A Game of Dwarves
- PlataformaPC6.5
- G¨¦neroEstrategia
- DesarrolladorParadox Interactive
- Lanzamiento23/10/2012
- TextoIngl¨¦s
A Game of Dwarves
Lo nuevo de Paradox Interactive y Zeal Game Studio tiene unos peculiares protagonistas: los enanos. Porque en A Game of Dwarves podremos controlar a un grupo de estos seres de fantas¨ªa, dispuestos a excavar hasta lo m¨¢s profundo de las entra?as de la tierra en busca de brillantes y valiosos metales y gemas. Organiza todo un asentamiento de enanos, y prep¨¢rate para enfrentarte contra los peligros que permanecen ocultos en las profundidades, y que ser¨ªa mejor no haber liberado nunca.
No cabe duda de que el planteamiento del nuevo juego de Zeal Game Studio, avalado por Paradox Interactive, es tremendamente original. No entendamos original por ¨²nico, puesto que seguro que en muchas de vuestras mentes se ha encendido de repente un cartel con neones que reza: Dwarf Fortress. Efectivamente, el t¨ªtulo que hoy analizamos no puede negar la influencia que el juego independiente de Bay12 Games ha ejercido sobre su mec¨¢nica. Los aspectos en com¨²n son numerosos, no solamente por el hecho de compartir protagonistas, tambi¨¦n en la idea general de la mec¨¢nica del t¨ªtulo: La gesti¨®n indirecta de un grupo de enanos. Se denomina indirecta porque, al igual que en juegos como Dungeon Keeper o Evil Genius, en ning¨²n momento tomamos el control directo sobre los personajes y trabajadores. En su lugar, simplemente establecemos las ¨®rdenes que deben de ser cumplidas, y nuestros s¨²bditos se afanar¨¢n en completarlas cuando sea posible. Sin embargo, y antes de que las comparaciones puedan llegar m¨¢s lejos, es justo decir que el t¨ªtulo de Zeal Game Studio ha buscado un aspecto mucho m¨¢s visual y afable, mientras que la oferta de Bay12 Games sigue manteniendo su peculiar dise?o. Por supuesto, el juego que hoy nos ocupa ha optado por simplificar u omitir muchas de las opciones y mec¨¢nicas del simulador independiente, lo que nos deja con dos productos parecidos en esencia, pero que a la hora de la verdad son extremadamente distintos.
A Game of Dwarves nos invita a controlar un asentamiento enano en dos modos de juego distintos: Campa?a o Libre. El primero nos propone distintas fases en las que hemos de ir superando una serie de objetivos preestablecidos, con la posibilidad de seguir jugando una vez los hayamos finalizado. El segundo, y tras configurar aspectos simples de la partida como el tama?o del mapa o tipo de entorno, nos traslada a un escenario sin una serie de objetivos planificados, pero en el que s¨ª que se nos indica una tarea a cumplir para dar el juego por terminado. En cualquiera de los dos modos, el estilo de juego es exactamente el mismo, salvando la circunstancia habitual de tener que ir desbloqueando y aprendiendo nuevas t¨¦cnicas conforme avanzan las primeras fases de la campa?a. Por si alguien sigue obstinado en haber encontrado un Dwarf Fortress en entorno 100% tridimensional, hemos de decir que no encontrar¨¦is ning¨²n modo de continuidad en el juego, al estilo marcado por la oferta de Bay12 Games. Esto no resta m¨¦rito al producto publicado por Paradox Interactive, y tanto mapas individuales como fases de campa?a est¨¢n plagadas de retos interesantes, que pondr¨¢n a prueba todo nuestro ingenio, estrategia y capacidad de gesti¨®n. S¨ª que se hace adecuado, casi obligado, comenzar con un primer tutorial que nos familiarice con el estilo de juego, los tipos de enanos que encontraremos y las acciones que puede realizar cada uno.
Para entrar de lleno en la situaci¨®n, durante la campa?a encarnaremos a un pr¨ªncipe enano deseoso de tomar las riendas de su reino. Sin embargo, su sabio padre no le cree preparado para tal cometido, as¨ª que dise?a una serie de retos que debe superar, siempre poniendo a prueba su capacidad de liderazgo y administraci¨®n. Los enanos son seres que prefieren vivir en minas o cuevas, excavando en ellas sus moradas. Puede que se deba a un hecho pr¨¢ctico, por eso de tener el trabajo al lado de casa, porque su principal forma de vida es la miner¨ªa. Los escenarios de A Game of Dwarves se nos presentan como diversos niveles del subsuelo habitado por los enanos, en los que iremos cavando para crear nuestro asentamiento y localizar tesoros. De esta forma, no tenemos que pensar en el mapa como en un ¨²nico plano bidimensional, puesto que se trata m¨¢s bien de varios de estos planos, apilados. Por supuesto, desde un plano podremos tener una vista directa de lo que suceda en las zonas inferiores, siempre y cuando tengamos una abertura que lo permita. En el punto m¨¢s alto, encontramos la superficie, que no es un sitio demasiado agradable desde el punto de vista de los enanos. De forma opuesta, las capas m¨¢s profundas son tambi¨¦n las m¨¢s apetecibles, puesto que suele tratarse de estratos compuestos por un mayor n¨²mero de elementos valiosos, contando algunos imposibles de localizar en capas m¨¢s superficiales. Esto solamente nos deja una opci¨®n viable: Excavar.
