Combatiremos en las playas y en las calles. Nunca nos daremos por vencidos.

Debo reconocer que a la hora de jugar las secuelas de mis juegos favoritos siempre me embarga un sentimiento de preocupaci¨®n y miedo que propicia en m¨ª un estado de defensa o rechazo a lo que est¨¢ por venir. Suelo ver los cambios como algo molesto y no siempre acertados, sobre todo aquellos que implican que yo deba variar mi forma de jugar o ver el juego al que me enfrento. Y, porque no decirlo, Commandos 3 provoca todo esto que he dicho, y m¨¢s cuando se trata de la continuaci¨®n de uno de los juegos que mas me han tenido enganchado al ordenador (incluidos tiempos muertos en la oficina).

Por estas razones, cuando me toc¨® analizar la ¨²ltima entrega del ¨¦xito de Pyro Studios, tuve que pens¨¢rmelo un par de veces, primero por tener que ser el juez del trabajo de otras personas (algo a lo que el resto de los mortales no debemos enfrentarnos, pues nuestro trabajo no debe pasar bajo el microscopio, y de todos es sabido que de lejos casi cualquier cosa queda bien, pero en distancias tan cortas,  la realidad es implacable y pocos pueden dar la talla) y segundo, por no transmitir ese pesimismo interior que tengo de forma natural con las continuaciones.

En fin, habi¨¦ndome librado de mis prejuicios creo que estoy en posici¨®n de comentaros de forma concisa todo lo que he encontrado en esta tercera y ¨²ltima parte de la saga Commandos.

El que haya le¨ªdo el avance que escrib¨ª hace poco ya tiene una idea bastante buena de lo que le espera, pero para los distra¨ªdos os contar¨¦ de nuevo todo aquello y todo lo nuevo que no pude ver entonces. En principio, a primera vista, el juego no ha cambiado en exceso, tampoco era necesario, los cambios m¨¢s significativos vienen en el apartado gr¨¢fico y en el de juego en red, y algunos cambios mayores en la forma de juego que luego pasar¨¦ a comentar.

Un poco de historia

Explicar en estos momentos lo que supuso la segunda guerra mundial, sus or¨ªgenes y consecuencias se me antoja, a parte de imposible para mis pobres conocimientos, exagerado. Sin embargo, el juego en s¨ª, dentro de ese universo seudo-realista  en el que se mueve, nos relata las andanzas de un grupo de soldados embarcados en una serie de batallas y escaramuzas que los llevaran a recorrer todos los frentes y batallas m¨¢s conocidas de la segunda guerra mundial. Algo as¨ª como "Las aventuras del joven Indiana Jones", donde el joven arque¨®logo est¨¢ metido en todos los fregados importantes de la historia moderna. A nivel hist¨®rico es risible, pero es una mera excusa para poder vivir, en cierto modo, aquellos terribles momentos desde la seguridad y tranquilidad de nuestros hogares, no aprenderemos mucha historia, pero puede ser una base para que nos interesemos por los hechos de verdad y estudiemos lo que realmente pas¨®.

Desde siempre, la saga Commandos, ha destacado por la calidad gr¨¢fica y por una jugabilidad a prueba de bombas, si bien siempre ha habido quejas sobre su excesiva dificultad. Bueno, pues todo est¨¢ de vuelta y con mayor fuerza, s¨®lo que han pretendido hacer la dificultad m¨¢s equilibrada. Gr¨¢ficamente el juego sigue siendo una burrada, el detalle es excepcional, hasta el m¨¢s peque?o de los objetos est¨¢ cuidadosamente elaborado y representado, nada se deja a la imaginaci¨®n. Desde el primer momento los gr¨¢ficos nos sorprender¨¢n, empezando por los propios tutoriales hasta llegar a la primera misi¨®n, todo es detalle y calidad.

