Aliens: Marines Coloniales

Horizonte de Eventos
¡°En el Espacio nadie puede oir tus gritos¡­¡± Con semejante m¨¢xima es como uno de los enemigos m¨¢s carism¨¢ticos de la historia del cine se presentaba en sociedad en 1979. De la bizarra imaginaci¨®n de HR Giger nos llegaba una Space Opera distinta a las Star Wars y Star Trek vistas en cine y TV. Ridley Scott no solo sent¨® los c¨¢nones del terror espacial, sino que al igual que Stanley Kubrick en la hipn¨®tica 2001, Una Odisea del Espacio, hizo madurar a la Sci-Fi y la convirti¨® en adulta con su Alien, El 8? Pasajero. La historia del organismo xenomorfo concebido en una supurante vaina, transmitido por una alima?a viscosa y criado en el interior de un organismo ¨CAlien 3 ha demostrado que no importa que sea humano- se convirti¨® en una serie con su propio universo, su propia mitolog¨ªa, transmutada adem¨¢s en fen¨®meno de masas a la par que ¨¦xito cr¨ªtico y de p¨²blico. Hab¨ªa nacido un sub-g¨¦nero, el terror espacial que verdaderamente daba terror ¨Cno como las producciones de Roger Corman-, y con ¨¦l un villano irrepetible, imparable, el perfecto asesino sin remordimientos, pero encima con cerebro, capaz de adaptarse a todos los entornos y, llegado el caso, de morir provocando la muerte a su alrededor con esa sangre que es ¨¢cido puro.

?De qu¨¦ forma continuar semejante obra maestra? El list¨®n estaba en la ionosfera para cualquiera que se atreviera a recoger el legado de Sir Scott. Pero he aqu¨ª que alguien, desoyendo todos los consejos y avisos, se hizo cargo. Tras demostrar de lo que era capaz con el thriller apocal¨ªptico-Noir The Terminator, James Cameron se atrevi¨® a seguir narrando historias de Xenomorfos, aunque de una forma tan arriesgada como brillante: Si Alien hab¨ªa sido una mezcla perfecta de Ciencia Ficci¨®n y Terror, su Aliens ser¨ªa todo lo contrario. Ser¨ªa pura acci¨®n, adrenalina visual constante en forma de mezcolanza entre la Sci-Fi y el g¨¦nero b¨¦lico, mostrando lo que muchos quer¨ªamos ver en pantalla en la piel de no solamente uno, sino de decenas de aliens atacando y muriendo sin remisi¨®n. ?El resultado? Algo hist¨®rico en forma de nominaci¨®n al Oscar para Sigourney Weaver por un papel de acci¨®n en el que la por siempre Ellen Ripley comenzaba perseguida por los fantasmas de LV-426 y terminaba comandando a esa panda de marines espaciales en una apolog¨ªa de sangre, frases lapidarias y momentos tan ic¨®nicos como la pelea final entre Ripley en el Mecha y la Reina Alien, quiz¨¢s la cumbre del g¨¦nero y uno de los instantes del cine contempor¨¢neo por excelencia.

LV-426
En el cine nunca m¨¢s se volvi¨® a ese territorio, a aquel planetoide de nombre LV-426 ¨Cel de Prometheus es LV-223-, siendo la tercera entrega de la serie f¨ªlmica ambientada en una c¨¢rcel, Fiorina 161, y la cuarta mucho m¨¢s avanzada en el tiempo. Anunciado hace muchos a?os, tantos que incluso se pens¨® en salir para PlayStation 2, Aliens: Colonial Marines de SEGA al fin est¨¢ entre nosotros. Y viene para devolvernos a ese planeta sin identificar en la primera Alien que en la secuela de Cameron ya contaba con una poblaci¨®n de colonos y terraformadores llamada Hadley¡¯s Hope, de la que solamente escaparon tres. El inicio de Colonial Marines es una transmisi¨®n del Cabo Hicks ¨Cvoz y rasgos de Michael Biehn-, en la que informa que la escaramuza en busca de pistas que la corporaci¨®n Weyland-Yutani organiz¨® ha sido un aut¨¦ntico ba?o de sangre roja y verde, de la que solamente han escapado ¨¦l, dos mujeres ¨Cla teniente Ellen Ripley y la ni?a Newt- y un sint¨¦tico, un androide de nombre Bishop medio destrozado. Todos ellos partieron en la nave USS Sulaco de la ¨®rbita de LV-426 y entraron en estado de criogenizaci¨®n. Pero algo ha pasado, ya que la Sulaco ha vuelto a esta misma orbita sobre el planetoide. ?Por qu¨¦? ?Qui¨¦n o qu¨¦ la ha tra¨ªdo? Teniendo en cuenta que Ripley ya est¨¢ en la Fiorina 161 durante los hechos que transcurren en el juego, no se sabe c¨®mo la nave ha vuelto por s¨ª misma. Pero eso no es lo m¨¢s extra?o de todo.

