Call of Duty 2: Big Red One

A escasos metros de otro pueblo franc¨¦s cuyo nombre poco importa, el sargento nos da las ¨²ltimas instrucciones para el ataque. Un vistazo alrededor me permite ver otros pelotones aprovision¨¢ndose para el asalto y nuestros carros de combate formando mientras que las bater¨ªas antia¨¦reas frenan como pueden a los cazas de la Luftwaffe. El sonido caracter¨ªstico de un caza 'stuka' entrando en picado y la inmediata explosi¨®n del antia¨¦reo que se encontraba a nuestra izquierda termina bruscamente con la conversaci¨®n. Las cosas se est¨¢n poniendo feas ah¨ª, es hora de atacar.

Comienzo a correr hacia el pueblo. Todo mi pelot¨®n y decenas de compa?eros me flanquean hasta que un carro de combate 'panzer' aparece de la nada con toda su potencia de fuego cayendo sobre nosotros. No puedo hacer m¨¢s que echar cuerpo a tierra y dar gracias a Dios por contar con unos compa?eros como los que tengo, sobre todo por aquellos equipados con armas anticarro.

La carrera contin¨²a hacia el pueblo. Todos los edificios est¨¢n da?ados y muchos de ellos envueltos en llamas. Las explosiones son constantes y las balas comienzan a llover sobre m¨ª desde todas las direcciones. Si alguien quiere tener una idea bien clara de lo que es el infierno, yo puedo dar muchos detalles. Me cuesta una eternidad asomar mi fusil M-1 y comprobar lo endemoniadamente dif¨ªcil de la situaci¨®n. El caos es total. Las balas trazadoras a¨²llan a escasos cent¨ªmetros de mi cabeza, muy por debajo de los combates entre cazas que caen derribados entre los edificios.

Por todas partes veo soldados disparando sin apenas reconocer a qu¨¦ bando pertenecen. En algunos lugares la lucha ha llegado al cuerpo a cuerpo mientras que en otros las ametralladoras y morteros alemanes reducen a la nada a pelotones completos en cuesti¨®n de segundos. Mi cabo me alerta de la presencia de francotiradores en las ventanas del segundo piso y me ordena que trate de flanquearlos. Junto con otros dos compa?eros me dispongo a rodear el edificio cuando al doblar una esquina veo la calle cubierta de cad¨¢veres. S¨¦ lo que significa y tengo el tiempo justo de detenerme antes de ser barrido por el fuego de una ametralladora MG.

Todo el pueblo est¨¢ muy bien defendido y los alemanes van cambiando de posici¨®n de la forma m¨¢s efectiva para contrarrestar nuestro avance. Un bote de humo cubriendo mi carrera es la ¨²nica diferencia entre una locura y la muerte segura. Tras derribar una puerta y subir a la azotea encuentro una posici¨®n desde la que hacer fuego sobre la ametralladora. Los alemanes se retiran. Podemos seguir avanzando.

Tan s¨®lo han pasado unos minutos pero han sido demasiados. Un vistazo atr¨¢s y el horror me golpea al ver los cuerpos de mis compa?eros ca¨ªdos. Valerosos j¨®venes como yo con los que he compartido situaciones que no quiero ni recordar. Desde las playas de Normand¨ªa, Caen, Bastogne? he peleado y sangrado junto a ellos por cada metro en esta loca carrera hacia Berl¨ªn. Y ahora est¨¢n all¨ª, muertos sobre el sucio suelo de aquel pueblo franc¨¦s que ni siquiera s¨¦ c¨®mo se llama. No es justo. Mis compa?eros? mis hermanos de la Big Red One. Desde hace unos meses ellos han sido lo ¨²nico que me ha hecho continuar. Las l¨¢grimas no nublan mi visi¨®n mientras meto un nuevo cargador y me lanzo hacia delante.

Cargo como un loco bajo el fuego de ametralladora con un sentimiento que nadie, salvo mis propios compa?eros, podr¨ªa entender. Mi vida vale para m¨ª lo mismo que la suya y es preferible perderla si con ello evito que ellos sigan cayendo. Para la mayor¨ªa es una locura, algo sin sentido? pero la mayor¨ªa no tiene el honor de formar parte de la m¨¢s honrosa y heroica divisi¨®n que jam¨¢s haya combatido; la Big Red One.

?ste es el comienzo de la secuela que Gray Matter y Treyarch, a trav¨¦s de Activision, nos presentar¨¢n en menos de dos meses. Ese texto intenta describir lo que los programadores han perseguido (y logrado) en el sucesor del que seguramente sea el mejor juego b¨¦lico de acci¨®n en primera persona hasta la fecha; Call of Duty. Big Red One es una mezcla de caos y acci¨®n fren¨¦tica aderezada con grandes dosis de emotividad, hero¨ªsmo y, sobre todo, camarader¨ªa y hermandad entre compa?eros de combate.

