Castlevania: Circle of the Moon
- PlataformaGBA9
- G¨¦neroPlataformas
- DesarrolladorKonami
- Lanzamiento15/06/2001
- TextoIngl¨¦s
Cautivados por el mal...
Aventura, RPG y plataformas. Cazadores y cazados. Vida y muerte. Todo esto y mucho m¨¢s forma parte del, posiblemente, mejor juego que ha aparecido en Game Boy Advance. El futuro de la humanidad est¨¢ en tus manos...
La ¨²ltima vez que tuvimos la oportunidad de catar alg¨²n juego que llevara el distintivo de la familia de cazavampiros se remonta a un temprano 1999, con Nintendo 64 en plena adolescencia y una desarrolladora volcada en trasladar todos sus cl¨¢sicos a la tercera/inexplorada dimensi¨®n. Muchos pusieron el grito en el cielo acusando a Konami de estar profanando una de las m¨¢s puras formas de concebir a los videojuegos. Pero ella sigui¨® adelante con el proyecto sabiendo que, con sumo tes¨®n y dedicaci¨®n, el resultado podr¨ªa ser del agrado de los m¨¢s puristas y de los ne¨®fitos en la materia.
Por una parte iba bien encaminada. La aventura estaba salpicada de puntos realmente estremecedores. Cuando comenzabas a caminar por el desolado patio del castillo de Dr¨¢cula, un rel¨¢mpago provocaba el desplome de un ¨¢rbol ante tus temerosos ojos. Pero sab¨ªas, sin estar seguro, que eso no era producto de la casualidad. Que en cualquier momento podr¨ªa volverse a repetir. Y as¨ª era: escasos diez metros recorridos, otro calcinado tronco hac¨ªa presagiar que tu traves¨ªa ser¨ªa la m¨¢s dura de todas. Y esto debe entenderse desde todos los ¨¢ngulos posibles, pues una c¨¢mara terca a tus indicaciones y unas secciones de plataformas casi milim¨¦tricas convirtieron algo que en el fondo era una obra de arte en un vano intento de asaltar las 3D.
Seis meses despu¨¦s, por alguna extra?a raz¨®n, se decidi¨® por recuperar a los personajes que se quedaron en el tintero de la primera parte para la 64 Bits y lo condensaron todo en un cartucho de mayor tama?o, con cuatro tramas distintas y paralelas, con un motor gr¨¢fico igual de "borroso" y una Banda Sonora que no se acercaba ni de lejos a las anteriores entregas.
As¨ª, estar¨¢s seguro que lo nuevo del Conde tiene todas las papeletas para convertirse en una furera de serie, pero la historia tambi¨¦n nos ha ense?ado a no hacer premoniciones antes de hora. La primog¨¦nita de la flamante plataforma de bolsillo recibi¨® hasta tres cap¨ªtulos de Akumajou Dr¨¢cula (denominaci¨®n de origen) con una suerte muy dispersa. La primera de ellas, Castlevania Adventure, manten¨ªa el sabor del original aparecido en 1986 salvando, claro est¨¢, las limitaciones t¨¦cnicas de la monocroma. Simon's Revenge era m¨¢s de lo mismo. M¨¢s dificultad, m¨¢s acci¨®n y un desarrollo vagamente m¨¢s largo.
Entonces lleg¨® Legends, creado por la misma gente que estuvo detr¨¢s del hilarante y delirante Goemon 5 de N64. El resultado fue una versi¨®n paup¨¦rrima en todos los sentidos, con un control respond¨®n y tan pocos alicientes que hac¨ªan un feo a su glorioso pasado.
Sabido que a veces el intento de innovaci¨®n juega en su contra, KCEK (responsables tambi¨¦n de Krazy Racer) retoma muchos elementos de Symphony of the Night de PS One y Saturn, le da una tonalidad m¨¢s oscura (no es problema del contraste, no os asust¨¦is), lo sazona con todo el carisma de la serie, se mezcla con las DSS (Dual Setup System Cards) y se sirve fr¨ªo. Fr¨ªo como la sangre del Vampiro...
