Cr¨ªtica de ¡®Lilo y Stitch¡¯, una buena reimaginaci¨®n del cl¨¢sico que sigue sac¨¢ndote una sonrisa

Cuando Disney anuncia el remake en acci¨®n real de sus cl¨¢sicos muchos suelen arquear una ceja. Los fans m¨¢s entusiastas son cercanos a la corriente de que las obras se deben mantener como tal y apostar por m¨¢s nuevas propiedades intelectuales. Sin embargo, hay otra masa que s¨ª que abraza estas reimaginaciones si se toman desde el prisma correcto.

Tras ver ¡®Lilo y Stitch¡¯, tenemos claro que la pel¨ªcula va a satisfacer a los que se encuentran en ese segundo grupo. Si has visto la original casi todos los momentos son familiares, pero al mismo tiempo se toma desde una posici¨®n fresca.

Gran parte de los responsables de que esto ocurra son el reparto elegido para la ocasi¨®n. Maia Kealoha (Lilo) y Sydney Agudong (Nani) forman un t¨¢ndem que convence. Ambas crean una sinergia que atrapa y da credibilidad a las situaciones por las que pasan. Otra de las parejas que suman en positivo es la formada por Billy Magnussen (Pleakley) y Zach Galifianakis (Jumba). Su adaptaci¨®n al cuerpo humano es desternillante.

Aunque lo mejor, y eso tranquiliza a los fans, es la representaci¨®n de esta nueva versi¨®n de Stitch. S¨ª, el lado gamberro y los puntos desternillantes del personaje est¨¢n intactos. De hecho, nos convence esta representaci¨®n ¡®realista¡¯, por si se puede decir as¨ª, del alien¨ªgena. Cada vez que sale se come la pantalla y es el generador de momentos de secuencia en secuencia. Es imposible no re¨ªrte cuando imita a un perro.

Es cierto que en algunos momentos la pel¨ªcula es algo apresurada. La hora y 46 minutos que dura se hace muy muy corta, y es una sensaci¨®n extra?a porque la original dura incluso veinte minutos menos. Se echa en falta la presencia del Capit¨¢n Gantu, eliminado del live-action por razones que no han trascendido desde la productora, y los cambios en ciertos mensajes que encajaban a la perfecci¨®n.

La pel¨ªcula incide much¨ªsimo en la uni¨®n entre las hermanas en un momento cr¨ªtico de su relaci¨®n al perder la figura de sus padres y c¨®mo los servicios sociales pelean por separarlas. Aunque la capa de humor sea permanente, en el fondo es una fant¨¢stica pel¨ªcula sobre la familia, los valores, el apego a las ra¨ªces y el respeto al ecosistema.

Conclusiones

¡®Lilo y Stitch¡¯ cumple sobradamente con su papel de reimaginaci¨®n en acci¨®n real. Es una pel¨ªcula que sigue poniendo en alza los valores que promovi¨® la original all¨¢ por 2002. Los puntos divertidos son delirantes y Stitch mantiene su identidad pese a la capa ¡®realista¡¯ que tiene. Quiz¨¢ echamos en falta alguna secuencia m¨¢s de humor, m¨¢s metraje para asentar el valle de la pel¨ªcula y cierto personaje que se ha omitido por completo. Ahora bien, la calidad del CGI es genial y alimenta las ganas de querer ver su secuela tambi¨¦n con la capa realista.

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