Comenzaremos nuestras andanzas en el frente ruso, en Stalingrado, donde deberemos emular a la gran pel¨ªcula "Enemigo a las puertas" y eliminar a un francotirador alem¨¢n que est¨¢ diezmando a las tropas rusas. Pues bien, no s¨®lo la propia arquitectura est¨¢ perfectamente recreada, con la famosa fuente que todos recordar¨¢n de la pel¨ªcula o la realidad, la iglesia cercana o las casas aleda?as, si no que deberemos lidiar con elementos climatol¨®gicos perfectamente representados. Una neblina brutal y la nieve nos impedir¨¢n ver m¨¢s all¨¢ de unos metros de distancia, el viento arrastrar¨¢ papeles e incluso nuestro propio aliento tendr¨¢ un fiel reflejo en la pantalla.

Y si eso os parece poco echad un vistazo a las explosiones, terminad la primera misi¨®n, la del francotirador y contemplad el bombardeo de Stalingrado a ver que os parece. Ya no es que todo est¨¦ generado por el propio motor del juego, lo cual es una novedad, si no que la calidad de las explosiones, el humo o los efectos climatol¨®gicos es realmente buena, quiz¨¢s las trayectorias de los aviones son algo mejorables, pero el resto no tiene pega alguna.

Pero da igual lo que yo os diga, ten¨¦is que verlo y jugarlo por vosotros mismos para ver lo que quiero decir. Commandos 2 lo hizo bastante bien en estos aspectos, pero la tercera parte retoma el concepto y lo eleva al nivel de arte para transmitir una sensaci¨®n de agobio bastante importante. Vamos, que si antes te gustaba Commandos, ahora te fascinar¨¢, simplemente porque es el mismo juego de siempre con mejoras que lo hacen mucho mejor.

A diferencia de las anteriores partes, ahora la acci¨®n es m¨¢s continua, no en t¨¦rminos de disparos, si no en t¨¦rminos de historia. Ahora el hilo argumental acompa?a a todo el juego, ya no son misiones separadas e independientes una de otra, ahora el final de una misi¨®n se funde casi de forma imperceptible con el comienzo de la siguiente, dando al jugador una sensaci¨®n de no haber acabado si no de encontrarse en una subfase o un par¨®n narrativo para introducir nuevos personajes o situaciones. Similar a lo que ocurr¨ªa en la segunda parte cuando se llamaba por radio y llegaba el boina verde, s¨®lo que ahora puede significar que hemos terminado la misi¨®n y pasamos a la siguiente.

Una cosa curiosa, tanto a nivel de sonido como de gr¨¢ficos, el juego es bastante m¨¢s expl¨ªcito. Ahora, cuando pongamos fin al sufrimiento de la soldadesca teut¨®nica podremos ver peque?os charcos de sangre, lo cual a?ade cierto realismo, nada del otro mundo, evidentemente. Y en lo referente al sonido, los di¨¢logos son mucho m¨¢s floridos y nos ofrecer¨¢n bonitos tacos e interjecciones dignas de los m¨¢s rudos guerreros, as¨ª que padres, ya sab¨¦is...

Siguiendo con temas sonoros os debo comentar que las voces han cambiado, en todos los sentidos. El primer cambio es t¨¦cnico, ya no vas a marear a compa?eros y vecinos con los conocidos "Eso est¨¢ hecho, se?or", parece que se han dado cuenta que el nivel de asesinatos entre conocidos de jugadores de Commandos hab¨ªa subido bastante y ahora el tema de las respuestas es m¨¢s sutil y mucho menos molesto. El segundo cambio, el m¨¢s significativo, es el de la voces en si mismas. Para esta tercera entrega han tirado la casa por la ventana y han pagado a actores de doblaje conocidos y que le dan un toque genial a todo.

Tenemos al boina verde con la voz del gobernador chuache, la que usaba en Depredador, el francotirador tiene la de Val Kilmer en El santo, el esp¨ªa tiene la voz de Kevin Spacey en Seven, el artificiero tiene la voz de Renton en Trainspotting, el marine tiene la voz de Niles Crane en Frasier y el ladr¨®n, que no he sabido reconocer la voz, pero me suena mucho. El resto de actores que aparecen son conocidos y estoy convencido de que casi todos reconocer¨¦is las voces de pel¨ªculas, anuncios o documentales.

