Por mar y aire

Hoy en d¨ªa categorizar los juegos seg¨²n una lista fija de g¨¦neros resulta cada vez m¨¢s complicado. Las mezclas entre distintos planteamientos son cada vez m¨¢s comunes y, como se suele decir, parece que est¨¢ todo inventado. Para romper un poco esta monoton¨ªa Eidos lanz¨® hace ya dos a?os y medio Battlestations: Midway, un t¨ªtulo que fusionaba la estrategia en tiempo real con la acci¨®n m¨¢s pura llevando distintos veh¨ªculos como nav¨ªos o avionetas. Una apuesta diferente y, sobre el papel, muy atractiva. Decir que defraud¨® ser¨ªa exagerar, pero tampoco supuso ning¨²n tipo de revoluci¨®n y se qued¨® en un juego divertido dif¨ªcilmente calificable de imprescindible.

Como la idea era buena, ?por qu¨¦ no intentarlo otra vez? Pues aqu¨ª tenemos Battlestations: Pacific. Seguimos en el Pac¨ªfico, claramente apreciable en el t¨ªtulo, y contin¨²a la guerra entre los estadounidenses y los japoneses justo donde la dejaron en la primera parte. Cualquiera que jugara al original se familiarizar¨¢ en seguida con el sistema de juego, al que se le han realizado diversos retoques y a?adidos para conseguir lo que no termin¨® de lograr su antecesor. Adem¨¢s, la campa?a ahora resulta m¨¢s intensa, menos pesada, y el modo multijugador presenta un mayor n¨²mero de posibilidades, haci¨¦ndose m¨¢s variado.

La premisa es sencilla: dirige tus tropas y luego ponte en su lugar para rematar el trabajo. Todas las batallas son navales, aunque los aviones tambi¨¦n toman partido despegando de nuestros portaaviones. Primeramente hemos de idear una t¨¢ctica a llevar a cabo, dirigiendo nuestras unidades por un mapa cenital en el que les damos ciertas ¨®rdenes para que acaben con el enemigo. Una vez tenemos todo preparado, podemos ponernos a los mandos para ejecutar nosotros mismos nuestro propio plan y as¨ª asegurarnos de que tiene ¨¦xito. Como se suele decir, si quieres que algo salga bien hazlo t¨² mismo.En este sentido, nada ha cambiado en este nuevo Battlestations. Las partidas se desarrollan entre el mapa 2D y la visi¨®n 3D a bordo de un veh¨ªculo. Hay que cambiar entre una vista y otra con cierta frecuencia, ya que por mucho que queramos, es imposible estar en todas partes al mismo tiempo. As¨ª que se hace necesario delegar en la inteligencia artificial varias tareas para poder volver a los mandos tranquilos porque el frente no va a caer por no ser capaces de defenderlo en su totalidad nosotros mismos. Y cuando tenemos todo listo, seleccionamos cualquier unidad para manejarla directamente.Se han incluido dos campa?as de aceptable duraci¨®n, una para cada bando. Los yanquis revivir¨¢n momentos hist¨®ricos que sucedieron en la guerra a partir de 1943, mientras que cuando estemos con los nipones tendremos la posibilidad de reescribir estos hechos. Normal por otro lado, ya que si no estar¨ªamos destinados a perder. Con esto conseguimos m¨¢s del doble de duraci¨®n, importante dado que en Battlestations: Midway pod¨ªamos pasarnos el modo para un jugador en poco m¨¢s de seis o siete horas. Intercalando o una vez terminado el modo principal, se nos ofrece la cl¨¢sica escaramuza con cinco variantes seg¨²n el objetivo, siendo realmente un multijugador junto y contra la CPU.

Pese a que las primeras misiones nos explican conceptos b¨¢sicos y controles, se echa en falta un tutorial m¨¢s detallado que, sobre todo, nos ense?e mejor la parte estrat¨¦gica. Los novatos estar¨¢n un poco perdidos al principio para saber qu¨¦ pueden hacer con sus unidades. Lo que principalmente haremos como comandantes ser¨¢ indicar objetivos a seguir, lo cual resulta problem¨¢tico en cuanto la IA completa nuestro mandato, porque a veces es incapaz de reasignarse otro objetivo sin nuestra mano. Aquellos que gusten de manejar las unidades directamente tendr¨¢n que pasar por el mapa m¨¢s a menudo de lo que seguramente preferir¨ªan.

