Los ej谷rcitos m芍s poderosos de la Historia desfilar芍n por nuestros PCs envueltos en 谷picas melod赤as que har芍n que m芍s de uno se levante a su paso por la pantalla. Una vez m芍s, el joven equipo ucraniano de GSC no ha defraudado con las expectativas, desarrollando una expansi車n que mantendr芍 a miles de jugadores trazando estrategias en el trabajo, universidad, tiempo libre e incluso en los momentos m芍s 赤ntimos. La fiebre del conquistador volver芍 a los hogares: 'Cari?o, ?te importa no abrir la puerta de casa con el casco puesto?'.
Tanto para desarrolladores como para jugadores, una expansi車n es un arma de doble filo. Por un lado, la expansi車n puede reactivar un juego que m芍s de uno habr芍 dejado en el caj車n una vez superado. Pero por otro, si no est芍 a la altura, puede desvirtuar un buen juego original. En este caso se han sabido equilibrar las novedades con la interfaz y el sistema de juego habitual.
Cabe destacar en primer lugar que CII: Battle for Europe podr芍 jugarse de manera independiente al juego principal, una excelente ventaja para aquellos jugadores que, sin tener el original, deseen disfrutar de este tumultuoso per赤odo del siglo XIX.
En esta expansi車n, adem芍s de poder tomar parte como una de las seis naciones del primer CII (Francia, Polonia, Rusia, Egipto, Alemania e Inglaterra), se a?aden tres nuevos pa赤ses, incluyendo Espa?a, la Confederaci車n del Rhin y el
Gran Ducado de Varsovia.
El sistema de juego no var赤a del original, manteniendo el mismo sistema por turnos, con cuatro nuevas campa?as, seis misiones de escaramuza, diez nuevos campos de batalla y tres batallas hist車ricas, como son Leipzig, Borodino y la famosa Waterloo. Los gr芍ficos repiten, con el mapa global en 2D para trazar estrategias, desplazar tropas y emplear la diplomacia.
En cuanto a las batallas, los gr芍ficos no difieren tampoco del original. El motor gr芍fico es el mismo, y se echa de menos alg迆n tipo de novedad en este aspecto. A迆n as赤, es una gozada ver a los numerosos ej谷rcitos, con cientos de soldados, avanzar marcialmente por el campo de batalla hacia el choque con el contrario. Podremos ver nuevos v赤deos y melod赤as 谷picas que contin迆an las de la l赤nea anterior. Si no escuchamos con atenci車n ni nos daremos cuenta de las novedades. Los efectos de sonido no son abundantes pero cumplen con su misi車n en los momentos concretos.
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El modo Batalla por Europa nos pone en la piel de cualquiera de las nueve naciones, con el objetivo de conquistar el continente. Podremos, pues, cambiar la historia para, por ejemplo, derrotar al propio Napole車n y crear un nuevo Imperio en Europa bajo el mando de Fernando VII. En este modo tendremos acceso a todos los recursos de nuestra naci車n desde el mapa general en el escenario europeo.
En esta fase deberemos planificar nuestra pol赤tica, econom赤a y estrategias militares. En este punto, destacar que el factor diplomacia ser芍 fundamental para alcanzar el 谷xito. Por ejemplo, si preparamos la invasi車n de un pa赤s vecino, previamente deber赤amos trazar unas buenas relaciones con el resto de convecinos. Si no conseguimos una alianza militar, por lo menos podremos prevenir un contraataque por donde no lo esperamos.
A la hora de entrar en acci車n, los combates se presentar芍n de un modo m芍s realista que en otros modo de juego. S車lo podremos contar con las tropas que previamente hemos enviado al campo de batalla. Todas estas acciones se llevan a cabo con una interfaz relativamente sencilla comparada con las de juegos como Hearts of Iron. Controlaremos todos nuestros recursos, que podr芍n ampliarse anexionando nuevas zonas. Un consejo b芍sico para jugadores veteranos es reforzar siempre las tropas en estas zonas ricas, que ser芍n lo primeros objetivos del enemigo. Sin recursos no podremos prosperar econ車micamente, y eso se traducir芍 en problemas militares y en debilidad pol赤tica.
Si queremos lograr el triunfo total, tendremos que pausar el juego en la mayor赤a de ocasiones para analizar las nuevas situaciones y actuar en consecuencia. Battle for Europe no es un juego para quienes busquen s車lo acci車n t芍ctica, ni tampoco para quienes busquen un juego profundo y poco accesible por su densidad de t谷rminos y modos. No es un Ages of Empires ni un Hearts of Iron. Se trata, con permiso de los m芍s puristas y seguidores de ambas sagas, de una combinaci車n perfecta de ambos.
La IA enemiga, aliada y propia estar芍 mejorada, con el aliciente de que no podremos variar el nivel de dificultad a mitad de ninguna partida. Esta vez, por ejemplo, en las escaramuzas los ej谷rcitos rivales atacar芍n mientras recargamos nuestros rifles, trazando nuevas estrategias y buscando nuestros puntos d谷biles; y nuestros soldados sufrir芍n los efectos de una moral baja o de la fatiga.
Del mismo modo, las alianzas y diplomacia se han mejorado de manera que tendremos que prestar especial atenci車n a todos y cada uno de nuestros aliados, que no dudar芍n en traicionarnos si con ello sacan alg迆n provecho. En todo momento deberemos revisar todas y cada una de las regiones de nuestro Imperio o estaremos abocados al fracaso y a la pu?alada por la espalda. No obstante, por lo que hemos podido comprobar en las primeras partidas, es interesante para el jugador comenzar a jugar con un nivel de dificultad no inferior al medio, dado que de otro modo el juego se hace relativamente f芍cil.
Como siempre, batirse con otros estrategas humanos es el mayor aliciente. No hemos tenido a迆n acceso al modo multijugador, pero GSC promete nuevas posibilidades que mejorar芍n este modo, muy flojo en la anterior edici車n.
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Aunque podremos valorarlo en su totalidad una vez llegue a nuestras manos en los pr車ximos meses, de momento podemos esperar una continuaci車n digna que no defraudar芍 a los seguidores de la saga y a aquellos jugadores que busquen equilibrio entre t芍ctica y estrategia. Se echan de menos novedades de juego o nuevas opciones, pero el modo Batalla por Europa y los nuevos pa赤ses son excusa suficiente para valorar positivamente este recomendable juego para los amantes de la estrategia paciente.