Todo esto no es que sea especialmente importante, pero denota que el mimo que se ha puesto en la puesta en escena es, cuando menos, rese?able y de paso me sirve para acallar las cr¨ªticas de aquellos que dicen que la versiones internacionales son m¨¢s importantes para Pyro que la espa?ola.

Cambiando los esquemas

Si hay algo ¨²nico y excepcional en Commandos es la forma de jugarse. Desde los comienzos se persegu¨ªa la sencillez y la rapidez de acci¨®n para poder tomar decisiones y que el juego actuase en consecuencia, por ello siempre se opt¨® por una interfaz sencilla, pr¨¢ctica y sin complicaciones. Aqu¨ª nunca hubo trescientos men¨²s, decenas de acciones o m¨²ltiples combinaciones de objetos. Primaba la diversi¨®n y la facilidad para acceder a todas las opciones y creo fue uno de los grandes aciertos. No era necesario un master o leerse un manual de muchas p¨¢ginas, cualquier persona, con un poco de habilidad pod¨ªa hacerse con el control del juego en pocos minutos.

Es un cambio en este tipo de cosas las que m¨¢s miedo me dan, de hecho, debo reconocer que los cambios introducidos en esta tercera entrega no son santo de mi devoci¨®n. He sido capaz de adaptarme, pero echo mucho de menos la rapidez de acci¨®n con la que contaba antes. Por alguna raz¨®n, se ha optado cambiar el sistema de atajos o accesos r¨¢pidos que disfrut¨¢bamos en la segunda parte. Ya no podremos acceder de forma directa al cuchillo, al rifle o al tabaco, ahora dependeremos de unas teclas c¨ªclicas que nos recorrer¨¢n cada uno de los objetos del inventario. As¨ª, tendremos una tecla para las armas, y al presionarla accederemos de forma secuencial a todo nuestro arsenal, ?qu¨¦ tiene de malo esto? Bueno, para algunos, ser¨¢ un acierto y posiblemente m¨¢s c¨®modo, pero para los que est¨¦n acostumbrados a jugar con los atajos y a tomar decisiones sobre la marcha, pasar al cuchillo y r¨¢pidamente al rifle pues tienen un peque?o handicap que resolver. Yo me he visto en m¨¢s de un problema por el dichoso ciclo, quiero actuar con velocidad y me paso en el ciclo, no me doy cuenta y en vez de darle un pu?etazo le calzo cuatro tiros y adi¨®s al sigilo.

B¨¢sicamente, ahora dependeremos much¨ªsimo m¨¢s de nuestro rat¨®n o nuestra atenci¨®n para usar el objeto correcto. Lo bueno de todo este cambio es que los r¨¢pidos como yo tendremos que ir con m¨¢s cuidado y ser m¨¢s pacientes. Aun as¨ª y puestos a pedir, estar¨ªa genial un parche que permitiera poder optar por atajos o ciclos, no creo que suponga una tarea tit¨¢nica introducir dicho cambio y abrir¨ªa posibilidades para gente como yo, y que co?o, que por pedir que no quede.

Dentro de los dichosos cambios que en cierto modo son necesarios para la justificaci¨®n de una nueva entrega, sea cual sea el juego, nos encontramos con una reestructuraci¨®n total de nuestro equipo, antes eran ciento y la madre, un buen pu?ado de hombres, animales y una mujer con los que deb¨ªamos lidiar para poder alcanzar nuestros objetivos. Pues bien, ahora la cosa es distinta, nos han hecho un pedazo de lifting al equipo y nos hemos quedado con los elementos esenciales, esto es: El boina verde, Commandos no ser¨ªa Commandos sin ¨¦l, el esp¨ªa, el artificiero, el marine, el francotirador y el ladr¨®n. El resto de los integrantes han pasado a mejor vida, una pena, pero en la mayor¨ªa de los casos eran innecesarios y redundantes. Otros personajes, como el marine, han quedado casi de manera testimonial pues, si las cuentas no me fallan, s¨®lo dispone de una misi¨®n, de las quince posibles, para lucirse. Eso s¨ª, una de las m¨¢s antol¨®gicas y memorables del juego.

