CivCity Roma pone en nuestras manos la construcci車n y desarrollo del Imperio Romano, con el cl芍sico modo de juego de Sid Meier's. Podremos controlar al cien por cien la ubicaci車n de cada elemento y la gesti車n de los recursos, para crear nuestra propia y pr車spera ciudad romana.
La saga Sid Meier's, ahora Firaxis Games, da un paso m芍s y nos pone, esta vez, a la cabeza del desarrollo de distintas ciudades romanas. Partiremos siempre de cero, con financiaci車n del Senado, y ser芍n nuestras acciones y decisiones las que propicien el esplendor o la ca赤da del Imperio.
Estamos ante un juego de gesti車n a mitad de camino entre SimCity y Civilizacions, con el aliciente de poder decidir c車mo queremos que el resto del mundo contemple nuestra civilizaci車n romana. ?Seremos la envidia en cuanto a espect芍culos en el Circo?, ?o quiz芍 nos decantemos por crear una capital cultural con la Gran Biblioteca como centro? Tambi谷n podr赤amos convertirnos en el primer distribuidor de vino para el propio C谷sar o en el baluarte militar m芍s importante de la pen赤nsula.
El gui車n lo escribimos nosotros mismos en un juego que no destaca por su originalidad pero que aporta mucho colorido al g谷nero.
g r 芍 f i c o s Antes de empezar cada partida podremos redefinir todas las caracter赤sticas t谷cnicas del juego relacionadas con el nivel gr芍fico. Si lo tenemos claro podemos elegir no volver a optar por esta opci車n, que se convierte en muy 迆til para equipos de poca potencia.
Una vez arrancado el juego una evocadora introducci車n nos animar芍 a ponernos a trabajar cuando antes para crear propio nuestro Imperio Romano. En el apartado videos, 谷stos aparecen siempre en una peque?a pantalla y no destacan por su calidad. Son adecuados y cumplen con su funci車n, pero distan mucho de ser espectaculares. Para un juego con aspiraciones imperiales, se echan de menos videos con un corte m芍s sorprendente. No obstante, los di芍logos, con un perfecto doblaje al castellano, pondr芍n la piel de gallina a los m芍s ambiciosos, que sentir芍n en su piel el peso de la responsabilidad de llevar adelante toda una ciudad romana.
Los gr芍ficos durante el juego cumplen con su cometido. Tendremos un mapa en 3D que podremos girar en todas direcciones, un mapa en 2D para controlar todo el Imperio, y luego muchas pantallas de gesti車n. CivCity Roma no destaca por su aspecto gr芍fico, sino por su concepto.
s o n i d o Desde la instalaci車n podremos disfrutar de la adecuada, aunque escasa, banda sonora. En varias ocasiones nos deleitaremos con melod赤as suaves para los momentos de reflexi車n y fanfarrias que nos har芍n sentir el esplendor imperial.
Los efectos de sonido ayudan mucho en lo referente a ambientaci車n, aunque se tornan tan escasos como la m迆sica. En cuanto al doblaje, es sobresaliente.
Un peque?o defecto a destacar son los comentarios de nuestros consejeros. Al iniciarse dichos comentarios cuando el juego detecta ciertas variables, y cambiar 谷stas tan r芍pidamente, puede suceder que inmediatamente despu谷s de un aviso tipo 'la poblaci車n se muere de hambre', escuchemos 'felicidades, el pueblo te adora y aumentamos de nivel de civilizaci車n'.
La recomendaci車n es desactivar estos comentarios, porque desorientar芍n a m芍s de uno y pondr芍n nervioso a los m芍s veteranos. Por otro lado, desactivarlos obliga a estar mucho m芍s pendiente de todos los indicadores, en especial del de la comida, que se vuelve fundamental para un correcto desarrollo de la urbe.
j u g a b i l i d a d El men迆 principal es sencillo y conciso, permiti谷ndonos elegir la modalidad de juego, la entrada en el editor, la civclopedia, o modificar las opciones. Haremos uso del rat車n en la mayor赤a de ocasiones, d芍ndole utilidad al teclado en contadas ocasiones. El control del juego es claro y sencillo, muy f芍cil de aprender y sin excesivos submen迆s.