Eso no significa que todos los representantes de la especie nazcan unidos a un pico y una pala, puesto que para el buen funcionamiento de una colonia se necesita de distintas tareas especializadas. En primer lugar, como podr¨¦is imaginar, s¨ª que tenemos a los mineros. Si misi¨®n es b¨¢sica pero fundamental: adentrase cada vez m¨¢s en las profundidades, desvelando y explotando fuentes de metales y gemas. La simple representaci¨®n de una pared, o del suelo, nos permite reconocer el tipo de material del que est¨¢ formada: tierra, piedra, oro, diamante,... En funci¨®n de la pericia y nivel del enano, la pared podr¨¢ ser derribada m¨¢s r¨¢pido y obteniendo m¨¢s cantidad de recursos de su tipo. Estos son imprescindibles para construir la gran mayor¨ªa de los elementos necesarios para el asentamiento, y tambi¨¦n podemos comerciar con ellos para obtener algunos ingresos adicionales que utilizar en otras tareas. Los mineros son los enanos m¨¢s expuestos al peligro, puesto que suelen ser los primeros que se encuentran con las zonas cavernosas repletas de enemigos, y al estar completamente indefensos, su mortalidad no suele ser baja. Para ordenar una excavaci¨®n, simplemente escogeremos su opci¨®n en la barra inferior, destacada con un pico, e iremos se?alando las zonas que queremos echar abajo, ya sean paredes, suelos o techos. Es importante vigilar que no vayamos a dejar un enano en una situaci¨®n inaccesible, y acabe muriendo de hambre y sed.
Otra de las profesiones importantes es la de soldado. Sin ellos, cualquier troll de tres al cuarto acabar¨ªa con nuestro asentamiento de una sentada. Conforme avanzamos en la partida, los soldados pueden especializarse en cuerpo a cuerpo o ataques a distancia, y dentro de cada clasificaci¨®n podemos seguir definiendo a las tropas seg¨²n el tipo de armamento a utilizar. Estos enanos solamente patrullan cerca de las zonas que sean indicadas, utilizando para ello unos estandartes, aunque son gente seria y suele acudir en cuanto se da la alarma al ver un enemigo. Si un minero se encuentra frente a frente con un grupo de goblins, los soldados saldr¨¢n a su encuentro, aunque tarden un poco en llegar. Para que se hagan m¨¢s fuertes y peligrosos, podemos colocar zonas de entrenamiento, de forma que puedan practicar sus mortales habilidades. Si no lo hacemos, seguir¨¢n aumentando de nivel con cada intervenci¨®n, pero puede que nos encontremos con un enemigo que sea demasiado poderoso. Por otro lado, tenemos a los eruditos, que se dedican a investigar distintos avances que podemos escoger en el ¨¢rbol de tecnolog¨ªas. Con ellos, podemos conseguir que los enanos se muevan m¨¢s r¨¢pido, los campos sean m¨¢s f¨¦rtiles, desbloquear nuevos edificios,... Cada avance tiene un coste fijo en puntos de investigaci¨®n, y se evoluciona en forma de ¨¢rbol. Para llegar a un tecnolog¨ªa, tendremos que haber investigado las anteriores, adem¨¢s de invertido todos los puntos necesarios.
Los trabajadores son los encargados de que los enanos dispongan de alimento suficiente. Aunque no tan f¨¦rtiles como la superficie, las cavernas son el lugar id¨®neo para ciertas especies vegetales... siempre y cuando utilicemos los recursos necesarios para cultivarlas. Los trabajadores recoger¨¢n los frutos y los convertir¨¢n en v¨ªveres, para que el resto de sus compa?eros tengan algo que comer al acudir a las mesas que ubiquemos por el emplazamiento. Si adem¨¢s plantamos la especie correcta, podremos recolectar madera que utilizar en algunas construcciones, porque los enanos tampoco lo hacen todo con roca. A su vez, los artesanos son los encargados de construir cada uno de los artefactos que usemos en el hogar: mesas, puertas, escaleras, cofres, tronos, decoraciones,... Los elementos que podremos fabricar, y edificar, se clasifican por categor¨ªas al estilo del men¨² de Los Sims. De esta manera, si desbloqueamos un elemento del mismo tipo, pero mejorado, lo encontraremos en el mismo apartado del modo Construcci¨®n. Aunque, b¨¢sicamente, para sobrevivir solamente necesitan una cama y un sitio en el que comer, los enanos aman el lujo: si llenamos el asentamiento de decoraciones y todo tipo de a?adidos, se sentir¨¢n m¨¢s felices y rendir¨¢n mejor. Tranquilos, no hay riesgo de que se vuelvan locos y acaben con el resto de sus compa?eros, como pueda suceder en otros juegos protagonizados por la misma raza fant¨¢stica.
