Terror espa?ol

Clive Barker es, posiblemente, el mayor genio del terror. Muchos podr¨ªan rebatir este aspecto en detrimento del m¨¢s famoso Stephen King, pero este ¨²ltimo ha confesado que 'he visto el futuro del horror y su nombre es Clive Barker'. Es un genio creador de grandes mitolog¨ªas, que cree en la coexistencia de mundos sobrenaturales paralelamente a nuestro planeta.

Sin entrar a analizar en profundidad su extensa obra, cabe destacar que es un maestro multifaceta, puesto que trabaja con la literatura (Libros de Sangre), el cine (Hellraiser), el c¨®mic (Hijos de la noche), la televisi¨®n (Saint Sinner), es ilustrador de algunos de sus propios libros y tambi¨¦n, lo que nos interesa, es creativo de videojuegos. Su primer trabajo fue en Undying, un buen t¨ªtulo de ¨¦xito moderado, y ahora repite con Jericho.

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Si acaso lo m¨¢s interesante del tema es que los encargados de desarrollar este ¨²ltimo juego tienen su sede en Madrid. As¨ª es, pese a lo que pueda llegar a parecer por la presencia del autor ingl¨¦s, es un t¨ªtulo que ha sido creado en nuestro pa¨ªs, algo que no parece haber afectado al resultado final, que se antojo muy bueno. No en vano ya tuvieron su primera experiencia con un artista internacional con su otro gran t¨ªtulo, Scrapland de American McGee.

Tal vez no se prodiguen en exceso los t¨ªtulos en el mercado con un estudio espa?ol por detr¨¢s, clara muestra de que no somos una potencia en este mundillo, pero desde luego no cabe duda de que si todos fuesen tan atractivos como este Jericho la cosa cambiar¨ªa mucho. Porque desde luego, una cosa es que Clive Barker cree un universo impresionante, pero la maestr¨ªa a la hora de representarlo digitalmente corresponde a MercurySteam.

Puede que no sea un juego perfecto, dado que adolece de ciertos problemas y detalles que ya iremos viendo m¨¢s adelante, pero s¨ª que es un t¨ªtulo muy interesante, capaz de sumergirnos en ese mundo sobrenatural como pocos son capaces de hacerlo. Una ambientaci¨®n sublime, dise?os de personaje exquisitos y un argumento emocionante abanderan Jericho, la ¨²ltima gran aventura espa?ola.

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El capit¨¢n Devin Ross lleva un tiempo so?ando con un ni?o que le gu¨ªa hacia all¨ª, algo que curiosamente concuerda con su nueva misi¨®n. Sin embargo, una vez en el lugar, descubren que la zona no est¨¢ en absoluto tranquila y que el problema es que se acerca el renacer del Primog¨¦nito, el hijo desterrado de Dios y encarnaci¨®n del mal absoluto.

Cada vez que es desterrado, se lleva una porci¨®n mayor de la Tierra consigo, ampliando sus dominios, y ha transformado la ciudad de Al Khali en todas las dimensiones del tiempo y el espacio, con un fin oscuro que permita su resurrecci¨®n. El comando Jericho, con el deber sagrado de detener al Primog¨¦nito, ha cumplido su labor a lo largo de los siglos, hasta llegar a nuestros d¨ªas y a nuestros hombres.

El viaje nos obligar¨¢ a ir remont¨¢ndonos en el tiempo hasta llegar al punto de origen, el momento en el que el Primog¨¦nito vino a la vida. Empezamos encarnando al capit¨¢n Devin Ross, pero tras su muerte f¨ªsica al principio del juego, tendr¨¢ la posibilidad de habitar ps¨ªquicamente en el cuerpo del resto de los componentes del equipo y hacer uso de sus habilidades.

A pesar de que esto pueda parecer haber contado m¨¢s de lo que se deber¨ªa, nada m¨¢s lejos de la realidad. Estas son las premisas b¨¢sicas del juego, que se dan a conocer ya en los primeros compases de este Jericho e incluso aparecen en el manual de instrucciones. La historia es mucho m¨¢s compleja, ofreciendo muchas sorpresas y situaciones capaces de dejar al jugador consternado a lo largo de las horas de juego.

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Adem¨¢s, se profundiza bastante en la psique de los personajes. Al principio no ser¨¢n m¨¢s que unos desconocidos para nosotros, pero al ir habitando sus cuerpos y conocer sus secretos, al ver desde fuera c¨®mo reaccionan a distintas situaciones y, por supuesto, gracias a los numerosos y extensos di¨¢logos que tienen entre ellos, llegaremos a conocer todos los recovecos de su mente. La mano de Clive Barker es m¨¢s que evidente en este aspecto, completando un hilo argumental de lujo.

