Blacksad: Under the Skin, an¨¢lisis

Lo hemos intentado por activa y por pasiva. Por la devoci¨®n que sentimos hacia los c¨®mics de Blacksad, porque nos encanta una buena aventura gr¨¢fica y por Pendulo Studios. Pero nada, no ha habido manera. Los gatos quiz¨¢s tengan siete vidas, pero los videojuegos no. A d¨ªa de hoy, Blacksad: Under the Skin tiene demasiados contratiempos. Los problemas se suceden uno tras otro y aunque achiquemos agua con la mejor de las voluntades, cerrando los ojos e ignorando la mitad de las cosas que suceden en pantalla, es como tratar de salvar el Titanic. Pantallas de carga que se atascan cuando van por el 99%, personajes que hablan sin mover la boca ni la cara, momentos en los que hay que contestar y no aparecen las opciones de di¨¢logo, texturas de resoluci¨®n ¨ªnfima, tirones y hasta situaciones en las que el juego se congela, nos obliga a salir al men¨² y hemos de repetir la ¨²ltima media hora porque no se hab¨ªa guardado desde entonces. Blacksad: Under the Skin no est¨¢ a la altura y demanda m¨¢s paciencia de la que su propuesta merece.

Historia de un naufragio

El pasado verano pudimos probar el t¨ªtulo en Par¨ªs, en las oficinas de Micro?ds, y las sensaciones fueron muy positivas. Solo tuvimos un pero: ¡°Hemos de reconocer que en nuestras primeras horas con el t¨ªtulo hemos encontrado muchos problemas a nivel t¨¦cnico, con bugs importantes e idas y venidas del audio, pero es normal en este tipo de pruebas y queda tiempo por delante para solucionarlo y corregirlo antes del lanzamiento. Nada que deba preocuparnos... por ahora¡±. Con el t¨ªtulo en la calle desde hace varias semanas, el tiempo se ha acabado y la situaci¨®n, m¨¢s que preocupante es ya alarmante. No solo no se han solucionado los problemas sino que ahora encima hay m¨¢s y son todav¨ªa peores.

Resulta inexplicable. En aquel evento, los desarrolladores prometieron solventar todos los errores y varias semanas despu¨¦s del mismo hasta se anunci¨® que el t¨ªtulo postergaba su salida para terminar de pulirse y acicalarse. El feedback parec¨ªa funcionar. Despu¨¦s de aquello se retras¨® una vez m¨¢s y, en medio del caos que gener¨® tanta fecha de lanzamiento, el juego se public¨® por error en PlayStation Store y Xbox Market antes de lo previsto. Los primeros compradores de estas versiones dieron a conocer todos los problemas y fallos que encontraron, y Micro?ds asegur¨® que se deb¨ªan a la falta de un parche ¡°day one¡± que estar¨ªa para el d¨ªa de lanzamiento oficial. Nosotros, que hemos jugado con dicho parche, no queremos ni imaginarnos c¨®mo deb¨ªa ser antes. Actualmente el juego, al menos en su versi¨®n para PlayStation 4, es una lucha constante contra viento y marea en la que se nos interrumpe varias veces por cada hora que pasamos a los mandos y en la que nos vemos obligados a repetir decenas de secciones porque no se valora nuestro tiempo. Hasta nuevas actualizaciones, Blacksad: Under the Skin parece un juguete roto.

Ampliar

Un espejismo

Es triste que durante los ¨²ltimos meses la apuesta jugable no haya crecido de manera proporcional a los bugs y problemas t¨¦cnicos. Se mantiene lo que menos nos gust¨® de nuestro primer contacto con el juego: los quick time events y los controles. En cuanto a los QTE, hace unos meses eran algo confusos y dif¨ªciles de entender, por incre¨ªble que parezca usar estos adjetivos al hablar de QTE. Ahora hay tutoriales explic¨¢ndolos, pero ya ni siquiera hacen falta porque en este tiempo se han simplificado en exceso y el juego se ha vuelto demasiado f¨¢cil, usando lenguajes del pasado (Telltale Games) por miedo a hacer una apuesta personal. Por su parte, los controles no han sido remozados y John Blacksad, nuestro protagonista, sigue siendo tan torpe y pesado como en la primera demo. Se queda atascado entre los objetos del escenario, le cuesta girar y ponerse a caminar, topa a menudo con muros invisibles... La jugabilidad se siente tosca, lenta y poco fluida.

Por si eso fuera poco, lo que m¨¢s nos gust¨® del juego en su d¨ªa va perdiendo fuerza conforme se suceden las horas. La gran diferencia de Blacksad: Under the Skin con respecto a las obras de Telltale Games (The Walking Dead) y Quantic Dream (Heavy Rain), con las que m¨¢s parecidos guarda a nivel formal, parec¨ªa residir en que aqu¨ª ¨ªbamos a ser ¡°un detective de verdad¡±. Elegir qu¨¦ escenarios visitar, apuntar nuestras deducciones en una libreta y combinarlas para llegar a conclusiones, un sentido gatuno que nos permit¨ªa entrar en bullet time (c¨¢mara lenta) y usar nuestro olfato, o¨ªdo y vista felinos para descubrir pistas nuevas... etc¨¦tera. Pero como dec¨ªamos, con el paso de las horas todo se descubre como un espejismo.