La transmisi¨®n es interceptada por la USS Sephora, crucero con un cuerpo de marines coloniales a bordo que acuden 17 semanas despu¨¦s de la transmisi¨®n del mensaje de Hicks, por lo que la historia del juego se sit¨²a can¨®nicamente en la franquicia de FOX como secuela oficial del Aliens de Cameron y en una ¨®rbita de tiempo no paralela pero casi a Alien 3. En la piel del cabo Christopher Winter, del batall¨®n 118 y la unidad Rhino, nos uniremos a otros personajes NPCs como nuestro compa?ero O¡¯Neal, otro modelo de androide Bishop ¨Cgenial detalle de la voz y rasgos de Lance Henriksen- o el capit¨¢n Cruz, comenzando por entrar en la Sulaco y descubrir que est¨¢ infestada de los xenormorfos de Giger, los cuales ya han convertido varias zonas de esta en su h¨¢bitat personal, con esa inconfundible arquitectura . No pasar¨¢ mucho tiempo hasta que descendamos a LV-426, llegando a la colonia minera de Hadley¡¯s Hope, aunque no seremos los ¨²nicos, ya que la Corporaci¨®n no se quedar¨¢ de brazos cruzados. Con una duraci¨®n de alrededor de 5- 6 horas en nivel medio, aumentando o disminuyendo seg¨²n la dificultad escogida ¨Cen Supercabronazo bastan apenas dos golpes/impactos para dejarnos sin armadura y otros dos para volarnos la vida, mientras que en Recluta el juego es muy permisivo-, Colonial Marines nos llevar¨¢ de misi¨®n en misi¨®n de las 11 disponibles mientras tratamos de sobrevivir a enemigos tanto humanos como extraterrestres,al tiempo que recomponemos las piezas de lo que sucedi¨® en Hadley¡¯s Hope.

Esto lo lograremos en base a los archivos de audio y video que iremos recogiendo/observando, mientras cumplimos misiones como liberar a rehenes, recabar datos almacenados en ordenadores para saber qu¨¦ demonios ocurre, o asistir a todo un cl¨¢sico en la forma de compa?eros infestados con un alien a punto de reventarles el pecho. La historia, a pesar del escaso carisma de los personajes m¨¢s all¨¢ de Hicks y Bishop ¨Cc¨®mo se echa de menos el manejar a Ripley, algo que otros juegos como el atmosf¨¦rico Alien Resurrection s¨ª nos permit¨ªa-, tiene suficiente inter¨¦s para mantener nuestra atenci¨®n, con revelaciones y escenarios a recorrer que son todo? un regalo para el fan. Y aunque no es necesario conocer la historia de Aliens, est¨¢ claro que el cuidado y fidedigno detalle puesto en crear una secuela fiel se pierde por completo si no se conoce para nada el material de referencia m¨¢s all¨¢ de haber visionado el pasado verano Prometheus, siendo una parte importante, ya que en la jugable estamos ante un FPS que nos propone un esquema com¨²n en el que ir de A ¨¢ B cumpliendo un objetivo mientras nos cruzamos con varios escuadrones aliens de los que debemos ocuparnos y habitaciones que limpiar.