Elegir a la 1? Divisi¨®n de Infanter¨ªa Americana, la 'Big Red One', como localizaci¨®n de la acci¨®n es un acierto pleno. Esta divisi¨®n con seguridad es la m¨¢s afamada y condecorada en la historia, teniendo el honor de ser la primera de aquel pa¨ªs en haber entrado en combate en la Segunda Guerra Mundial, de haber desembarcado en Normand¨ªa o haber iniciado las operaciones en Italia o el norte de ?frica. Por algo tambi¨¦n la denominan 'Fighting First'. Su gran bagaje de medallas tuvo un alto precio dado que m¨¢s de 20.000 de sus componentes murieron en aquella guerra.

Sin duda la mayor novedad de CoD:BRO es la importancia que se da al pelot¨®n y a sus componentes. Desde el inicio del juego compartiremos la acci¨®n con otros soldados con su propia personalidad, peculiaridades y actitud frente a las dificultades. Minuto a minuto iremos valorando y tomando aprecio a estos compa?eros pero, al igual que los aut¨¦nticos soldados el D¨ªa D sab¨ªan que muchos de ellos iban a dejar la vida en los pr¨®ximos d¨ªas, es l¨®gico pensar que perderemos a muchos de ellos durante el juego. Con el fin de profundizar m¨¢s en los personajes se abandona el planteamiento del primer CoD de ir cambiando de soldado seg¨²n vari¨¢bamos el escenario b¨¦lico. En BRO seremos el mismo soldado durante los ¨²ltimos tres a?os de la campa?a europea y mantendremos los mismos compa?eros.

La importancia que se ha dado a los compa?eros de pelot¨®n no se limita a darnos alg¨²n que otro momento emotivo durante el juego. Su participaci¨®n es determinante durante el combate y escucharles es fundamental. Durante la acci¨®n podremos o¨ªr gritos como '!Nos flanquean por la derecha!','!Disparan desde el tejado!' y el cl¨¢sico '!Fuego en el agujero!'. Saber escuchar a los compa?eros ser¨¢ de gran ayuda para seguir ilesos. Y si el jugador entiende el alem¨¢n, podr¨¢ comprobar que el enemigo funciona exactamente igual, tal y como ocurre en la realidad. Por supuesto el juego ser¨¢ doblado y traducido al espa?ol.

Estos detalles 'realistas' se los debemos a varios de los soldados que sirvieron en aquel cuerpo y que han sido contratados como asesores. Con su asesoramiento los escenarios no s¨®lo intentan recrear los reales, adem¨¢s el comportamiento y ubicaci¨®n de las fuerzas tanto defensoras como atacantes busca al m¨¢ximo la realidad. Mientras el primer Call of Duty manten¨ªa una linealidad en el recorrido casi constante, avanzar as¨ª en CoD:BRO ser¨ªa un suicidio. Los emplazamientos de las ametralladoras, por ejemplo, adquieren toda la importancia que tuvieron en la realidad. A nadie se le ocurrir¨ªa cargar de frente contra un pelot¨®n alem¨¢n bien guarnecido y en este CoD se da la oportunidad de no hacerlo. Los mapas permiten varias formas de atacar un blanco y seremos nosotros los que decidamos cu¨¢l es la m¨¢s segura y efectiva.

Pero no s¨®lo seremos nosotros los que actuaremos de una forma m¨¢s inteligente. Tanto nuestros compa?eros como el enemigo se mover¨¢ gracias a una Inteligencia Artificial que esta vez s¨ª se ha mejorado. Detalle a se?alar es la importancia de los botes de humo a la hora de cubrir los avances y su utilizaci¨®n por ambos bandos.

El resto de la acci¨®n es la que todos podemos esperar. Avanzar de parapeto en parapeto liquidando posiciones enemigas, volando objetivos, recogiendo munici¨®n y botiquines? El control del juego es el mismo que en el primero, con la posibilidad de disparar apuntando o desde la cadera. Granadas, botes de humo, ametralladoras fijas que pueden ser aprovechadas? Todo nos podr¨ªa sonar a algo ya jugado, ya sea en el primer CoD o en otros juegos como la saga Medal of Honor. Efectivamente muchas de las situaciones ya las hemos jugado. Hemos tomado Caen y defendido Stalingrado ya en demasiadas ocasiones. Sin embargo ahora es? mejor.

Los programadores de CoD dec¨ªan que la primera parte resultaba demasiado 'tranquila'. Y es cierto; en un ofensiva donde varios miles de soldados se enfrentan a muerte puede haber todo menos tranquilidad. En BRO la acci¨®n se ha elevado hasta rozar el caos. En muchas ocasiones durante el juego no puedes evitar detenerte y simplemente mirar c¨®mo combaten decenas de soldados, c¨®mo la aviaci¨®n ataca sus objetivos o el fuego de morteros hace a?icos los edificios. La sensaci¨®n que deja es la de ser un min¨²sculo pero necesario engranaje m¨¢s dentro de un escenario que nos queda muy grande. En un conflicto en el que murieron tantos millones de soldados es la sensaci¨®n m¨¢s l¨®gica.

En la presentaci¨®n del t¨ªtulo tuvimos oportunidad de jugar varias horas a algunos de sus niveles. Stalingrado, Italia, Francia... Tras terminar ninguno de nosotros ten¨ªa dudas de que nos encontr¨¢bamos ante el mejor juego de acci¨®n b¨¦lica que hab¨ªamos jugado. Y hemos probado todos? La fecha, el 18 de noviembre.