007 Legends
- Plataforma3605PS35PC5WiiU
- G¨¦neroAcci¨®n
- DesarrolladorEurocom
- Lanzamiento19/10/2012 (360, PS3)02/11/2012 (PC)14/12/2012 (WiiU)
- TextoEspa?ol
- VocesEspa?ol
- EditorActivision
007 Legends
James Bond vuelve a la carga en formato virtual. Esta semana sale en PC, Playstation 3 y Xbox 360 un repaso a las grandes pel¨ªculas del agente brit¨¢nico, cortes¨ªa de Eurocom.
Eurocom es una compa?¨ªa brit¨¢nica de largo recorrido y cierta experiencia en esto de tractar con James Bond. Fueron los encargados de desarrollar Nightfire, el ¨²ltimo Bond con Pierce Brosnan dando su cara al agente especial. Un juego entretenido y con fases de conducci¨®n, pero que se alejaba bastante de las altas cotas de calidad que se hab¨ªan conseguido a?os atr¨¢s con Goldeneye, obra maestra de Rare y uno de los referentes de los FPS en consola sin lugar a dudas. M¨¢s recientemente estos brit¨¢nicos dieron el golpe con Goldeneye 007, un juego que manten¨ªa las bases del juego sobre el que se inspiraba, pero con entidad propia. Reloaded fue el port de Wii a las consolas mayores de dicho juego, que pas¨® sin muchos alardes debido entre otras cosas al elevado precio de salida.
007 Legends es su nuevo proyecto, del que se pod¨ªa esperar mucho. Entre otras cosas porque Goldeneye de Wii era un gran juego de acci¨®n en primera persona que tomaba muchos elementos que hicieron grande al Goldeneye original, como las tareas a realizar en las misiones, esos m¨²ltiples objetivos, o la presencia de un sistema de vitalidad cl¨¢sico con vida que no se regeneraba. Pero la realidad es que en esta ocasi¨®n Eurocom parece no haber conseguido sacar el jugo que se pod¨ªa esperar de una franquicia como la de Goldeneye. La sombra de Call of Duty planea demasiado encima de una propuesta interesante sobre el papel pero que acaba ofreciendo un shooter m¨¢s. Y tal y como est¨¢ el mercado, un FPS m¨¢s cuesta que valga la pena. Aunque sea con una premisa tan interesante como la de este Legends.
La premisa tiene su miga gracias a la idea que a nivel argumental se quer¨ªa llevar a cabo con esta nueva entrega, la cuarta que Activision hace ya del agente secreto brit¨¢nico. Querer ofrecer misiones totalmente distintas entre ellas, ligadas por el protagonista (Bond) pero ambientadas en grandes producciones del agente. As¨ª pues, no jugamos toda una historia ¨²nica de principio a fin, ni profundizamos en una pel¨ªcula concreta como podr¨ªa ser Goldeneye, sino que cada misi¨®n representa una pel¨ªcula distinta, hasta cinco: Goldfinger, Moonraker, Licencia para Matar, Muere otro d¨ªa y Al servicio secreto de su majestad.
As¨ª pues recorremos misiones y situaciones de envergadura de cada una de las pel¨ªculas. Bien, l¨¢stima que por el camino est¨¦ anunciado ya Skyfall como otra misi¨®n¡ en formato descargable (gratuito, eso s¨ª). Hay cierto enlace entre las misiones, teniendo un final algo precipitado tras Moonraker que hacen pensar que el final verdadero llega con Skyfall. Por no hablar de que el repaso de las diversas pel¨ªculas, encarnadas por todo tipo de actores de primera l¨ªnea, no se har¨¢n mediante ellos sino mediante Daniel Craig, que es el Bond actual y el que protagonista pel¨ªculas en las que no estaba.
Y es que la gran propuesta de 007 Legends se encuentra precisamente en intentar jugar de manera silenciosa, como un agente secreto. Pero el fracaso es estrepitoso en este sentido. Podemos movernos sin hacer ruido si vamos agachados, algo que nos permite no despertar las suspicacias de los enemigos. Adem¨¢s, si nos acercamos de espaldas a ellos los podemos dejar noqueados totalmente. Vigilar que no nos detecten las c¨¢maras, que estas mismas no detecten a los enemigos que dejamos inconscientes o que entre ellos no vean cuerpos en el suelo es nuestra prioridad, ya que si no sonar¨¢ la alarma y vendr¨¢n enemigos de todos lados. Y eso cuando hay un respawn digno de Activision en el juego casi que no es una buena idea. El problema es que la ejecuci¨®n de todo esto falla por falta de herramientas que no se pueden permitir en pleno 2012.
No puede ser que tengamos la herramienta de noquear a los enemigos por detr¨¢s de manera silenciosa, que se nos propongan zonas en las que pasar desapercibido es lo mejor, y en cambio Bond sea totalmente incapaz de mover un triste cuerpo enemigo de un lado para otro. La decepci¨®n es m¨¢xima. En la misi¨®n Goldfinger hay un ejemplo claro: entramos en una gran f¨¢brica con muchos puntos abiertos y muchos vigilantes. Nos encontramos de cara a un par de enemigos y los noqueamos. Sus cuerpos quedan ah¨ª en medio de todo, sin poderlos mover. Resultado: a la que otro enemigo est¨¦ haciendo su ruta marcada y los vea, alarmas y tiroteos a mansalva. No se puede ser silencioso sin ser limpio y discreto, y eso nos dar¨¢ m¨¢s de un dolor de cabeza para una mec¨¢nica de juego que no funciona correctamente.
