Cr¨ªtica de ¡®Un dolor real¡¯ (¡¯A Real Pain¡¯). El turismo del Holocausto jud¨ªo

Dos primos norteamericanos de origen jud¨ªo-polaco se re¨²nen despu¨¦s de una larga temporada para viajar a Polonia. El objetivo es hacer un tour que sigue el recorrido que hizo su abuela durante el holocausto. La premisa de partida ¡®Un dolor real¡¯ no est¨¢ nada mal.

Pel¨ªcula escrita, dirigida y producida por Jesse Eisenberg, quien tambi¨¦n la coprotagoniza junto a uno de los actores de moda, Kieran Culkin. Eisenberg pretende imprimir un tono par¨®dico al turismo de campos de concentraci¨®n, pero cae en la trampa y hasta casi parece un folleto tur¨ªstico del holocausto.

Eisenberg cede el personaje m¨¢s jugoso a Culkin, porque ¨¦l se reserva uno en donde se siente m¨¢s c¨®modo, que es en ese Woody Allen de marca blanca que ha ido gestando en otras interpretaciones, incluido a las ¨®rdenes del propio director neoyorquino. Por su parte, Culkin copia y pega su personaje de ¡®Succession¡¯, pero con retoques. A pesar de esto, es cierto decir que ambos actores est¨¢n muy bien, sostienen la pel¨ªcula por encima de sus defectos.

?Una imitaci¨®n del estilo Woody Allen?

¡®Un dolor real¡¯ parte de un buen guion y se nota, pues a pesar de su regular ejecuci¨®n la pel¨ªcula se deja ver. El problema es que da la impresi¨®n de que Jesse Eisenberg decide no arriesgar y prefiere abrigarse con el estilo de Woody Allen. Y tal vez se abriga demasiado porque no solo hablamos del calco en el personaje, sino que la propia pel¨ªcula es una exploraci¨®n continua de Woody Allen. As¨ª que por culpa de esto mismo, Eisenberg no imprime ni la personalidad de Allen, ni la suya.

De hecho, lo mejor de la pel¨ªcula es cuando se aleja de su maestro y resuelve con su propio criterio. Otro problema es lo estereotipado de los personajes principales, que no los secundarios. Algo curioso. Por ejemplo, el personaje de Kieran Culkin es el t¨ªpico amigo ultra extrovertido y patoso que es muy cargante, pero con un coraz¨®n que no le cabe en el pecho y al final se descubre su tragedia personal. Muy visto, se ha hecho en infinidad de comedias americanas. Me da igual el Globo de Oro, lo hemos visto mil veces. En defensa del int¨¦rprete dir¨¦ que lo hace bien, incluso el fondo tr¨¢gico. Y sabe jugar con el rechazo y el magnetismo de su personaje a placer.

Con estos mimbres Eisenberg materializa un filme regular, pero con algunos momentos interesantes. La pena es que prefiere resolver el tono de comedia con tramas melodram¨¢ticas de emoci¨®n prefabricada. Por eso y m¨¢s razones resulta desigual, lo que quiere decir que a ratos es entretenida e interesante y a ratos es previsible pero nunca aburrida.

En definitiva, una pel¨ªcula tibia que ni quema ni te da la impresi¨®n de haber perdido el tiempo. No es mal plan ir a verla porque es ligera y sencilla, dos cualidades poco abundantes.

¡®A Real Pain¡¯ ya est¨¢ en la cartelera de cine.

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