Os asfixiar¨¦is con una presentaci¨®n tan ennegrecida. La ambientaci¨®n que se le ha inyectado es tan fuerte que hasta es posible que sint¨¢is ganas de apagar la consola y olvidaros por un momento de un castillo a rebosar de l¨¢pidas, columnas que forman extensos peristilos, engranajes dentro de la torre del reloj o incluso bibliotecas. Todo ello, am¨¦n de una factura t¨¦cnica tan sobria, n¨ªtida y sobresaliente que te olvidar¨¢s por completo de la apariencia del, de momento, ¨²nico Castlevania que ha aparecido en PS One (a la espera de Chronicles).
Pero cuando verdaderamente quedar¨¦is boquiabiertos es al presenciar los enormes sprites que forman a cada uno de los enemigos denominados de final de fase, aunque aqu¨ª no se d¨¦ el caso. Tanto es as¨ª, que los secundarios te parecer¨¢n raqu¨ªticos al lado de un intimidatorio mutante de temibles garras que te espera, hambriento de sangre, dentro de una sala quem¨¢ndose.
La mayor¨ªa de niveles transcurren con un solo fondo muy bien detallado. Entre otras cosas porque podr¨¢s ver por ventanales la luna llena, cuadros con mujeres posando, estanter¨ªas y por supuesto, paredes empedradas. Sin embargo, lo mejor queda relegado en los exteriores, donde otro plano de scroll le aporta un nuevo toque de distinci¨®n a una obra que, por extra?o que parezca, se aleja, y mucho, de sus antepasados.
Y esto se debe a que nunca esta serie se ha caracterizado por explotar las capacidades t¨¦cnicas de una consola, y Circle of the Moon se salta todas las normas de otrora para regalarnos una verdadera delicia que se te clavar¨¢ en la retina por los d¨ªas de los d¨ªas.
Es cuesti¨®n de insertar el cartucho, encender la consola y dejarse llevar por las suave y melosa voz de un canto gregoriano que provocar¨¢ m¨¢s de una l¨¢grima de nostalgia a los m¨¢s expertos. Procede de Rondo of Blood, que apareci¨® en PC Engine-Duo en 1993, y por supuesto mantiene intacta su misma consistencia y calidad. Pero esto no ha hecho m¨¢s que comenzar, pues al avanzar varios metros ya te amparar¨¢n melod¨ªas tan embriagadoras como pegadizas.
Tambi¨¦n existen m¨¢s referencias al compacto de Turbo Grafx. Tanto la sinton¨ªa de la introducci¨®n, como la de los "Final Bosses", como la de "Game Over" fueron creadas originariamente para la consola de NEC.
Aunque Circle of the Moon no solo bebe de las remasterizaciones. Hay nuevas y mejores melod¨ªas (atentos a los bajos) que superan con muchas creces a todo lo que hayas escuchado hasta ahora en esta m¨¢quina.
Una vez m¨¢s, gracias Konami.
s o n i d o f x
Es como estar inmerso de verdad en un mundo con vida propia. Es como si GBA despertara y Castevania absorbiera todos tus sentidos. Y con cascos, la sensaci¨®n de estar vagando por galer¨ªas se acent¨²a de tal forma que hasta caminar¨¢s con cautela dej¨¢ndote guiar por el o¨ªdo.
A?o 1836. En un castillo situado en las afueras del imperio de Austria, la joven Camilla ha invocado al se?or de la oscuridad, a Dr¨¢cula. Pero su recomposici¨®n est¨¢ incompleta. Necesitan el alma de un valeroso guerrero que le haga retornar toda la fuerza a un ser que fue desterrado una d¨¦cada antes por Morris Baldwin.
En una lucha desesperada, el propio Morris y su hijo Hugh, junto a Nathan Graves deciden acudir al vetusto castillo para detener la transformaci¨®n. Sin embargo, el legendario cazador de vampiros es secuestrado, por lo que sus dos j¨®venes alumnos deber¨¢n emprender una b¨²squeda por todo el entramado de pasadizos para dar con su mentor.
