N¨²cleo de metal

La esperada continuaci¨®n de la veterana serie Armored Core ha llegado a nuestro continente para regocijo de sus fans m¨¢s ac¨¦rrimos. Despu¨¦s de las primeras horas con el juego, la palabra que mejor define lo que nos hemos encontrado es "distinto". Diferente a lo que esper¨¢bamos y tambi¨¦n alej¨¢ndose de las antiguas marcas de identidad de la serie. AC4 aporta una nueva visi¨®n de las mec¨¢nicas habituales utilizadas por la compa?¨ªa en versiones previas. En general, lo m¨¢s llamativo es la simplificaci¨®n de la gran mayor¨ªa de conceptos y elementos relacionados con la personalizaci¨®n de los robots. As¨ª, se apuesta por llegar a un mayor abanico de jugadores mediante una complejidad menor en el apartado jugable. Por supuesto, esto chocar¨¢ de frente con los m¨¢s puristas del g¨¦nero, acostumbrados a manejar inmensos vol¨²menes de informaci¨®n relacionados con los robots y todos y cada uno de sus par¨¢metros de configuraci¨®n.

La trama argumental nos sit¨²a en un futuro indeterminado, donde las grandes compa?¨ªas dominan el mundo mediante la econom¨ªa y la fuerza bruta. El uso de robots para ayudar a civilizar a los ciudadanos es una pr¨¢ctica habitual por parte de esta serie de empresas. Nosotros, como mercenarios de un cuerpo de ¨¦lite, seremos requeridos por los grupos rebeldes para ayudar a acabar con la batalla entre las empresas. Una trama de escala global nos llevar¨¢ por escenarios de todo el globo terr¨¢queo para enfrentarnos contra otros grandes robots y contra innumerables soldados de a pie. La simplicidad argumental se ir¨¢ enrevesando levemente conforme avancen las misiones, al mismo ritmo que desbloquearemos todos y cada uno de los extras de nuestro robot.

Tal y como dec¨ªamos antes, AC4 rompe en muchos aspectos con cualquier predecesor, y el apartado sonoro no se queda al margen de esto. El repertorio musical elegido cambia los habituales ritmos electr¨®nicos habituales en la serie por una selecci¨®n de pop/rock japon¨¦s. Este nuevo toque se adapta mucho mejor a la acci¨®n, ofreci¨¦ndonos incluso piezas corales de corte ¨¦pico que nos dejar¨¢n impresionados. El resto de canciones contiene temas instrumentales, con predominancia de los ritmos r¨¢pidos. En conjunto, la impresi¨®n de este apartado es realmente positiva, ech¨¢ndose de menos ¨²nicamente un mayor n¨²mero de temas. Pese a todo, ofrecer un abanico de pistas como el contenido es una aut¨¦ntica? declaraci¨®n de intenciones para futuros cap¨ªtulos de la serie.

Los efectos sonoros est¨¢n trabajados especialmente en lo referido a nuestro robot, con gran atenci¨®n a los sonidos de la munici¨®n y a los ruidos de nuestro mecha. En cuanto al plano vocal y de doblaje, las voces en ingl¨¦s no llegan a alcanzar el habitual nivel de calidad de los dobladores nipones. Por suerte, el nivel de la interpretaci¨®n es de calidad y podremos apreciar una buena dramatizaci¨®n por parte de los personajes, con el papel predominante para el narrador de la historia. Durante nuestras aventuras, una voz femenina nos ir¨¢ recordando constantemente cualquier peque?o detalle que sea necesario, haci¨¦ndose algo repetitiva en su cometido. En conjunto, el apartado sonoro raya a un gran nivel, haciendo que jugar a AC4 sea una interesante experiencia auditiva.

Al igual que en anteriores propuestas, en el juego se nos otorgar¨¢n una serie de misiones con sus respectivos objetivos para cumplir. Entre misiones tendremos la oportunidad de modificar el robot que estemos controlando, a?adi¨¦ndo nuevas piezas, modificando sus par¨¢metros de comportamiento o cambiando su apariencia. Los subprocesos de dise?o y personalizaci¨®n del robot estar¨¢n en esta ocasi¨®n condicionados a la ganancia de nuevas piezas. Esto solo ocurrir¨¢ tras avanzar en la campa?a y desbloquear dichas piezas para poder comprarlas. De esta forma, la libertad de elecci¨®n del jugador queda bastante mermada en este cuarto cap¨ªtulo de la serie, respecto a las apabullantes posibilidades de sus predecesores. La sensaci¨®n de que se ha querido simplificar el juego queda patente tambi¨¦n en la obligaci¨®n de elegir un tipo de robot al iniciar el juego.

La identidad de la esta serie queda algo truncada en AC4, con cambios m¨¢s que superficiales y que no ser¨¢n del agrado de todos. La habitual mec¨¢nica de personalizar nuestro robot y salir a realizar las misiones resulta algo fr¨ªa en el juego que tenemos entre manos. La posibilidad de delegar los ajustes m¨¢s concretos del robot en la IA del juego resulta interesante, aunque raramente nos ofrece la mejor opci¨®n. Por supuesto, los reci¨¦n llegados al g¨¦nero lo tienen mucho m¨¢s f¨¢cil para hacerse con la mec¨¢nica? desde el principio, aunque la toma de contacto seguir¨¢ siendo tan rocosa como habitualmente. El hecho de que la interfaz en ocasiones se convierta en un incordio, especialmente a la hora de comprar nuevas piezas, tampoco ayuda a disfrutar en exceso de los primeros momentos.

Profundizando en los robots, existir¨¢n varios tipos entre los que elegir inicialmente, cada uno con su grupo especializado de armamento y posibilidades. El control sigue los esquemas de anteriores juegos de la serie, con el a?adido del mencionado nuevo sistema de propulsi¨®n. Tambi¨¦n se ha eliminado el sistema de refrigeraci¨®n de los propulsores normales, que ahora nos permitir¨¢n utilizarlos mucho m¨¢s tiempo. Se gana as¨ª un extra de dinamismo en los desplazamientos de los robots, adem¨¢s de incrementar las posibilidades t¨¢cticas. A esto tambi¨¦n contribuye el que los l¨ªmites espaciales se han aumentado, por lo que podremos volar hasta alturas m¨¢s elevadas. T¨¢cticamente, la selecci¨®n de armas influye cr¨ªticamente en las misiones, por lo que en ocasiones nos tocar¨¢ repetir varias veces una fase por no encontrar el ajuste m¨¢s adecuado.

Lo? Peor: