Bravely Default II: un JRPG fiel a sus ra¨ªces

En 2013 los apasionados de los juegos de rol japoneses se toparon con una grata sorpresa por parte de Claytechworks, Bravely Default. Aclamado por la cr¨ªtica y con un 85 en metaescore, se destac¨® especialmente el uso de las sinergias entre trabajos y la profundidad que le daba al combate el modo bravely y el default que le dan nombre. Ocho a?os despu¨¦s, llega a Nintendo Switch la tercera entrega de la saga, teniendo en cuenta que Bravely Second: End Layer es secuela directa del primer t¨ªtulo. Tras varias horas dentro de la historia que nos plantea Bravely Default II, os traemos nuestras primeras impresiones del esperado JRPG.

El elegido sin nombre

Dicen que todas las buenas historias comienzan en una taberna, especialmente si esa taberna est¨¢ frecuentada por bardos, borrachos, personajes que parecen salidos directamente de alguna novela de Mundodisco y alg¨²n que otro h¨¦roe. Bravely Default II comienza en una playa tras un catastr¨®fico naufragio, pero su protagonista no tarda en reunirse con un grupo de lo m¨¢s variopinto en una taberna para asumir el rol de h¨¦roe. Es probable que este arranque resulte familiar a los apasionados del g¨¦nero JRPG, y la similitud que comparte con otros t¨ªtulos no es en vano. Al igual que la primera entrega de la saga, el nuevo t¨ªtulo de SquareEnix es una oda a sus predecesores de la ¨¦poca de los 16 bits. Su historia es arquet¨ªpica, y por lo que hemos podido ver a lo largo de sus dos primeros cap¨ªtulos, se mantiene sin sorpresas dentro de la estructura narrativa de los juegos de rol japoneses cl¨¢sica.

Todos los desastres naturales que est¨¢n ocurriendo en tierras cercanas tienen su origen en el robo de unos cristales elementales que, convenientemente, una de nuestras acompa?antes tiene la misi¨®n de recolectar. No entraremos en m¨¢s detalles acerca de la historia para evitar destripes, pero adelantamos que la historia avanza de forma tan tradicional que resulta predecible. El ritmo viene marcado por cap¨ªtulos, cada uno de ellos en una localizaci¨®n diferente, con varias mazmorras y jefes finales intermedios antes de dar con el verdadero causante del caos en cada zona. Por supuesto, entre medias tendremos muchas horas de farmeo y de misiones secundarias en las que asumiremos el trabajo a tiempo parcial de recadero.

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Pero, por otro lado esta familiaridad resulta c¨¢lida. Es una sensaci¨®n similar a las personas que aficionadas a las pel¨ªculas Western: la mayor¨ªa tienen una estructura pr¨¢cticamente id¨¦ntica, y es precisamente por eso por lo que gustan. Estos cin¨¦filos tienen la historia que buscan a exproceso ver, y los jugadores que busquen una experiencia JRPG cl¨¢sica la podr¨¢n encontrar en las horas que dura Bravely Default II. Si bien es cierto que hay giros de gui¨®n inesperados, personajes cuyas m¨¢scaras se caen en momentos clave y resulta interesante avanzar en la historia para conocer el pasado de nuestros compa?eros de viaje, todo esto se enmarca en una estructura can¨®nica y capitular t¨ªpica del g¨¦nero. Seg¨²n avancemos en determinados puntos de la historia podremos acceder a diferentes conversaciones que nos sacar¨¢n una sonrisa o nos dar¨¢n pistas sobre la personalidad de nuestros compa?eros de grupo, un cambio de ritmo que se agradece entre combate y combate.

En este punto queremos destacar el trabajo de localizaci¨®n, uno de los puntos fuertes de la traducci¨®n del t¨ªtulo. Con los textos completamente en castellano, la lengua se adapta a cada personaje para remarcar su personalidad y origen. Por ejemplo, uno de nuestros compa?eros principales habla con expresiones totalmente argentinas, al igual que sus conocidos procedentes de su misma ciudad. Todo esto se complementa con dos doblajes para las conversaciones principales y cinem¨¢ticas, tanto en ingl¨¦s como japon¨¦s. Adem¨¢s, podemos cambiar el idioma de las voces en cualquier momento de la partida.

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Mec¨¢nicas que tratan de agilizar la f¨®rmula cl¨¢sica

Un aspecto fundamental y que consume much¨ªsimas horas de juego en este tipo de t¨ªtulos son las batallas. Como en su predecesor, los modos bravely y default te permiten endeudar hasta tres turnos o acumularlos para emplear las acciones que nos corresponden m¨¢s adelante, lo que se traduce en que los combates tienen una capa de profundidad extra. Esto, sumado a la infinidad de combos que nos ofrecen las sinergias entre los trabajos que vamos desbloqueando cada vez que acabamos con un jefe final, nos permitir¨¢ alzarnos con la victoria contra enemigos objetivamente mucho m¨¢s poderosos que nosotros. Porque s¨ª, uno de los puntos fuertes del t¨ªtulo es la incre¨ªble variedad de trabajos disponibles y los combos que se pueden generar entre ellos. Esto nos permitir¨¢ crear diferentes estrategias seg¨²n las debilidades y los patrones de comportamiento que tenga el enemigo que se nos ponga delante, lo cual hace de cada enfrentamiento un mundo.

