Arise: A Simple Story, An¨¢lisis

Unas suaves notas de piano y una apacible, casi reconfortante, pantalla de men¨² nos esperan al iniciar Arise: A Simple Story. El primer juego de los barceloneses de Piccolo Studio cumple la promesa de ser una historia sencilla, pero en su sencillez logra alcanzar picos emotivos y grandes momentos de belleza visual.

Tras la estela de t¨ªtulos como Journey, el viaje de Arise es uno muy ¨ªntimo. Las formas son las de un plataformas tridimensional, y uno variado y visualmente impactante en ese sentido. Pero el coraz¨®n del juego va por otra parte. Su historia desprende una sensibilidad que atrapa desde los primeros compases y que no llega a irse hasta que vemos aparecer los cr¨¦ditos.

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Se trata de una historia personal y sin pretensiones. Nos ponemos en la piel de un anciano protagonista que, tras su muerte, hace un ¨ªntimo viaje de despedida por su vida. Una vasta monta?a nevada y un halo de luz a lo lejos. Y por el camino, los fragmentados recuerdos de una vida. Aunque esta, sobre todo, es una historia de amor. Su centro emocional es la relaci¨®n entre dos personajes, que sin una sola palabra se nos cuenta a trav¨¦s de peque?as cinem¨¢ticas o de la narrativa ambiental de los propios niveles. Sus victorias y sus derrotas, sus momentos de felicidad y de dolor.

El matrimonio entre narrativa y dise?o de niveles es bastante s¨®lido en Arise. Diez niveles tem¨¢ticos componen este t¨ªtulo que, aunque se apoye mucho en su vertiente emocional, no duda en enfocar su jugabilidad como algo muy de, bueno, de videojuego. Los largos niveles que vertebran la experiencia de juego no tienen enemigos per s¨¦, ni tampoco proponen grandes desaf¨ªos a ser superados, pero su estructura es lo suficientemente compleja como para ofrecer una aventura plataformera con miga, aunque tambi¨¦n arrastre ciertos inconvenientes.

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Cada nivel de Arise se asocia a un momento concreto de la vida del protagonista y como tal, presenta un tema principal acompa?ado de un par de mec¨¢nicas alrededor de las que gira todo el nivel. La direcci¨®n art¨ªstica es excelente. Niveles coloridos que construyen una puesta en escena rural preciosa, y que revisten mucho un t¨ªtulo que si bien no difiere en exceso de otros juegos del g¨¦nero en t¨¦rminos absolutos: seguimos saltando, escalando, o utilizando un gancho, entre otras cosas¡­ Dan una personalidad bastante ¨²nica a esta aventura.

La mec¨¢nica principal en Arise es la del paso del tiempo. Un elegante gimmick alrededor del que se estructuran todos sus niveles en mayor o menor medida. Todos los niveles suceden en apenas unos cuantos segundos reales, y con el joystick derecho podemos adelantar o atrasar el tiempo para as¨ª trasformar el mundo ante nosotros. En un escenario helado, el nivel de nieve subir¨¢ o bajar¨¢ seg¨²n modifiquemos el tiempo, pero tambi¨¦n podremos atrasar o adelantar una serie de eventos como las formaciones de t¨²neles por los que podremos pasar.

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Aunque puede parecer una mec¨¢nica compleja, lo cierto es que cada situaci¨®n o puzle que nos encontremos en los niveles se siente como algo contenido, y puede resolverse modificando el tiempo en ese mismo lugar. Para a?adirle incluso una capa m¨¢s, podemos romper totalmente las leyes de la f¨ªsica paralizando el tiempo alrededor del protagonista, y as¨ª llegar a lugares saltando sobre objetos que caen, por ejemplo.

El on¨ªrico dise?o de estos niveles favorece tambi¨¦n esta mec¨¢nica. Enigm¨¢ticos e imposibles, cada nivel del juego se siente como una propuesta bastante independiente de los dem¨¢s. Introduciendo un contexto y una situaci¨®n inicial que luego se ir¨¢ acomplejando conforme avanzamos. Hay un nivel de est¨¦tica boscosa que se centra en el uso del gancho, pero que introduce m¨¢s adelante telara?as que funcionan como trampolines. El resultado es un buen equilibrio entre c¨®mo cada nivel tiene su propia premisa y lo acumulativo. Las mec¨¢nicas que introducen cada nivel pueden volver en el futuro, pero se van alterando para ofrecer favorecer nuevas situaciones.

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Alrededor del transcurso de unas 5 horas, Arise nos introduce a buen ritmo nuevas propuestas de nivel a la vez que nos cuenta su emotivo relato. A pesar de que pasemos la mayor parte del tiempo saltando y agarr¨¢ndonos a salientes, la historia nunca llega a pasar a segundo plano. Forma parte de cada escena, de su bell¨ªsima banda sonora, su narrativa ambiental con esas estatuas dispersas por el escenario que rememoran lugares y momentos de una vida, e incluso de los coleccionables: sencillas ilustraciones que inmortalizan a la pareja en su d¨ªa a d¨ªa.

Pocas veces colisionan narrativa y jugabilidad, pero cuando lo hacen, Arise muestra su cara menos bonita. Los niveles, que tienen una estructura adecuada de introducci¨®n de concepto, acomplejar la f¨®rmula y desenlace, llegan a sentirse a veces algo m¨¢s largos de la cuenta. En varias ocasiones se repiten desaf¨ªos y conceptos, y puesto que los niveles en s¨ª mismos no son demasiado complejos, se llega a sentir que se est¨¢ alargando artificialmente la duraci¨®n de los mismos.

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El desarrollo lineal tambi¨¦n se vuelve en su contra en algunas ocasiones. De acuerdo que esto favorece imprimir el ritmo que los desarrolladores quieren, algo esencial teniendo en cuenta su enfoque po¨¦tico. Pero el llevarnos tanto de la mano implica que a menudo los desaf¨ªos que se nos presentan tienen una ¨²nica soluci¨®n, y esto afecta a c¨®mo nos enfrentamos a esos puzles pero tambi¨¦n a c¨®mo navegamos por el escenario. La muerte por ca¨ªda es uno de esos inconvenientes. En numerosas ocasiones hemos muerto por dar saltos cuando no deb¨ªamos a pesar de no estar a mucha altura del suelo. Simplemente por no saltar cuando el juego lo ten¨ªa previsto. Desviarnos del camino significa poder dar con coleccionables, pero generalmente estos se encuentran en bifurcaciones tan evidentes que poca m¨¢s manga ancha se nos da a la hora de explorar estos anchos escenarios.

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Quiz¨¢s la intenci¨®n en esto sea la de evocar una sensaci¨®n de soledad. Arise es una propuesta de protagonista contra entorno, un viaje ¨ªntimo contra la naturaleza en el que no hay cabida para nadie m¨¢s. Incluso cuando llegan a aparecer enemigos estos no son enemigos en un sentido tradicional, y el juego nos obliga a huir de ellos para seguir por nuestro camino.

Hay elementos plataformeros que no terminan de rematar la jugada en Arise: A Simple Story. Pero se trata de uno de esos casos donde el coraz¨®n de la aventura no reside ah¨ª. La belleza de su propuesta y las postales que nos dejan sus evocadores paisajes es el mayor exponente de una aventura sencilla y personal, que encuentra su grandeza en los peque?os momentos.

C¨®digo proporcionado para la versi¨®n de Epic Games Store.

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