Diablo IV, impresiones. Tan oscuro como prometedor

Han pasado m¨¢s de diez a?os desde que regresamos a Santuario con una entrega num¨¦rica de Diablo. Un poco menos si contamos la expansi¨®n de Reaper of Souls. Y si seguimos con la f¨®rmula actual no habr¨¢ otro hasta la siguiente d¨¦cada, con lo que es un momento importante tanto para la franquicia como para la propia Blizzard, que tal vez quiera utilizar esta cuarta entrega de la saga de hack n¡¯ slash como punto y aparte en una ¨¦poca en la que ha estado continuamente en boca de todos pero por causas ajenas a la calidad de sus videojuegos. Y despu¨¦s de disfrutar con plenitud de estos d¨ªas de acceso anticipado, nos hemos quedado con ganas de conocer m¨¢s de lo que nos espera, sabiendo que los escasos dos meses y medio que aguardan hasta su lanzamiento el pr¨®ximo 6 de junio se nos van a hacer muy largos.

Un feeling similar

Una cinem¨¢tica marca de la casa de las que quitan el hipo es el punto de partida cuando empezamos a jugar, marcando en cierto sentido el tono que la desarrolladora pretende mostrar en esta nueva entrega. Es Diablo IV un juego m¨¢s oscuro, que recupera en cierta medida el aspecto m¨¢s siniestro y t¨¦trico, con una paleta de colores menos jovial que su predecesor. Pero la primera cosa que llama la atenci¨®n es que da la sensaci¨®n de que nuestro protagonista toma un poco m¨¢s de peso con respecto a la saga, no es simplemente un personaje aleatorio que pasaba por all¨ª. Hay mayor interacci¨®n con el resto de NPCs, por ejemplo, y su naturaleza multijugador por defecto parece que promover¨¢ tambi¨¦n la interacci¨®n con jugadores humanos. La creaci¨®n de clanes y la posibilidad de compartir mundo con gente de otras plataformas apunta en esa direcci¨®n.

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Peor lo importante es que r¨¢pidamente estamos aniquilando enemigos por docenas mientras damos nuestros primeros pasos y nos familiarizamos con los controles. Ah¨ª nos damos cuenta de que estamos ante un viejo conocido, una sensaci¨®n c¨¢lida de regreso a casa: el juego se siente moderno y se notan las influencias de muchos t¨ªtulos de ¨¦xito en sus carnes, pero siempre se tiene ese sentimiento de cercan¨ªa que tantas y tantas buenas horas nos ha dado a los que llevamos disfrutando de la serie desde su primera versi¨®n. Esperamos ver opiniones encontradas a lo largo de la fanbase, pero lo cierto es que las iba a ver independientemente de la direcci¨®n que tomara su dise?o y la realidad es que a nivel jugable se comporta estupendamente, que es lo m¨¢s importante.

Y es que ah¨ª es donde reside el n¨²cleo de su ¨¦xito, lo que hizo que Diablo 3 vendiera 3,5 millones de copias en apenas 24 horas. Hemos podido probar 3 de las 5 clases disponibles en este acceso anticipado (b¨¢rbaro, hechicera y p¨ªcaro) y las sensaciones han sido muy buenas, con muy pocos peros que achacar. Un sistema de control intuitivo y un sistema de mejoras basado en 6 habilidades a escoger entre las que generan recursos, las que consumen recursos y las de movilidad o supervivencia. A excepci¨®n del b¨¢rbaro, cuyo ¨¢rbol es el menos intuitivo, r¨¢pidamente uno puede hacerse a la idea de c¨®mo va a ser su personaje. Adem¨¢s, gracias a la capacidad de poder rehacer el ¨¢rbol a conveniencia, resulta mucho m¨¢s sencillo experimentar qu¨¦ tipo de avatar mejor nos puede representar y pasar de un p¨ªcaro con una build de dagas a otro de arco o de trampas es cuesti¨®n de unos pocos clicks.