James Bond se controla como un juego de acci¨®n en primera persona cl¨¢sico en esta generaci¨®n de consolas. Esto significa tener a un personaje que se mueve de manera muy veloz por el escenario, con sprint incluido, capacidad para llevar dos armas a la vez y hacer algunos saltos. Esta es la base. Como principal a?adido interesante est¨¢n las secuencias cuerpo a cuerpo, ya que como buen Bond que pretende ser nuestro protagonista ofrece un compendio de golpes de pu?o, patadas y llaves digna de menci¨®n seg¨²n cada contexto, algo que es bastante espectacular e interesante de ejecutar.
El juego basa su mec¨¢nica en un sistema de vitalidad que se regenera autom¨¢ticamente pasados algunos segundos, algo que viene heredado de otros grandes t¨ªtulos del g¨¦nero y que se hace necesario por la gran cantidad de enemigos que nos iremos encontrando. En este sentido se agradece que se haya a?adido un modo cl¨¢sico en el que podemos escoger que nuestra vida no tenga autoregeneraci¨®n, un gui?o a los jugadores de Goldeneye. El problema de este sistema es que no es para nada funcional teniendo en cuenta la cantidad de enemigos, respawn de los mismos y situaciones en las que nos encontramos. No acaba de estar bien calibrado la situaci¨®n que nos toca lidiar con este sistema. A pesar de estos momentos de frustraci¨®n, lo cierto es que es un a?adido que se agradece y que ofrece un reto mucho mayor.
La mec¨¢nica de juego es excesivamente sencilla en este sentido. Las misiones se basan principalmente en avanzar hasta un punto concreto donde tenemos que hacer alguna foto, hackear o encontrar el objetivo de la misi¨®n. Poco m¨¢s. No hay exploraci¨®n, no volveremos atr¨¢s a buscar seg¨²n qu¨¦ cosas que nos sirvan como tareas extras. Las misiones est¨¢n muy encorsetadas en avanzar del punto A al punto B, algo que dentro del esquema de James Bond no siempre ha sido as¨ª. Ni mucho menos. Mientras avanzamos intentaremos ser cautelosos y usar nuestras armas de esp¨ªa, pero casi siempre acabaremos dispar¨¢ndonos con decenas de enemigos como un FPS m¨¢s en el que adem¨¢s no se ofrece un sistema de disparos satisfactorio, debido en parte a una IA enemiga que tiene ciertos problemas de reacci¨®n ¨Cno se cubren y luchan a pecho descubierto o por el contrario no se mueven de un sitio aunque les tires una granada-.
El resultado final es una campa?a principal casi sin alma y con pocos momentos memorables debido a un dise?o de niveles excesivamente conservador y poco trabajado. Bond sirve para mucho m¨¢s que para lo que hacemos en este juego. Y lo que hacemos en 007 Legends ya lo hemos hecho infinidad de veces en la presente generaci¨®n de consolas. No hay aprovechamiento de los gadgets, sino situaciones contextuales en las que sacamos nuestro reloj o nuestro Smartphone para hacer eso concreto que se nos est¨¢ pidiendo. Las posibilidades son muy limitadas. No solo eso, sino que adem¨¢s hay contradicciones con las misiones que estamos jugando. Sin ir m¨¢s lejos, ver un tel¨¦fono con c¨¢mara de fotos capaz de hackear ordenadores en medio de Goldfinger es raro como poco.
El juego se ali?a con diversas situaciones que intentan romper un poco con el esquema de juego de acci¨®n en primera persona. Una de ellas son fases de conducci¨®n, en las que nos toca hacer alguna secuencia encima de un veh¨ªculo que tiene mucho de espectacular pero poco de convincente a nivel jugable, sobre todo por el control. Al otro lado tenemos los combates contra los jefes finales, en los que nos enfrentamos a ellos mediante una serie de Quick Time Events, elemento elegido para superar estos tramos de misi¨®n. La ejecuci¨®n de ambos elementos da variedad a una campa?a bastante plana y sin sorpresas, aunque no sean mec¨¢nicas pulidas como deber¨ªan. Las campa?as se completan con todo tipo de secuencias in-game y scripts que intentan darle espectacularidad al t¨ªtulo.
Destacar que tenemos un arsenal que se puede potenciar mediante la tienda de nuestra agencia. A medida que avanzamos y vamos realizando tareas en las misiones se nos van dando puntos que podemos gastar en mejoras para nuestras armas y para el personaje. De esta manera podemos potenciar las armas con nuevos elementos, como mayores cargas de munici¨®n, silenciador, etc. Elemento de personalizaci¨®n a tener en cuenta de cara a potenciar nuestras armas para las siguientes misiones. Cada tipo de arma se le pueden asignar diversos a?adidos seg¨²n el momento en el que nos encontremos.
El multijugador ofrece una de cal y otra de arena. Entre los elementos positivos del multijugador de esta nueva entrega de las peripecias de Bond nos encontramos con la posibilidad de jugar a cuatro jugadores a pantalla partida, un elemento que fue vital en Goldeneye para Nintendo 64 y que se mantiene a modo de homenaje. Los amantes de dispararse con amigos todos en un mismo sal¨®n est¨¢n de enhorabuena. Adem¨¢s, el plantel de personajes y la personalizaci¨®n de las partidas son otros a?adidos a tener en cuenta de cara al multijugador en l¨ªnea que ofrece 007 Legends, aunque no sea oro todo lo que reluce. Por alg¨²n motivo que se desconoce hemos pasado de 16 jugadores en l¨ªnea en el ¨²ltimo Goldeneye Reloaded a 12, una rebaja sustancial.
Mejorable
Puede tener elementos aceptables y entretener, pero en general es una experiencia que no dejar¨¢ huella. S¨®lo recomendable en caso de sequ¨ªa de este g¨¦nero de juegos.