An¨¢lisis de Alwa's Awakening

Uno de los mayores problemas de intentar evocar nostalgia mediante una creaci¨®n nueva es la contradicci¨®n que eso supone: podemos tener apego especial por un juego, una consola o una generaci¨®n que nos pill¨® en un momento propicio para dejar su impronta, pero eso no significa que podamos aislar sus caracter¨ªsticas principales, recrearlas en otras circunstancias y conseguir la misma reacci¨®n. El contexto tanto de la industria, con sus evoluciones y tendencias, como del propio jugador (que puede discurrir de forma paralela o marcar su propio rumbo), es un factor vital sobre el que el desarrollador no tiene control. Toma como ejemplo el patio de recreo en el que jugabas entre clases. Aunque pueda ser un pensamiento amargo, lo cierto es que no hay manera de recapturar esa sensaci¨®n. No es una simple cuesti¨®n de ni?os jugando con ni?os, tambi¨¦n es la ausencia del bagaje, esa mochila llena de conocimientos, decepciones y responsabilidades que todos terminamos por cargar a nuestras espaldas.

Vale, no hace falta ponerse tan dram¨¢tico para hablar de un juego, y m¨¢s si se trata de uno bueno como Alwa's Awakening. Pero no sobra reflexionar sobre c¨®mo esta clase de retroceso generacional, cuyo reclamo se suele dar por sentado, es una decisi¨®n m¨¢s complicada de sacar adelante de lo que su humilde apartado audiovisual sugiere. Es f¨¢cil conseguir una buena primera impresi¨®n construyendo algo que se vea, se escuche o incluso se juegue como si hubiese salido de un almac¨¦n con juegos olvidados de NES, pero a la vez tambi¨¦n es muy dif¨ªcil conseguir ese mismo tipo de respuesta una vez salimos del nivel superficial y debe atraparnos con lo que hay debajo. Del mismo modo que los portentos t¨¦cnicos pierden su capacidad de impacto una vez nos habituamos al list¨®n gr¨¢fico que marcan, la mejor recreaci¨®n de la artesan¨ªa 8-bitera no puede evitar la llegada de ese momento en el que nos preguntamos por qu¨¦ algo deliberadamente arcaico merece nuestra atenci¨®n cuando no existe apego previo ni restricciones que le impidan ser m¨¢s de lo que es.

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Despertando en Alwa: El valor de la sencillez

La primera respuesta posible es que por encima del apego hacia nombres concretos existe una filosof¨ªa unificadora que conecta juegos que hemos jugado, juegos que no, y juegos que a¨²n est¨¢n por salir. La ¨¦poca de NES (y por extensi¨®n la de otras consolas 8-bits como Master System o Turbografx) no s¨®lo se define por la paleta de colores o los sprites que se pod¨ªan poner en pantalla, sino tambi¨¦n por una sencillez que ha adquirido un valor retroactivo por culpa de los excesos que le sucedieron en las generaciones posteriores. Alwa's Awakening no nos recibe con secuencias de varios minutos ni tutoriales que corten el ritmo o casi se puedan alargar hasta la segunda sesi¨®n de juego. S¨ª se nota una mano un poco m¨¢s actual a la hora de exponer parte de la informaci¨®n, pero la auto-restricci¨®n predomina, y pronto hace suya la m¨¢xima de que el mejor m¨¦todo de aprender a jugar es jugando.

Elden Pixels se muestra amistoso con las audiencias modernas (aunque es recomendable tener unas nociones b¨¢sicas de ingl¨¦s), pero evita los textos siempre que el dise?o de niveles pueda hacer su trabajo y nos invite a saltar, empujar bloques, flotar sobre burbujas o movernos por un entorno que pronto se abre en varias direcciones sin llevar al jugador de la mano porque conf¨ªa en su inteligencia. El objetivo central, buscar y derrotar a los cuatro jefes repartidos por la laber¨ªntica tierra de Alwa, se establece al poco de empezar. Lo mismo ocurre con el mapa que dibuja de forma autom¨¢tica cada pantalla que visitamos, y que adem¨¢s marca en todo momento la ubicaci¨®n de dichos jefes, perfilando un desarrollo que amenaza con pecar de obvio y facil¨®n en los primeros compases. El plataformeo no es exigente y la mayor¨ªa de enemigos comunes caen al primer golpe, creando una sensaci¨®n de falsa seguridad que el juego tarda tiempo en revertir. Es la licencia m¨¢s cuestionable, si bien comprensible, que se toma Alwa's Awakening antes de revelar su verdadero potencial.

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The Legend of Megametroidman: En busca de la identidad

Y es que otro de los problemas a los que se enfrenta un juego de aroma a?ejo como Alwa's Awakening es la b¨²squeda, consciente o inconsciente, de las obras pasadas a las que debe sus ideas, poniendo en riesgo su individualidad en el proceso. No importa lo bien dise?ado que est¨¦ un mapa, o c¨®mo implemente el backtracking mediante la adquisici¨®n de mejoras, porque la sombra de Metroid (m¨¢s grande que el propio juego) siempre estar¨¢ presente. Algo parecido sucede con los jefes, que nos encierran en un cuarto para forzarnos a dar con la forma m¨¢s segura de evitar sus ataques y bajar su barra de vida mientras pensamos en Mega Man. O con esas puertas tan z¨¦ldicas, que nos obligan a buscar sus correspondientes llaves a varias pantallas de distancia. Alwa's Awakening es solvente ejecutando esas y otras mec¨¢nicas familiares para los fans de lo retro (y no tan retro), pero no se convierte en algo realmente destacable hasta que las fusiona con las suyas propias y se quita los ruedines de aprendizaje para poder exprimirlas.

Si echamos un vistazo a Shovel Knight, uno de los grandes referentes en esto de reintroducir la mentalidad y puesta en escena 8-bitera en la actualidad, m¨¢s all¨¢ de su exitosa mezcolanza de influencias puso sobre la mesa una identidad propia que consegu¨ªa calar desde la primera sesi¨®n gracias al dise?o de su protagonista, el inusitado uso de una pala como arma y una banda sonora con m¨¢s propiedades energ¨¦ticas que la taurina. Alwa's Awakening, por el contrario, carece de ese golpe inicial. Por un lado es agradable contar con una hero¨ªna: la joven Zoe, enviada desde otro mundo para salvar Alwa, resulta adorable con su capucha lila y sus saltos de conejo con las dos piernas juntas. Pero ni ella ni su bast¨®n, limitado de inicio a golpear a los enemigos como si de una espada se tratase, consiguen marcar grandes diferencias con muchos juegos de NES. Por suerte es una fase, y mientras que Shovel Knight funciona como un sprint que te da lo que buscas al instante, Alwa's Awakenig es un corredor de fondo que se dosifica para llevarte poco a poco hacia un punto al que a lo mejor ni sab¨ªas que quer¨ªas llegar.

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Bloques, burbujas y rayos: Sacando partido al bast¨®n m¨¢gico

El entramado de zonas que dan forma a Alwa alberga diferentes ambientaciones, NPCs con los que charlar, multitud de secretos por descubrir y melod¨ªas alegres para escuchar mientras lo hacemos (a pesar del tono ligeramente l¨²gubre del mundo, nunca se pierde el gusto por esa viveza made in NES). Pero si algo hace que Alwa's Awakening deba ganarse un sitio en nuestra colecci¨®n es la manera en la que el bast¨®n de Zoe evoluciona el plataformeo y los puzles a medida que adquirimos nuevas habilidades. Si bien la acci¨®n se mantiene en un segundo plano, convirtiendo a los enemigos en obst¨¢culos que mitigan la rutina y a?aden una capa extra de tensi¨®n cuando tenemos poca vida, las magias son las que de verdad enriquecen las posibilidades en el movimiento y la resoluci¨®n de situaciones. Su n¨²mero se limita a tres, y una de ellas (el rayo) se explota poco fuera de los combates (sirve para activar algunas puertas y mecanismos, aunque por norma se usa m¨¢s para despachar enemigos desde la distancia), pero el estudio sabe sacar petr¨®leo de los bloques y las burbujas.

La premisa inicial es simple: el salto de Zoe, aunque c¨®modo y preciso, en seguida se queda corto para alcanzar determinadas superficies, as¨ª que el juego introduce unos bloques verdes que podemos crear donde queramos para usarlos como apoyo. Es cierto que carecen de la inmediatez del t¨ªpico doble salto, fuente de satisfacci¨®n en innumerables plataformas, pero a cambio ofrecen otras posibilidades como ser usados como escudos frente a proyectiles enemigos (indispensable contra alg¨²n jefe), crear puntos seguros en suelos espinosos, activar interruptores o incluso empujar objetos a los que no puede acceder directamente Zoe. Sin embargo, a pesar de esta versatilidad, los bloques tambi¨¦n terminan por quedar desfasados, y es entonces cuando se introducen unas burbujas del tama?o de nuestra protagonista que nos elevan varios metros en el aire antes de explotar. As¨ª se abre un plataformeo m¨¢s vertical a la vez que se aumenta el nivel de exigencia por requerir control sobre un elemento en constante movimiento (opuesto a la naturaleza est¨¢tica de los bloques).

