Brothers in Arms: Hell's Highway
- PlataformaPS36.5PC6.53606.5
- G¨¦neroAcci¨®n
- DesarrolladorGearbox Software
- Lanzamiento25/09/2008 (PS3, 360)09/10/2008 (PC)
- TextoEspa?ol
- VocesEspa?ol
- EditorUbisoft
Hermanos de pocas armas
La Segunda Guerra Mundial ha servido de inspiraci¨®n para innumerables t¨ªtulos. Brothers in Arms explora las aventuras de una unidad de paracaidistas aliados en las tierras de Holanda m¨¢s all¨¢ de los acontecimientos de la invasi¨®n de Normand¨ªa.
Si hubiera que escoger un g¨¦nero y una tem¨¢tica para representar a la totalidad de los videojuegos como un ¨²nico producto, probablemente se seleccionar¨ªa un FPS, un ?shooter' ambientado en la Segunda Guerra Mundial. A pesar que la ¨²ltima gran guerra ha sido diseccionada desde todos los ¨¢ngulos posibles, parece que las desarrolladoras encuentran todav¨ªa punta para sacarle al l¨¢piz de este evento b¨¦lico que mantuvo en vilo a la totalidad de la comunidad internacional.
Brothers in Arms: Hell's Highway (BiA en adelante) no es una franquicia de disparos en primera persona al uso tipo Medal of Honor, Call of Duty o tantas otras; a?ade un componente t¨¢ctico al incluir el manejo de escuadrones para que realicen tareas especiales e importantes dentro de cada misi¨®n, premiando as¨ª no solamente la habilidad del jugador a la hora de controlar el punto de mira sino tambi¨¦n valorando el uso racional de los recursos disponibles para afrontar una soluci¨®n a modo de estrategia. Todo ello con grandes referencias de tipo hist¨®rico para otorgar veracidad al argumento.
Desgraciadamente hay poco que decir en este aspecto, aunque no porque la mayor¨ªa sepan ya a estas alturas (o por lo menos debieran saber) a grandes rasgos los puntos centrales sobre los que gira la guerra, sino porque BiA hace muy pocos esfuerzos para poner al jugador en situaci¨®n. Al empezar, se hace una referencia al estilo serie americana de 'En anteriores cap¨ªtulos de Brothers in Arms...' con un rapid¨ªsimo flashback sobre hechos pasados que a muchos dejar¨¢ poco menos que at¨®nitos, al tiempo que durante la campa?a casi no se profundiza en ellos.
El resultado es que uno puede terminar tranquilamente el juego habiendo cogido solamente ligeros matices sobre lo que est¨¢ sucediendo. Eso s¨ª, matices fuertemente emotivos; afortunadamente el t¨ªtulo es lo bastante obvio en lo elemental: los nazis son los malos y los aliados son los buenos. Si es nazi, se dispara; si no es nazi, buena gente. Es decir, que a pesar de que situamos a los personajes en Holanda y que realizamos toda una serie de intervenciones de la operaci¨®n Market Garden, poco m¨¢s de lo elemental pillaremos sobre eso a menos que tengamos muy frescos los acontecimientos de anteriores entregas de la saga.
Dado la competencia que existe entre las decenas de FPS del mercado, un poco m¨¢s de atenci¨®n en este punto no es cuesti¨®n banal, m¨¢xime viendo como otros t¨ªtulos en el mercado han apostado fuerte en este aspecto cosechando grandes resultados. En cualquier caso, mayormente estaremos en disposici¨®n de encarnar al sargento Baker (aunque eventualmente ser¨¢ otro protagonista) y explorar de forma multilateral las relaciones y sentimientos entre los miembros de un mismo regimiento, de forma interesante aunque poco concisa.
BiA se organiza por cap¨ªtulos en los que empezamos tres d¨ªas despu¨¦s de cuando se sucede la mayor parte del argumento a modo de flashback, controlando durante la mayor parte de ellos a uno o m¨¢s grupos de soldados con distintas funciones. La pr¨¢ctica inmensidad del juego puede ser jugada sin prestar atenci¨®n a nuestros acompa?antes (si mueren, mala suerte pero no se acaba el mundo), excepto en determinados y escasos puntos espec¨ªficos en los que sus habilidades son imprescindibles.
Si hay algo especialmente negativo que destacar del t¨ªtulo presentado por Ubisoft reside en su nivel t¨¦cnico; movido como est¨¢ por el motor de Unreal - sin ser ninguna garant¨ªa de nada, como desgraciadamente sufrimos en Hour of Victory - tiene los cl¨¢sicos problemas asociados a esta tecnolog¨ªa, en especial cuando se refiere a las texturas. ?stas son generalmente de pobre calidad (el c¨¦sped, por ejemplo, es impropio de esta generaci¨®n) y adem¨¢s suelen cargar demasiado tarde, no solamente al principio de un nivel sino en demasiados puntos del juego.
