Rodando sin fin

Pese a las reticencias mostradas por el creador del original, la saga Katamari ha seguido adelante para satisfacci¨®n de los numerosos seguidores de la franquicia. No en vano, se trata de uno de los juegos m¨¢s divertidos, alocados y amables que se han visto en los ¨²ltimos a?os, una esencia y un estilo que no se ha visto alterado a lo largo de las entregas, y sigue resultando una experiencia tan fresca como la primera vez que la disfrutamos.

Beautiful Katamari es la primera incursi¨®n de la saga en la alta definici¨®n, y lo hace en Xbox 360, por primera vez lejos de una consola PlayStation, permitiendo que la original propuesta de Namco Bandai llegue a un nuevo p¨²blico. Adem¨¢s, lo hace explotando una faceta desconocida hasta la fecha para el Pr¨ªncipe del Cosmos: un muy atractivo modo multijugador online.

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El peque?o Pr¨ªncipe ser¨¢ el encargado de devolverle la vida al universo; pero no estar¨¢ solo, sino que a lo largo de su dura labor se ir¨¢ encontrando con amigos que le ayudar¨¢n. Sin embargo, el Rey de todo el Cosmos ser¨¢ m¨¢s exigente que nunca, criticando sin piedad los progresos que hagamos. No en vano, ahora hay toda una competici¨®n online en permanente progreso, con tablas de clasificaci¨®n en constante actualizaci¨®n.

La base del juego ser¨¢ la misma de todas sus entregas: para conseguir crear los elementos celestiales, deberemos empujar nuestra Katamari por escenarios plagados de elementos cotidianos. La Katamari hace las veces de im¨¢n, y todo puede quedarse pegado a ella, siempre y cuando las dimensiones as¨ª lo permitan. B¨¢sicamente, podr¨ªa describirse como la labor de un escarabajo pelotero.

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Por lo general, el Rey del Cosmos nos dar¨¢ un tiempo l¨ªmite para conseguir una Katamari de un determinado tama?o. Pero en esta ocasi¨®n nos toparemos con ciertas variaciones, como puede ser la de conseguir una Katamari de 10.000 grados de calor para crear Marte. Son misiones m¨¢s dif¨ªciles y, como tales, no someten a un l¨ªmite de tiempo; eso s¨ª, ofrece una mayor variedad al acabado final.

Beautiful Katamari es un juego muy divertido, pero carece de las novedades suficientes en su propio sistema como para diferenciarse de las entregas anteriores. Es decir, se trata exactamente del mismo juego, s¨®lo que con algunos nuevos detalles y escenarios distintos, aspectos de los que hablaremos m¨¢s adelante. Sin duda, su gran novedad es el modo multijugador.

Pero la verdadera magia la encontramos en el modo batalla a trav¨¦s de Xbox Live, que permite el enfrentamiento de hasta cuatro jugadores al mismo tiempo, que ofrece una longevidad muy atractiva. Adem¨¢s, las ya comentadas tablas de clasificaci¨®n, que permiten la comparativa de todas nuestras estad¨ªsticas de juego con las de todos los dem¨¢s usuarios, incitando a una competici¨®n indirecta muy atractiva.

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Eso s¨ª, a pesar de esas capas adicionales que permiten que el juego luzca algo mejor de lo que nos ten¨ªa acostumbrado, con toques de alta definici¨®n, Beautiful Katamari no parece un juego de 360. La generaci¨®n actual deber¨ªa dar mucho m¨¢s de s¨ª, no s¨®lo reutilizar los gr¨¢ficos de las versiones de PlayStation 2 con un peque?o lavado. Por mucho que sea el estilo visual que mejor le sienta a la saga, cab¨ªa esperar algo m¨¢s de trabajo en lo visual.

Donde no se puede reprochar absolutamente nada es en el apartado sonoro: una vez m¨¢s, las melod¨ªas alegres, pegadizas y alocadas dedicadas a Katamari logran triunfar y darle al t¨ªtulo un toque muy especial. Mucho de los efectos sonoros se recuperan de las entregas anteriores, pero siguen siendo perfectos, por lo que ayudan a componer uno de los mejores apartados sonoros de lo que va de generaci¨®n.

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En cuanto a su jugabilidad, no cabe duda de que Katamari es muy divertido. Sencillo en su control, dado que s¨®lo hace uso de los dos sticks anal¨®gicos, as¨ª como en su planteamiento, se convierte en una alternativa ideal para todo tipo de usuarios, ya que su curva de aprendizaje es pr¨¢cticamente nula. Se controla casi de forma intuitiva, como si el instinto te guiase hacia los objetos id¨®neos para recoger.

Desgraciadamente, la experiencia puede antojarse un tanto repetitiva si se han disfrutado de los anteriores, ya que no var¨ªa nada. De no ser as¨ª, Beautiful Katamari tiene mucho que ofrecer, aunque eso s¨ª, durante un tiempo bastante limitado. Se trata de un juego muy corto, tal vez demasiado, que deja con ganas de m¨¢s; por mucho que gracias al online se intente paliar esta carencia, no deja de hacerse notar.

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