Comentar un juego basado en una serie de manganimaci¨®n es siempre dif¨ªcil por una simple raz¨®n: si no se conoce la saga, y si el juego no ofrece algo realmente llamativo para enganchar al jug¨®n sin que la historia o los personajes le llamen, es muy complicado que el t¨ªtulo triunfe. Relacionar su calidad apreciando el manga o el anime es, como acabamos de decir pues, bastante complejo.
Las opiniones de los propios aficionados, as¨ª como amantes de la saga, han sido de lo m¨¢s diversas en estos escasos meses que el juego lleva a la venta, pues desde calificarlo como 'obra maestra' hasta 'nuevo fiasco' pasando por el 'no respetar la esencia del original' y una serie de contradicciones entre s¨ª que se van repitiendo una y otra vez. Se podr¨ªa decir que, b¨¢sicamente, es todo una cuesti¨®n de gustos.
Sin embargo hay una serie de premisas que se dejan ver muy bien en este Berserk: Millennium Falcon y que independientemente de los gustos personales encajan perfectamente con la idea original que buscaban los creadores del juego. Apreci¨¢ndolo puesto que, se mire como se mire, tras muchos rumores sobre posibles cancelaciones, falta de dinero y dem¨¢s ha llegado a la bestia negra de Sony con un resulta soberbio, quiz¨¢s algo escaso, aunque muy a tener en cuenta.
El vuelo del halc¨®n milenario Berserk nos ofrece una idea muy concisa desde el primer momento de juego, esto es, acci¨®n sin fin desde el primer momento en el que tomamos el mando de Gatts, protagonista de la aventura, en el que meti¨¦ndonos en su piel hemos de lidiar con infinitas -en el sentido literario de la palabra- para conseguir avanzar a lo largo de los ocho mundos que se nos proponen, todos de porte distinto aunque a su misma vez semi relacionados entre s¨ª gracias a la compleja historia realizada por Kentaro Miura que supervisar¨ªa el juego.
La historia, como ver¨¦is, pasa a un segundo plano aunque tambi¨¦n cobra vital importancia si nos importa saber por qu¨¦ hacemos lo que hacemos. No dista mucho del cap¨ªtulo 18 - 19 del magna, que hasta el momento no ha aparecido a¨²n por nuestras tierras (aunque s¨ª en Jap¨®n, al igual que los mangas traducidos por un grupo especializado que podr¨¦is descargar desde cual programa de p2p), narrando ¨¦ste las contrariedades que sufre Gatts al estar marcado con el estigma de los condenados, fruto de su visita al inframundo y salir vivo de ¨¦l.
A trav¨¦s de distintos parajes en los que suceden las escenas de v¨ªdeo que dan lugar a la aparici¨®n de nuevos y conocidos personajes para los amantes de la serie. Claro que, con el fin de alargar lo m¨¢ximo posible la aventura, se han tomado algunas medidas en lo referente a la historia, como luchar much¨ªsimo m¨¢s trascendentales que en el original, escenas de v¨ªdeo que nos recordar¨¢n al manga y dem¨¢s, pero que a fin de cuentas le dan un toque de buen hacer al juego, en mayor medida por el claro cari?o con el que ha sido tratado.
El sufrimiento de un hombre Hay un aspecto que no var¨ªa en absoluto y es la verdadera raz¨®n de ser de Gatts, que tras perder todo cuenta ten¨ªa en un fat¨ªdico encuentro en el averno marc¨® su objetivo en derrotar a los 5 reyes de ¨¦ste, tarea para la cual supone que se han de conseguir todos los 'beherits', peque?as piedras que marcan una cara en su forma por las cuales, suponemos, Griffith entr¨® en ¨¦l.
Estos cinco due?os han prometido que nuestro h¨¦roe no va a salir con vida, por lo que los esp¨ªritus le acosan y acusan diariamente hasta tal punto de impedirle dejar dormir o descansar si quiera cerca de inocentes. Junto a su espada de m¨¢s de dos metros de altura, una fuerza descomunal aparecida tras una dura infancia en la que ¨¦l mismo hab¨ªa asesinado a su padre tras que ¨¦ste le intentase matar, y pocos compa?eros conseguir¨¢ llegar a aquello que persegu¨ªa.
Claro est¨¢, la serie no ha finalizado a¨²n, y por especulaciones se prev¨¦ que los 27 tomos que han aparecido -en Jap¨®n- hasta el momento se alarguen hasta, al menos, los 40. La historia se ha sometido a infinitos cambios en periodos de tiempo muy cortos, siempre hablando del tiempo en referencia a la propia aventura en si, aunque la raz¨®n de ser de Gatts no ha cambiado. Kaska, compa?era del protagonista y su amor, es otro de los puntos m¨¢s enigm¨¢ticos, pues su p¨¦rdida de memoria y su extra?o rechazo hacia ¨¦l soldado sin casi incomprensibles.
Al menos por ahora, pues Miura, el creador de la serie, ya ha prometido que continuar¨¢ con el trabajo cuando le llame. Parece que ser un dibujante tan joven se le ha subido a la cabeza, aunque eso s¨ª, poco o nada tiene que ver con el juego. Sin embargo, el acaso que sufre Gatts es fundamental para comprender el por qu¨¦ de lo siguiente que es vamos a comentar.
La pesadilla que nunca acaba A lo largo de los ocho mundos que visitaremos veremos muchos, pero que muchos enemigos, aunque de pocos tipos. Ese caso del que os habl¨¢bamos se fundamenta en que los monstruos nunca cesan de salir, sino que vuelven una y otra vez para hacernos conseguir combos, que a su vez nos conceden puntos de experiencia para subir alguna de las disciplinas que tenemos a nuestra disposici¨®n, l¨¦ase velocidad, fuerza, ataques nuevos etc.
El control del personaje es muy sencillo, b¨¢sicamente un golpe que sirve como embestida, otro relacionado con el 'tajo' directo, manejable en lo que a direcci¨®n se refiere con el stick an¨¢logo, junto al elenco de utensilios especiales que baraja el soldado: una ballesta, dagas, o invocar a los personajes secundarios como el conocid¨ªsimo elfo Pak (con perd¨®n de errar en el nombre, pero en las distintas tracciones le¨ªdas nunca se ha definido un nombre, al igual que con Gatts), que nos curar¨¢ al instante. ?stos a su vez tambi¨¦n pueden subir de nivel.
Tarde o temprano, en los inmensos y repetitivos mapas que encontraremos, toparemos con un 'halo' de luz que nos permite subir de nivel, guardar o volver a niveles anterior para buscar secretos que desbloquean los secretos del juego, es decir, galer¨ªas de fotos y explicaciones acerca de nuevos monstruos, personajes aliados etc.
Los malos que m¨¢s cuestan Pero el sencillo sistema para cortar a nuestros enemigos, muy bien llevado a la pr¨¢ctica gracias al enorme elenco de movimientos entrelazados que puede llevar a cabo Gatts, no es suficiente para derrotar a los monstruos de 'final de fase', o a los m¨¢s importantes en la saga. Curiosamente, nuestra fuerza pese a ser seres humanos se define bastante gracias a la enorme velocidad de la que gozamos conjuntamente a la enorme espada que movemos.
As¨ª, y a la hora de batirnos contra ello, la c¨¢mara rotar¨¢ seg¨²n la situaci¨®n lo requiera y podremos emplear distintos sistemas para derrotarlos. Enfrentamientos a dos espadas pulsando la X lo m¨¢s r¨¢pido posible, saltos hacia cualquier lado, evitar magias, o simplemente atacar a diestro y siniestro. Todo ello movido con un motor gr¨¢fico m¨¢s que envidiable que pese a denotar ciertos defectos muy notables durante el juego trata con suavidad las escenas de v¨ªdeo (estas no disfrutan de tanta calidad, aunque la fluidez con las que se representan es admirable), y lo m¨¢s importante, no provoca a penas ralentizaciones cuando estamos luchando ante cientos de enemigos.
La falta de detalle en los escenarios, quiz¨¢s m¨¢s variedad en lo que a enemigos se refiere, pero poco m¨¢s. No est¨¢ a la altura de los ¨²ltimos t¨ªtulos que han aparecido en la PS2 gr¨¢ficamente, pero cumple y ofrece lo suficiente para poder disfrutar del juego en s¨ª.
La importaci¨®n... Abrumados quiz¨¢s por el escaso ¨¦xito del juego en tierras japonesas que podr¨ªa surgir de cientos de vertientes es complicado conocer el futuro del DVD, aunque con mucha probabilidad nunca consiga salir de su pa¨ªs natal. Lo cierto es que es una pena, pues estamos ante uno de los beat ?em up m¨¢s divertidos en interesantes de los ¨²ltimos tiempos y perderlo ser¨ªa un craso error.
Las opciones son pocas, y pasan casi todas por importar el juego. No os arrepentir¨¦is, pues como ya os decimos es el mejor ejemplo de un buen manga llevado a videojuegos, y adem¨¢s una forma de pasar el rato ideal. Una pena que s¨®lo se pueda hacer con un jugador y que, despu¨¦s de pocas horas jugando, acabe resultando demasiado mon¨®tono.