Boulder Dash XL
- Plataforma3608
- G¨¦neroPuzle
- DesarrolladorKalypso Media
- Lanzamiento13/07/2011
Mineros de hojalata
Hay videojuegos que buscan relatar una historia que se marque a fuego en la retina de los usuarios. Otros s¨®lo quieren entretener, ofrecer un pasatiempo. Algunos, los que menos hoy en d¨ªa, se regocijan ofreciendo extra?os h¨ªbridos entre puzle y acci¨®n que recuerdan a los cl¨¢sicos de anta?o. Boulder Dash XL renueva la f¨®rmula de la obra de Catnip, ofreciendo un buen pu?ado de modos de juego y una mec¨¢nica sencilla. Aut¨¦ntico sabor a?ejo, aunque no apto para card¨ªacos.
Boulder Dash pertenece a esa generaci¨®n de t¨ªtulos de 8-Bits que unos recuerdan con cari?o y otros con profundo pesar, o frustraci¨®n. Fue uno de los pioneros en construir un peque?o entramado en el que no importaba tanto la habilidad como el ingenio a la hora de solventar los obst¨¢culos que aparecen entre el h¨¦roe de hojalata que protagoniza esta obra y los diamantes que ha de obtener para ?hacer su d¨ªa', esto es, para llegar a casa con algo de dinero para poder vivir otro par de horas. No existe un argumento en el que basarse, ni una l¨ªnea temporal. Nada de lo que ofrece puede ser catalogado como un elemento especialmente imaginativo, siquiera revolucionario, no digamos innovador. Sin embargo, Boulder Dash es una licencia reputada, por lo que el anuncio de su regreso al panorama digital es, cuando menos, una grata sorpresa para los aficionados al g¨¦nero de los puzles.
Boulder Dash XL es una versi¨®n modificada del original, aparecido hace dos d¨¦cadas, en el que se transforma el aspecto gr¨¢fico -no as¨ª el sonoro-, otorgando profundidad 3D a los escenarios sin olvidar la imprescindible reconversi¨®n de los dos protagonistas de la obra. Dos robots son los encargados de darnos la bienvenida (uno masculino, otro femenino), aunque sus funciones no var¨ªan entre s¨ª. A los dos les corresponde la tarea de sumergirse en claustrof¨®bicos parajes donde han de sortear rocas, paredes infranqueables, monstruos y otros retos para salir airosos del apuro antes de que el cron¨®metro llegue a cero.
La propuesta no dista mucho de la cl¨¢sica estructura que siguen los juegos de puzle al estilo Pac-Man (no se moleste nadie por esta calificaci¨®n, que deber¨ªa ser meramente arcade, aunque siempre se le ha atribuido un importante factor estratega al planteamiento de estos t¨ªtulos tan sencillos en apariencia). Ciertamente, Boulder Dash emplea una mec¨¢nica que consiste en dificultar el acceso a los diamantes de manera que las leyes de la f¨ªsica sean las que jueguen en nuestra contra. La vista se somete al cl¨¢sico enfoque bidimensional, que aqu¨ª s¨ª que se somete a una cierta profundidad y a la gravedad. Nuestro peque?o robot cuenta con un corto espectro de herramientas que puede utilizar para sortear estos obst¨¢culos: nuestro ¨¦xito o fracaso en cada escenario viene determinado por la eficacia con la que empleemos estas herramientas.
En esencia, la simpleza de la mec¨¢nica permite una comprensi¨®n r¨¢pida por parte de los lectores que no est¨¦n familiarizados con este g¨¦nero. Boulder Dash se compone de misiones y de distintos modos de juego, que en realidad son siempre el mismo -salvo el reservado para solucionar puzles-, donde comenzamos en un punto concreto de un mapeado en el que podemos avanzar en las cuatro direcciones. No hay plataformas ni saltos imposibles que requieran el uso de los reflejos. M¨¢s bien todo lo contrario: el juego invita a pausar la partida nada m¨¢s comenzar una nueva misi¨®n para echar un vistazo a la colocaci¨®n de los obst¨¢culos y, por ende, tambi¨¦n de los diamantes que debemos conseguir.
La primera misi¨®n, que servir¨¢ como ilustraci¨®n de lo aqu¨ª expuesto, requiere obtener un buen pu?ado de diamantes -aproximadamente unos 30- en un tiempo inferior a los 3 minutos. Aqu¨ª s¨®lo hemos de caminar de un lado a otro destruyendo bloques y comprendiendo el modus operandi de la f¨ªsica, a saber: si quitamos un bloque central en una hilera, varios caer¨¢n siguiente un sencillo proceso de l¨®gica. El lector ¨¢vido se preguntar¨¢ qu¨¦ clase de reto implica un mecanismo tan sencillo, pero la respuesta, como dir¨ªa la canci¨®n, forma parte de la propia pregunta. Estas ?mec¨¢nicas' de acci¨®n adquieren m¨¢s y m¨¢s complejidad a medida que superamos misiones. Esto se consigue mediante power-ups que, por ejemplo, permiten que nuestro robot se mueva a m¨¢s velocidad.
Estas modalidades ofrecen la posibilidad de centrarnos en uno de los aspectos de la mec¨¢nica, bien sea en puzles (contando cu¨¢ntos movimientos realizamos y el tiempo del que disponemos para salir airosos de la prueba en concreto) o en pruebas de habilidad donde el tiempo se reduce a¨²n m¨¢s si cabe. Hay mapeados espec¨ªficos de considerable tama?o que sirven como forma de exploraci¨®n para competir con otros usuarios de la red, as¨ª como otros d¨®nde s¨®lo cuenta la cantidad de diamantes que hayamos capturado. Cada misi¨®n propone un estilo de juego distinto, bien sea una fren¨¦tica carrera contra el tiempo o un pausado recorrido en el que prima el ingenio antes que la habilidad.
La mezcla entre ingenio, habilidad y puzle convierte Boulder Dash XL en una obra ¨²nica, que adem¨¢s se adquiere en bazares descargables por apenas 800 MP, un precio que, teniendo en cuenta la cantidad de contenido que ofrece, ser¨¢ un mero impedimento para el jugador que busque un producto que se desmarque de la media. Adicionalmente a lo expuesto, la mejora a nivel t¨¦cnico se aprecia claramente cuando probamos las mieles del modo tradicional, en el que tenemos la posibilidad de probar el formato original de 8-Bits. El nivel de dificultad aumenta cualitativamente, tanto que resulta todo un reto superar su corta duraci¨®n. Probar suerte con ¨¦l supone entender la habilidad de Catnip a la hora de adaptar Boulder Dash a las tendencias actuales.
Muy Bueno
Juego de notable acabado que disfrutaremos y recordaremos. Una buena compra, muy recomendable para amantes del g¨¦nero. Est¨¢ bien cuidado a todos los niveles. C¨®mpralo.