Frank Delgado est¨¢ armado con una ametralladora y una pistola, pero su gran baza es la de haber hecho un pacto con el Ababinili, un esp¨ªritu ¨ªgneo parasitario con el que puede atacar a los enemigos as¨ª como crear un escudo de fuego a su alrededor. Simona Cole, con su rifle de asalto y sus granadas, es una hacker de la realidad, capaz de ralentizar el tiempo a su alrededor y de aumentar la potencia de fuego del equipo durante un rato.

Xavier Jones cuenta con la videncia y un rifle de asalto. Es capaz de proyectarse astralmente y de encarnarse en enemigos o activar mecanismos. Abigail Black es una francotiradora telequin¨¦tica, capaz de usar la bala fantasma (a la que se puede guiar hasta su destino) y de usar su fuerza mental para mover objetos pesados y aturdir a los enemigos.

Wilhelmina Church es una sanguim¨¢ntica que con sus conjuros puede inmovilizar a los enemigos cercanos temporalmente y crear un c¨ªrculo de llamas. Al usar su propia sangre, habr¨¢ que tener cuidado con su p¨¦rdida de vida, aunque cuenta con una nodachi y una ametralladora para defenderse. Por ¨²ltimo, el padre Paul Rawlings, exorcista con las pistolas Fe y Destino. Adem¨¢s de poder resucitar a los compa?eros ca¨ªdos, puede maldecir a los enemigos.

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El juego est¨¢ tan bien planteado como para que sea necesario poder llegar a dominar a todos ellos y saber emplearlos en los momentos adecuados. El sistema de cambio de cuerpo, no obstante, resulta algo ca¨®tico en ocasiones, dado que si, por ejemplo, estamos en mitad de un combate, no sabemos d¨®nde aparecemos y podemos llegar a morir antes de situarnos.

Se debe en parte al hecho de que al caer herido el personaje en el que estamos en ese momento, el juego nos lleva directamente a otro sin que podamos decidir ni tomarnos un momento de respiro para estudiar la situaci¨®n (si somos r¨¢pidos, podemos elegir el cambio a nuestro gusto antes de que esto ocurra, pero es un lapso muy corto). En situaciones relajadas, el cambio es muy fluido e intuitivo, sin embargo.

La din¨¢mica, no obstante, peca hasta cierto punto de repetici¨®n. B¨¢sicamente se trata de avanzar por los escenarios de forma completamente lineal, hasta llegar a un punto en el que hordas de enemigos nos atacan sin compasi¨®n y deberemos eliminarlos a todos para poder seguir avanzando; de vez en cuando, nos enfrentaremos a la resoluci¨®n de algunos puzzles sencillos haciendo uso de los poderes especiales de los personajes.

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En este aspecto s¨ª que hubiese estado bien el poder contar con algo m¨¢s de variedad en forma de elementos por recoger ocultos por el escenario o caminos alternativos, ya que el avanzar sin m¨¢s llega a antojarse algo escaso en ciertas ocasiones, sobre todo en los momentos m¨¢s complejos en los que no damos salido de una zona concreta, que es cuando Jericho puede llegar a cansar ante la repetici¨®n constante de una situaci¨®n hasta que se da superado.

No obstante, esto se compensa un poco, aparte de con la excelsa narrativa, con el ritmo fren¨¦tico del juego, algo ca¨®tico por momentos, y con la gran variedad de situaciones a las que nos deberemos enfrentar. Cierto es que deberemos eliminar a m¨¢s y m¨¢s criaturas diab¨®licas, pero la gama de las mismas y los modos en los que aparecer¨¢n nos obligar¨¢n a desarrollar estrategias diferentes para cada ocasi¨®n.

Los enfrentamientos llegan a resultar ¨¦picos en muchas ocasiones, sobre todo cuando debemos acabar con un monstruo al que no sabemos c¨®mo derrotar y nos dedicamos a probar todo lo que se nos pasa por la cabeza hasta que por fin encontramos su debilidad y podemos acabar con ¨¦l. La sensaci¨®n de satisfacci¨®n en estos puntos es ¨²nica, y no siempre un mismo tipo de enemigo se elimina dos veces de la misma forma.

Seguramente las cotas m¨¢s altas de esto que comentamos se alcancen en los enemigos finales de nivel. No s¨®lo por su espectacular dise?o y de la puesta en escena, sino porque se trata de enfrentamientos complejos en los que no llegaremos a tener ni un solo momento de respiro y que consiguen transmitir la necesidad de luchar por nuestra vida.

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Jericho es un juego bastante complejo que, en m¨¢s de una ocasi¨®n, puede llegar a desesperar a los usuarios que busquen una experiencia sencilla y amena. Obliga a sacar lo mejor de cada uno, sobre todo cuando el t¨ªtulo est¨¢ pensado para ser jugado en dif¨ªcil (as¨ª lo muestran, por ejemplo, los logros de Xbox 360), donde sufriremos en nuestras carnes el verdadero mal.

