Steven Spielberg no quer¨ªa hacer la que termin¨® siendo la mejor pel¨ªcula de su carrera

As¨ª es la vida: gracias a que te rechazan para dirigir una pel¨ªcula protagonizada por un icono del cine, terminas creando otro, y m¨¢s de diez a?os despu¨¦s, te niegas a dirigir la que ser¨ªa la mejor pel¨ªcula de tu carrera. Obviamente, una trayectoria tan longeva como la del director Steven Spielberg da para decenas, o m¨¢s bien cientos, de an¨¦cdotas de este tipo, pero hoy tenemos que hablar de la que no solo esta considerada la mejor pel¨ªcula del director, sino probablemente una de las mejores de la historia globalmente.

Spielberg no quer¨ªa rodar ¡®La Lista de Schindler¡¯

Aunque ya hab¨ªa dejado clara su animadversi¨®n hacia los nazis en las pel¨ªculas protagonizadas por Indiana Jones, Spielberg no hab¨ªa tratado el holocausto jud¨ªo con la trascendencia con la que pretend¨ªa hacerlo en ¡®La Lista de Schindler¡¯. El director, por el motivo que fuera -nunca ha concretado que se tratara de su ascendencia jud¨ªa- no se sent¨ªa preparado para situarse tras las c¨¢maras de este proyecto, a pesar de que siempre tuvo en mente llevar a la gran pantalla la vida, o mejor dicho, la obra, de este empresario alem¨¢n que, curiosamente, tambi¨¦n formaba parte del partido nazi.

Tan escaso era el convencimiento de Spielberg que en un principio, se neg¨® a rodar la pel¨ªcula, pero sin embargo, s¨ª quer¨ªa sacarla adelante. Por ello, rond¨® a otros directores que, ir¨®nicamente, tambi¨¦n se negaron a dirigirla por motivos opuestos. Por una parte, Martin Scorsese aseguraba que no cre¨ªa que una persona no jud¨ªa debiera dirigirla, y por otra, Roman Polanski pensaba que, al haberlo vivido de primera mano, tampoco deb¨ªa ser el indicado, y es que el director polaco perdi¨® a su madre en Auschwitz, mientras que ¨¦l mismo sobrevivi¨® de milagro, de hecho, haci¨¦ndose pasar por cat¨®lico. Nueve a?os m¨¢s tarde del estreno de ¡®La lista de Schindler¡¯, Polanski estrenar¨ªa su propia pel¨ªcula sobre el holocausto, ¡®El pianista¡¯, con Adrien Brody. Otro director al que se le ofreci¨® la propuesta fue Sydney Pollack (¡¯Tootsie¡¯, ¡®Memorias de ?frica¡¯), quien como podemos deducir, tambi¨¦n se neg¨®.

Finalmente, tras varias negativas, a Spielberg no le qued¨® m¨¢s remedio que dirigirla ¨¦l mismo, no sin un alto coste. Seg¨²n se cuenta, el desgaste a nivel mental del director fue tal que terminaba psicol¨®gicamente agotado cada jornada de rodaje, hasta el punto que ten¨ªa que recurrir a su amigo, el malogrado Robin Williams, para que lo animara.