S¨¦ uno m¨¢s de la familia

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Una burbuja de ox¨ªgeno

"Chibi-Robo" se planta entonces en el cat¨¢logo de Gamecube para este final de primavera como una burbuja de ox¨ªgeno necesaria para la consola. Es el t¨ªpico juego que se queda en la estanter¨ªas japonesas, pero, sin embargo, Nintendo ha hecho el esfuerzo de traerlo y, la verdad, es que a Gamecube le viene como agua de mayo (y nunca mejor dicho) para contrarrestar un poco la escasez de lanzamientos que est¨¢ padeciendo ¨²ltimamente.

?Y qu¨¦ nos ofrece este nuevo t¨ªtulo? En pocas palabras, un juego muy original de los que siempre son dif¨ªciles de conseguir, basado en la entra?able historia de un robot que es regalado a una ni?a el d¨ªa de su cumplea?os. Sin embargo, no nos encontramos ante un robot cualquiera, sino que estamos ante un Chibi-Robo, fabricado en serie para cumplir un claro objetivo: hacer felices a las personas con las que convive (un padre sin empleo, una mujer infeliz y una ni?a que cree ser una rana).

Para los que nunca les gust¨® ayudar en casa?

El juego desarrollado por la gente de Skip nos pone entonces al frente de Chibi, un robot que no tiene visi¨®n nocturna, no lanza cohetes superdestructivos, no vuela a velocidades ultras¨®nicas? pero que s¨ª es capaz de realizar esas tareas que todos odiamos como son recoger la basura del suelo, limpiar manchas, etc. Os dir¨¦is que esto no puede ser divertido pero os equivoc¨¢is: nunca realizar las tareas del hogar fue m¨¢s entretenido en un videojuego.

"Chibi-Robo" es un juego mezcla de exploraci¨®n y plataformas basado en la sencilla idea de mantener un poco el orden dentro de una casa unifamiliar modesta. En ella podremos interactuar con una amplia variedad de personajes: pasando de nuestros due?os hasta otros juguetes que intentar¨¢n, o bien ayudarnos, o bien hacernos la vida imposible. Dentro de estos, por ejemplo, nos podemos encontrar con nuestro fiel compa?ero Telly Vision, un televisor volante que nos mantendr¨¢ informado de nuestro progreso durante la aventura, as¨ª como de lo que tendremos que hacer.

Tambi¨¦n contaremos con la ayuda de un paranoico juguete (al m¨¢s puro estilo Mazinger Z) que se proclamar¨¢ como el defensor de la paz y la justicia en las noches del sal¨®n de la casa. No obstante tambi¨¦n tendremos enemigos, como los spydorz, unas ara?as met¨¢licas, o un ej¨¦rcito de huevos armados hasta los dientes que nos pondr¨¢n las cosas dif¨ªciles. Todos, en general, son personajes que desbordan simpat¨ªa y grandes dosis de humor en su planteamiento, algo en lo que se basa principalmente este t¨ªtulo.

El secreto est¨¢ en la felicidad

El sistema de juego de "Chibi-Robo" debe crear alicientes para que lleguemos a realizar todas las tareas encomendadas a nuestro robot. Esta compensaci¨®n viene dada por los puntos de felicidad, los cuales obtendremos cada vez que Chibi realice una buena acci¨®n en pro de los personajes del entorno. Podremos obtener puntos por diversas acciones: tirar papeles a la basura, ayudar a la hija de los Sanderson o incluso por escuchar los problemas de los miembros de la familia.

Todos los puntos se ir¨¢n sumando en un contador dentro de nuestra casa (la Chibi-casa), de manera que se ir¨¢ comparando al del resto de robots repartidos por el mundo (referido al mundo dentro del juego, ya que el t¨ªtulo que nos ocupa no dispone de capacidad online para compararnos a otros jugadores reales. Tal vez este sistema fue ideado pensando en un sistema de juego en red por Internet, pero finalmente no se incluy¨®). El objetivo: llegar a ser el robot Chibi n¨²mero uno.

Ser robot no es tan f¨¢cil

Ser robot, a la vez de tener muchas cosas positivas, tiene tambi¨¦n aspectos negativos. En nuestro caso, Chibi-Robo recorrer¨¢ los metros cuadrados de la casa con una bater¨ªa recargable en la que tendr¨¢ que tener siempre puesto un ojo, puesto que en unos pocos minutos de esfuerzo continuado se descargar¨¢. Para recargarla, nada mejor que usar el enchufe que le cuelga y buscar una roseta en la casa donde poder meterlo. Pero si no llegamos a tiempo de buscar un enchufe, una de las dificultades del juego, entonces acabaremos vendados como si tuvi¨¦ramos mil huesos rotos (aunque en este caso ser¨ªan circuitos).

Adem¨¢s, Chibi-Robo tendr¨¢ limitaciones, dadas porque al ser un robot hogare?o, s¨®lo podr¨¢ caminar, correr y levantar ciertos objetos? pero no podr¨¢ saltar a gran altura. No obstante, cuenta con una serie de gadgets, algunos de los cuales se pueden conseguir juntando los Moolah (moneda oficial en el juego). Con ellos podremos ir adquiriendo variopintos accesorios como un helic¨®ptero (con el que rememoraremos al mism¨ªsimo inspector Gadget) o un brazo blaster con el que podremos plagiar hasta al conocid¨ªsimo Megaman.

