Rebeli¨®n en las aulas

El mundo est¨¢ lleno de injustos prejuicios. Todos los cometemos. Juzgamos las cosas antes de tener total conocimiento sobre ellas. Y este caso, el de Canis Canem Edit, es un ejemplo de c¨®mo los comentarios de sectores tan respetables de la sociedad como asociaciones de padres, defensores del menor, peri¨®dicos de peso e incluso publicaciones especializadas, tampoco est¨¢n extentos de incurrir en lamentables prejuicios.

Despu¨¦s de ser blanco de dur¨ªsimas cr¨ªticas por su supuesta tem¨¢tica centrada en provocar el acoso escolar, algo que ¨²ltimamente viene desencadenando una alt¨ªsima alarma social a pesar de ser algo tan ligado a las aulas como la pizarra y la tiza, el t¨ªtulo anteriormente conocido como Bully se ha terminado revelando como todo lo contrario; la aventura de un adolescente que cansado de asumir el papel de novato y ser blanco de abusos, inicia su propia revoluci¨®n en las aulas.

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Es muy reconfortante ver c¨®mo desde Estados Unidos llegan comentarios de medios del calibre del Washington Post o el New York Times reconociendo y apreciando la verdadera intenci¨®n de Bully -t¨ªtulo que en el mercado americano mantuvo su concepci¨®n original-, la cual dista mucho de incitar, frivolizar, promover o realizar apolog¨ªa del acoso escolar. La propuesta se centra en pasar un curso acad¨¦mico en un instituto -una exagerad¨ªsima parodia- al que se llega como novato y en el que se debe lidiar con el d¨ªa a d¨ªa de las clases, las relaciones sociales, los primeros amores, ganarse el respeto de los veteranos y c¨®mo no, realizar un repertorio de gamberradas que har¨ªa sonrojarse hasta al ahora cincuent¨®n de Jaimito.

Con una estructura en forma de misiones y unas marcadas influencias GTA, Canis Canem Edit pone en nuestra mano conseguir que Hopkins acabe siendo un alumno respetado tanto por las diferentes tribus urbanas que poblan el instituto como por sus profesores y habitantes de Bullworth. Ganarse el respeto vuelve a ser recompensa de cumplir con ¨¦xito tareas y misiones y nuestro chico lo utilizar¨¢ para predicar la igualdad de todos los alumnos e invitar a que cesen los abusos, insultos y palizas a otros compa?eros. Algo ejemplar y radicalmente opuesto a lo que ven¨ªan argumentando sus m¨¢s f¨¦rreos detractores.

Canis Canem Edit (PS2)

Canis Canem Edit (PS2)

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El fin primero del protagonista es la mera supervivencia, encajar en Bullworth, pero su campa?a para poner fin a los abusos que sufre le hace levantar la envidia del que hasta entonces hab¨ªa sido su mejor amigo, que se destapa como un soci¨®pata. Al hilo de las misiones principales existen multitud de secundarias, peque?as tareas que los compa?eros nos encargan e incluso b¨²squedas de objetos por todo el mapeado -cartas coleccionables o transistores- al m¨¢s puro estilo de los paquetes de GTA. A lo largo del juego Jimmy realizar¨¢ misiones para todos los colectivos implicados en el juego. Al ser facciones enfrentadas, realizar un encargo para un grupo determinado puede hacernos perder respeto de la tribu desfavorecida. 

Al pulsar L1 y fijar a cualquier personaje del juego, tendremos ocasi¨®n de interactuar positivamente con ¨¦l -representado por el s¨ªmbolo de la paz- o golpearlo -un ic¨®nico pu?o-. Esto tambi¨¦n sirve para los di¨¢logos, y con ello podremos pedir perdon cuando los enemigos sean m¨¢s fuerte, aunque esto nos cueste pagarle algunos d¨®lares. Este sistema permite tambi¨¦n realizar movimientos finales. Cuando el enemigo tiene poca energ¨ªa podremos humillarlo con un golpe final: agarrarlo de la cabeza y darle capones, escupirnos en la mano y restreg¨¢rsela por la cara, pellizcarle o hacer un falso amago de paz y al chocar la mano retorc¨¦rsela. Tambi¨¦n es posible meter a los enemigos en papeleras e incluso dentro de las taquillas -que tambi¨¦n utilizaremos como escondite para evitar a los vigilantes que nos pisen los talones-. Todo ello nos har¨¢ sumar puntos extra.

