Cr¨ªtica de ¡®Robot salvaje¡¯, una de las mejores pel¨ªculas de animaci¨®n del a?o y un regalo a los padres

A veces no hay que sorprender, hay que emocionar. Y como es tan dif¨ªcil y a los espectadores nos sucede tan poco, a menudo se nos olvida que a todos nos cautiv¨® del cine lo mismo: su capacidad para removernos por dentro. Lo decimos porque, cuando tuvimos la desgracia de ver el tr¨¢iler de ¡®Robot salvaje¡¯ (uno de esos que te cuenta absolutamente toda la pel¨ªcula), pensamos en cu¨¢ntas veces hab¨ªamos visto esa misma historia. Decenas, cientos de miles, ?qu¨¦ m¨¢s da? La magia de lo nuevo de Dreamworks no reside en su originalidad, sino en que a la media hora ya te tiene llorando.

Estamos otra vez ante la historia de un robot que desarrolla sentimientos. Frente a una nueva versi¨®n del cuento del patito feo en la que cambiamos patito por ganso y feo por raro. Un relato sobre parias que buscan su lugar en el mundo y sobre la familia que se elige, no la que toca. El contraste entre la naturaleza y lo artificial. Otro ejemplo para los m¨¢s j¨®venes de la casa de que quiz¨¢s hacer amigos no sea la tarea m¨¢s f¨¢cil del mundo, pero merece la pena. En definitiva, una amalgama de lugares comunes y de mensajes tan positivos como manidos.

De ese c¨®ctel del que parece quedar poco por extraer a estas alturas, Dreamworks se las ingenia para sacar una de las grandes pel¨ªculas de animaci¨®n del a?o. Para ello se apoya en lo visual, en una primera hora de ritmo trepidante y en un curioso punto de vista: el del adulto, el del padre. Porque todo lo que cit¨¢bamos antes no dejan de ser met¨¢foras y reflexiones sobre crecer, madurar y conocerse a uno mismo. Pero mientras la mayor¨ªa de cintas apuestan por abordar esos temas desde el prisma de j¨®venes y adolescentes, ¡®Robot salvaje¡¯ lo hace desde el de los padres primerizos.

Gracias a ese matiz, la pel¨ªcula tiene tanto por decir a los adultos como a los ni?os. Entre animales que hablan y bromas sobre la nula inteligencia de aquello a lo que precisamente llamamos inteligencia artificial, ¡®Robot Salvaje¡¯ esconde tambi¨¦n un valioso regalo para los padres de la sala. Aunque no lo confiesen, ellos ser¨¢n los que m¨¢s reflejados se vean en Roz, la protagonista. Compartir¨¢n miedos, cansancio, tendencia a la sobreprotecci¨®n, cultivo de la paciencia, proceso de aprendizaje e imposibilidad de soltar y dejar marchar. Es un armaz¨®n de circuitos lleno de vida y capaz de emocionar a cualquiera.

M¨¢s elogios si cabe merece su apartado audiovisual. DreamWorks ha encontrado un estilo propio entre el fotorrealismo cartoon de Pixar y los juegos de acuarelas, filtros y texturas de Sony en el Spider-Verse. Empezamos a verlo en la imperdible ¡®El Gato con Botas: El ¨²ltimo deseo¡¯ (donde se esconde el mejor villano que ha dado el cine en los ¨²ltimos a?os) y ¡®Robot Salvaje¡¯ no es sino una evoluci¨®n de aquella. Los personajes principales son figuras geom¨¦tricas sencillas a base de CGI, pero sus superficies han sido pintadas a mano. Lo mismo con cielos, paisajes y escenarios. La tecnolog¨ªa escondida bajo el arte. Algunos planos son cuadros en movimientos.

Su director, Chris Sanders, el hombre detr¨¢s de las m¨ªticas ¡®Lilo & Stich¡¯ o ¡®C¨®mo entrenar a tu drag¨®n¡¯, ha venido admitiendo en diversas entrevistas que ha querido lograr un aspecto visual a caballo entre las pel¨ªculas de Studio Ghibli y las de animaci¨®n cl¨¢sica de Disney. ¡°Como si Monet pintara un bosque de Miyazaki¡±. Con ¡®Bambi¡¯ y ¡®Mi vecino Totoro¡¯ como principales influencias, puede sentirse orgulloso. Lo mismo su oscarizado compositor, un Kris Bowers que debuta en el g¨¦nero y que en Espa?a viene acompa?ado de la vibrante voz de Chiaria Oliver para las canciones.

Conclusiones

¡®Robot Salvaje¡¯ es una de las grandes pel¨ªculas de animaci¨®n de 2024 y una de las m¨¢s emotivas. Una cinta que deleitar¨¢ a los m¨¢s peque?os de la casa, pero hablar¨¢ a los m¨¢s grandes. Porque durante la crianza de un hijo, no es s¨®lo el hijo el que crece. Ayudando a otros a buscar su lugar en el mundo, a veces perdemos el nuestro. Quien acu?o la expresi¨®n ¡°verdades como pu?os¡± no pens¨® en este tipo de historias, en las que hay muchas verdades escondidas, pero lejos de golpear con dureza, conmueven por lo delicadas y hermosas que son, tanto como para abrumar y hacer llorar a aquellos dispuestos a escucharlas (y en este caso, verlas).

Tras ¡®El Gato con Botas: El ¨²ltimo deseo¡¯, DreamWorks encontr¨® un estilo de animaci¨®n propio que sigue desarrollando y tiene a la compa?¨ªa de dulce. ¡®Robot Salvaje¡¯ es un espect¨¢culo audiovisual de los que merece la pena guardar en la memoria. Una cinta impecable a la que s¨®lo podemos poner un pero, el de haber pensando en futuras secuelas y haber complicado un final sencillo y sin necesidad de mayores conflictos. Acaba mucho antes de lo que marcan sus t¨ªtulos de cr¨¦dito y no deb¨ªa haberse avergonzado de cortar pronto, sino al contrario. Era la prueba de que ella ya hab¨ªa llegado y colmado nuestro coraz¨®n mucho antes.

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