Cr¨ªtica de Babygirl: Nicole Kidman y Antonio Banderas regresan al thriller er¨®tico

Hace falta un solo fotograma, el primero de la pel¨ªcula, para encontrar el juego de espejos evidente y claramente pretendido entre ¡®Babygirl¡¯ (Halina Reijn, 2025) y ¡®Eyes wide shut¡¯ (Stanley Kubrick, 1999). Nicole Kidman pon¨ªa punto y final al magn¨ªfico thriller er¨®tico que coprotagoniz¨® con Tom Cruise a finales de siglo con un rotundo ¡°fuck¡± (follar) y, precisamente, es el sexo, desde la primera escena, el veh¨ªculo que conduce la historia de la nueva pel¨ªcula de A24, que este viernes 17 de enero llega a los cines y que le ha valido a la actriz norteamericana para estar nominada en los pasados Globos de Oro y entrar de lleno en la carrera por los Oscars.

No es la primera vez que Nicole Kidman expone su lado m¨¢s sexual delante de una c¨¢mara, pero, a sus 57 a?os, su papel en ¡®Babygirl¡¯ es uno de sus trabajos m¨¢s arriesgados. Ya se desnud¨® para Kubrick y protagoniz¨® otros thrillers er¨®ticos como ¡®Malice¡¯ (Harold Becker, 1993) y ¡®Todo por un sue?o¡¯ (Gus van Sant, 1995), pero en esta ocasi¨®n, la actriz cambia su registro de mujer aparentemente perfecta para dar vida a un personaje m¨¢s humano y visceral que obliga al espectador a reflexionar sobre el consentimiento, el fetichismo del control y la emoci¨®n prohibida de cruzar l¨ªmites sexuales.

Un tri¨¢ngulo sexual de estrellas

Kidman da vida a Romy, una mujer empoderada, de ¨¦xito, con un puesto de responsabilidad en una gran empresa y casada con un brillante director de teatro, un correct¨ªsimo Antonio Banderas, con quien mantiene una vida sexual mon¨®tona y patriarcal, donde solo se completan los deseos e impulsos sexuales del hombre. La directora holandesa Haina Reijn no tiene miedo a ser expl¨ªcita y propone una representaci¨®n gr¨¢fica del sexo en todos sus ¨¢mbitos, incluyendo la masturbaci¨®n con pornograf¨ªa, que le servir¨¢ para dibujar al espectador todas las inquietudes er¨®ticas de Romy, cuya vida dar¨¢ un vuelco cuando conoce a su nuevo becario Samuel, interpretado por un entregado Harris Dickinson, que la satisfar¨¢ con el consabido riesgo que supone la relaci¨®n de poder entre ambos. Romy pasar¨¢ de dar ¨®rdenes en su vida laboral a recibirlas en su plano m¨¢s intimo.

Banderas y Dickinson completan junto a Kidman el tri¨¢ngulo protagonistas con actuaciones muy solventes, aunque insuficientes para hacerle sombra a la actriz de ¡®Moulin Rouge!¡¯ (Baz Luhrmann, 2001), que lo da todo. El actor espa?ol se gusta como dramaturgo latino que ha sido bien recibido por el artisteo norteamericano, siempre con una sonrisa en la cara. Su papel, sin embargo, es menos agradecido que el de Dickinson, que con ¡°El tri¨¢ngulo de la tristeza¡± (Ruben ?stlund, 2022) ya demostr¨® sentirse muy c¨®modo como un adonis sin escr¨²pulos capaz de adaptarse a las circunstancias.

Estrenada en Venecia, Babygirl content¨® a la mayor¨ªa de la cr¨ªtica con su estilo estimulante, aunque es menos transgresor de lo que Haina Reijn pretende. La qu¨ªmica entre los actores es el verdadero coraz¨®n de la pel¨ªcula, m¨¢s all¨¢ de todos los mensajes que buscan instruir sobre las conductas er¨®ticas y la exploraci¨®n sobre el deseo sexual femenino, un ejercicio honesto por parte de la directora, pero que no resulta tan impactante como se espera.

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