Hay muchas estructuras disponibles a lo largo del todo el juego, y todas ellas mantienen la est谷tica y utilidades romanas. El sistema de recursos pasa por tener, en primer lugar, una fuente de materia prima (芍rboles, piedra,?), luego un centro de producci車n para que los trabajadores manipulen las materias primas; y por 迆ltimo un centro de distribuci車n donde otros trabajadores vender芍s los productos manufacturados a tus ciudadanos. De la disponibilidad de dichos productos depender芍 en gran medida el desarrollo de cada casa y hogar. Empezaremos siempre cada partida emplazando el centro urbano, que viene a ser el ayuntamiento y lugar de empleo. Despu谷s construiremos un poblado de chozas y nuestros primeros centros de producci車n y distribuci車n.
Como hemos comentado, el desarrollo viene por el aumento de servicios prestados a cada vivienda. Empezando por el agua (primero en pozo y m芍s adelante incluso en acueducto o cisterna), el alimento y la ropa, recorreremos un amplio camino con el objetivo de convertir a nuestros primitivos habitantes en todos unos ciudadanos romanos de primera clase.
El indicador que m芍s debe preocuparnos es de la felicidad, representado por una cara sonriente, seria, o enfadada. Si la felicidad es positiva (hay empleo, casas para todos, comida, servicios sanitarios, escuelas para los hijos?) la inmigraci車n aumentar芍 y tendremos nuevos ciudadanos atra赤dos por nuestro desarrollo. Estos nuevos ciudadanos, a su vez, deber芍n ser bien atendidos para evitar que se conviertan en mendigos o protesten por el paro. Si la felicidad es negativa nos arriesgamos a que aumente la emigraci車n y nuestra ciudad sufra un importante receso.
Cuando la ciudad necesita recursos, es tan f芍cil como construir a discreci車n muchos centros de producci車n (por ejemplo, granjas) y comercios de distribuci車n (carnicer赤as). En muchos casos nos veremos obligados a saturar la urbe con granjas, plantas de lino, de aceite? que afear芍n cualquier intento por hacer una ciudad bonita. Ese aspecto, cl芍sico de la saga, pod赤a haberse pulido de alg迆n modo para dotar de mayor realismo la jugabilidad.
El uso del bot車n de pausa se hace necesario la mayor赤a de ocasiones, con el defecto (quiz芍 a cosa hecha para mayor frenes赤) de que el juego se activa en cuanto realizamos cualquier acci車n.
Tendremos que estar atentos a la defensas contra bestias salvajes y contra hordas invasoras, creando y desarrollando un ej谷rcito moderno. Para ello ser芍n necesarias armeros, fuertes legionarios y entrenamiento de las tropas. A trav谷s de un mapa general del Imperio podremos desplazar unidades y enfrentarnos a los enemigos de Roma. La resoluci車n de las batallas pasa por el bando que mejores tropas y t谷cnicas posea.
Acatar las peticiones del Senado ser芍 tambi谷n una tarea a tener en cuenta. Los senadores podr芍n financiarnos si est芍n a gusto con nuestra gesti車n y si acatamos sus peticiones. En lo referente a gesti車n administrativa, podremos controlar los salarios, las raciones de comida, la jornada laboral y, como no, los impuestos.
Habr芍 que estar al tanto de todos nuestros ciudadanos para optimizar el tiempo. Si el trabajador de la granja vive muy lejos, ser赤a una buena idea construirle una nueva casa cerca del trabajo. As赤 ahorraremos tiempo y trabajar芍 mejor y m芍s contento. Si a?adimos carreteras, casi de construcci車n obligatoria, los ciudadanos llegar芍n a迆n m芍s r芍pido a cada punto de la ciudad.
La religi車n es otro aspecto importante en la vida romana. Deberemos crear templos para propiciar matrimonios, para pedir mejores cosechas, o para contentar el esp赤ritu militar. La investigaci車n en muchos campos (matem芍ticas, agricultura, arquitectura, siderurgia,?) sumar芍 porcentajes a nuestros recursos, velocidad, transporte, seguridad,?
Por 迆ltimo, hablar del ocio como otro elemento de satisfacci車n para nuestros ciudadanos. Tras una dura jornada laboral no s車lo vale con tener una buena casa, sino que se hace necesario desconectar acudiendo a espect芍culos, a las termas, a pasear por jardines y plazas decorados con estatuas, flores?. Podremos controlar al cien por cien la ubicaci車n de todos y cada uno de los elementos que constituir芍n nuestra ciudad.
