Blast-A-Way

El estudio sueco Illusion Labs lleva desde 2007 creando juegos para dispositivos iOS, entre los que se encuentran sagas tan populares como Labyrinth o Touchgrind; ahora vuelven a la actualidad con Blast-A-Way, un nuevo rompecabezas basado en f¨ªsicas de objetos protagonizado por unos robots muy particulares. En contra de lo que podr¨ªa parecer, lo nuevo de Illusion Labs no ofrece nada que no hayamos visto antes en otros t¨ªtulos; donde s¨ª han acertado plenamente es en su mezcla de elementos que hace de Blast-A-Way un t¨ªtulo puzle divertido, adictivo y desafiante, adem¨¢s de ofrecer un dise?o art¨ªstico con mucha personalidad. Veamos en nuestro an¨¢lisis si estamos ante un t¨ªtulo a tener en cuenta en un g¨¦nero muy competitivo en nuestros iPhone, iPad y iPod touch.

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Poco despu¨¦s entrar¨¢n en juego las diferentes esferas de colores; as¨ª, cada tipo de esfera interactuar¨¢ s¨®lo con el material del mismo color. Las esferas explosivas ser¨¢n las primeras en aparecer, con las que podremos hacer estallar algunos bloques para liberar Boxies o abrir el camino, siempre haciendo coincidir el color de ambos objetos; as¨ª, si lanzamos una de estas esferas rojas contra un bloque azul, no ocurrir¨¢ nada. Otro tipo de esferas ser¨¢n las pegajosas que, como su nombre indica, podr¨¢n pegarse a bloques inalcanzables para as¨ª hacerlos estallar. Las esferas de teletransportaci¨®n nos permitir¨¢n desplazar nuestros robot a bloques inaccesibles, de una manera parecida a la genial franquicia Portal de Valve.

En los niveles m¨¢s avanzados deberemos panificar muy bien nuestra estrategia antes de cometer un error irreversible, puesto que intervienen muchos tipos de esferas al mismo tiempo en niveles mucho m¨¢s complejos. Cuando m¨¢s se complica la cosa es con la entrada en escena de los portales de colores, que cambiar¨¢n el color de la esfera que pase a trav¨¦s de ellos; ser¨¢ a partir de este momento cuando Blast-A-Way demuestre todo su potencial con unos rompecabezas que nos desafiar¨¢n hasta la extenuaci¨®n. A nivel gr¨¢fico, el juego desborda car¨¢cter por los cuatro costados; la personalidad de Illusion Labs queda patente desde el minuto uno, especialmente en el primer mundo construido en madera y que nos recordar¨¢ a Labyrinth, la franquicia estrella de la compa?¨ªa.

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En los siguientes niveles encontraremos otras tem¨¢ticas que servir¨¢n como base para cada nivel que, a pesar de no influir en absoluto en las mec¨¢nicas de juego, resultan muy vistosas en apariencia; as¨ª, encontraremos escenarios construidos a base de distintos materiales como pl¨¢stico, tela, piedra o metal. Las texturas est¨¢n muy conseguidas, especialmente en los niveles de tela, dando como resultado una apariencia muy realista. Las f¨ªsicas de objetos tambi¨¦n est¨¢n a un buen nivel. La banda sonora se cimienta sobre melod¨ªas alegres que, si bien no resultan remarcables, s¨ª se ajustan bastante bien a la personalidad de nuestros rob¨®ticos protagonistas. La sensaci¨®n de minimalismo siempre est¨¢ presente en el juego, dando una impresi¨®n de delicadeza y amor por el detalle a lo largo de los diferentes niveles; los fondos blancos y los colores de los objetos hacen el resto.

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Para lanzar una esfera debemos pulsar sobre el objetivo, donde aparecer¨¢ una flecha que nos indicar¨¢ el ¨¢ngulo de la par¨¢bola; debemos ajustar muy bien la trayectoria, puesto que si estalla cerca de nuestro rob¨®tico personaje, la onda expansiva puede catapultarnos hacia el vac¨ªo, oblig¨¢ndonos a reiniciar el nivel. La acci¨®n de rotar la pantalla y acercarnos o alejarnos de las estructuras ser¨¢ algo inc¨®moda, puesto que a menudo nos equivocaremos, lastrando la experiencia considerablemente. Con todo, Blast-A-Way no presenta un mal control ¨Cle falta algo de precisi¨®n, eso s¨ª¨C aunque podr¨ªa ofrecer alguna opci¨®n para adaptar el interfaz a gusto del jugador. El juego llega con los textos traducidos al castellano para que no perdamos detalle de los diferentes mensajes a modo de tutorial y a un precio de 3,99 euros, aunque siempre podemos optar por la versi¨®n de prueba gratuita si no estamos seguros de su adquisici¨®n.