Las primeras cr¨ªticas sentencian a ¡®Rebel Moon Parte 2¡ä: ¡°Se ha olvidado de contar una historia interesante¡±

No parece que Zack Snyder logre hacer despegar el buque de su nueva franquicia. La segunda parte de ¡®Rebel Moon¡¯ llega a Netflix este 19 de abril despu¨¦s de recibir cr¨ªticas contundentes por parte de los medios internacionales. Tras una primera entrega pol¨¦mica y que ya apuntaba a una Director¡¯s Cut, ¡®La guerrera que deja marcas¡¯ se estrella en plataformas recopilatorias de notas, como en Rotten Tomatoes. En el momento de escribir estas l¨ªneas logra una puntuaci¨®n media del 9%.

La cr¨ªtica, contra Snyder y ¡®Rebel Moon: Parte 2¡ä

¡°No hay duda de que Snyder ha creado un mundo interesante. Simplemente se ha olvidado de contar una historia interesante dentro de ella¡±, concluye Ian Sandwell en Digital Spy. ¡°Incluso si alguna vez llega una versi¨®n superior de ¡®Rebel Moon¡¯, no har¨¢ que estas versiones sean mejores, y son las ¨²nicas que tenemos ahora mismo¡±, explica William Bibbiani en TheWrap.

Travis Johnson, periodista en Flicks, se?ala que Snyder tiene un ¡°problema con la c¨¢mara lenta, y es un fallo m¨¢s que un elemento¡±. La usa tanto que cruza la l¨ªnea ¡°para convertirse en una autoparodia¡±. A juzgar por lo comentado, no cabe duda de que en general parece que hay poco rescatable en la cinta.

¡®Rebel Moon: Parte 1¡ä sigui¨® la misma l¨ªnea de cr¨ªticas. En la misma web logr¨® una media del 21% tras 173 an¨¢lisis. El porcentaje de la audiencia tampoco invitaba a ser muy optimista, con un 57% despu¨¦s de m¨¢s de 5000 valoraciones. En MeriStation tampoco logr¨® convencer a ninguna de las partes: ¡°Si el director pone la venda sobre la sangre y la acci¨®n es porque ni siquiera los combates convencen. Los disparos l¨¢ser, las explosiones, el brilli brilli de colores de planetas y sistemas. Efectos y coreograf¨ªas no terminan de seducir a un espectador que tampoco ser¨¢ espeluznado, pues no es ning¨²n esperpento, pero al que dar¨¢ rabia la simpleza de todo cuanto sucede ante sus ojos¡±.