Civilization V: Dioses y Reyes

No eran pocos los que echaban de menos ciertas caracter¨ªsticas concretas en el 4x de Firaxis Games. Parece que los grandes avances en diferentes aspectos del juego, obligaron a dejar fuera algunas funcionalidades muy arraigadas en la propia serie, incluso en t¨ªtulos de corte similar. Los usuarios han reclamado, en general, tres elementos clave omitidos durante el lanzamiento de la quinta entrega: pol¨ªtica, espionaje y religi¨®n. Para la primera, parece que tendremos que seguir esperando, pues nada indica que se tengan intenciones de incluir elecciones sobre el tipo de gobierno de nuestras culturas. Pero, afortunadamente para los amantes de Civilization, las dos ¨²ltimas llegan con la primera expansi¨®n del juego. Gods & Kings, o Dioses y Reyes, un nombre que ya nos indica de entrada, que las creencias tendr¨¢n un papel protagonista en la historia de las culturas incluidas en el juego. ?Es posible imaginar el desarrollo de los grandes imperios, si nos olvidamos de la fe y doctrinas que se promulgaban en ellos? No hay que subestimar el poder de los dogmas, elementos capaces de unir pueblos, y dividir imperios. Por fin, tras casi dos a?os desde el lanzamiento de Civilization V, la religi¨®n tiene cabida entre sus opciones.

Para ello, se ha incluido una nueva medida: fe. Al igual que ciencia, cultura, felicidad u oro, este valor se ir¨¢ incrementando en funci¨®n de los entornos y edificios existentes en la ciudad, con posibles modificaciones con motivo de opciones especiales o eventos. El valor inicial para nuestra fe, ser¨¢ 0, y no lo podremos ver incrementado hasta investigar las tecnolog¨ªas que den lugar a la construcci¨®n de templos, exceptuando algunas culturas que pueden obtener puntos de fe sin necesidad inmediata de lugares de culto. El funcionamiento de esta medida, es bastante similar al del valor de cultura: se establecen ciertos valores objetivo que, al alcanzarse, nos permiten acceder a edificios o unidades especiales. La primera de elllas, fundamental para iniciarnos en las creencias, es un gran profeta. Se trata de un gran personaje que nos permite elegir entre dos opciones principales: edificar un lugar santo, donde se adquieren m¨¢s puntos de fe si dedicamos ciudadanos a su explotaci¨®n, o fundar un pante¨®n. La segunda funci¨®n solamente estar¨¢ disponible una vez, y es el paso previo a poder fundar nuestra propia religi¨®n. Una vez haya aparecido el profeta, el valor de fe se reduce, y el necesario para lograr otra aparici¨®n aumenta.

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La construcci¨®n de ciertas maravillas, o la adopci¨®n de algunas opciones culturales, pueden dotarnos de estos personajes de forma autom¨¢tica. De igual manera, conforme vayamos avanzando en los caminos de la fe, los puntos de esta categor¨ªa se podr¨¢n utilizar para edificar templos, comprar unidades de guerreros especiales, adquirir misioneros o inquisidores, ... como iremos viendo m¨¢s adelante. Sin embargo, en este momento solamente hemos fundado un pante¨®n, que se caracteriza por una creencia. Esta se traduce a una realidad sobre nuestra fe, que se aplica de inmediato a la ciudad d¨®nde se funda el pante¨®n. As¨ª, un dios de los mares nos ofrece m¨¢s recursos en zonas costeras, un dios de los campos mejores resultados en las cosechas y un dios de los artesanos, mejora la producci¨®n. Existe una amplia variedad de creencias, aunque solamente podemos escoger una al iniciar nuestro credo. M¨¢s adelante, esa ser¨¢ la base para fundar nuestra propia religi¨®n. Por otro lado, no todas las ciudades que poseamos pasar¨¢n a adoptar este nuevo dogma. Solamente la ciudad de fundaci¨®n tendr¨¢ un buen n¨²mero de adeptos, y las creencias tendr¨¢n que extenderse, poco a poco, por el resto de asentamientos de nuestra civilizaci¨®n.

Si seguimos aumentando nuestra fe, y logramos que otro gran profeta nazca entre nuestras fronteras, la opci¨®n de fundar pante¨®n se ver¨¢ cambiada por la de iniciar una religi¨®n. Si nos decantamos por hacerlo, adem¨¢s de las creencias de pante¨®n, elegidas al principio, se nos dar¨¢ la opci¨®n de escoger otras dos: la de fundador y la de seguidor. De esta forma, cualquier religi¨®n se caracteriza por tres dogmas: el de su pante¨®n, el de su fundador y el de sus creyentes. Esto da lugar a una larga serie de combinaciones, con las que afectar a la explotaci¨®n de las casillas de las ciudades, obtener oro o m¨¢s fe, extender las creencias de forma m¨¢s r¨¢pida u obtener ventajas al asimilar otras naciones. El nombre de esta nueva y flamante religi¨®n no podremos escribirlo nosotros, y tendremos que escogerlo de entre una serie de 11 posibilidades reales: cristianismo, hinduismo, tao¨ªsmo, juda¨ªsmo, etc¨¦tera. Por supuesto, esto altera completamente las creencias existentes en la historia de nuestro mundo real, y podemos encontrarnos con que un reino ¨¢rabe profesa un budismo basado en el dios de los mares. Pero estas son las cosas que pasan en Civilization, y de las que surgen an¨¦cdotas realmente curiosas. Bien, ahora trataremos de extender nuestro dogma.