Lo de elegir escenarios es muy puntual. De hecho, a pesar de la variedad, que hay que reconoc¨¦rsela (cuenta con m¨¢s de veinte ubicaciones distintas), los lugares no acostumbran a ser tan grandes como se promet¨ªan. Pocos alcanzan las dimensiones y el nivel de detalle del club de boxeo, que ha sido el gran protagonista de los trailers y las im¨¢genes promocionales de juego, contando con varias alturas y zonas exteriores con gente paseando. A su vez, de las deducciones nos avisa el juego, impidi¨¦ndonos llegar a conclusiones err¨®neas y oblig¨¢ndonos a descubrirlo casi todo antes de dejarnos avanzar en la trama. Es dif¨ªcil perderse nada al margen de los coleccionables. Blacksad: Under the Skin es m¨¢s lineal de lo que pens¨¢bamos y acostumbra a llevarnos de la mano. Desde luego, la versi¨®n de prueba estuvo muy bien elegida. Y del sentido de detective es mejor no hablar, pues solo sirve como una bolsa constante de deux ex machina para el argumento. Las pesquisas m¨¢s ¨²tiles llegan de la mano de este sistema, pr¨¢cticamente teledirigido.

Ampliar

Los tres pies al gato

No todo es malo, claro est¨¢. Es posible encontrarle los tres pies al gato y hallar cosas buenas en ¨¦l. Blacksad: Under the Skin sigue siendo una carta de amor al legado de Juan D¨ªaz Canales y Juanjo Guarnido. Las novelas gr¨¢ficas en las que se basa, que nunca podremos dejar de recomendar, revolucionaron el c¨®mic europeo en su d¨ªa por medio de una negr¨ªsima recreaci¨®n de la Estados Unidos de los a?os cincuenta. Un pa¨ªs de animales antropom¨®rficos que rebosa racismo y violencia, y que cuenta con ecos de las grandes aventuras de Philip Marlowe y Samuel Spade. La vida a trav¨¦s de un prisma del deber, el amor y la mentira. Su esp¨ªritu est¨¢ perfectamente recogido en el videojuego de Pendulo Studios (Hollywood Monsters, Yesterday Origins, Runaway), donde encontraremos gui?os y referencias a la obra original en cada rinc¨®n. Personajes y lugares extra¨ªdos del c¨®mic, l¨ªneas de di¨¢logo y tiros de c¨¢mara id¨¦nticos a los de sus vi?etas, easter eggs que entroncan con las historias que ya conoc¨ªamos... Definitivamente, Blacksad: Under The Skin es como comprar un tomo de la serie, abrirlo por la mitad y aspirar el olor de sus p¨¢ginas. Sus desarrolladores demuestran continuamente hab¨¦rselo estudiado al dedillo y sentir tanto amor por sus personajes como nosotros. Si algo puede hacer que no nos rindamos tras el cuarto bug y la quinta congelaci¨®n de pantalla son precisamente la ambientaci¨®n y la historia del juego.

La trama, aprobada por Juan D¨ªaz Canales, se sit¨²a entre la primera y la segunda parte de la novela gr¨¢fica (es decir, a caballo de Un lugar entre las sombras y nuestra pieza favorita, Arctic-Nation). En ella nos ponemos bajo la piel (Under the Skin) de John Blacksad, gato e investigador privado, para trabajar en un crimen en la gris¨¢cea Nueva York de los a?os cincuenta. Un caso que sirve de excusa para un emotivo desfile de rostros conocidos: Weekly, nuestro f¨¦tido amigo del What's News; Smirnov, el jefe de polic¨ªa perruno con el que compartimos favores; Jake Ostiombe, un sospechoso gorila de ¨¦tica dudosa que se dedica al boxeo; e incluso Poli, el due?o del Iguana, un bar solo para reptiles en los suburbios de la ciudad. A ellos se suman muchas caras que que forman parte del pasado y la familia de John, y que aparecen por medio de recuerdos, llamadas telef¨®nicas o escenas muy puntuales. Desde su amada Natalia Wildford hasta su hermana Donna, su sobrino y su padre. El ritmo, los giros de guion y los grandes temas sobre la vida que hay bajo cada decisi¨®n son lo ¨²nico a lo que aferrarse durante las 10 horas que dura Blacksad: Under the Skin.

Ampliar

Quiz¨¢s la historia no llegue a tratar el sexo y las violencia con la crudeza del c¨®mic, pero sigue tratando temas como la corrupci¨®n y el racismo, no demasiado habituales en la industria. La escritura, lo mejor de Blacksad: Under the Skin, se ve potenciada con la opci¨®n de elegir en qu¨¦ idiomas queremos voces, textos y subt¨ªtulos (espa?ol incluido). El magn¨ªfico doblaje al castellano cuenta con voces de la talla de Gabriel Jim¨¦nez (Hugh Jackman) y Roberto Encinas (Nathan Drake), que se ven acompa?adas por una banda sonora cargada de jazz y, si bien repetitiva, perfectamente acorde al tono de la aventura. A nivel gr¨¢fico ocurre parecido, y a¨²n con los problemas de resoluci¨®n, framerate e hieratismo facial, el apartado art¨ªstico evoca el dibujo y estilo del c¨®mic con sus colores, dise?os y enfoques. Podr¨ªa valer la pena hablar de sus 6 finales distintos, las decisiones morales del apartado ¡°Tu propia Blacksad¡± y ese listado de trofeos con los desaf¨ªos tan curiosos que plantea (tratar de mancharnos las manos de sangre todo lo posible, por ejemplo), pero hablar de rejugar Blacksad: Under the Skin es una utop¨ªa con tantos problemas como presenta. Bastante duro se hace superarlo una sola vez. Adem¨¢s, que las historia cambie de rumbo vuelve a estar ligado a momentos muy concretos y detectables, siendo muchas de las situaciones poco menos que intrascendentes.