De vez en cuando tendremos que enfrentarnos a Quick Time Events, elemento ya casi habitual en todo juego, que representan algunos de los momentos m¨¢s intensos y espectaculares. Sin embargo, a diferencia de otros t¨ªtulos, aqu¨ª no ser¨¢n compasivos: un solo error en la secuencia puede significar el fracaso. Exorcismos, bajar por pozos oscuros, rematar a enemigos, o incluso forcejear con ellos cuando se nos acercan demasiado, ser¨¢n algunas de las ocasiones en las que se activar¨¢n estos eventos.

Los escenarios son est¨¢ticos, de modo que no hay ciclos d¨ªa-noche ni modificaciones del escenario en tiempo real m¨¢s all¨¢ de los momentos concretos en los que se espera que algo ocurra. Pero a pesar de eso, su solidez es elogiable, as¨ª como los exquisitos efectos de luz que alumbran a los personajes en unos juegos de sombras muy atractivos y llamativos.

Pero donde Jericho da lo mejor de s¨ª mismo es en las animaciones. El uso de las magias y las armas tiene importantes efectos en la iluminaci¨®n y en su reacci¨®n con los enemigos. Los personajes en pantalla, amigos y enemigos, se mueven con mucha soltura y con movimientos muy elaborados, acorde con la personalidad o forma de actuar de cada uno.

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Resulta curioso adem¨¢s que es el primer juego en el que se justifica la desaparici¨®n de los enemigos abatidos. Cada vez que muere alguien, un enjambre de moscas aparece para reclamar el cad¨¢ver, algo que tiene su justificaci¨®n argumental m¨¢s all¨¢ de ser una mera excusa. Menos mal, porque los enemigos muertos parecen vac¨ªos y se empujan con una sencillez il¨®gica.

La inteligencia artificial es un tema complejo. Por momentos resulta ideal, pero en otros deja bastante que desear; en alguna ocasi¨®n podremos ver c¨®mo un enemigo se ensa?a con un personaje y este no hace ni el m¨¢s m¨ªnimo gesto de defenderse. Sin embargo, en otros momentos ser¨¢n nuestros compa?eros del comando los que nos salven la vida acabando con enemigos complejos o curando a los ca¨ªdos.

En ese aspecto, la de los enemigos est¨¢ mucho m¨¢s elaborada, o al menos as¨ª lo parece. Cierto es que tienen una rutina b¨¢sica que es la de acabar con nosotros por encima de todo, algo que intentan cumplir a rajatabla, pero a¨²n as¨ª parece que saben dividirse, montar peque?as estrategias y saber cu¨¢l de los ataques que tienen a su disposici¨®n es el m¨¢s efectivo para cada situaci¨®n.

En el apartado sonoro, las melod¨ªas oscuras son id¨®neas para la ambientaci¨®n y el desarrollo del juego, se adecuan bien a cada situaci¨®n y por momentos son dignas de las mejores producciones cinematogr¨¢ficas de terror. Del mismo modo, los efectos de sonido son estupendos, con explosiones, gemidos de personajes, fuego, nodachis? muy bien realizados e insertados.

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Pero menci¨®n especial merece el trabajo de doblaje. El primero que hicieron no convenci¨® a MercuryStream, por lo que se llev¨® a cabo una segunda grabaci¨®n. El resultado es excelente, cada personaje tiene una personalidad muy definida y bien interpretada por cada actor, con l¨ªneas de di¨¢logo muy acertadas, obra tanto de un gran gui¨®n como de un buen doblaje.

Sobre la jugabilidad poco que a?adir a lo ya dicho hasta ahora. Jericho resulta muy sencillo de controlar y es muy agradable de llegar a dominar, aunque de por s¨ª es un t¨ªtulo m¨¢s bien complejo que ofrece muchos retos al usuario. El cambio de personajes es bastante fluido, aunque en los combates resulta algo ca¨®tico, y el juego puede caer en la repetici¨®n pese a que su ritmo es fren¨¦tico y cuenta con una ambientaci¨®n estupenda.

Es dif¨ªcil determinar la duraci¨®n del juego, ya que depende en gran medida de la habilidad del usuario para superar los diferentes retos y del n¨²mero de veces que pueda llegar a atascarse en ciertos fragmentos. A¨²n as¨ª, gira en torno a las 10-15 horas, y despu¨¦s, desgraciadamente, poco m¨¢s que ofrecer, m¨¢s all¨¢ de repetir la aventura en distintos niveles de dificultad e intentar desbloquear todo el material extra con el que cuenta, en forma de bocetos e informaci¨®n.

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