Calendula

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Todo aquel que haya jugado a Batman Arkham Asylum sin duda recordar¨¢ lo que suced¨ªa a mitad del juego, con ese falso glitch que Rocksteady introduc¨ªa para retorcer un poco la l¨ªnea narrativa y de paso jugar con nosotros rompiendo la 4? pared de una forma tan impactante como soberbia. Podr¨ªamos decir que los chicos de Blooming Buds, estudio indie madrile?o que empieza su singladura, han cogido ese concepto para su debut con Calendula, un juego que hace de la manipulaci¨®n una mec¨¢nica. Y cual Michael Douglas en la desasosegante The Game de David Fincher nos llevan por un viaje a trav¨¦s ¡°del juego que no quiere ser jugado¡±, hasta que uno se da cuenta de que precisamente no hace m¨¢s que jugar mientras intenta acceder al juego en s¨ª.

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Es muy dif¨ªcil hablar sobre este juego sin spoilear nada, ya que b¨¢sicamente la sorpresa comienza nada m¨¢s abrirlo y tras el logo de Unity, el motor gr¨¢fico que han usado en su desarrollo. Por tanto vamos a contaros s¨®lo las mec¨¢nicas, y no vamos a entrar en m¨¢s detalles de lo que acontece, porque saber la base de Calendula antes de empezar es privar a algunos de uno de los objetivos que el estudio busca: Nuestra cara de ¡°What the fuck?¡± hasta darnos cuenta de qu¨¦ va la cosa en realidad. Puede que sonemos a misteriosos, pero esa sensaci¨®n inicial de no saber a qu¨¦ te enfrentas, y luego darte cuenta de lo que trata realmente ¨Chabr¨¢ quien sonr¨ªa, habr¨¢ quien se cabree y habr¨¢ quien lo acepte tal cual- es tan curiosa que queremos que la viv¨¢is por vosotros y no deber¨ªa saberse de antemano.

Ci?¨¦ndonos a sus mec¨¢nicas, Calendula es b¨¢sicamente una sucesi¨®n de puzles constantes en un entorno visual que se repite, de c¨®digos que debemos averiguar usando el ingenio mientras sus autores nos dejan pistas b¨¢sicas que debemos interpretar, al tiempo que nos trolean con falsos glitch, con partidas corruptas que no se cargan, etc. El escenario es el b¨¢sico, y cual d¨ªa de la marmota en Atrapado en el Tiempo, lo revivimos una y otra vez, siempre con la acotaci¨®n que sus pocas pantallas brinda, pero siempre cambiando el tipo de prueba. Nunca haremos dos veces la misma cosa para averiguar la clave o la acci¨®n que debemos realizar para continuar, por lo que el desaf¨ªo es constante.

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Dado su cariz cercano a una aventura gr¨¢fica minimalista, la duraci¨®n depende del ingenio y la habilidad del usuario. Si somos curiosos, si durante los puzles exploramos el entorno, entonces la mayor¨ªa de pruebas las resolveremos en cuesti¨®n de minutos y hasta segundos al familiarizarnos con el entorno. Pero tambi¨¦n es verdad que el cl¨¢sico ¡®ensayo y error¡¯ puede darse, sobre todo en un par de puzles que ya te obligan a pararte y tratar de buscar la l¨®gica que los mueve. Nuestra primera partida nos dur¨® entre 60-70 minutos, y aunque habr¨¢ quienes se atasquen, lo cierto es que la experiencia es y se hace muy breve con un poco de habilidad. Entremedio asistimos a unas breves secuencias on¨ªricas en las que el control es guiado y limitado, solo podemos avanzar y mirar, y que recuerdan a aventuras 3D en primera persona de finales de los 90, como Of Light & Darkness: The Prophecy por ejemplo, solo que con un tratamiento m¨¢s a lo David Lynch en cuanto al surrealismo de las cinem¨¢ticas.

Dada la originalidad de su planteamiento, es cierto que una vez entendemos su ejecuci¨®n la experiencia pierde la frescura inicial. El inter¨¦s en Cal¨¦ndula se mantiene por la no repetici¨®n de pruebas y puzles y por el inter¨¦s de saber qu¨¦ pasa al final, a qu¨¦ viene todo ese misterio. Y precisamente por eso el final decepciona, la revelaci¨®n peca de simplista e incluso algo pretenciosa vi¨¦ndolo en conjunto, aunque eso s¨ª, justo la acci¨®n que debemos hacer antes de esa ¨²ltima cinem¨¢tica vuelve a ser otro ¡®WTF?¡¯ estupendo que nos hace dudar de nosotros mismos por un momento, demostrando que lo importante ha sido el viaje en s¨ª y no el final del viaje ¨C en comparaci¨®n el final de Murasaki Baby, por ejemplo, acierta de pleno en su sencillez jugando mejor con el propio usuario.

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Visualmente es minimalista al extremo. Como decimos el ¡®escenario¡¯ (asi entrecomillado) en el que se desarrolla el 80% del juego es lo que hay, y no hay nada m¨¢s. Es la gracia de la propuesta transmutada en escenario ¨²nico, pero del que sus autores se aprovechan para cambiarlo, romperlo, retorcerlo y jugar con ¨¦l en cada puzle. Los segmentos interactivos ya aprovechan el elemento 3D, pero con texturas muy sencillitas aunque un toque art¨ªstico bastante inquietante.  En el plano sonoro, la labor de los compositores es crear un tapiz de efectos y notas musicales que es junto al rojo y negro -?homenaje cachond¨®n al Virtual Boy de Nintendo?- predominante de su estilo art¨ªstico el culpable de la inmersi¨®n que uno tiene al jugar a Cal¨¦ndula. No hablamos de un dise?o sonoro tipo terror, pero lo roza para crear inquietud unas cuantas veces. Solo nos quejamos del idioma, ya que viene en ingl¨¦s ¨Cde hecho viene en dos idiomas- pero ni un solo texto al espa?ol. Y aunque no se lee mucho, la base para resolver las pruebas exige entender lo que dicen los menus.

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