Es precisamente en esta atenci¨®n al detalle donde Aliens: Marines Coloniales encuentra una de sus mejores bazas, siendo una pena que el motor gr¨¢fico no lo apoye m¨¢s. Desde los pasillos destrozados de la Sulaco ¨Cbuen detalle el atravesar un largo pasillo en medio de esta y la Sephora que nos permite visualizar el espacio y la escala de ambas naves-, hasta cada una de las estancias de Hadley¡¯s Hope y de los otros escenarios que no mencionaremos, pero que encantar¨¢n a los m¨¢s Xen¨®filos, Gearbox ha puesto extremo cuidado hasta en elementos como las torretas sin munici¨®n que Hicks y los suyos pusieron cuando se atrincheraron en las instalaciones m¨¦dicas, o el ic¨®nico veh¨ªculo militar parecido a un batm¨®vil blindado estilizado con la torreta de disparo abatible. Todo est¨¢ tal y como Cameron lo dej¨® en el film, como los acontecimientos lo trataron, como la parte inferior seccionada de Bishop en la cubierta de despegue de la Sulaco o el agujero en el metal del ¨¢cido de la Reina Alien. La utiller¨ªa en forma de armamento como el rifle de pulso o la unidad incineradora, o el sensor de movimiento y el ordenador de Bishop -trasplantados del film tal cual- se unen a detalles como verte a soldados pegados a las paredes por la segregaci¨®n de los aliens y con el pecho ya reventado. Como objetivos secundarios tenemos la posibilidad de hacernos con armamento de la pel¨ªcula como la escopeta del cabo Hicks que luego podremos usar, o las placas de los marines ca¨ªdos en la Sulaco y Hadley¡¯s Hope, en un toque de rejugabilidad de nost¨¢lgico sabor dentro del tono militar y militarista del juego.

Sin duda que la IP de Alien es sin¨®nimo de claustrofobia, de opresi¨®n, sombras amenazantes y tensi¨®n constante. Podemos decir que Colonial Marines logra este objetivo, aunque al mismo tiempo lo arruina. Los fans de la serie conocer¨¢n el sensor de movimiento, para los que no se trata de un sensor con una cuadr¨ªcula que gira como una br¨²jula electr¨®nica y en la que aparecen dos tipos de s¨ªmbolos: Icono vac¨ªo si son compa?eros, C¨ªrculo blanco si son enemigos. El uso del sensor era uno de los elementos que m¨¢s tensi¨®n logr¨® crear la cinta de Cameron, y este ha sido reproducido tal cual. Activ¨¢ndolo con el gatillo ¨Cmomento en el cual nos quedaremos ¡®vendidos¡¯ sin poder disparar-, el efecto de sonido y la visualizaci¨®n de la pantalla son las mismas del film, algo que acompa?ado de la partitura de James Horner logra a crear cierta dosis de tensi¨®n y nerviosismo, ya que en no pocas ocasiones veremos el c¨ªrculo blanco acercarse a nosotros, aguardando el momento de apuntar, y lo veremos a nuestro lado en el objeto aunque no a la criatura delante nuestra, por lo que tocar¨¢ mirar al techo o al suelo o rotar 180?, porque seguramente nos habr¨¢ buscado la espalda, aunque lo scriptado de las apariciones de las criaturas le resta impacto.

Esto es algo que en los diez primeros minutos del juego ya comprobamos, pero que conforme avanzamos y llegamos a la colonia minera de LV-426 se hace m¨¢s patente. A pesar de que el desarrollo del juego sigue siendo guiado, lo cierto es que explorar este complejo brinda un peque?o toque de libertad al desarrollo, al tener que instalar defensas, siendo esta parte del juego con diferencia la que m¨¢s nos sumerge en la atm¨®sfera de la cinta, ya que avanzar junto a un compa?ero por los mismos t¨²neles, ser emboscados por una mir¨ªada de Aliens, o simplemente ver a Bishop trabajar con su ordenador es todo un regalo. El gameplay se completa con en enfrentamientos contra Jefes Finales e incluso elementos de infiltraci¨®n, siendo estos niveles de los pocos en los que los aliens de verdad llegan a inquietar. Es algo que se agradece de cara a romper con la rutina de entrar en un lugar, limpiarlo de enemigos y avanzar al siguiente, aunque tampoco son demasiado inspiradas y aquel al que el juego le est¨¦ resultando tedioso no va a cambiar de opini¨®n por estas? inclusiones. Otro detalle que encantar¨¢ a los fans es el de ir soldando/desbloqueando las puertas con la misma herramienta de la pel¨ªcula, para poder abrirnos una ruta de huida al tiempo que intentamos detener el avance de los imparables xenos.