La mec¨¢nica del juego, como dec¨ªamos al principio, se basa en el control indirecto de los enanos. Solamente establecemos las ¨®rdenes, pero no qui¨¦n debe cumplirlas. Incluso si usamos la opci¨®n de interactuar con un objeto, que tendremos que hacer en ocasiones, no seleccionamos que enano llevar¨¢ a cabo la acci¨®n. Lo har¨¢ el que se encuentre en mejores condiciones (cercan¨ªa, profesi¨®n,...) de hacerlo. Esto incluye el combate, en el que no podremos seleccionar que enemigo atacar. La ¨²nica forma de controlar un poco el destino de nuestros enanos, es usando el teletransportador... Una herramienta gratuita que nos permite coger a un grupo limitado de los nuestros e irlos soltando en el lugar conocido del mapa que queramos. Por lo tanto, A Games of Dwarves se basa en dar ¨®rdenes y vigilar su evoluci¨®n, confiando en que se haga de la mejor manera posible. Es un sistema que puede tener sus detractores, prefiriendo un control m¨¢s directo sobre los personajes, pero que ha demostrado su validez en multitud de juegos. De hecho, es m¨¢s que adecuado para las partidas con un n¨²mero elevado de individuos a controlar, o en las que existen demasiados tipos de tareas especializadas. Si tuvi¨¦ramos que ir por el mapa buscando al artesano, o al minero, perder¨ªamos mucho tiempo en viajes. De esta manera, simplemente designamos la orden y esperamos. Eso s¨ª, nos exige estar pendientes de las ¨®rdenes que se puedan quedar bloqueadas, o que nunca se lleven a cabo.
Adem¨¢s, es un estilo de juego que permite disfrutar de la experiencia de un modo m¨¢s distendido. No es casualidad que haya sido denominador com¨²n en juegos de estrategia con cierto contenido... irreverente. En el caso que nos ocupa, no supone para nada un problema. La idea se ha llevado bien acabo, aunque peca de simplista. La cantidad de construcciones es notable, pero no as¨ª la de acciones: nos limitaremos a construir y excavar. Perfecto para un enano, pero suficiente por un tiempo para un humano. Aunque el juego ofrece diversos retos, pr¨¢cticamente todo puede reducirse a conseguir los recursos adecuados y defenderse de los enemigos. No nos enga?emos, tampoco pinta como que sus responsables estuvieran dispuestos a apuntar m¨¢s alto. Ser¨ªa f¨¢cil resumir A Game of Dwarves como una versi¨®n muy simplificada y embellecida de Dwarf Fortress, por odiosas que puedan ser las comparaciones. La limitaci¨®n en el n¨²mero de enanos que podemos tener, que depende directamente de la mejora del portal por el que llegan a nuestro asentamiento, tambi¨¦n es responsable de gran parte del reto de las partidas, puesto que no podemos crear todas las unidades o profesionales que queramos. Un t¨ªtulo de gesti¨®n al uso, aunque bastante simple, y con una tem¨¢tica muy original. Sin embargo, las partidas libres suelen acabar con ligeras variaciones unas con otras, y esto produce que, en pocos minutos, tengamos m¨¢s que vistos todos los aspectos que puede ofrecernos el juego.
A nivel visual, el juego cuenta con unos gr¨¢ficos simp¨¢ticos aunque igualmente simples. Son una buena representaci¨®n de lo que est¨¢ ocurriendo, pero no trat¨¦is de encontrar un buen nivel y alta calidad en sus texturas y animaciones. La variaci¨®n de elementos es muy baja, y a?adidos muy simples podr¨ªan haber causado efectos mucho mejores, como cierta diferenciaci¨®n de aspecto entre los enanos (incluso los de una misma profesi¨®n) o variaciones en las texturas utilizadas en suelos y paredes. Evidentemente, el resultado final cumple con las expectativas del tipo de t¨ªtulo ante el que nos encontramos. A nivel auditivo, se echan en falta voces, aunque los efectos que acompa?an a las acciones sean lo suficientemente completos. El hilo musical es muy poco variado, y no tardaremos en llegar al aburrimiento sonoro. La calidad t¨¦cnica de A Game of Dwarves est¨¢ m¨¢s cerca de la disponible para ciertas port¨¢tiles menos potentes, que a la potencia disponible para un equipo de sobremesa. Respecto a partidas en red, el t¨ªtulo carece de cualquier tipo de modo multijugador, aunque su versi¨®n Steam viene con unos cuantos logros a conseguir. Aunque es un t¨ªtulo complicado de llevar a dicho territorio, seguro que se podr¨ªa haber ideado alg¨²n tipo de partida colaborativa o enfrentada, con dos asentamientos compitiendo por sus recursos o intentado llegar antes a cierta zona del mapa. No es un elemento fundamental, pero habr¨ªa estado bien tenerlo.
Correcto
No es lo ¨²ltimo ni lo m¨¢s original, tampoco cuenta con la mejor ejecuci¨®n, pero puede divertir si te gusta el g¨¦nero. Bien, pero mejorable. C¨®mpralo si te gusta el g¨¦nero y te gusta tenerlos todos.