo, The Delicious Last Course se centra en su faceta boss rush y la exprime al m¨¢ximo.

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El valor del producto artesanal

Tampoco vamos a decir que tenga los mejores jefes finales del juego (para gustos los colores), pero desde luego tiene candidatos a ello. Lo que s¨ª tienen todos es una puesta en escena sin precedentes. Poseen un mayor n¨²mero de animaciones que los iniciales y una diferenciaci¨®n todav¨ªa m¨¢s marcada entre los ataques y movimientos de una dificultad y los de otra. Animaciones siempre dibujadas a mano, claro, y con unas referencias y un nivel de detalle enfermizo. Walt Disney estar¨ªa orgulloso. O quiz¨¢s acojonado, no vaya a ser que Studio MHDR le barra del negocio.

Las mejoras no son s¨®lo visuales, sino tambi¨¦n sonoras. Cuphead se merec¨ªa todos los halagos que recibi¨®, pero es cierto que muchos acostumbraban a centrarse en sus homenajes visuales a la animaci¨®n de los a?os treinta y se olvidaban de un apartado igual de meritorio. The Delicious Last Course sube la apuesta y para que is hag¨¢is una idea, su BSO pasa de necesitar 65 m¨²sicos a contar con el talento de m¨¢s de 110. Si canciones como Floral Flury contaron en su d¨ªa con un detr¨¢s de las c¨¢maras que ni Whiplas, qu¨¦ no dar¨¢ de s¨ª la presente playlist, de corazoncito obligado en Spotify.

Los nuevos modos > los nuevos personajes

En lo jugable, nos resulta curioso, pero la que se ven¨ªa vendiendo como la mayor novedad de la expansi¨®n es precisamente la que menos nos ha convencido. Y a su vez, los modos que han llegado de puntillas y sin demasiada fanfarria son los extras que m¨¢s nos han gustado. Con la mayor novedad nos referimos a la se?orita C¨¢liz, el nuevo personaje jugable.

C¨¢liz tiene su propio set de movimientos y cuenta con varias particularidades. Posee cuatro puntos de salud en lugar de los tres est¨¢ndar, puede hacer doble salto y su parry consiste en rodar hacia un lado, momento en que?se vuelve invencible. El ¨²nico h¨¢ndicap es que C¨¢liz no puede equipar objetos, pero en l¨ªneas generales es un personaje que facilita bastante las cosas y se siente diferente, para lo bueno y para lo malo.

Ocurre parecido con los nuevos objetos, con capacidad de allanar sensiblemente el camino a los m¨¢s experimentados. Existe uno que permite conseguir un punto de vida con el primer, tercer y sexto parry, pudiendo acabar con una barra de HP duplicada si somos habilidosos, y otro que nos ayudar¨¢ a cargar los supermovimientos con m¨¢s regularidad. Por no hablar de armas in¨¦ditas como una especie de torreta autom¨¢tica. The Delicious Last Course tiende la mano como nunca lleg¨® a hacerlo Cuphead.

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No nos malinterpret¨¦is. Es genial que haya m¨¢s opciones de accesibilidad, pero tambi¨¦n nos hubiera gustado alg¨²n desaf¨ªo especial para los m¨¢s puretas, para los que se enamoraron de la dificultad del original y echaron horas y horas al mismo. Aqu¨ª no basta con "pues no uses nada de lo nuevo". Al margen de volver a Cuphead y Mugman, no hubiera estado mal un ¨²ltimo reto imposible como colof¨®n.

Lo que s¨ª queremos rescatar y agradecer es el maravilloso modo Enroque del Rey. En ¨¦l no podemos disparar, sino que superamos los niveles ¨²nica y exclusivamente a base de parrys. Es una especie de puzle de ritmo y habilidad que funciona mil veces mejor que los run and gun originales y que demuestra que hay cabida en la f¨®rmula para las novedades y la evoluci¨®n.? Son cinco niveles (a¨²n con un modo de una sola vida) que nos han sorprendido y deleitado, de lo mejor del DLC.