El problema viene en que, si en la primera parte de la misi¨®n en curso los elementos como el sensor y la ambientaci¨®n ayudan a crear esa atm¨®sfera de opresi¨®n propia de la saga a pesar de lo fuertemente localizadas que est¨¢n, en el momento de enfrentarnos a los aliens el esquema se resiente por la pobre IA enemiga que estos exhiben al combatir. En vez de pensar y actuar como los fieros depredadores que conocemos, se limitan en muchas ocasiones a saltar hacia nosotros, golpearnos, saltar hacia atr¨¢s y correr de nuevo en pos nuestra, lo que nos da tiempo a planear alternativas de ataque como: 1- Bloquear su primer golpe, darles con el golpe de mel¨¦e ¨Cque requiere de mucha precisi¨®n, dej¨¢ndonos vendidos si calculamos mal y golpeamos al aire-, esperar a que reculen y meterles un cargador en el cuerpo cuando corran de forma frontal y sin el m¨¢s m¨ªnimo gesto de esquive hacia nosotros.; 2- Calcular y echarnos hacia atr¨¢s para que cuando salten hacia nosotros queden vendidos y podamos carg¨¢rnoslos de un solo tiro de escopeta; 3- Darle gusto al gatillo y dejarnos de t¨¢cticas. Con un esquema Gunplay tan definido, otro de los problemas viene cuando combinas una IA enemiga torpe con una tremenda potencia de fuego, y aunque el c¨¢lculo de colisi¨®n de proyectiles no cuadra casi nunca con el arma portada ¨Cmatar a distancia a la primera con la escopeta (de lejos la mejor arma y m¨¢s efectiva quitando las especiales) en algunas ocasiones, fallar estando a quemarropa con un arma autom¨¢tica-, lo cierto es que el portar una unidad incineradora ¨Cmomento Ripley absoluto-, activar las torretas de munici¨®n, o llevar la Smart Gun, el arma m¨¢s destructiva del juego ya que apunta sola, limit¨¢ndonos a apretar el gatillo a la distancia que sea y comprobar los resultados, genera un desequilibrio en la jugabilidad que se intenta solventar con hordas rode¨¢ndonos por todos lados, y que la mayor¨ªa de las veces nos atacan con golpes de mel¨¦e cuerpo a cuerpo, por lo que la sorpresa de sus acciones es m¨ªnima.

En otras palabras, incluso aunque estemos en un nivel de dificultad alto, los aliens caen bajo nuestro fuego con suma rapidez y no presentan esa IA escurridiza y combativa que esperar¨ªamos de ellos. Aunque en ocasiones (muy pocas), la IA se vuelve tan extremadamente agresiva que, ponga el n¨²mero de Aliens que ponga en ese momento en pantalla, da la orden de que todos nos ataquen a la vez, haci¨¦ndonos sentir el agobio de Hicks, Hudson, Vasquez y los suyos en el film, divirti¨¦ndonos sobremanera ¨Csiempre que tengamos la barra de armadura y vida rellena-, aunque rese?ando el desequilibrio de nuevo en su desarrollo. Lo que es innegable es el espect¨¢culo visual de cuando los xenos aparecen, saliendo de todas y cualquier parte del escenario, de entre sombras y grietas, trepando por las paredes y techos, mientras nosotros tenemos apenas instantes para prepararnos, aunque, por ejemplo en el primer Spitter ¨Cclase de Alien que escupe ¨¢cido- que encontramos por las estancias de la Sulaco, mientras que la primera vez que entramos en la habitaci¨®n este busc¨® las sombras reptando por todas partes para cazarnos, la segunda vez que entramos tras morir m¨¢s adelante vimos como la criatura ha dado un par de saltos para alejarse del fuego enemigo y se ha quedado al amparo de la sombra estrat¨¦gicamente colocada, esperando, sin moverse incluso cuando nos acerc¨¢bamos despacio, a que la apunt¨¢ramos y la ahog¨¢ramos en su propio ¨¢cido. En instantes en que supuestamente deber¨ªamos estar muertos, como cuando un Alien nos inmoviliza y nos tira al suelo, incluso en ese momento tenemos una oportunidad al estilo Borderlands de mover un poco la mira y disparar in extremis con la pistola para zafarnos de su ataque. Otra cosa son las tropas humanas de la Weyland-Yutani, cuya IA demuestra estar algo m¨¢s acertada al cubrirse y atacar desde distintos puntos. Y hablando de la IA aliada, de nuevo esta presenta (pocas) luces y (muchas) sombras, ya que en -pocos- momentos nos ayudar¨¢n de verdad ¨Cla primera escaramuza en la Sulaco antes del accidente-, pero en la mayor¨ªa agotar¨¢n cargadores continuamente sin darle a nada en concreto, aparte de la tremenda man¨ªa que tienen nuestros compa?eros en cruzarse constantemente en nuestra l¨ªnea de fuego, causando m¨¢s mal que bien.