De esta forma, nosotros comenzamos jugando con Nathan, que posee el l¨¢tigo de "Vampir Killer", puesto que ha sido elegido por su maestro para pasar a formar parte de la saga de cazadores. De esta forma, el sucesor de Morris, en un arrebato de envidia decide realizar por su propia cuenta la recerca de su padre.
Vamos, que el andamio sobre el que se monta Circle of the Moon utiliza la misma base que el resto de la serie e introduce de por medio la competitividad entre estos dos pupilos. Cosa que a la postre no afecta demasiado a nuestra traves¨ªa.
El juego funciona sobre una mec¨¢nica muy similar a la de Simon's Quest y Symphony of the Night. Es decir, que correremos entre multitud de habitaciones en las que deberemos dar con ciertos items que nos proporciones m¨¢s habilidades y que deber¨¢n se utilizadas en alguna puerta/plataforma que hemos dejado atr¨¢s. Por ello, todo el universo de CotM est¨¢ constituido por un enorme mapeado casi laber¨ªntico que podr¨¢ a prueba toda tu paciencia. Por ejemplo, cada vez que derrotemos a alg¨²n enemigo final, en la estancia siguiente se te obsequiar¨¢ con la habilidad del doble salto, esencial para subir ciertas secciones en las que los andamios han sido situados, entre ellos, a una distancia solo accesible con ese preciso movimiento.
De este modo Konami se asegura que el jugador se conozca cada palmo del decorado que han dise?ado. Un dise?o tan minimalista como perfecto. Todas, y decimos todas las piezas encajan. No hay ni una sola roca puesta porque s¨ª. Si est¨¢ ah¨ª es porque tarde o temprano deber¨¢s penetrarla o usarla para llegar a seg¨²n que esclusas. Solo es cuesti¨®n de buscar otra ramificaci¨®n y explorar hasta el rinc¨®n m¨¢s inesperado para encontrar este objeto que te falta.
Aunque este planteamiento no se asemeje mucho a de los primeros Castlevania (avanzar, matar y jefe de fase) es uno de los mayores atractivos de esta entrega. Una forma magistral de demostrar que se pueden aportar cambios a una misma f¨®rmula sin acribillarla a cambios ni hacerle irreconocible. Es un nuevo Castlevania pero que sigue manteniendo intacto el esp¨ªritu de anta?o.
La principal innovaci¨®n que KCEK ha incluido en este en¨¦simo cap¨ªtulo es el sistema de ataques del DSS (Dual Setup System Cards) que pese a lo aparatoso del nombre no deja de ser la vieja y pura recolecci¨®n de magias, solo que esta vez en forma de cartas. Cuando las tengas en tu inventario, el interface no mostrar¨¢ sus efectos, por lo que se mantendr¨¢n en secreto hasta que te decidas a hacerlo pagar con alguno de tus mil y un enemigos (ectoplasma, medusas, esqueletos, armaduras...). B¨¢sicamente se estructuran en dos grupos: Action y Atribute. La diferencia entre ambas es que, en el caso de las primeras, se basan en la fuerza o rapidez con que realizas cada una de tus acciones. Mientras que las segundas otorgan ciertos poderes a tu l¨¢tigo como una cubierta de fuego, de hielo, mayor longitud, etc.
Asimismo, podr¨¢s ir acopiando varios ap¨¦ndices que sirven para mejorar el rendimiento del protagonista. Ya sea con la ayuda de guanteletes (m¨¢gico o milagroso), ropa de algod¨®n, t¨²nicas o hasta armaduras. Adem¨¢s, tambi¨¦n tienes como armamento las nada desde?ables armas secundarias que van desde el agua bendita, las hachas o los pu?ales, hasta un reloj para detener el tiempo o un crucifijo que hace las veces de bumer¨¢n. Pero aqu¨ª no se acaba la cosa: el bagaje puede aumentar con anillos y pulseras que incrementa la inteligencia, el ataque, la defensa y factor suerte de Nathan. ?Genial!.