Canis Canem Edit (PS2)

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Los veh¨ªculos que han sido una parte importante de GTA, aqu¨ª no tienen un papel tan relevante, aunque los sigue habiendo; un ¨²til monopat¨ªn para desplazarnos r¨¢pidamente por el campus, bicicleta, con la que competiremos en carreras, y karts en un recinto cerrado en la ciudad, pero nada de coches -de hecho no tiene carnet-. Afortunadamente la juventud es un grado y Hopkins tiene unos pulmones de acero, ya que puede esprintar de forma infinita, desplaz¨¢ndose a una velocidad bastante decente, el ¨²nico problema es que acabaremos cansados de machacar el boton.

Canis Canem Edit (PS2)

El peque?o santuario de nuestro chico, su habitaci¨®n, es una aut¨¦ntica pocilga producto del recibimiento que le dan el primer d¨ªa los veteranos; la ensucian, destrozan algunos muebles, la puerta, las persianas e incluso pintan graffitis en ella. A¨²n as¨ª es donde Jimmy guardar¨¢ la partida, se cambiar¨¢ de ropa y dormir¨¢. Y es que dormir es importante. Sin el descanso apropiado y si se trasnocha en exceso, Jimmy comenzar¨¢ a tener visi¨®n borrosa -en un conseguido efecto blur-, a ver doble, hasta que finalmente se desmaye. Para evitarlo habr¨¢ que ir a la cama antes de las 2 de la madrugada.

Canis Canem Edit (PS2)

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Canis Canem Edit (PS2)

Hay piezas de vestuario que se consiguen completando misiones o durante ellas, por situaciones especiales o directamente, visitando otros comercios. De esta forma podemos ver a nuestro jovenzuelo disfrazado de Ninja, de esqueleto -en un gui?o genial a Karate Kid- , de presidiario, con el disfraz de la mascota de la escuela, las mallas de lucha libre, en ba?ador, pijama o con unas botas g¨®ticas. El ¨²nico l¨ªmite que se pone a las combinaciones es nuestra imaginaci¨®n -y nuestro sentido del rid¨ªculo- ya que cualquier parte de cualquier traje puede combinarse entre s¨ª, lo cual abre infinitas posibilidades. Eso s¨ª, hay que tener en cuenta que el c¨®digo de vestuario del instituto obliga a que se lleve el uniforme durante las clases. De lo contrario tendremos siempre pegados a los vigilantes.

Canis Canem Edit (PS2)

El mapeado no es excesivamente grande, aunque la academia est¨¢ bien surtida de zonas diferentes, concentradas en un peque?o espacio; el edificio donde se imparten las clases -gigantesco, que alberga aulas, despachos, cafeter¨ªa, ba?os, taquillas, sal¨®n de actos y otras aulas-, los jardines exteriores, el colegio mayor -uno para chicos y otro para chicas, nunca mixto- el gimnasio, los garajes, la biblioteca, el gimnasio -que incluye cancha de baloncesto y piscina- o el campo de f¨²tbol americano.

Canis Canem Edit (PS2)

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Como toda ciudad de este estilo de juego, Bullworth est¨¢ viva y cuenta con su tr¨¢fico de veh¨ªculos y sus ciudadanos paseando por sus calles, algo que ofrece m¨¢s posibilidades de intarctuaci¨®n ya que varios toman parte en la historia. Salir del campus plantea una nueva amenaza del reloj; a las 23:00 las puertas sel recinto se cierran y si llegas tarde tendr¨¢s que pasar la noche a la intemperie, con lo que ello supone.