?Y en cuanto a la longevidad? Bueno, estamos ante un juego que puede dar hasta 30 horas de juego, aunque yo creo que se tardar¨¢ m¨¢s en terminar, si bien algunas misiones son bastante sencillas, las dos primeras de Stalingrado, el resto presentan una dificultad alta o muy alta, no hay margen para los errores, las nuevas unidades enemigas, los paracaidistas, son unos cabroncetes duros de pelar, no se les distrae con nada, detectan al esp¨ªa sin importar la graduaci¨®n del uniforme que lleve y sus movimientos en grupos de cuatro unidades no dejan muchos ¨¢ngulos libres para andar con mariconadas. As¨ª que creedme, se necesitar¨¢ paciencia y muchos intentos hasta lograr el objetivo. Si a esto le a?ades que hay misiones con tiempo ajustado, contrarreloj, otras en la que el objetivo final s¨®lo puede cumplirse en un momento dado y, finalmente, misiones en la que cualquier fallo supone la muerte, pues, ten¨¦is, sin duda alguna, un buen pu?ado de horas de pura diversi¨®n, t¨¢ctica y desgaste cerebral.

A todo esto hay que a?adir las nuevas opciones de juego en red, a?aden, sin duda alguna, m¨¢s tiempo de juego y ahora ya no ser¨¢ necesario que te dediques a berrear de lado a lado del ciber para indicar a tus compa?eros lo que vas a hacer. Los nuevos modos de juego te permitir¨¢n jugar por equipos o individualmente contra otros doce u ocho compa?eros, dependiendo del modo elegido, contra alemanes, capturando la bandera o incluso ayudado por soldados aliados que podr¨¢s ir adquiriendo a lo largo de la partida. Lo ¨²nico malo que encuentro es que el modo cooperativo antiguo, el de coger una misi¨®n normal y jugarla entre todos ha desaparecido. Ciertamente algunos pensar¨¢n que era un poco aburrido, sobre todo si te tocaba un personaje sin mucha acci¨®n (ese pedazo de conductor), pero si te apa?abas bien con los amiguetes, era muy entretenido, en mi caso hizo furor en la oficina a la hora de comer.

Estrategia y trucos

No pretendo hacer una gu¨ªa del juego, al menos no en estos momentos, pero s¨ª que puedo darte una serie de consejos y apuntes para que la vida te sea m¨¢s c¨®moda.

Lo que est¨¢ bien

Lo que no est¨¢ tan bien

De siempre Commandos ha sido un juego poco exigente, se ha ido actualizando, evidentemente, pues la cantidad de gr¨¢ficos 2D que mov¨ªa era un peque?o handicap para algunos sistemas. Pues con la tercera entrega es algo similar, s¨®lo que ahora la subida de requerimientos es bastante m¨¢s pronunciada. Si antes con un PC de gama media de la ¨¦poca pod¨ªas jugar a todo tren, ahora vas a necesitar un equipo potente para no tener problemas de ralentizaciones, si bien el juego se comporta de forma correcta con configuraciones b¨¢sicas, algunas misiones necesitan un poder extra de proceso para que el tema vaya fino.

Las recomendaciones que me han llegado son las siguientes:

M¨ªnimos

Bueno, eso es lo m¨ªnimo, pero estoy casi convencido de que con ese sistema el juego se va a arrastrar de tal forma que querr¨¢s ahorrarle el sufrimiento a tu ordenador y pegarle cuatro tiros.

Recomendado

Las pruebas se han realizado con

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No se han detectado problemas de estabilidad y s¨®lo algunas ralentizaciones en puntos muy determinados.

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