De todas formas, las posibilidades estrat¨¦gicas que se nos ofrecen no eliminan la necesidad decenas de horas de farmeo cl¨¢sico para aumentar los niveles necesarios, ya no solo de nuestros personajes sino tambi¨¦n de los trabajos que tengan asignados en el momento. Por suerte, mec¨¢nicas como los modos bravely y default, ataques en ¨¢rea y objetos que nos permiten iniciar cadenas de combates que nos proporcionan multiplicadores de experiencia facilitan la misi¨®n, pero la necesidad de emplear tiempo en farmear sigue ah¨ª. Entendemos que es un elemento propio del g¨¦nero, pero lo consideramos de cierta manera un lastre de los JRPG que tiende a no respetar el tiempo del jugador. En cuanto al estilo art¨ªstico, los escenarios y las ciudades son preciosos y cada uno tiene su propio car¨¢cter. Al menos en los que hemos podido ver, se aprecia el mimo en el dise?o de las diferentes localizaciones, cada una concuerda con la historia que se nos narra en la localidad en cuesti¨®n y tiene su encanto personal. Hay cofres que nos costar¨¢ m¨¢s encontrar, y es entretenido localizar los m¨¢s complicados.

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Por su parte, los enemigos y sus dise?os no son especialmente memorables, pero encajan con lo que se espera de los mismos. Cada uno tiene sus caracter¨ªsticas que deberemos revelar seg¨²n les ataquemos o cuando les inspeccionemos, y dependiendo de los trabajos que tengamos en el plantel incluso podremos utilizarlos en nuestro propio beneficio m¨¢s adelante. En cuanto a los jefes finales, hemos notado un desnivel de impacto en el jugador: unos marcan mucho tanto la historia como a nosotros, mientras que a los otros los habremos olvidado cinco minutos despu¨¦s de haberlos vencido.

Una buena noticia es que si se da el caso contrario y el enemigo acaba con todos los miembros de nuestro equipo, no tardaremos en volver a enfrentarnos con ¨¦l. Las pantallas de carga no son excesivamente largas, pero hay determinados momentos en los que se encadenan varias cinem¨¢ticas y entre cada una de ellas hay una pantalla en negro. Tambi¨¦n ocurre al entrar y salir de ciudades o al movernos de un piso a otro de las mazmorras. Sin embargo, a la hora de empezar y concluir los combates, por ejemplo, el tr¨¢mite de pantallas es bastan r¨¢pido. Adem¨¢s, dentro de los propios encuentros podemos aumentar la velocidad de todos los ataques, lo que se agradece teniendo en cuenta la cantidad de duelos que tendremos que librar durante todo el t¨ªtulo. En cuanto a los FPS, hemos experimentado algunos bajones de frames, especialmente a la hora de iniciar conversaciones en grupo. La resoluci¨®n en modo port¨¢til se ajusta a los 720p que ofrece la pantalla, mientras que en modo sobremesa llega a 1080p.

La banda sonora de Bravely Default II nos transporta de lleno a su mundo de fantas¨ªa. En ocasiones, dependiendo del tiempo en el que nos estanquemos en una zona, la melod¨ªa asociada al lugar puede llegar a resultar repetitiva, pero teniendo en cuenta que al avanzar de cap¨ªtulo tendremos un nuevo tema que escuchar, no es un gran inconveniente. Sus canciones se acoplan perfectamente a la ambientaci¨®n del t¨ªtulo para transportarnos de lleno los p¨¢ramos desiertos y la ciudad costera que hemos podido visitar. Voces

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Una apuesta relativamente segura para los apasionados del g¨¦nero

Bravely Default II es un JRPG can¨®nico de los pies a la cabeza, y no aspira a ser otra cosa. Por lo que hemos podido experimentar, el t¨ªtulo de Claytechworks y Square Enix ofrece decenas de horas de juego en las que viviremos historias arquet¨ªpicas pero con giros interesantes y continuos combates contra todo tipo de monstruos y criaturas. Si bien es cierto que no reinventa la f¨®rmula, las personas que disfruten de este tipo de experiencias encontrar¨¢n en el t¨ªtulo a personajes entra?ables y combates que dan pie a la estrategia y originalidad que cada uno pueda aportar.

Su estilo art¨ªstico es agradable, aunque consideramos que demasiado cartoon. Desentona con el tono de algunas de las tramas que hemos vivido, y sus animaciones llegan a sacarnos de la historia en momentos que deber¨ªan ser serios ya que afectan de lleno a los personajes. En cambio, la banda sonora acompa?a nuestras andanzas a la perfecci¨®n, complementandola ambientaci¨®n del t¨ªtulo.

Bravely Default II llegar¨¢ a Nintendo Switch el d¨ªa 26 de este mismo mes de febrero, y un poco antes podr¨¦is leer nuestro an¨¢lisis en Meristation. Recordad que si quer¨¦is probarlo de forma gratuita, pod¨¦is descargar la demo ya disponible en la eShop de la empresa nipona. Eso s¨ª, tened en cuenta que vuestros progresos en la misma no se pasar¨¢n al juego completo si decid¨ªs embarcaros en la aventura definitiva.

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