Cine
Jason Statham protagoniz¨® dos divertidas escenas de sexo que serv¨ªan para re¨ªrse de los excesos de otras pel¨ªculas
¡®Crank¡¯ y ¡®Crank 2¡ä nos mostraban c¨®mo Chev Chelios, interpretado por Jason Statham, ten¨ªa que cometer todo tipo de locuras con tal de seguir vivo.
Aunque Jason Statham se ha labrado una imagen h¨¦roe de acci¨®n serio y estoico durante gran parte de su carrera, a finales de la d¨¦cada de 2010, se meti¨® en la piel de uno de sus personajes m¨¢s desenfrenados y pasados de rosca: Chev Chelios. Este era el nombre del protagonista de ¡®Crank: Veneno en la Sangre¡¯ (2006) y ¡®Crank: Alto Voltaje¡¯ (2009), dos pel¨ªculas de acci¨®n que, para re¨ªrse de las escenas de sexo innecesarias en el mundo del cine, incluyeron dos secuencias subidas de tono que estaban completamente justificadas por la trama.
As¨ª se rieron ¡®Crank¡¯ y ¡®Crank 2¡ä con Jason Statham de las escenas de sexo innecesarias en otras pel¨ªculas
Aunque los romances en ficci¨®n son un tema recurrente incluso si la obra no es expl¨ªcitamente rom¨¢ntica, muchas series y pel¨ªculas van m¨¢s all¨¢ y muestran escenas de sexo, ya sea de manera impl¨ªcita o expl¨ªcita. Estas secuencias, que normalmente no tienen peso en la trama, pueden ser percibidas como algo innecesario o introducido simplemente para que se genere conversaci¨®n sobre la escena concreta, pudiendo repercutir negativamente en la percepci¨®n de la obra en s¨ª. Un ejemplo ser¨ªa la infame escena de la piscina en ¡®Showgirls¡¯ (1995), de Paul Verhoeven. Pese a que el argumento de la cinta tocaba temas como el erotismo o la explotaci¨®n sexual, muchos consideraron chocante esta escena por lo exagerado de los movimientos y lo innecesaria que fue para la trama.
Precisamente para re¨ªrse de este tipo de ¡°artima?as¡±, Mark Neveldine y Brian Taylor, los directores y guionistas de ¡®Crank: Veneno en la Sangre¡¯ (2006) y ¡®Crank: Alto Voltaje¡¯ (2009), introdujeron en cada una de estas dos pel¨ªculas una escena de sexo entre los personajes de Jason Statham y Amy Smart. Se trataba de una divertida forma de jugar con las expectativas de los espectadores, al tiempo que serv¨ªa de s¨¢tira hacia una pr¨¢ctica muy extendida en Hollywood.
En ¡®Crank¡¯, Jason Statham es Chev Chelios, un sicario que se ve envuelto en un juego mortal cuando le inyectan una droga sint¨¦tica que impide que la adrenalina fluya por su torrente sangu¨ªneo, lo que eventualmente le matar¨¢. Para seguir con vida mientras busca un ant¨ªdoto, Chelios mantiene su adrenalina lo m¨¢s alta posible cometiendo todo tipo de cr¨ªmenes: desde conducci¨®n temeraria hasta consumir drogas o pelearse con transe¨²ntes, todo ¡°vale¡± con tal de seguir con vida. Y esto nos lleva a la escena de sexo en cuesti¨®n: otra de las maneras que tiene Chev de prolongar su corto tiempo de vida es teniendo sexo en p¨²blico con su novia, interpretada por Amy Smart.
En ¡®Crank 2¡ä, Chelios sobrevive a duras penas del final de la pel¨ªcula anterior. La mafia china le extrae el coraz¨®n para trasplant¨¢rselo a uno de sus cabecillas, y en su lugar le colocan un coraz¨®n artificial con una bater¨ªa de corta duraci¨®n, de modo que necesita encontrar energ¨ªa constantemente para no morir. Una de las formas de recargar su bater¨ªa es mediante la fricci¨®n, por lo que, de nuevo, el sexo con su pareja es otra opci¨®n viable para prolongar su vida. En esta segunda pel¨ªcula, los personajes de Statham y Smart tienen un t¨®rrido encuentro en un hip¨®dromo, en plena carrera de caballos, ante las atentas miradas de los que han ido all¨ª a apostar por los corceles.
En ambos casos se trataba de una forma ingeniosa a la par que divertida de re¨ªrse de las escenas de sexo innecesarias en pel¨ªculas de todo tipo, desde ¡®Waterworld¡¯ (1995) hasta ¡®Operaci¨®n Swordfish¡¯ (2001). Los directores y guionistas Mark Neveldine y Brian Taylor ¡°denunciaban¡± de esta forma tan peculiar c¨®mo un af¨¢n desmedido por escandalizar a las audiencias pod¨ªa dar al traste con pel¨ªculas bien planteadas en concepto pero no en ejecuci¨®n. Lo absurdo de su premisa, as¨ª como los actos que deb¨ªa cometer el personaje de Statham en pos de seguir vivo en ¡®Crank¡¯ y su secuela, pon¨ªan de manifiesto lo no menos innecesarias que eran maniobras similares en otros largometrajes que pretend¨ªan ser tomados en serio.
El sexo en el cine comercial: un tema muy delicado
La representaci¨®n del sexo en el cine comercial, ya sea de manera impl¨ªcita o expl¨ªcita, es un tema muy debatido incluso en la actualidad. Si no se tiene la planificaci¨®n adecuada, es muy sencillo que una escena de romance apasionado entre dos personajes sea percibido como algo innecesario o incluso chabacano, especialmente si la secuencia en s¨ª no tiene funci¨®n a nivel est¨¦tico o argumental.
Utilizar escenas de esta ¨ªndole solo con tal de llamar la atenci¨®n o como uno de los principales puntos de venta de la pel¨ªcula puede ser tambi¨¦n un arma de doble filo. Aunque sirvan para captar un inter¨¦s inicial, lo que separa al cine comercial de la pornograf¨ªa es precisamente que haya un prop¨®sito y una trama solvente m¨¢s all¨¢ de las im¨¢genes subidas de tono. Si no hay una narrativa s¨®lida o una est¨¦tica que respalde esta clase de contenido, puede perjudicar muy negativamente a la recepci¨®n de la pel¨ªcula.
Por esta cuesti¨®n es por la que los ejemplos de ¡®Crank¡¯ funcionan tan bien como parodia y, a la vez, como cr¨ªtica muy mordaz. Se trata de una reducci¨®n al absurdo que ridiculiza c¨®mo algunos directores y guionistas incluyen elementos de esta clase en sus historias ¨²nicamente con tal de ganar notoriedad. El sexo es algo muy ¨ªntimamente ligado a la condici¨®n humana y por s¨ª mismo puede ser una herramienta narrativa potente que establezca las relaciones entre dos o m¨¢s personajes: desde amor sincero hasta din¨¢micas de poder, ¡°tonteo¡± previo y durante el acto o incluso representaciones de abusos. No obstante, al ser una cuesti¨®n tan delicada, mostrarlo de una manera que se pueda percibir como exagerada o caricaturesca puede tener el efecto contrario al pretendido, pudiendo afectar tanto a las cr¨ªticas como al propio rendimiento de taquilla.