El pueblo ofrece m¨¢s posibilidades de exploraci¨®n, cualitativamente podemos encontrar la mayor¨ªa de elementos importantes que se han visto en un GTA aunque no llega ni de lejos al nivel de San Andreas. Tampoco lo pretende. El reloj, un yugo que nos acompa?a durante todo el juego, se hace m¨¢s llevadero conforme se avanza en el mismo, permitiendo m¨¢s libertad para relizar las acciones que queramos. Y es que a pesar de ser lineal en el planteamiento de las misiones y en cumplir a rajatabla el horario, Bully nos permite realizar cualquier acci¨®n que queramos en nuestro tiempo libre. Algo que empieza a notarse mejor cuando se van superando asignaturas.

Gr¨¢ficos

T¨¦cnicamente el nivel es alt¨ªsimo. El despliegue no sorprende viniendo de una compa?¨ªa como Rockstar, empe?ada en exprimir cada hardware donde trabaja hasta el m¨¢ximo, y de una herramienta base como el motor gr¨¢fico de San Andreas. PlayStation 2 lo da todo para recrear estos amplios entornos con tanta carga poligonal y especialmente la forma en la que se ha planteado el campus; un microcosmos con decenas de estudiantes cada uno con sus propias acciones, preocupaciones y conversaciones.

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Las texturas flojean en los fondos, no tienen demasiada definici¨®n, algo que se perdona al ver la consistencia de las construcciones. Los personajes en cambio, mantienen un excelente nivel en sus animaciones faciales, algo en lo que parece haberse puesto bastante mimo. Aunque Jimmy y los personajes principales tienen un acabado sobresaliente, los secundarios no se han descuidado. Incluso despu¨¦s de varias partidas acabaremos reconociendo a todos los estudiantes del campus. Esto es producto de que no se ha llevado una pol¨ªtica de clonaci¨®n indiscriminada, si no que se ha plasmado a cada personaje de forma individual, lo cual aumenta la sensaci¨®n de estar en una comunidad viva.

En cuanto a efectos, hay cosas interesantes. La iluminaci¨®n por la noche, especialmente en el campo de f¨²tbol, el juego de part¨ªculas y colisiones en los golpes -perceptible al partir un bate de beisbol en un enemigo- o los toques blur y de c¨¢mara lenta tan habituales al estar muchas horas sin dormir -nosotros lo sabemos bien de las coberturas del E3-. Los efectos de explosiones, proyectiles y dem¨¢s, brillan por su ausencia, al menos del modo en el que los conocen los seguidores de GTA.

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Pero todo este recital gr¨¢fico tiene un precio; los tiempos de carga. Son abusivos, y abusones con nuestra paciencia. Hablamos de cargas cada vez que entramos y salimos de un edificio, y de dos o tres cargas en una misma misi¨®n. Contando que se toman entre 15 y 20 segundos -excepto la precarga inicial cuando se arranca el juego que casi llega al minuto-, nuestra paciencia puede acabar hecha a?icos.

Sonido

En el apartado sonoro, otro punto que chocar¨¢ a los que est¨¢n acostumbrados a Grand Theft Auto. No hay una banda sonora licenciada. Y es algo que habr¨ªa funcionado muy bien, ya que hoy en d¨ªa no hay estudiante que no lleve su reproductor mp3 en el bolsillo y la idea pod¨ªa haberse explotado m¨¢s all¨¢ de las fant¨¢sticas emisoras de GTA. En su lugar hay una banda sonora compuesta por Shawn Lee, bastante desenfadada, y que hace un recorrido por diversos estilos y fusiones. Se mantiene un componente inmersivo y la m¨²sica cambia dependiendo de las situaciones e incluso de los personajes y bandas que aparezcan en pantalla.

Las voces est¨¢n en ingl¨¦s como siempre sucede con los juegos de Rockstar. En esta ocasi¨®n fueron 100 los actores que han dado vida a los personajes en m¨¢s de 37.000 l¨ªneas de di¨¢logo. La personalizaci¨®n de las voces acorde con cada uno de los estudiantes, las conversaciones en segundo plano y los comentarios de nuestros compa?eros sobre nosotros mismos cuando pasamos cerca de ellos son un punto inmersivo muy valioso.

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