DoubleTeam
De todos los elementos y posibilidades que Colonial Marines brinda, Gearbox ha cuidado uno que se convierte casi en lo mejor de todo el juego. Y es que, ya sea online o local, siempre podemos echar mano de un amigo gracias al cooperativo Drop In-Drop Out en el modo Campa?a y coordinarnos con ¨¦l para ir explorando los entornos, algo que eleva con mucho la diversi¨®n de la propuesta al contar con un factor humano en el compa?ero en pantalla y no una IA autom¨¢tica. U optar por un coop online para cuatro usuarios. Toda la experiencia que ganemos en la Campa?a podr¨¢ ser usada en el Multijiugador. Contamos con una interfaz para la mejora de las armas, las cuales podemos personalizar a nuestro gusto. Como ejemplo, podemos aumentar la potencia del rifle de pulso implement¨¢ndole un lanzagranadas m¨¢s potente, o incluso una escopeta t¨¢ctica. A esta arma podemos ampliarle el cargador, colocarle una mira m¨¢s precisa, aumentar su cadencia de tiro o simplemente cambiarle el aspecto con un dise?o de llamas o la bandera americana sobre su superficie. Subir de rango y/o completar desaf¨ªos como escanear a tres xenos a la vez con el sensor o cargarnos a dos enemigos de una sola vez desbloquear¨¢n m¨¢s mejoras.

Y no ser¨¢ lo ¨²nico, ya que las caracter¨ªsticas como aspecto y equipo de nuestro personaje en el multiplayer tambi¨¦n podr¨¢ ser personalizado. En caso de los marines, podemos optar por hombre o mujer y elegir entre varios dise?os predefinidos de cabeza, color de piel, armadura y elementos decorativos como pintura facial, tatuaje o tono de voz. El equipamiento con el que entraremos en combate tambi¨¦n podemos ajustarlo a nuestro gusto, igual que el esquema de control: Arma principal, secundaria, adicional, t¨¢ctica ¨Cgranadas-, o la coraza ser¨¢n los aspectos a modificar junto a las habilidades, que vienen en forma de Caracter¨ªsticas, permitiendo que nuestro personaje pegue m¨¢s fuerte en golpes de mel¨¦e, esprinte m¨¢s r¨¢pido, cambie de arma con m¨¢s rapidez, se mueva cerca de Xenomorfos sin que estos lo detecten o ampl¨ªe el radio de alcance del sensor de movimiento.

En cuanto a los Aliens, controlables en el Multijugador, estos vienen en tres clases: la m¨¢s com¨²n de Soldado, resistente y mort¨ªfero cuerpo a cuerpo; el Acechador, el m¨¢s ¨¢gil y r¨¢pido de todos, capaz de plantear emboscadas y tirar al suelo a los marines; y el Salivador, con la capacidad de escupir ¨¢cido y atacar a distancia. Las apariencias de cada uno podr¨¢n ser personalizadas, escogiendo de entre una p¨¢tina de viscosos colores para la piel, adem¨¢s de cambiar sus cabezas, algunas con dise?os que realmente imponen al verlos surgir de la oscuridad hacia nosotros. Su equipo de combate tambi¨¦n est¨¢ sujeto a modificaci¨®n, pudiendo escoger dentro del Ataque Principal si queremos por ejemplo golpear r¨¢pido con el soldado, o atacar en c¨ªrculo. Empalar puede ser nuestro Ataque Secundario, seguido de la Habilidad de Esquivar o de aumentar su capacidad de recuperaci¨®n. Patrones como la Piel nos permitr¨¢n aumentar la resistencia o la velocidad, y las Mutaciones nos har¨¢n recuperar salud m¨¢s r¨¢pido, trepar con mayor rapidez o detectar a los humanos a mayor distancia.