Sabidas todas sus dotes de RPG, tu idaza depender¨¢ de sobremanera de tu capacidad para encontrar puntos para salvar la partida, que, como en SotN, est¨¢n marcados por una enorme esfera que recupera tu energ¨ªa y los puntos de magia. Pero no temas, te dar¨¢s de bruces con una cantidad ingente de ellos en todas las secciones imaginables, hecho que no ser¨¢ ning¨²n problema a la hora de poder continuar tus progresos desde donde estabas.
El control del protagonista es la mar de sencillo. Al contrario que el resto de la antolog¨ªa, nuestra vida no depende de un salto mal hecho y de una rectificaci¨®n en el aire por culpa de la incertidumbre. Podr¨¢s recapacitar, pensar, brincar hasta con doble impulso y darte la vuelta en pleno vuelo para soltarle una buena to?a a quien ose plantarte cara. Graves es de lo m¨¢s manejable y vers¨¢til que hemos podido testear en mucho tiempo, y esto lo agradecer¨¦is cuando teng¨¢is que enfrentaros a un temible nigromante, a una g¨¢rgola o a un lobo que escupe un estruendoso rayo de luz (con su punto d¨¦bil inclusive).
El ¨²nico lunar que le hemos encontrado es que el juego ha sido distribuido en nuestro pa¨ªs con extensiones m¨¢s bien cortas de texto en puro ingl¨¦s. No son precisamente un prodigio de la ret¨®rica, pero no hubiera estado de m¨¢s pasarle por encima una traducci¨®n que hubiera hecho de ¨¦l algo infinitamente m¨¢s accesible.
Otro aspecto que puede que a m¨¢s de uno le moleste es su l¨²gubre y laber¨ªntica est¨¦tica. Si no est¨¢s acostumbrado a jugar dentro de un entorno en 2D con las aptitudes de exploraci¨®n de una aventura puede que se te atragante en los primeros compases. Pero no es nada que con tiempo y dedicaci¨®n, y, sobretodo, mucha atenci¨®n, acabes por asimilar.
No es m¨¢s que una mera curiosidad, pero por alguna extra?a raz¨®n, en su versi¨®n PAL, Castlevania ha dejado de llevar la coletilla de Circle of the Moon para llamarse, simplemente as¨ª: Castlevania. Lo que sin duda nos hace presagiar que este puede ser el comienzo de una nueva era. De m¨¢s y m¨¢s cartuchos conducidos por estos cazavamprios, que siempre ser¨ªa de buen recibo.
Centr¨¢ndonos en el resultado final, la nueva encarnaci¨®n de la saga ha llegado a nuestro pa¨ªs sin armar demasiado esc¨¢ndalo, con unas ventas p¨ªrricas si se comparan a las que ya ha colocad Mario Advance y con el da?o que causa que se le haya comparado tanto con Symphony of the Night. Konami, para que su desembarco europeo fuera m¨¢s llevadero, prometi¨® traducir los pocos di¨¢logos que tiene el programa al castellano, pero inexplicablemente nos hemos tenido que conformar con un ingl¨¦s de f¨¢cil comprensi¨®n pero que, por otra parte, no agradar¨¢ a los que tengan problemas con la lengua de Shakespeare.
De todos modos estamos ante un titulazo impresionante se mire por donde se mire. Con la calidad suficiente como para eclipsar incluso al triplete que la gran N ha puesto a la venta. Gr¨¢ficos soberbios, m¨²sica excelente, control suave y preciso, un sistema de men¨²s muy parco y una aventura plagada de detalles que har¨¢n que no te desprendas nunca de la pantallita de esta genial consola. Es oscuro, largo y muchas veces complicado, pero tan gratificante que te sentir¨¢s obligado a seguir explorando para averiguar que te depara el futuro.
Excelente
Un t¨ªtulo referente en su g¨¦nero, que destaca por encima de sus competidores y que disfrutar¨¢s de principio a fin, seguramente varias veces. Un juego destinado a convertirse en cl¨¢sico con el paso de los a?os. C¨®mpralo sin pesta?ear.