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Esta flexibilidad, no siempre santo y se?a de la saga, es una mejora de calidad de vida que se agradece. Pero ser¨ªa vana si jugablemente no diera la talla y hay que decir que en el tier 2 de dificultad, lo m¨¢s alto que permite para jugadores nuevos y el recomendado para veteranos, lo hemos pasado muy bien tanto en solitario como en grupo. No es que el primer acto suponga el mayor de los retos pero si empieza a haber enemigos y jefes que requieren de nuestra mayor atenci¨®n, incluso el regreso de alguna sorpresa que nos curti¨® bien el lomo de buenas a primeras. A nivel de dise?o y ambientaci¨®n, a pesar de lo parco del principio de algunos niveles, est¨¢ muy logrado y a nivel de animaciones funciona francamente bien. No nos ha terminado de encantar que a menudo el personaje se ¡°engancha¡± en alg¨²n input de ataque previo a acabar la animaci¨®n del anterior, haciendo que disparemos en la direcci¨®n equivocada o quitando un segundo precioso necesario para esquivar un ataque, pero ser¨¢ cuesti¨®n de adquirir nuevas costumbres o de esperar a ver si se corrige para la versi¨®n final.

La interfaz es algo que estamos seguros que tambi¨¦n generar¨¢ controversia, especialmente porque no es la m¨¢s intuitiva del mundo ni tampoco la m¨¢s limpia. El dise?o del ¨¢rbol de habilidades es a veces un poco engorroso y la gesti¨®n del inventario tambi¨¦n parece que puede mejorarse. Pero en juego se ha mantenido muy poco intrusiva y es f¨¢cil saber en todo momento lo que ocurre en pantalla. Y eso tiene m¨¦rito porque es muy f¨¢cil que r¨¢pidamente seamos asediados por una docena o veintena de enemigos y haya muchas habilidades y hechizos sucediendo a la vez, manteni¨¦ndose (en Series X) estable en todo momento. Cierto que en PC hubo algunos problemas de lag durante el fin de semana que dificultaron o directamente impidieron por completo la experiencia de juego, al margen de las enormes colas del primer d¨ªa que empa?aron su puesta en sociedad.

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Un sinf¨ªn de posibilidades

Una de las mejores sensaciones que nos llevamos de esta primera toma de contacto es la inmensa cantidad de cosas y variables que hay en el juego, muy superior a las que tuvo Diablo 3 incluso con su expansi¨®n. No solamente est¨¢ el aspecto del lote, otra de las razones de ser del g¨¦nero, sino que tambi¨¦n est¨¢n los encantamientos, el poder extraer poderes de las armas, engarces, necesidad de conseguir ingredientes para ciertos objetos, mejoras de todo tipo¡­ da la impresi¨®n de que se ha a?adido una o varias capas de profundidad con respecto a sus predecesores con el ¨¢nimo de darle un poco m¨¢s de vida al endgame m¨¢s all¨¢ de ver qu¨¦ nivel de falla podemos completar. Siempre hay cosas nuevas que explorar, incluso dentro de nuestro personaje. Por ejemplo, y siguiendo con nuestro p¨ªcaro anterior, no solamente podemos decidir si ir a trampas, dagas o arco (o una mezcla), sino que a partir de cierto nivel se nos desbloquean posibilidades extra que afectan al comportamiento de nuestras habilidades y a nuestra gesti¨®n de recursos. Es un cambio significativo con respecto a anteriores iteraciones de la saga, cuyo ¨¦xito de nuestro personaje variaba en exclusiva de una o dos habilidades y sinergias y conseguir farmear los objetos importantes. Ahora hay mucho de eso tambi¨¦n, por supuesto, pero da la impresi¨®n de que se ahonda un poco m¨¢s.

A partir de ah¨ª es innegable la influencia de t¨ªtulos como Path of Exile o incluso Lost Ark, del que en ocasiones parece beber bastante. Durante nuestras partidas nos encontraremos con gente aleatoria que podr¨¢ unirse a nosotros para participar en eventos locales o globales y obtener as¨ª recompensas ¨²nicas. A lo largo del mapa hay tambi¨¦n mazmorras y submazmorras, fortalezas, misiones secundarias¡­ que son totalmente opcionales para el jugador que quiera ir a la campa?a y ya est¨¢ pero que aportan lote y beneficios extra para la cuenta que los completa. Si se puede extrapolar algo de lo visto en el primer acto al resto de actos, hay mucho m¨¢s Diablo IV de lo que hab¨ªa con Diablo 3 de largo, pero tambi¨¦n gran parte de ese contenido es a discreci¨®n del jugador.

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El pr¨®ximo fin de semana, del 24 al 27 de marzo, habr¨¢ una nueva oportunidad de acceder al contenido en fase de beta abierta y en esta ocasi¨®n con todos los personajes disponibles (se le a?aden druida y nigromante). No hace falta decir que nosotros estaremos all¨ª explorando el mundo de Santuario e intentando saciar las ganas de que llegue el mes de junio y podamos disfrutar de su versi¨®n completa.