Es destacable el nivel de realismo que se intenta dar en todo el apartado gr¨¢fico: impactos de bala en los distintos elementos del escenario, efectos de part¨ªculas, visuales y de sonido de explosiones y dem¨¢s, el dise?o de los escenarios holandeses... sin embargo hay detalles que restan calidad al conjunto final, afirmaci¨®n que gira en base a unas animaciones correctas aunque escuetas, ciertos tirones en la tasa de cuadros por segundo pero por encima de todo una f¨ªsica de mucho de lo que vemos en pantalla completamente irreal.
Y es que la credibilidad del conjunto va m¨¢s all¨¢ de unos gr¨¢ficos cre¨ªbles; por ejemplo, el hecho de ver como tu unidad de artilleros apunta en una direcci¨®n pero el proyectil sale en otra, como las MG42 del enemigo disparan en sentidos literalmente imposibles, como los cuerpos o armas se quedan en posiciones absurdas al caer (incluso suspendidas del aire) o que una granada o un bazooka sean incapaces de destruir el m¨¢s peque?o de los muros. Por no hablar de lo engorroso que supone, a veces, lanzar una granada intentando que la ret¨ªcula quede en el sitio correcto.
En otras ocasiones, sin embargo, BiA s¨ª consigue su efecto m¨¢s impactante; por ejemplo, los artilleros pueden destruir unidades elevadas y generalmente es una delicia visual contemplarlo. Tambi¨¦n en una misi¨®n nocturna puede apreciarse la generosa dosis de efectos de luz con los reflejos de las balas de tu escuadr¨®n de ametralladora pesada, as¨ª como las explosiones generadas por la destrucci¨®n de 88s o tanques de gasolina.
Y as¨ª, la lista de claroscuros podr¨ªa continuar por muchos p¨¢rrafos; otro ejemplo para ilustrarlo: cuando ejecutamos una maniobra excepcional (un disparo a la cabeza lejano, una granada que aniquila a 3 enemigos, etc.) se activa una c¨¢mara de acci¨®n que ralentiza y enfoca con m¨¢s precisi¨®n el evento. Pero, por otro lado, se observa como los cuerpos reaccionan al impacto o vuelan de forma incomprensible, a pesar de que los numerosos desmembramientos le a?aden una dosis muy alta de espectacularidad.
Eso s¨ª, la calidad del doblaje en castellano es verdaderamente deslumbrante, con la incorporaci¨®n al elenco de personajes con voces famosas de otras tambi¨¦n conocidas series de televisi¨®n, todas con gran calidad aunque los comentarios del escuadr¨®n propio son algo repetitivos. Los efectos de sonido cumplen correctamente su funci¨®n, sin excesivos alardes, y la m¨²sica contribuye con acierto a crear una atm¨®sfera adecuada con sus cambios de intensidad y de ritmo, lo que habla ciertamente a favor de sus responsables.
El desarrollo de la campa?a es completamente unidireccional en cualquiera de los dos niveles de dificultad disponibles al inicio del juego, aunque un tercer nivel se desbloquea al terminarlo por primera vez en los que se elimina cualquier ayuda como la cruceta y dem¨¢s. B¨¢sicamente iremos avanzando por un camino predefinido y afrontando toda una serie de encuentros asignados por el mismo gui¨®n. Es decir, justo cuando acabemos con ese ¨²ltimo enemigo y no antes, aparecer¨¢n dos grupos de alemanes m¨¢s.
BiA intenta premiar al jugador que emplea la cabeza aparte de apretar el gatillo, por lo que pone a su disposici¨®n situar a los aliados tal y como guste pulsando el bot¨®n correspondiente, de modo similar a como se ha hecho en anteriores entregas de la saga o en t¨ªtulos como Full Spectrum Warrior o GRAW, con reservas. El nivel de autonom¨ªa de los escuadrones es muy elevado, con lo que las instrucciones se limitan a dirigirse a determinado sitio, reagruparse o atacar tal posici¨®n. Estos grupos pueden ser unidades de asalto, de fuego b¨¢sico, artilleros con bazooka o de fuego pesado con ametralladora.