Trabajando d¨ªa y noche

Chibi es un robot que no descansa pr¨¢cticamente. Controlaremos a nuestro simp¨¢tico robot tanto de d¨ªa como de noche y cada minipartida que juguemos se disputar¨¢ en estos intervalos de tiempo uno tras otro (cada partida puede durar unos 10 minutos hasta que anochezca o se haga de d¨ªa y tengamos que volver a nuestra minicasa). Una de las cosas m¨¢s positivas del juego es que esta alternancia posibilitar¨¢ una cierta variedad en el planteamiento del juego.

Lo que podremos hacer durante el d¨ªa no ser¨¢ lo mismo que lo que podremos hacer en la noche y la presencia de personajes no ser¨¢ la misma, as¨ª como las tareas o misiones a realizar. As¨ª, por ejemplo, por la noche podremos ver en ocasiones al padre de la familia roncando en el sof¨¢ porque su mujer no quiere dormir con ¨¦l, o encontrarnos con el gran Drake Redcrest (el robot superh¨¦roe), que nos invitar¨¢ a que le ayudemos a realizar una patrulla por el sal¨®n de la casa.

Chibi-gr¨¢ficos

No podemos hablar de un apartado gr¨¢fico que vaya a marcar un antes y un despu¨¦s en la historia de los videojuegos, pero todo lo que vemos est¨¢ bien enmarcado en el tono desenfadado y humor¨ªstico del juego, y eso es lo que cuenta. El modelado de Chibi es simple pero pulido y con animaciones que tienen una gracia especial. El resto de personajes est¨¢n igualmente trabajados, destacando en particular un sistema de animaci¨®n facial que es muy simple pero que llama la atenci¨®n por la expresividad que consigue.

El modelado del sal¨®n, la cocina, el jard¨ªn? es muy bueno, con cierto grado de detalle pero sin grandes alardes de efectos de iluminaci¨®n, lo que nos hace pensar que se le ha querido dar un aspecto de dibujo animado. En general, el aspecto del juego, en cuanto al apartado gr¨¢fico se refiere, recurre mucho al colorido con el empleo de tonalidades vivas, acorde, repetimos, con el tono humor¨ªstico y desenfadado que los desarrolladores nos pretenden transmitir.

C omo elementos destacados dentro de este aspecto, cabe destacar tal vez la nitidez con la que se ve todo (sobre todo cuando activamos el mapa que nos ense?a cada una de las habitaciones desde un plano vertical y activamos la funci¨®n de zoom para acercar la imagen). Tambi¨¦n es notable el efecto del zoom de la visi¨®n de nuestro robot al mirar desde la primera persona, que se desenfoca a medida que se va a acercando o alejando. Salvo esto, no existen grandes virguer¨ªas gr¨¢ficas, pero la verdad es que tampoco se echan mucho en falta.

En cuanto a la c¨¢mara que sigue a Chibi, est¨¢ muy bien elaborada, puesto que dif¨ªcilmente perderemos a nuestro personaje de vista, salvo en contadas ocasiones. A¨²n as¨ª, podremos siempre saber donde estamos aunque nos hayamos quedado tapados detr¨¢s de algo: una silueta aparecer¨¢ en dicho objeto que nos tapa. Adem¨¢s, siempre existe la opci¨®n de mover la c¨¢mara a izquierda o derecha gracias al bot¨®n C.

M¨²sica para mi robot

El planteamiento en el terreno del sonido sigue cierto sentido del humor puesto que la melod¨ªa cambiar¨¢ dependiendo de si nuestro robot est¨¢ andando, corriendo, usando el helic¨®ptero, pisando una alfombra o tierra firme? hay un sonido diferente para cada acci¨®n de Chibi y en cuanto a melod¨ªas propiamente dichas s¨®lo las encontraremos en el juego en contadas ocasiones, como cuando nos encontramos con el robot superh¨¦roe.

En cuanto a las voces, no est¨¢n en ning¨²n idioma, sino que encontraremos a los personajes emitiendo sonidos inentendibles. Y si recordamos juegos del pasado nos damos cuenta de que esto es acertado: ?alguien recuerda Banjo & Kazooie? Uno de los juegos m¨¢s desternillantes y que no cont¨® con voces digitalizadas en ning¨²n idioma, y ni falta que hac¨ªa. Sin embargo, en "Chibi Robo", no nos enga?emos, no hace ni mucho menos tanta gracia.

Conclusi¨®n: recomendado para jugadores tranquilos

"Chibi-Robo" nos ha llegado con cierto grado de sorpresa a la redacci¨®n. Desde siempre este tipo de juegos han gustado mucho en Oriente y si no se han exportado al exterior ha sido porque se pensaba que no gustar¨ªa fuera de las fronteras del pa¨ªs del Sol Naciente. Sin embargo, el hecho es que se ha tra¨ªdo y todos los usuarios seguro que est¨¢n muy agradecidos por ello. "Chibi-Robo" es un soplo de aire fresco, un juego que se sale un poco de lo que estamos acostumbrados normalmente, aunque sin hacer excesos de originalidad.

La historia de un robot que ayuda a sus amos a cumplir tareas y hacerles felices se plantea como un gui¨®n muy sencillo que da paso a un juego de exploraci¨®n y plataformas donde se requiere a un jugador con cierto grado de tranquilidad. No es un juego de acci¨®n, no es de descargar adrenalina, sino de pasar un rato jugando cada d¨ªa hasta que completas las 15 horas de juego aproximadas que nos ofrece el t¨ªtulo.

Si te gusta este tipo de juegos, "Chibi-Robo" puede ser una buena compra de cara a los meses de sequ¨ªa de t¨ªtulos que est¨¢ sufriendo Gamecube. Si no, huye de ¨¦l, porque si eres de los que no puede jugar un ratito s¨®lo cada d¨ªa y de los que no tienen paciencia, este juego puede acabar siendo frustante por su mec¨¢nica.

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