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En primer lugar, se dar¨¢ el caso de ciudades que contin¨²en creyendo en el pante¨®n original, y no se trasladen a la nueva creencia. Tambi¨¦n podemos encontrarnos con otras que han sido influidas por religiones colindantes, cuya influencia haya traspasado nuestras fronteras. Para unificar nuestro reino bajo una sola fe, ser¨¢ m¨¢s eficiente si nos hacemos con los servicios de misioneros e inquisidores. Los primeros puede ir a cualquier ciudad y comenzar a pregonar las bondades de nuestro credo, consiguiendo adeptos a la causa. Los segundos, reducir¨¢n el n¨²mero de creyentes de otras religiones. Aquella religi¨®n mayoritaria en cada ciudad, puede obtener beneficios adicionales basados en las creencias escogidas al ser fundada. Esta realidad, tambi¨¦n nos permite realizar una conquista silenciosa, por medio de la religi¨®n, de ciudades-estado o posesiones de otras culturas. Si conseguimos que nuestra fe sea mayoritaria en sus emplazamientos, recibiremos m¨¢s bonificaciones. La influencia de estos credos es mucho m¨¢s fuerte hasta la llegada del Renacimiento, puesto que en ese momento, los precios para seguir adquiriendo profetas suelen encarecerse demasiado, reduciendo su frecuencia de aparici¨®n, y casi todas las religiones ya est¨¢n fundadas.

Llegados a ese momento hist¨®rico, es otro elemento nuevo el que aparece en el juego: el espionaje. Su mec¨¢nica es extremadamente simple, aunque efectiva. Con cada cambio de Edad, conseguiremos un nuevo esp¨ªa para nuestro equipo de intriga, que puede ser ubicado en cualquier ciudad conocida, propia o ajena. En el caso de ser destinado a una villa de nuestra cultura, el agente solamente realizar¨¢ labores de contraespionaje, evitando la influencia del resto de esp¨ªas de otras civilizaciones. Si, por el contrario, le enviamos a una ciudad-estado, nuestro especialista en intriga se introducir¨¢ en su pol¨ªtica para intentar que nuestra influencia sea mucho mayor, mejorando nuestra relaci¨®n con la ciudad independiente. Por ¨²ltimo, si es enviado a una ciudad de otra cultura, recibiremos informaci¨®n sobre los movimientos diplom¨¢ticos del enemigo, la distribuci¨®n de sus construcciones y podremos robar tecnolog¨ªas que no hayamos investigado a¨²n. Por supuesto, la calidad de la informaci¨®n obtenida, as¨ª como la posibilidad de no ser cazados en el acto, depender¨¢ de la experiencia del agente, que ir¨¢ mejorando con cada una de las misiones que realizamos, y al investigar ciertas tecnolog¨ªas.

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El uso que queramos dar a los datos obtenidos, ya es cosa nuestra, pero seguro que sabremos aprovecharlo. Si nos enteramos, por ejemplo, que cierto l¨ªder est¨¢ conspirando para atacar a otro, podemos ir r¨¢pidamente al segundo para dar el chivatazo, logrando todo el reconocimiento y puede que su amistad. En otras ocasiones, es posible que no nos interese decir nada, para aprovechar el factor sorpresa ante las dos culturas y jugar nuestras propias cartas. Se introducen nuevas opciones diplom¨¢ticas, como la de pedir a un gobernante que retire a todos sus esp¨ªas de nuestros territorios, y que suele realizarse como movimiento inmediatamente posterior al descubrimiento de un agente trabajando en nuestra zona. Sin embargo, si se trata de un esp¨ªa con un buen entrenamiento, es posible que sepamos que nos han robado informaci¨®n, pero no podamos atribuir a qui¨¦n corresponde la fechor¨ªa. Para evitarlo, el contraespionaje es clave, puesto que al interrogar a un agente capturado, puede revelarnos datos sobre la civilizaci¨®n de la que procede. Tengamos en cuenta que lo mismo puede ocurrir con nuestros propios enviados, as¨ª que es mejor no llamar demasiado la atenci¨®n, o una misi¨®n de reconocimiento puede convertirse en nuestra ruina.

