Este experimento psicol¨®gico con animales demostr¨® que hay varias formas de alterar la conducta humana

La caja de condicionamiento operante o caja de Skinner en honor a su creador, B. F. Skinner, es un dispositivo que se utiliza para realizar pruebas de psicolog¨ªa conductual con animales de laboratorio. Se trata de un artilugio interesante en tanto que ha servido para demostrar una hip¨®tesis aplicable tambi¨¦n a los seres humanos: es m¨¢s probable caer en adicciones cuando hay un refuerzo intermitente que cuando dicho refuerzo es fijo. Estos son precisamente los ganchos que utilizan las m¨¢quinas tragaperras y algunos juegos online.

?En qu¨¦ consist¨ªa el experimento de la caja de Skinner?

Burrhus Frederic Skiner (1904-1990) fue un psic¨®logo norteamericano que realiz¨® un trabajo pionero en psicolog¨ªa del comportamiento. Algunos de sus estudios y experimentos fueron muy controvertidos, pues fue un f¨¦rreo defensor del condicionamiento operante y la ingenier¨ªa social en pos de mejorar la sociedad.

La caja de condicionamiento operante de Skinner se basaba en la ¡°ley de efecto¡± de Edward Thorndike de 1898. Esta hip¨®tesis simple afirmaba que era m¨¢s probable que una conducta se repitiese ante un est¨ªmulo positivo como escapar de una situaci¨®n de estr¨¦s. Para ello, se realizaron experimentos b¨¢sicos que consist¨ªan en encerrar a gatos en cajas que se pod¨ªan abrir desde dentro accionando un mecanismo simple. Al observar que los gatos aprend¨ªan gracias al ensayo y al error a escapar de las cajas, Thorndike llam¨® a esto ¡°ley de efecto¡±.

El trabajo de Skinner tomaba como base estos artilugios sencillos, pero los dot¨® de mayor complejidad. Su teor¨ªa era que si hab¨ªa una recompensa para los animales, habr¨ªa m¨¢s posibilidades de que repitiesen una conducta designada. Para ello, se construyeron varios prototipos de la caja de Skinner, que a su vez sirvieron para demostrar varias hip¨®tesis. Uno de los dise?os m¨¢s extendidos era el siguiente:

En formas b¨¢sicas del experimento, los animales deduc¨ªan que pulsando una palanca su comedero se llenaba de comida, lo cual hac¨ªa que aprendiesen a relacionarla con algo bueno para ellos como tener acceso a un sustento. En variantes m¨¢s avanzadas del experimento era incluso posible que los animales aprendiesen a diferenciar formas y colores gracias al refuerzo positivo.

?A qu¨¦ conclusiones se lleg¨® gracias al experimento de la caja de condicionamiento operante?

La caja de condicionamiento operante de Skinner sirvi¨® para dar grandes pasos en el campo de la psicolog¨ªa conductual, pues las observaciones hechas en animales de laboratorio eran trasladables a los seres humanos. El condicionamiento operante se utiliza en, por ejemplo, la educaci¨®n de los ni?os. Si se refuerza positivamente la conducta de un infante mediante elogios o premios, es m¨¢s probable que la vuelva a repetir en un futuro, y viceversa.

Tambi¨¦n se pueden utilizar estas hip¨®tesis para modificar conductas nocivas y peligrosas como el abuso del alcohol o el exceso de tabaquismo mediante refuerzo negativo. Y por supuesto, tambi¨¦n existen aplicaciones pr¨¢cticas en campos como amaestrar animales, siendo conocimientos aprovechados en terrenos como el adiestramiento canino o la cetrer¨ªa.

El refuerzo intermitente: la base de las m¨¢quinas tragaperras y las redes sociales

Skinner lleg¨® tambi¨¦n a otra conclusi¨®n muy reveladora. En prototipos modificados de la caja de condicionamiento operante en los que hab¨ªa dos palancas, una que siempre daba comida y otra que pod¨ªa darla o no con una probabilidad aleatoria, muchos de los sujetos del experimento como ratones de laboratorio y palomas optaban por accionar de forma compulsiva la palanca de esta posibilidad al azar de recibir alimento.

Es decir: a la hora de modificar una conducta, un refuerzo intermitente es m¨¢s potente que uno continuo y fijo a lo largo del tiempo porque la incertidumbre de no conocer el resultado de antemano hace que se libere m¨¢s dopamina y serotonina, sustancias neurotransmisoras que pueden alterar los estados de ¨¢nimo y generar sensaci¨®n de placer.

Esta es una de las principales razones por las que a las personas que est¨¢n implicadas en una relaci¨®n sentimental no demasiado sana les resulta muy dif¨ªcil salir de ah¨ª: este refuerzo intermitente las tiene ¡°atrapadas¡± y en cierto modo las ha convertido en adictas a los vaivenes emocionales.

Una de las aplicaciones comerciales m¨¢s extendidas de las cajas de Skinner tiene que ver con el refuerzo intermitente: muchos juegos de azar como las m¨¢quinas tragaperras est¨¢n creadas teniendo esto en mente para maximizar el tiempo de retenci¨®n de sus jugadores, y en muchos casos redundando en adicciones y afecciones tan peligrosas como la ludopat¨ªa. Los est¨ªmulos como los sonidos y las luces tienen una intenci¨®n deliberada de enganchar. Los usuarios de estos dispositivos se sienten bien mientras juegan gracias a la incertidumbre de no saber si ganar¨¢n o perder¨¢n, algo tambi¨¦n presente en las cajas de bot¨ªn de los videojuegos, que han sido reguladas y prohibidas en muchos pa¨ªses.

Redes sociales como Facebook o X (anteriormente Twitter) tambi¨¦n han sido dise?adas pensando en las cajas de Skinner. En lugar de mostrarnos las publicaciones de las cuentas a las que seguimos de forma ordenada, lo hacen seg¨²n sus arbitrarios algoritmos, incentivando que sus usuarios permanezcan ah¨ª ante la incertidumbre de las novedades que puede haber en su red de contactos. De hecho, en muchas de estas plataformas, para actualizar el feed hay que deslizar el dedo de arriba hacia abajo, simulando estar tirando de la palanca de una tragaperras.