Dentro de los modos de juego multiplayer que el disco trae consigo ¨Campliables en futuros DLCs como SEGA ha anunciado ya- vienen cuatro: el cl¨¢sico Batalla, dividido en un bando de Marines y otro de Xenomorfos; Exterminio, en el que como humanos tendremos que activar los explosivos para destruir todos los huevos Alien en mapas 6 VS 6; el fren¨¦tico Escapada, en escenarios 4 vs 4 en el que debemos huir de un territorio plagado de xenos; y Supervivencia, 4 vs 4 sobreviviendo a un ataque tras otro de enemigos. Los m¨¢s divertidos -que recuerdan a propuestas como Left 4 Dead- son Escapada, en el que la interactuaci¨®n con el escenario es constante mientras activamos interruptores, abrimos compuertas, usamos ascensores, y todo ello soportando el ataque alien, siendo los ganadores el equipo humano que m¨¢s lejos logre llegar. Y Exterminio, en el que la ofensiva ya no es de los xenomorfos, sino que son los marines los que deben tomar nidos custodiados por xenos, siendo el reparto y la conquista de territorios la clave de la victoria, por encima de los enemigos abatidos.

Manejar a un marine no se aleja en demas¨ªa de lo que ya conocemos. Manejar a un alien en cambio es algo a lo que hay que acostumbrarse, pero que a cambio nos propone una experiencia totalmente distinta, m¨¢s org¨¢nica, siendo el control en 3? persona. Si los marines tienen sensores de movimiento para detectar a las criaturas, los xenomorfos de Giger disponen de una visi¨®n muy bien resuelta que permite localizar a humanos a trav¨¦s de las paredes. Sin duda que la animaci¨®n de la escalada es pobre y la c¨¢mara nos dar¨¢ mucha guerra. Seg¨²n el bando que sea, las estrategias cambiar¨¢n radicalmente. Si caemos en el lado humano, m¨¢s nos vale juntarnos en grupo y en un lugar f¨¢cilmente defendible, ya que ir por ah¨ª a nuestro aire, en plan h¨¦roe solitario dentro de un escenario en el que hay bichos que nos ven a 4 habitaciones de distancia, es lo peor que podr¨ªamos hacer. Si somos xenos, lo mejor es ir por separado, ya que juntarnos en manada solamente facilita la labor al escuadr¨®n marine para aniquilarnos. Hay que ir cada uno por un lado, coordin¨¢ndose, aguardando agazapados, esperando a que nos den la espalda o saltarles desde encima.

Cada escenario cuenta con estancias en la que uno u otro bando tiene m¨¢s oportunidades, por lo que montar trampas y atraerlos a un sitio oscuro y peque?o en el caso de que sean marines, o a una sala m¨¢s abierta en el caso de aliens, donde estos tengan que cubrir grandes distancias hasta llegar a nosotros, es lo m¨¢s efectivo. El tiempo que aguantemos, las muertes que encadenemos (cargarse a una facci¨®n marine entera de una sola vez con un alien es una gozada, igual que atraer a un xenomorfo a una trampa y quemarlo con la incineradora), nos ayudar¨¢n a ir ascendiendo, desbloqueando mejoras de armas y personalizaciones. Quitando lo ya mencionado de la escalada, sin duda que las animaciones de los aliens est¨¢n bien resueltas, sobre todo al desplazarse. El ¨²nico pero es que debido a la naturaleza FPS del juego, el atacar en tercera persona con aliens pod¨ªa haber sido mejor implementado, por lo que nos dejar¨¢ vendidos al calcular mal las distancias.