La inclusi¨®n de estos dos elementos, ha obligado a a?adir nuevos edificios o unidades, as¨ª como modificar ligeramente algunos de los existentes, pero una gran parte de los elementos nuevos corresponden a las civilizaciones que aparecen en esta expansi¨®n. El juego introduce 11 culturas nuevas, aunque algunas ya fueron distribuy¨¦ndose mediante contenidos descargables. Se trata de Suecia, Espa?a, Mongolia, Austria, Imperio Bizantino, Pa¨ªses Bajos, Mayas, Cartago, Etiop¨ªa, Celtas y Hunos, cada una con sus unidades ¨²nicas y su caracter¨ªstica especial. En total, esta expansi¨®n provee casi 30 unidades nuevas, 9 maravillas y unos 13 edificios. Entre las unidades nuevas, destacamos la aparici¨®n del gran almirante, un personaje especial capaz de mejorar el rendimiento de las tropas navales, as¨ª como de reparar tanto a las mismas como a las embarcadas (es decir, unidades terrestres que est¨¢n viajando por mar) Adem¨¢s, el juego a?ade tres nuevos escenarios, ambientados en la Ca¨ªda del Imperio Romano, el fin de la Edad Media y los principios del Renacimiento, y un entorno Victoriano con cierta est¨¦tica steampunk. Por supuesto, se han incluido nuevos logros para Steam.

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En cuanto a la mec¨¢nica, y salvo lo explicado anteriormente, no encontramos mayores diferencias respecto a la entrega original. Las nuevas funcionalidades se integran a la perfecci¨®n, sin ning¨²n problema, y casi se nos antoja extra?o recordar el juego cuando no dispon¨ªamos de ellas. La aparici¨®n de contenido de corte pol¨ªtico, con distintos tipos de sistemas a elegir, se sigue echando en falta, pero no cabe duda de que las religiones cumplen un papel fundamental en la partida, si sabemos aprovechar su funcionalidad al m¨¢ximo. Mientras consigamos hacernos con un pante¨®n fuerte, e iniciar nuestra religi¨®n r¨¢pidamente, no tendremos demasiados problemas para competir con el resto de creencias. El mayor problema llegar¨¢ a la hora de expandir nuestras fronteras mediante la conquista, puesto que las urbes anexionadas seguir¨¢n manteniendo su credo hasta que enviemos un inquisidor. El espionaje se ha simplificado demasiado, y puede que haber a?adido la posibilidad de sabotear edificios o asesinar grandes personajes, hubiera completado un poco m¨¢s la lista de opciones existentes, con grandes resultados para las partidas en juego. La ¨²nica pega, es que no est¨¢ disponible durante el multijugador.

Tambi¨¦n se han realizado ciertas mejoras sobre la IA, y parece que los cambios han pacificado su car¨¢cter. Sin embargo, su forma de negociar suele parecer est¨²pida en much¨ªsimas ocasiones, como si fueran incapaces de distinguir cu¨¢ndo tienen una batalla perdida, haciendo muy complicado que podamos llegar a tratos en condiciones favorables para nosotros. En cuanto a opciones diplom¨¢ticas, salvando las relativas a solicitar la retirada de esp¨ªas, no encontramos muchas m¨¢s novedades. Lo cierto es, que las opciones a?adidas se hacen casi imprescindibles, y el mayor error de Firaxis Games radica en no haberlas introducido con el lanzamiento original, en lugar de mediante una expansi¨®n. No sabemos si ser¨¢ la ¨²ltima ampliaci¨®n para Civilization V, puesto que puede que una futura incorporaci¨®n quiera darnos todos los elementos que seguimos echando en falta, pero el contenido a?adido en ¨¦sta es realmente interesante. Si el original te pareci¨® escaso, lo mejor es que vuelvas a darle una oportunidad a?adiendo todas estas nuevas opciones. Si jam¨¢s logr¨® atraer tu atenci¨®n, es muy dif¨ªcil que lo consiga ahora. Y, si eres un incondicional de la saga, tienes en Civilization V: Dioses y Reyes, una cita obligada.

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Casi por ¨²ltimo, una obligada menci¨®n a las modificaciones de usuario. La simbiosis entre esta nueva entrega de Civilization y Steam, se ve propiciada por la funcionalidad Steam Workshop, la misma que permite la distribuci¨®n de contenidos para juegos como The Elder Scrolls V: Skyrim. De esta manera, el acceso a las creaciones de otros jugadores es mucho m¨¢s simple, y de un simple vistazo podremos localizar y actualizar los contenidos modificados. Adem¨¢s, todas las nuevas incorporaciones a Civilization V: Dioses y Reyes, est¨¢n disponibles para que los usuarios hagan uso de su extensa imaginaci¨®n, por lo que no tardar¨¢n en aparecer contenidos y mods que alteren el funcionamiento del espionaje y la religi¨®n, y permitan efectuar nuevas acciones. Claro que, todav¨ªa tendremos que esperar un par de d¨ªas para eso. Pero, cuando uno est¨¢ acostumbrado a liderar miles de a?os de historia de una civilizaci¨®n, el d¨ªa es una medida excesivamente peque?a.