A falta de un tutorial, existe un modo entrenamiento contra enemigos no precisamente listos, imprescindible para aquellos que quieran conocer a fondo c¨®mo se maneja el juego. La interfaz est¨¢ muy pensada para el mando de Xbox 360, lo que permite controlar todo apoy¨¢ndose en las dos palancas anal¨®gicas de este perif¨¦rico. Esto perjudica a la versi¨®n de PC al no emplearse el rat¨®n tanto como ser¨ªa posible y delegando algunas funciones como desplegar nuevas unidades a las flechas de direcci¨®n movi¨¦ndose por una rueda. Tambi¨¦n hay funciones que no quedan demasiado claras en ning¨²n caso, como es dar ¨®rdenes a un compa?ero de escuadr¨®n en pleno combate, empezando porque ni siquera sabemos a cu¨¢les podemos y a cu¨¢les no (no est¨¢n identificados por ning¨²n color especial o ning¨²n s¨ªmbolo).

En esta ocasi¨®n parece que los desarrolladores han escuchado a los usuarios y han tratado de llevar a cabo sus sugerencias. Una de las principales quejas sobre la primera entrega era la ausencia de puntos de control que permitieran retomar una misi¨®n en un punto intermedio, para no tener que repetirla desde el principio. Ese problema se ha solucionado parcialmente, ya que ahora s¨ª hay puntos de guardado autom¨¢ticos, aunque seguramente para algunos no ser¨¢n suficientes. Eso s¨ª, hay que tener cuidado puesto que la opci¨®n de volver a un punto de control est¨¢ exclusivamente en el men¨² principal, por lo que hay que salir de la partida para verla.

La parte de acci¨®n sigue siendo la m¨¢s divertida de las dos, dada la intensidad de las batallas. El mapa estrat¨¦gico tiene una representaci¨®n demasiado pobre y dar ¨®rdenes por ah¨ª resulta demasiado simple y complejo a la vez, por lo confuso de los botones a usar. Sin embargo, no hay que despreciar la importancia de una buena t¨¢ctica, puesto que en Pacific podemos incluso conquistar islas, tarea para la que requeriremos m¨¢s de una unidad. Por otro lado, algo de lo que somos totalmente responsables en algunas misiones es decidir qu¨¦ unidades mandamos al campo de batalla, o al mar en este caso, que obviamente son decisiones fundamentales.

Hay un ampl¨ªsimo n¨²mero de unidades a elegir durante la batalla que se dividen en tres grandes grupos: aviones, barcos y submarinos. Desde peque?as lanchas hasta grandes acorazados, o desde veloces cazas a pesados bombarderos, vemos en pantalla decenas de unidades reales que combatieron en la Segunda Guerra Mundial. Por supuesto, las sensaciones difieren mucho seg¨²n qu¨¦ estemos llevando y se logra trasladar la tensi¨®n real de una batalla a gran escala, esquivando el fuego de m¨²ltiples ca?ones y siendo necesario afinar al m¨¢ximo la punter¨ªa para alcanzar nuestros objetivos. Ahora bien, si lo que llevamos es un kamikaze, estonces es mucho m¨¢s sencillo (y macabro) realizar un acertado impacto. Es una de las cosas que m¨¢s impresionan, ver avionetas cargadas de explosivos estrell¨¢ndose continuamente contra barcos estadounidenses.

Visualmente, no es que estemos ante lo m¨¢s potente que hayamos visto en juegos de guerra en 3D, pero s¨ª que mantiene el tipo, con algunos efectos que llaman la atenci¨®n como el agua. La versi¨®n de PC se beneficia del AntiAliasing para conseguir unas texturas m¨¢s atractivas a la vista. La recreaci¨®n de aviones o nav¨ªos hist¨®ricos est¨¢ muy cuidada, incluso vemos a los soldados dentro de ellos movi¨¦ndose y disparando los ca?ones o metralletas. Quiz¨¢ faltar¨ªa dotar de mayor espectacularidad a las explosiones y una mayor variedad de formas de romper las unidades cuando son derribadas o hundidas.

En cuanto al sonido, el juego se encuentra completamente doblado al castellano, algo que nos ha sorprendido gratamente. En cierto modo, no es el tipo de juego donde m¨¢s se necesita que las voces est¨¦n en nuestro idioma. Salvo el narrador antes de cada misi¨®n, los soldados que hablan ¨²nicamente nos comentan que han avistado a un enemigo o que han derribado un determinado veh¨ªculo, simplificando un poco. Sin embargo, es algo a agredecer y el resultado final presenta un nivel m¨¢s que correcto.

El modo multijugador claramente ha mejorado con respecto al original. Las partidas son de hasta ocho jugadores, cuatro contra cuatro, y encontramos cinco modos de juego, que var¨ªan en el objetivo a conseguir como ya hemos comentado. La joya de la corona es el de capturar islas, cuyas partidas pueden incluso llegar a durar horas. Podr¨ªamos definirlo como el cl¨¢sico "zonas" en el que hay que conquistar puntos del mapa y mantenerlos bajo nuestro poder. No obstante, teniendo en cuenta la mec¨¢nica del juego, resulta de lo m¨¢s entretenido a la par que dif¨ªcil, as¨ª que es s¨®lo recomendable a los que ya hayan adquirido cierta experiencia.