Xenomorfo
Visualmente, Aliens: Colonial Marines presenta un impecable ejercicio de nostalgia y fidelidad extrema a sus fuentes de origen, logrando como ya hemos rese?ado clavar la ambientaci¨®n t¨¦trica de la serie a la par que el tono y aspecto militarista de Aliens, El Regreso. Entrar en una estancia de aspecto futurista y met¨¢lico, abrir una puerta y encontrarte con la arquitectura org¨¢nica de los xenomorfos, con retazos de secreciones viscosas, mocos cayendo literalmente del techo al suelo, y esa viscosidad en las paredes es solo comparable a la sensaci¨®n brindada. Pero es una pena que el Unreal Engine 3 no apoye esto. Y es que viniendo de los autores de Borderlands nos esper¨¢bamos un aut¨¦ntico espect¨¢culo visual de primer orden, aunque est¨¢ claro que los a?os en desarrollo le han pasado factura, pues a pesar de contar con buenas intenciones detalles como los mencionados o efectos, algunos juegos de luces y sombras y climatolog¨ªa como esa lluvia constante del exterior con gotas sobre la c¨¢mara, el fuego dentro de la Sulaco o el resplandor luminoso en Hadley¡¯s Hope que a¨²n brilla despu¨¦s de lo ocurrido en la pel¨ªcula, el resultado se traduce en constantes y numerosos problemas como el motor de colisi¨®n ¨Carmas que desaparecen, colas de aliens que traspasan las paredes-, clipping, texturas que tardan en cargar o se generan de golpe y adem¨¢s presentan resoluciones demasiado bajas para un t¨ªtulo de este calibre, o la aparici¨®n s¨²bita de nuestro compa?ero si lo hab¨ªamos dejado demasiado atr¨¢s. El framerate acaba demostrando ser insuficiente en los momentos m¨¢s intensos del Multijugador y en Cooperativo, sobre todo con enemigos capaces de moverse m¨¢s r¨¢pido que nosotros, caso de los aliens. En definitiva, un conjunto visual que se muestra desfasado a d¨ªa de hoy, que cumple sobradamente en el aspecto art¨ªstico pero apenas en el t¨¦cnico, con problemas adem¨¢s de bugs como personajes NPCs que desaparecen en el instante de realizar acciones clave para que podamos seguir avanzando como abrirnos una puerta, y que nos oblig¨® al inicio en la Sulaco a reiniciar un punto anterior para poder seguir. Algo imperdonable aestas alturas de generaci¨®n.

Por fortuna, en el aspecto sonoro no ocurre esto, aunque tambi¨¦n hay alg¨²n que otro ¡®pero¡¯. Comenzando por las voces, el doblaje del juego m¨¢s all¨¢ de o¨ªr a Hicks y a Bishop se presenta cumplidor, pero nunca destacable. Pero esto es s¨®lo en su versi¨®n original, ya que SEGA ha localizado el juego al espa?ol, y si bien algunas voces secundarias no terminan de sonar del todo bien, la voz de nuestro protagonista y el escuchar al inmenso Alfonso Vall¨¦s al poco de empezar elevan la calidad de la localizaci¨®n a nuestro idioma con respecto a la V.O., aunque por desgracia la voz que dobl¨® al Cabo Hicks en el film no es la misma, perdiendo este personaje parte de la personalidad que las ic¨®nicas voces de los 80 daban a los actores en este pa¨ªs. En el plano de los efectos de sonido, por un lado tenemos que los FXs de disparo de algunas armas distan mucho de la contundencia sonora que escuch¨¢bamos en la pista de sonido de Aliens ¨Cexcepto el lanzallamas y el rifle de pulso, que suenan igual pero con menos potencia-, aunque esto lo compensa con creces el dise?o sonoro de los xenomorfos, con sus gritos, el silbido de las colas cortando el aire y las garras sobre el suelo mezcl¨¢ndose con la soberbia aportaci¨®n del sensor de movimiento, con ese caracter¨ªstico pitido que aumenta en de intensidad. Sum¨¦mosle temas de la m¨ªtica y reutilizada partitura de James Horner ¨Cla misma de la que James Cameron reneg¨® por motivos t¨¦cnicos pero que no puede ser disociada ya de las im¨¢genes del film- que suenan en el momento justo, aportando tensi¨®n en los instantes de exploraci¨®n y acci¨®n militarista en los momentos de exterminio xenomorfo o salir corriendo y disparar a ciegas gracias al gran trabajo del compositor Kevin Riepl, respetuoso con la serie al tiempo que usa sus propias creaciones, y tendremos uno de los mejores apartados del juego, en el que el estudio le da tambi¨¦n importancia al silencio en pasajes en los que la ausencia y/o el minimalismo sonoro es lo m¨¢s acertado.