Conocer sus puntos fuertes y d¨¦biles puede ser ¨²til a lo largo de las misiones, si bien la ¨²nica unidad realmente interesante es la de artilleros, porque puede acabar con la resistencia enemiga con mayor facilidad. El componente t¨¢ctico no termina con asignar posiciones y esperar a que acaben con los adversarios, sino que muchas veces consistir¨¢ en efectuar t¨¢cticas de supresi¨®n (los enemigos bajo fuego de supresi¨®n apenas disparan) para despu¨¦s flanquearlos y conseguir bajas f¨¢ciles. Aunque un jugador paciente puede acabar a distancia con todos sin arriesgar demasiado el pellejo.
Existen multitud de puntos donde cubrirse a lo largo de los mapeados, destacando las protecciones que pueden absorber una cantidad limitada de da?os (tipo mesas de madera, vallas, etc.), las que tienen capacidad de aguante moderado como los sacos de arena y dem¨¢s o las virtualmente indestructibles como el m¨¢s delgado de los muros de ladrillo, que m¨¢s que estar hechos con cemento parecen fabricados con una aleaci¨®n de adamantium completamente invulnerables.
Existen notables problemas de comportamiento con respecto a las coberturas, pues si bien esprintar y pegarnos a ellas resulta sencillo, en muchos casos incomoda retirarse de la protecci¨®n, con una sensaci¨®n como si el mando no obedeciera nuestras instrucciones o estuvi¨¦semos pegados con chicle a la pared. En muchas ocasiones nos encontraremos avanzando de protecci¨®n en protecci¨®n hasta llegar a posiciones f¨¢ciles con los que abatir a la Inteligencia Artificial.
Aqu¨ª es donde radica probablemente el mayor de los problemas cuando ¨¦stos ata?en a la jugabilidad, pues existen disfunciones importantes entre lo que deber¨ªa ser y lo que es. Por ejemplo, no es habitual pero tampoco infrecuente comprobar como nuestros aliados hacen caso omiso de nuestras instrucciones, bien escogiendo err¨®neamente el camino a seguir (lo que en ingl¨¦s se conoce como ?pathfinding') o equivocarse al d¨®nde situarse. Tampoco la IA enemiga se libra de numerosos defectos al no responder al fuego enemigo, colocarse en ocasiones ?castigada' de cara a la pared, etc.
En la totalidad de las misiones dispondremos de un mapa t¨¢ctico en el que podremos controlar la posici¨®n de las unidades alemanas, las propias y la situaci¨®n de los puntos de reconocimiento. Estos puntos, generalmente en territorio elevado, parecen una reminiscencia de los que existen en Assassin's Creed pero no tienen efecto ninguno excepto para aumentar la visual del mapa y observar ciertos eventos. Tambi¨¦n en cada fase existen una cantidad de coleccionables con el nombre de 'kilroys' que podemos buscar si nos sobra alg¨²n tiempo.
Para librarnos de los nazis hay a nuestra disposici¨®n la cl¨¢sica lista de armas de la ¨¦poca, aunque solamente podremos llevar de dos tipos - adem¨¢s de la pistola - simult¨¢neamente y no ser¨¢n de nuestra elecci¨®n, a menos que robemos una de las ca¨ªdas a nuestros enemigos. Para reabastecernos, h¨¢bilmente se han dispuesto un buen n¨²mero de puntos de aprovisionamiento con los que reponer nuestra cantidad de cargadores y de granadas.
BiA hace un esfuerzo por intentar enfrascarnos en un combate lo m¨¢s realista posible y, a pesar de lo mencionado anteriormente, en ocasiones consigue que nos metamos en la piel de Baker. Hay situaciones estelares realmente conseguidas, como cuando debemos proteger desde una posici¨®n de francotirador a un ni?o holand¨¦s o avanzamos con el tanque destruyendo todo lo que aparece a nuestro paso. Ciertamente, Hell's Highway tiene sus buenos momentos.
Tambi¨¦n posee la posibilidad de disfrutarse en multijugador, con partidas de hasta 20 contrincantes divididos en dos equipos. B¨¢sicamente es un multiplayer deathmatch o control territorial al uso con baj¨®n de calidad gr¨¢fica inclusive, con la existencia de jefes de escuadr¨®n que tienen capacidades especiales que los destacan del resto pero poco m¨¢s que realmente suponga un plus imprescindible que lo separe del millardo de t¨ªtulos online que existen realmente en el mercado.
Correcto
No es lo ¨²ltimo ni lo m¨¢s original, tampoco cuenta con la mejor ejecuci¨®n, pero puede divertir si te gusta el g¨¦nero. Bien, pero mejorable. C¨®mpralo si te gusta el g¨¦nero y te gusta tenerlos todos.