Cr¨ªtica de ¡®Bitelch¨²s Bitelch¨²s¡¯. Tim Burton se desata en una pel¨ªcula que a veces se pierde en su propia extravagancia

¡®Bitelch¨²s Bitelch¨²s¡¯ es un reflejo de la iconograf¨ªa de Tim Burton y de su forma de entender el cine. Transita entre la locura y la extravagancia, entre la fantas¨ªa y la realidad, entre lo divertido y lo sanguinario. El cineasta vuelve a los or¨ªgenes con la secuela de este ¨¦xito de los a?os ochenta, una pel¨ªcula que recupera muchos de los elementos del pasado, pero con algunos temas del presente. Por eso, el filme retrata a los influencers, siempre pendientes del m¨®vil y de las redes sociales, aunque tambi¨¦n deja entrever multitud de tem¨¢ticas, algunas universales y presentes en cualquier ¨¦poca.

Han pasado m¨¢s de treinta a?os desde el fallecimiento de la familia Maitland, sus fantasmas han abandonado el hogar y la familia Deetz est¨¢ de vuelta en Winter River. Delia Deetz (Catherine O¡¯Hara) sigue m¨¢s pendiente de su arte que de cualquier otra cosa, mientras que su hija adoptiva Lydia (Wynona Ryder) se ha convertido en una estrella de la televisi¨®n. Su talento innato para ver a los muertos le ha permitido conducir un exitoso programa, pero todo esto la ha alejado de su hija Astrid, interpretada por Jenna Ortega. Un acontecimiento traum¨¢tico los re¨²ne a todos en esta localidad de ultratumba, lo que por supuesto despierta viejos fantasmas y un demonio en particular: ?Bitelch¨²s, Bitelch¨²s, Bitelch¨²s!

Dentro del universo de Tim Burton

El desarrollo de la trama es una monta?a rusa de sensaciones. Tim Burton usa con maestr¨ªa distintas t¨¦cnicas, lo que dota a la producci¨®n de una plasticidad muy el¨¢stica. Lo mejor de ¡®Bitelch¨²s Bitelch¨²s¡¯ es su extraordinaria ambientaci¨®n y las criaturas que pululan por el mundo de los muertos. A veces se nota la gomaespuma, el cart¨®n piedra y los disfraces, pero todo eso est¨¢ hecho as¨ª de forma consciente. El cineasta se vale del blanco y negro, del stop-motion y de los decorados para recrear un universo de fantas¨ªa, que a veces llega a desagradar. El propio Bitelch¨²s, interpretado por un desbordante Michael Keaton, repugna y divierte a partes iguales. Anhela permanecer en el mundo de los vivos y hacer la vida imposible a los que est¨¢n a su alrededor, pero la cosa le sale regular. Menci¨®n especial al personaje de Monica Bellucci, la fat¨ªdica esposa del demonio, que grapa su cuerpo y deja al espectador con la boca abierta.

La trama se empapa de un humor a veces excesivo, que se rodea de la extravagancia y de la casquer¨ªa, de la locura m¨¢s absoluta. Cae en lo absurdo y los personajes pierden credibilidad, pero no llegan a desentonar del todo, porque la propia pel¨ªcula navega en las aguas de la excentricidad m¨¢s absoluta. Es el personaje de Jenna Ortega el que mantiene los pies en la tierra, si bien su aparente normalidad termina desbord¨¢ndose. A la pel¨ªcula le falta algo de contenci¨®n en ciertos momentos, un sost¨¦n para la historia y para los protagonistas. Entre medias ahoga un poco al despertador, pero el final es todo un torrente de emociones.

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