Conseguir esplendor y tener una urbe con patricios, palacios y un propio Senado, es un reto que llevar芍 horas y horas de juego incluso al jugador m芍s acostumbrado a Sid Meier's o a la estrategia. La paciencia y capacidad espacial ser芍n claves para aprovechar el m芍ximo las limitaciones geogr芍ficas del terreno.
Tanto si la ciudad crece y se desarrolla, como si decae o queda subdesarrollada, ser芍 por nuestras propias acciones y decisiones.
Uno de los valores a?adidos es la llamada 'civclopedia', que nos ense?ar芍 algunos aspectos hist車ricos de la vida en la antigua Roma. Su arquitectura, religi車n, avances m谷dicos, estructura militar, sociedad, educaci車n,? En cada apartado tendremos a su vez otros subapartados con detalles concretos. Aprender Historia jugando es uno de los puntos m芍s positivos de este CivCity Roma.
El otro valor es el editor, que nos permitir芍 crear nuestros propios terrenos, eligiendo los recursos y geograf赤a que mejor se nos antojen. Despu谷s, mediante un f芍cil sistema podremos a?adir desencadenantes causa-efecto a modo de misi車n. Es decir, podemos indicar que en cuanto tengamos cierta producci車n de piedra, la ciudad aumente de civilizaci車n o tenga disponible alguna maravilla.
Estas maravillas, que tardar芍n mucho tiempo en construirse, aumentar芍n el esplendor de nuestra ciudad. Podremos elegir entre el Coliseo, el Circo M芍ximo, el Pante車n, la Columna de Trajano, o la Gran Biblioteca, entre otros.
Indicar que el juego carece de multijugador, porque cada partida se har赤a eterna. Cada jugador tendr赤a primero que crear su ciudad, desarrollarla, crear sus ej谷rcitos y, por 迆ltimo, lanzarse a la invasi車n. Una partida de dos horas de duraci車n, con el riesgo de que caiga el servidor, no tiene ning迆n sentido.
c o n c l u s i o n e s
La palabra 'adecuada' se repite en muchos aspectos gr芍ficos y sonoros. CivCity Roma no aporta nada nuevo t谷cnicamente hablando y se queda en un correcto aprobado alto. En cuanto a jugabilidad tampoco podemos decir que destaque por la novedad, aunque al principio es muy divertido controlar y cuidar a cada familia, pero cuando la poblaci車n aumenta, la cosa se complica. La ambientaci車n es el gran punto fuerte del juego, gracias tambi谷n a su excelente doblaje.
De todas maneras, la conocida sensaci車n de estar ante algo que ya hemos visto antes no desaparece en ning迆n momento. Recordar tambi谷n algunos momentos de desorientaci車n por los avisos de los consejeros, y la falta de realismo a la hora de conseguir o aumentar nuestros recursos. Las batallas, que pod赤an haber aportado mucho, se vuelven simples y sencillas, resolvi谷ndose r芍pidamente.
CivCity Roma es muy recomendable tanto a quienes se inicien en este tipo de juegos de estrategia, dado que su modo Campa?a es uno de los mejores tutoriales que han podido verse en juegos de este tipo, como a los veteranos que andan buscando nuevos escenarios y contextos. Es dif赤cil perderse y el dominio resulta muy sencillo, con una curva de aprendizaje progresiva y un correcto manual de instrucciones. Adem芍s, los valores a?adidos del editor y la 'civclopedia', sin ser demasiado espl谷ndidos, suman tambi谷n puntos positivos.
Unido todo al hecho de poder ver a los habitantes en su d赤a a d赤a y de tener el nacimiento del Imperio Romano como marco, podemos decir que estamos ante un buen juego que mantiene la l赤nea cl芍sica de Sid Meier's y nos tendr芍 entretenidos durante muchas horas de estrategia.
l o ? m e j o r -?El contexto hist車rico y el marco del juego. -?La facilidad de uso y su curva de aprendizaje ascendente. -?Completo manual. -?El impecable doblaje al castellano.
l o ? p e o r -?Algunos momentos de desorientaci車n causados por los consejos sonoros. -?En caso de necesitar recursos, resulta muy poco real construir a diestro y siniestro lo que necesitamos. -?Videos poco espectaculares. -?Se hubiesen agradecido mayores novedades jugables.