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Tras pedirnos comprender y dominar estas dos magias por separado, el estudio empieza a plantear situaciones que s¨®lo podemos resolver si las encadenamos en cuesti¨®n de segundos, para luego a su vez combinarlas con el rayo, y para m¨¢s adelante adaptarnos a nuevas variables como bloques que flotan sobre el agua o burbujas que ascienden de una pantalla a otra sin explotar. La escalada es continua, y varias horas despu¨¦s de empezar la partida no s¨®lo nos enfrentamos a situaciones nuevas, sino tambi¨¦n a pruebas mucho m¨¢s desafiantes y divertidas que elevan a Alwa's Awakening de una competente recreaci¨®n de la era NES a un gran juego que se sustentar¨ªa con cualquier otro estilo visual. Claro que aqu¨ª se podr¨ªa debatir hasta qu¨¦ punto esta curva de dificultad abarca m¨¢s de lo que debe, ya que tambi¨¦n crea extremos algo descompensados: para algunos jugadores el inicio puede ser aburrido por facil¨®n; para otros, el final ser¨¢ casi imposible de alcanzar (como saltar de un Kirby a un VVVVVV en el transcurso de un solo juego).

Dado que este ascenso es gradual y el control est¨¢ a la altura de las circunstancias (sobre todo si recurrimos a un mando, aunque algunas maniobras definitivamente requieren m¨¢s pr¨¢ctica que otras), es una inconveniencia que se recibir¨¢ de diferente modo seg¨²n la persona, no existiendo en algunos casos. Lo mismo ocurre con ciertos compases m¨¢s cr¨ªpticos, donde el juego nos hace rebuscar escenarios para dar con objetos escondidos a conciencia o incluso avanzar a trav¨¦s de muros falsos. Algo muy en l¨ªnea con lo que muchos t¨ªtulos de NES propusieran d¨¦cadas atr¨¢s, pero que puede resultar frustrante para audiencias modernas que no se criaran en esas pr¨¢cticas o no tengan ganas de volver a ellas. El juego nunca cae en el obtusismo m¨¢s absoluto y es perfectamente posible completarlo sin recurrir a gu¨ªas, pero desde luego requiere m¨¢s atenci¨®n de lo habitual, ya sea peinando cada zona, qued¨¢ndose con los consejos de los NPCs o estudiando el util¨ªsimo mapa que indica puntos de guardado, portales de teletransporte y las mejores rutas hacia las zonas que todav¨ªa nos faltan por visitar.

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Deconstruyendo el desarrollo: El arte del sequence breaking

Obviamente es algo que variar¨¢ bastante de persona a persona, pero la primera partida a Alwa's Awakening puede oscilar entre las 8 y las 12 horas en funci¨®n de nuestra habilidad y lo minuciosos que seamos. Aunque ya de por s¨ª es una duraci¨®n muy respetable para un juego de estas caracter¨ªsticas, los cr¨¦ditos no suponen el final de su vida ¨²til si nos quedamos con ganas de m¨¢s. Los amantes de las recolecciones (o los logros de Steam) tienen su aliciente extra, entre otros objetos, en los orbes, unas bolitas azules que adem¨¢s de incentivar la exploraci¨®n fuera de los l¨ªmites exigidos por el desarrollo principal, encuentran una bien pensada funci¨®n pr¨¢ctica: cada cierta cantidad acumulada, la barra de vida de los jefes sufre un recorte antes de empezar el combate, ofreciendo as¨ª una importante ayuda para aquellos que se desenvuelvan bien con el plataformeo o los puzles pero se les atraganten estos encuentros (al igual que el resto del juego, su dificultad tambi¨¦n escala de forma notable).

Aunque sin duda lo m¨¢s interesante de cara a exprimir el juego es la presencia de t¨¦cnicas avanzadas que permiten romper la ruta normal de avance (sequence breaking). Cuando antes comentamos el modo en el que los desarrolladores introducen las posibilidades de los bloques y las burbujas nos centr¨¢bamos en el itinerario est¨¢ndar. Sin embargo, tambi¨¦n existen irregularidades que se pueden explotar con la suficiente pericia, como por ejemplo crear un bloque en el aire y saltar sobre ¨¦l para propulsarnos hacia un lugar para el que normalmente necesitar¨ªamos la burbuja. Entre esto y las intrincaciones de los niveles, como atajos y paredes falsas, el desarrollo se flexibiliza e incentiva la experimentaci¨®n, algo de lo que el propio estudio es consciente si el logro que consiste en acabar con el tercer jefe en primer lugar sirve como referencia. Despu¨¦s de necesitar al menos ocho horas para terminarlo que tambi¨¦n nos reten a hacerlo en dos parece una broma, pero viendo que en la semana de su estreno ya hay gente consigui¨¦ndolo en menos de una deja claro que Alwa's Awakening tiene gran potencial para los speed runs si su comunidad coge algo de tracci¨®n.

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